Segunda Vida 1. Primer día en Madrid
David sigue probando el sistema de su nueva vida, está intentando conocer a su prima y ver que puede obtener de ella; su prima lo está probando ya que no le suena que David fuera asi, pero él está pasando todas las pruebas y es que no es un chico de 18 años normal.
Segunda Vida
Capítulo 1: Primer día en Madrid
Despierto por escuchar ruidos fuera en la casa, un poco extrañado de lo que vi anoche al dormirme; compruebo que sigo siendo David, a pesar de que sigo en el mismo cuarto. Escucho que llaman al timbre…
- Eva, ¿de qué te has vestido? – pregunta una voz que no conozco.
- ¿No estoy guapa, María? - pregunta mi prima.
- Si, demasiado conociéndote; por eso pregunto. – juzga la voz de esa tal María.
Mi prima se ríe.
- Pero tía, ¿Qué has echo en la cocina? – pregunta María.
- No toques nada, que no es para ti. – riñe Eva.
- ¿Y para quién es? ¿ya le estás haciendo de mami a Adrián otra vez? – pregunta, María riéndose de mi prima.
- No es para él. – responde mi prima escuetamente.
- ¡¿queee?! ¿te has ido con otro, guarrona? – interroga María.
- No, ¿recuerdas que te dije que vendría, mi primo? – contesta mi prima empezando a contar.
- ¿El pervertido jovencito, con ínfulas de heavy; que te gustaba de cría? – pregunta, definiendo quizás al verdadero David.
- Él ha cambiado, ahora es un caballero encantador. – Me defiende mi prima y me hace sonreír.
- ¿asi que le gustaba, eh? – pienso, aun sonriendo.
- Explícame eso. – le pide su amiga.
- Nada más llegar me invito a un café que propuse yo, pero lo más fuerte fue después… - dice mi prima creando expectación.
- ¿Qué paso después? – pregunta su amiga muerta de curiosidad por su tono.
- Me hizo la cena, me la trajo al salón y mientras cenaba me hizo un masaje en los pies. – cuenta mi prima, flipando y haciendo flipar a su amiga.
- ¡¿Quéeee?! Joder, seguro que ningún tío ha echo nunca jamás algo por ti; asi. – alucina su amiga.
- Ninguno. – Sentencia mi prima.
- ¿Y seguro que lo que quiere no es follarte? Porque lo parece. – juzga su amiga.
- Me puse en bragas y sin sujetador delante de él, créeme; ni me miro como un baboso, ni me toco. – explica mi prima.
- Seguro que mirarte te miro y que estaba empalmado. – sentencia María.
- Mirarme si me miro y es probable que estuviera empalmado, pero me dormí en su hombro y no intento nada. – suelta Eva.
- Provócalo más, esta noche. – propone María.
- ¿más, para qué? – pregunta mi prima.
- Más, para ver si verdaderamente es un caballero o lo que quiere es engatusarte. – insiste su amiga.
- Vámonos, que no llegamos zorra. – ríe Eva.
- La zorra, serás tu esta noche. – ríe divertida su amiga.
Tras eso la puerta se cierra, niego con la cabeza; asi que Eva quiere jugar, jugaremos entonces…Asi que hay un sistema de “segunda vida” que parece según lo que haga va mejorando al tal David, si lo llego a saber madrugo; podría haber visto a Eva y su amiga haber echo ejercicio, pero aun no es tarde.
Hago abdominales, flexiones; sentadillas, salgo a ver que me hizo mi prima de desayuno y cuando lo veo alucino. Zumo de naranja, café con leche; pan tostado con mantequilla y mermelada juntada, todo fregado.
- Prima Eva, menos mal que no eres realmente mi prima; porque sí que quiero algo contigo… - digo desayunando.
Tras esto friego lo usado por mi, leo su nota.
Querido primo David:
Te deje este desayuno, esperaba verte antes de irme; pero imagino estás cansado del viaje, nos vemos a la hora de la comida.
Besitos, tu prima Eva.
Sonrío como idiota, guardo la nota en mi cajón; me pongo ropa de deportes, para salir a hacer footing por las cercanías.
Hago footing durante quince minutos, tras eso estoy reventado; me echo una pequeña siesta.
Saludo de nuevo del sistema: “segunda vida”
Objetivos de la mañana:
- 1.Escuchar a tu prima y su amiga: 1 / 4 escuchar
- 2.Hacer ejercicio: Forma física: 6 / 4
- 3.Hacer footing: aguante 1 / 4
- ¡Forma física mejora! Nueva barra: 2 / 6
- Constitución 1 / 10
Forma física inicial ----: Forma física básica: + 1 a esfuerzos físicos.
Cuando despierto sorprendido, me miro al espejo prácticamente estoy igual; pero no puede ser coincidencia que todo lo que haga, lo sueñe y cada vez que duerma.
Voy al baño y me llevo al diccionario, tras eso estudio una hora más ingeniería; decido que debo hacerle el almuerzo asi que busco un supermercado por esta zona y encuentro un superkapital es un chino, pero servirá.
Compro la comida de la semana, llego a casa y ordeno la compra; tras eso me pongo a cocinar algo sencillo, dado que nunca supe cocinar cosas complicadas.
Filetes de cinta de lomo al ajillo con verduritas cocidas aliñadas con un chorrito de vinagre, me sale bastante bien; pero tapo la comida, para esperarla estudiando ingeniería de nuevo y pensando en que debo aprovechar mi tiempo.
Si tengo un sistema como este, debo hacer que todo mi tiempo valga para algo; sin olvidarme de vivir, claro está. Pues para eso estoy aquí.
La puerta se abre, me pongo un poco nervioso; me levanto y dejo en un lado bien puesto el libro, me acerco a la entrada y alucino.
Mi prima lleva una minifalda de colegiala, una camisa blanca apretada desabotonada mostrando un sujetador negro; el pelo ondulado, maquillaje suave y las medias largas blancas.
- Hola primo – me dice con tono cariñoso, abrazándome lentamente y dándome 2 besos muy lentos.
- Hola prima, ¿Qué tal en la universidad? Vete sentándote ahora te llevo la comida. – digo preguntándole, todavía no me ha soltado; cuando la veo sonreír.
- ¿lo vas a coger por costumbre? – pregunta sin perder la sonrisa, empezando a soltarme.
- Quizás, mientras pueda; porque no. – suelto, ella se sorprende un instante; pero lo disimula.
Suelta su mochila, se va para el salón moviendo su culo sexy; yo hago un esfuerzo para no ser baboso, voy a la cocina y llevo la comida de los dos.
- Vaya, que pinta… - deja caer, haciéndosele la boca agua.
- Bueno, ha sido mi mejor esfuerzo de cocinero fracasado. – me sincero, sin darme cuenta.
- ¿cocinero fracasado? – pregunta hincándole el diente, a mi comida y haciendo sonidos de placer.
- Eh…es solo una broma, claro. – contesto, al darme cuenta de lo que dije.
Comemos en silencio, solo los ruidos de mi prima; que parecen algo exagerados y a propósito, es lo único que suena a parte de la tele baja de fondo.
- Prima, cuéntame; ¿te gusta la comida? – le pregunto, ya que no dice nada.
- Me encanta primo, de cocinero fracasado nada; espero que me cocines más veces. – suelta de repente.
- Siempre que pueda, no me cuesta nada. – le guiño y el ojo y acaricio su mano.
Ella se pone nerviosa y se le cae el tenedor, hace el amago de agacharse y lo agarro antes.
- No te preocupes, te traigo otro. – le sonrío y ella me sonríe de vuelta.
Voy a la cocina y le traigo otro de vuelta.
- ¿quieres un masaje como ayer? – le pregunto, mientras se lo doy.
- …si no te importa… - susurra.
Le empiezo a quitar las medias una a una, despacito; viendo un poco de su tanga blanco, sé que es un tanga porque lo veo perfectamente desde mi ángulo e intento no mirar demasiado para que no piense que babeo. Me junto crema en las manos, luego empiezo el masaje en los pies; ella pone cara de alivio, tras el masaje...ella se quita la falda y se abre la camisa.
La miro con los ojos abiertos de par en par.
- ¿no te importa que me ponga cómoda, no? – pregunta, con una sonrisa afilada.
- No, claro que no. – disimulo, conteniéndome.
Ella se me abraza con brazos y piernas
- ¿me abrazas? Tengo frio. – me pide.
- Si, voy.
La tengo entre mis brazos, le huelo el pelo; paro de hacerlo para no perder el control, porque esto es muy difícil ya que para mí no es mi prima como yo soy para ella.
Al poco se queda dormida, yo cojo el libro de ingeniería; lo leo, hasta que un par de horas después se despierta.
- Mmm…que bien he dormido primo. – se despereza, poniéndome los pechos casi en la cara.
- Yo también he estado a gusto, podríamos repetirlo; algún día. – sonrío y ella solo asiente.
- Me voy a la ducha, ¿quieres ir a tomar un café, antes de que me vaya a trabajar? – me propone.
- Si, claro; vayamos.
Mientras ella se ducha, sigo estudiando; cuando sale en toalla, se me presenta en el salón y está muy sexy.
- Primo, date una ducha también; mientras me visto, deja el libro un poco que aún no comenzaste. – ríe divertida.
- Si, supongo que puedo relajarme un poco. – sonrío y salgo corriendo para la ducha.
Dejo la puerta entornada, demostrando confianza tanto en ella como en mí mismo; por si quiere mirar, para ver que se pierde y me doy una ducha rápida.
Cuando salgo, veo lleva el uniforme de anoche.
- ¿vamos prima? – digo ofreciéndole el brazo.
- Vamos – sonríe y me agarra el brazo, algo dubitativa. - ¿sabes? Jamás te he visto vestido asi, ni con esta actitud. – termina de decir, suspirando.
- Puede que como perdí la memoria, sea una nueva persona. – digo despreocupadamente.
Ella sonríe triste y no dice nada a eso.
- Tranquila, estoy bien; siento que no perdí nada importante, más bien siento que tengo una segunda oportunidad. – digo encogiéndome de hombros muy serio.
Ella sonríe ante eso y me besa el cachete, como si un beso es lo mejor que me pudiera dar como respuesta; como respuesta le muestro mi sonrisa y le devuelvo el beso.
- ¿y eso? – me pregunta.
- Me apetecía besarte y simplemente lo hice. – argumento sin darle importancia.
- ¿asi que siempre vas a hacer todo lo que te apetezca? – me pregunta.
- Bueno, hay cosas que no se pueden hacer; si no tienes permiso expreso de la dama. – le contesto dejándola trastocada.
Ella se para un momento y me giro, con mi tenue sonrisa; ella me sonríe igual de forma liviana y vuelve a agarrarse a mi brazo, esta vez en silencio y solo lo rompe para enseñarme cosas de la ciudad. No es que me interese especialmente el turismo en Madrid, pero si me lo hace mi prima no me importa; me gusta su compañía, su voz y que vamos agarrados del brazo es la guinda. Al fin llegamos a un café, el local está un poco escondido; al contrario que muchos otros que pasamos, además el cristal es tintado lo que da cierta intimidad.
- ¿este es tu café favorito de Madrid? – pregunto sorprendido.
- Si, este es; ¿Por qué, no te parece gran cosa? – interroga al darse cuenta de mi gesto.
- Es el local más escondido y pequeño que hemos visto. – observo en voz alta.
- Sí, pero es un café italiano; para parejas, muy íntimo y con café echo a mano y este no necesita ni azúcar. – me explica emocionada.
Una vez entramos el muchacho que hace café y mi prima hablan en un fluido italiano; en la cara de mi prima veo que le gusta el idioma, el local está dividido en cabinas y nos llevamos los cafés que pidió mi prima y nos tomamos el café a solas. En la sala solo hay una mesa con servilletas y azúcar, dos sillas y una ventana que da al exterior; de las que, sino la abres tú ves pero ellos no te ven y una música “chill out” un poco romanticona.
Mi prima suspira, como relajándose de la vida ajetreada; nada más entrar y sentarse aquí, con la taza en la mano y tan solo mi compañía. Ella se me sienta al lado y apoya su cabeza en mi hombro, tan solo la levanta para beber del café; nada más probarlo decido que yo si necesito azúcar, pero aguanto sin ella para no quedar frente a mi prima de paleto.
Tras un rato en silencio…
- Esta noche saldré de fiesta con mis amigas – me comenta.
- Yo aún no conozco a nadie por aquí, sal y diviértete tú que puedes. – le digo besando su pelo en un acto reflejo, ella me mira sorprendida; pero no dice nada.
- Si no te intimidan 4 lobas feroces, puedes venirte con nosotras. – me propone.
- Gracias Eva, te lo agradezco mucho; quizás otro día, mañana en la mañana me gustaría ir a ver mi universidad y además quiero entrar en la universidad…sabiendo algo. – declino su oferta.
- Y el sábado hare una reunión con mis amigas en casa, en plan fiesta de pijama; ¿no te importa? – me pregunta como pidiendo permiso.
- Claro que no, será un honor conocer a tus amigas.
Ella sonríe y me besa el hombro, suspiro sin darme cuenta y vuelve a sonreír.
- ¿estás a gusto? – pregunta sonriéndome.
- ¿Cómo no estarlo? – digo en respuesta.
Ella piensa que me refiero al sitio y puede que el sitio tenga que ver, también en su mente añade que el café es maravilloso; para mí no lo es tanto, para mí lo más maravilloso del sitio es que estoy con ella.
- Bueno, tengo que irme a trabajar; por desgracia, gracias por acompañarme en mi sitio especial primo. Toma para que pagues la cuenta. – dice dejándome 5 euros.
- Pago yo. – declino su mano.
- Si pagas tú, cuando vuelvas a casa; tienes tus maletas en la puerta. – dice sentándose encima de lado por la falda y agarrando mi cuello, pegando su nariz a la mía.
- Vale, tranquila, pagas tú. – digo agarrando su cintura y eso hace que le cambie el gesto de seguridad; a una cara de chica insegura.
- Disfruta tu que puedes, si quieres mañana te acompaño a la universidad. – me ofrece con inocencia fingida.
- Me encantaría, pero no pienso llamarte; si trasnochas estarás cansada y no me perdonaría robarte horas de sueño. – digo sin malicia.
Ella se levanta, mueve el culo al andar; se gira con la puerta abierta.
- ¿sabes? Me gusta el nuevo David. – dice cerrando la puerta tras ella, haciendo que todo me tiemble; siempre me dice primo, pero David suena tan bien en sus labios.
Mientras ella pasa por delante del cristal para que la vea, le echo azúcar a lo que queda de café y lo muevo; contemplándola, asi que ya se tus puntos débiles.
- El café de verdad, los italianos y la tranquilidad. – susurro para mí, sonriendo e imaginando a mi prima cayendo entre mis brazos.
Me termino el café rápidamente, ya he perdido suficiente tiempo hoy; voy a comprar un libro de italiano básico, tras pagarle al italiano. Una vez en casa compruebo el balance de mi dinero…
1200 € iniciales
-300 € alquiler
-200 € ropa
-100 € comida
-70 € libros
= 530 € restante
Ya encontré un trabajo para paliar gastos, pero necesitare otro más o no cubriré gastos.
Tras eso, me voy al trabajo; llego al sex-shop, donde está la chica 12.
- Buenas, jefa; ¿Qué tengo que hacer? – saludo al llegar, 10 minutos antes.
- Buenas, David; ponte este uniforme, esta es la llave de tu taquilla y vuelve aquí cuando lo hagas. – ordena muy seria, parece se lo toma todo en serio.
Entro en el vestuario y me pongo el uniforme, cuando me miro al espejo; casi me muero del susto, soy un gran pene. Menos mal que el uniforme, me tapa la cara, sino dimitía en este mismo instante; esto es demasiado para mí, al menos eso creo.
Salgo para que ella me vea.
- Fantástico, ahora esta es la libreta con la información; repártela entre la gente y atrae clientes, ese es tu trabajo.
- A la orden. – digo con tono agridulce.
Ella me sonríe al ver que su maltrato surtía efecto, al ver eso pensé que no iba a conseguir que dimitiera; una diosa no va a conseguir que un ser humano con dos vidas, deserté tan fácil. Me dedique a intentar atraer clientes, repartir revistas a los que veía interesados, hablar fingiendo otra voz e intentando convencer a los no interesados.
No tuve mucha suerte, ni tuve vista con clientes potenciales; ni convencí a nadie, ni me cogieron revista alguna pero la voz cambiada la clave y parecía otra persona.
Vuelvo cansado y disgustado a las 8 en punto.
- ¿Un día duro? – me pregunta con recochineo.
- Supongo que todos los comienzos son duros, ¿te importa que me lleve una? – le pregunto.
- No, llévatela; aquí tienes los 18 euros, nos vemos el lunes. – me dice y me paga.
- Gracias, jefa; me cambio y me voy.
- Adelante. – dice pasando de mí.
Entro dentro, dejo el disfraz en la taquilla; me vuelvo a vestir y vuelvo a casa, me ducho disgustado y tras eso estudio italiano hasta las 10. Me quedo en bóxer, hago un par de platos de verdurita con atún; tapo el suyo, me como el mío estudiando italiano.
Cuando escucho la puerta, oculto el libro de italiano lo mejor que puedo; voy a recibir a mi prima, que se queda boquiabierta al verme en bóxer.
- Hola Eva, no te esperaba. – finjo vergüenza.
- Hola David, no te preocupes; veo que hay confianza, siendo asi… - dice cerrando la puerta tras ella y empezando a desnudarse.
Se queda en tanga y sujetador, ante mi atónita mirada; ambos nos miramos a los ojos, resistiendo la tentación de echar una sola ojeada a nuestros cuerpos.
- Vete al salón, que te llevo la cena. – le digo sonriendo.
- Voy, primo. – me dice seductora y me besa en el cachete al pasar por mi lado.
Miro de reojo su culo fuera del tanga y entro en la cocina, le llevo su comida y una cerveza; ella está sentada en el sofá con los pies en la mesa, la ha encendido y está haciendo zapping ya que no hay nada interesante puesto.
- ¿esta vez no viste la tele? – pregunta sorprendida.
- No, estuve estudiando. – digo, dejándole la comida.
Ella me sonríe y yo me siento delante de ella, preparando ya la crema.
- David, al final me voy a acostumbrar… - me susurra, dándole un bocado a su comida.
- Eso es lo que quiero. – digo casi sin mirarla, aunque alguna mirada de reojo se me escapa.
Empiezo el masaje, esta vez parece que doy con la tecla; se pone tensa casi de inmediato, está intentando por todos los medios no gemir, pero se lo noto en los suspiros y jadeos disimulados…además la cara de gusto que tiene es indisimulable, aprieta las piernas intentando resistirse al placer que siente; ella mira hacia otro lado avergonzada, sobre todo cuando le sonrío.
Cuando pasa un rato, paro y me siento a su lado; ella termina de comer, luego se me abraza y sus pechos rodean mi brazo.
Abro mis ojos de par en par, pero no digo nada.
- ¿Primo, esto va a ser siempre asi? – me pregunta al cabo de un rato.
- Si tú quieres, es lo que me gustaría; Eva. – digo tras pensarlo bien.
- Está bien, ¿Qué prefieres primo o David? – me vuelve a preguntar.
- Como quieras. – suelto y ella me mira raro.
- ¿Qué, pasa? – pregunto al ver su cara rara.
- ¿Te da igual? – dice mas preguntando que como afirmación.
- Bueno…quiero que seas natural, como yo. – me sincero sonriéndole.
Ella me sonríe, agarra mi cara y me da un beso en los labios lento hasta llegar a mis labios; luego rápido al quitarse, me apoya su cabeza en mi hombro y se quede relajada.
- ¡¿me ha besado?! ¿Qué significa eso? – pregunto en mi mente.
Mi cabeza se vuelve loca, acaricio sus piernas ya que mi brazo llega hasta ahí, ella abre los ojos de par en par me mira y abre las piernas devolviendo su cabeza al estado anterior; entonces recuerdo las palabras de su amiga, me está provocando y si cedo puede echarme como al anterior inquilino.
Dejo quieta la mano en la misma pierna, ella casi molesta me parece; las cierra de nuevo, entonces suspira.
- David, estoy muy a gusto asi contigo; pero quede con mis amigas, me tengo que duchar y vestir o me mataran. ¿Estás completamente seguro, de que no quieres venir? – dice haciéndome con su mano que la mire a los ojos.
Lo pienso un poco, ¿debería o no debería ir? ¿podre controlar este cuerpo hormonado de 18 años, junto con alcohol? Mejor no arriesgarse.
- Realmente te lo agradezco Eva, eres la mejor mujer que conozco desde que perdí la memoria; me encanta como eres, pásalo bien y no cambies. – le guiño el ojo y repito ese beso.
Veo que enmudece, esta roja como un tomate; le sonrió y ella me sonríe, entonces se me sienta encima con una pierna a cada lado clavándosela en la rajita apenas tapada por el tanga negro. Al hacer eso noto que esta mojada, ella nota que estoy duro; me sonríe y le sonrío, entonces vuelve a besarme.
- ¿seguro, que te lo quieres perder? – dice provocándome al máximo, incluso baja un poquito insinuando que si voy; puede que se la meta, está jugando conmigo y mis hormonas lo sé.
Si fuera un chico de 18 años seguramente hubiera caído mucho antes, pero tengo 30; al menos mi mente, eso si las hormonas ya me van afectando y mi mente se nubla.
- Gracias por insistir, mi Eva. – digo agarrando sus nalgas sin apretarlas, la empujo hacia mí; provocando que el roce entre nuestros sexos sea levemente placentero, y la beso en los labios más lentamente.
- ¿Eso es un no? – sonríe fingiendo estar triste.
- Es un hoy no, prueba mañana. – suelto de repente y ella se carcajea, levantándose.
Cuando está saliendo del salón…
- ¿Cuántas mujeres recuerdas desde que perdiste la memoria? – me pregunta curiosa con medio cuerpo fuera y medio dentro.
- Déjame contar, dos. – digo descuadrándola.
- ¿Cuál es la otra? – Interroga con un ápice de celos.
- Nadie importante, creo. – respondo dudoso.
Ella sonríe agridulce, ocultando algo; tras eso se va de mi vista, sigo estudiando italiano durante 1 hora más…hasta que ella entra en el salón e intenta su última provocación, Lleva el pelo ondulado; maquillaje suave y un vestido escotado y cortito negro ceñido al cuerpo.
- ¿Qué cómo estoy? – dice dando una vuelta completa.
- Puf, si no fueras mi prima… - me dejo llevar un poco.
- ¿sino fuera tu prima, que? – pregunta divertida.
- Mejor no te digo, anda vete ya o no te vas. – me sincero.
Ella se ríe.
- ¿seguro, no quieres venir y quieres dejarme sola ante el peligro? – me provoca.
- Si, confío en ti; eres mayorcita para saber cuidarte sola. – le sonrió y su cara se vuelve extraña un segundo.
- Vale, nos vemos mañana entonces; estudia mucho, David. – dice y me da un beso en los labios.
Le doy una torta en el culo a lo que ella responde con una mirada extraña de reojo.
- Pásalo bien y pórtate bien, Eva. – sentencio.
Tras mis palabras me sonríe y se marcha.
Una vez me deja solo, decido hacer flexiones; abdominales, sentadillas y recojo mis libros. Me ducho y a la cama.
- Me pregunto que estoy haciendo…
Bienvenido al sistema de segunda vida.
Objetivos cumplidos de hoy:
- 1.Aumentar vocabulario: 2 / 4 diccionario
- 2.Estudiar ingeniería: 5 / 4 ingeniería
- 3.Cocinar: 2 / 4 cocina
- 4.Aprender receta: 2 / 4 receta filetes de cinta de lomo al ajillo con verduras cocidas aliñadas con un chorro de vinagre.
- 5.Aprender receta: 2 / 4 receta verdura cocida con atún
- 6.Aprender idioma: 3 / 4 italiano
- 7.Dar masaje: 2 / 4 masaje
- 8.Hacer ejercicio: nivel 1…5 / 6
- 9.Cambiar voz: 1 / 4
- 10.Caerle bien a tu prima: carisma 3 / 10
- ¡Ingeniería mejora! Nueva barra: 1 / 6
- Inteligencia 1 / 10
Conocimiento Ingeniería Nulo ----: Conocimiento Ingeniería básico:
+ 1 a saber ingeniería.