Segunda vez que mi peor enemigome coje por el culo

En esta ocasión el imbecil no traía condon por lo que me cojio por el culo sin condón, pero esta vez me dejo su marca y en ese momento me converti en la señora "apestosa".

Hola este es mi segundo relato que escribo, es la segunda parte de como mi peor enemigo me quito la virginidad anal, en esta ocasión no entrare tanto en detalles en mi persona o en la persona de Ivan "el apestoso" por lo que les recomiendo a los que leen este relato por primera vez que lean mi anterior relato y puedan adentrarse y entender bien de lo que les voy a narrar.

Antes que nada agradezco a todos mis lectores la confianza de animarme a escribir esta segunda parte (de cuatro) a todos aquellos que les mande mi foto y pudieron degustar de mi cuerpo y desde luego sus agradables comentarios; a todos les mando un beso y espero contar con ustedes para la critica de este segundo relato. Por lo que por recomendaciones de varios de uds. no me voy a prolongar tanto y lo principal, voy a entrar más en detalles en el aspecto sexual.

Era mediados de marzo, mi cumpleaños ya había pasado tenía más de 15 días que había cogido con Ivan "el apestoso" y para mi suerte ya se me había pasado el remordimiento. Lo que me preocupaba es que fuera abrir la boca y decir que me había cogido, pero después de pensarlo tanto creo que no le convenía decir nada, pues dudo que quisiera que su esposa se enterará de lo que había hecho. Con el paso de los días me fui despreocupando y para mi suerte el dolor y la rozadura de culo (por haber perdido mi virginidad anal) solo me duro un par de días y ya me podía sentar y hacer mis actividades diarias con comodidad sin el dolor que me recordaba lo que había hecho.

Como les decía anteriormente era mediados de marzo y ese día me levante muy temprano, Armando mi marido ya había salido de casa y me metí a bañar, me rasure el conejito, me puse un brasier blanco, mi blusa blanca sin botones, mi saco cremita y en esa ocasión me tocaba usar la minifalda del uniforme crema con rayitas cafés. No me quise poner medias completas debido a que el calor ya se sentía y era abrumador; por lo que me puse una media de liga y una tanga en color blanca con las costuras en color rosa. Me puse mi ligero blanco con costuras rosas (al igual que la tanga), pero para las chicas que me lean y se hayan puesto en alguna ocasión ligero sabrán que es un infierno, pues amarrar la media a los cuatro sujetadores del ligero es toda una osadía, los sujetadores de al frente no son complejos, pero los de atrás es verdaderamente difícil, pues una no tiene la forma de ver que ya hayan quedado sujetados, ya que están por debajo de las nalgas los sujetadores y si no quedan bien la media se empieza a bajar y hacer bola y para desgracia se nota la media mal acomodada por debajo de la falda. En fin que cuando uso esa prenda mi marido es quien me sujeta la media al ligero por la parte de atrás mientras yo la sujeto por adelante, pero ese día mi marido no estaba y decidí no ponerme media con silicon porque se que al le gusta más que use el ligero y pues quería sorprenderlo en la noche. No pretendía cambiarme (como lo solía hacer) una vez llegando del trabajo, lo que pretendía es que saliendo del trabajo quitarme los tacones, ponerme unos zapatos mas cómodos y en cuanto lo escuchara llegar ponerme los tacones y que viera a su muñequita ataviada en su uniforme preferido (el de mi marido) con ligero por dentro del uniforme. Me peine con medio chongo me maquille y sali de la casa con direecion al trabajo.

Por lo que, ponerme el ligero y quedara bien sujetado me llevo mas de 40 minutos y para mi desgracia a pesar de hacer las cosas con buen tiempo, ya se me estaba haciendo tarde; eran 15 para los ocho siendo que yo entraba a las ocho, me puse mis tacones negros con con correas en los tobillos, una cadenita de oro blanco que me pongo en el tobillo izquierdo y salí corriendo a la esquina de mi casa para esperar el taxi, como les dije en el anterior relato cuando llevo ese uniforme no usaba el camión público para evitar a los mirones.

Llegando a la esquina me tope con una taxi pero iba ocupado, no me preocupe tanto porque faltaban 10 minutos para que entrara y llegaba en 5 minutos a la oficina. Estaba esperando el taxi cuando a lo lejos vi uno y atrás del taxi vi la camioneta azul y vieja de "el apestoso" apenas vi la camioneta y sentí como mi tanga se empezaba a mojar, decidí no hacerle la parada al Taxi. A Ivan tenia que no lo veía desde la vez en que cogimos, me había dolido el culo un par de días y había experimentado la culpa por mas días, pero que me viera vestida como iba me generaba morbo. Por lo que en forma de broma me levante un poco la falda mientras con el dedo le hacia la indicación de que me diera un aventon.

Se detuvo en el instante y me grito sube, esta vez no fui nada cuidadosa al subir a su camioneta y deje que viera que traia liguero, pero por si no se dio cuenta me levante toda la falda una vez que estaba arriba de la camioneta, le estaba mostrando mi tanguita, mi ligero, mis medias y mis piernas. Mis tetas no se las podía mostrar porque no tenia blusa de botones y enseñarles implicaba que me la levantar y eso me iba llevar tiempo acomodarla una vez que llegáramos a mi trabajo. En cuanto pudo puso su mano sobre mi muslo y yo lleve su mano a mi ligero y le dije

  • Te gusta lo que me puse porque pienso mostrárselo a mi marido, pero quería confiar en ti si se ve bien.

  • Claro que se ve bien como para cogerte nuevamente.

  • Pero esta vez te dejare tocar lo que quieras, pero no coger porque llevo el tiempo recortado.

  • Saliendo de tu trabajo voy por ti y podemos desahogarnos.

  • No tengo tiempo.

Hizo una pausa y recordó que el tampoco podía por que tenia que estar todo el dia en la obra en la que estaba trabajando, por lo que le dije goza de la vista y desquitate con tu mujer, que para eso esta ella, para que te la cojas hasta que te canses.

Me empezó a acariciar las piernas y tocas el ligero.

  • ¿Tu mujer no usa medias?

  • No siempre viste bien fodonga, que suerte tiene tu marido.

  • Si yo tuviera una marido como tú tampoco usaría medias la entiendo.

Mi comentario le molesto y me apretó muy fuerte el muslo. Pero esto en vez de lastimarme me había calentado y solté un suspiro. Me quiso tocar mi clítoris, pero le dije tu limita te en manejar y tocarme las piernas yo me encargo del resto y me empecé a masturbar mientras vía la cara de cachondo que ponía y el hecho de que no pudiera manejar por ver donde conducía o estar viéndome lo ponia de nervios y a mí su cara de desesperado por dejar de manjer y verme me ponia más caliente. En eso estábamos cuando faltando dos cuadras para llegar a mi trabajo doblo vuelta a la esquina y se estaciono afuera de una panadería. Me dijo

  • Dejame metértela solo un rato me pones muy mal.

  • Faltan un par de minutos para que entre y se me va hacer tarde.

  • A mi ya se me hizo tarde, vamos solo llegaras unos minutos tarde.

  • Pero el hecho de que me cojas significa que me tengo que quitar el ligero bajarme la tanga y listo, y no sabes lo que batalle para ponerme el ligero y no tenemos el espacio necesario en tu carro para que nos acomodes bien y que me ayudes con el ligero.

  • Anda estoy muy caliente y no me voy a concentrar en el trabajo y puedo cometer algún accidente.

Así que después de meditarlo un par de segundo concluí que no me quería quitar ninguna prenda, lo que podía hacer es que me la metiera nuevamente por el culo haciendo a un lado el hilo de tanga que divide a la nalgas. Le explique si haces a un lado la tanga y me la metes por el culo te doy permiso, pero que sea rápido.

  • Ok ¿tu marido ya te lo hizo por el culo?

  • No sólo tu, no le puedo decir a mi marido de la noche a la mañana que quiero coger por el culo, me va a preguntar que de donde saque esa idea.

  • Entonces tu culo, solo yo lo hecho mio.

  • Si y lo vas a volver hacer tuyo pero date prisa.

Me pare como pude del asiento y subí mis piernas en el asiento me puse de espaldas y apoye mi dorso en el respaldo del asiento, por lo que le estaba dando la espalda al retrovisor, cualquiera que pasara pudiera ver mi espalda pero por fortuna no mi cara.

  • ¿Lo vamos hacer aquí en la calle y si alguien nos ve?

  • Es lo que quiero, que vean lo que es mio.

La idea de ser sorprendidos me excitó mas, nunca me había exhibido, la primera vez que me exhibí fue cuando este infeliz le mostró mi conejito a un desconocido en la disco, en la despedida de mi amiga Margarita (la cual la narre en el anterior relato).

Escuche que abrió el cierre de su pantalón, pero no escuche que sacara o abriera algún condón, por lo que me voltee y le dije si no tras condón no lo hacemos, una porque no se de que me puedas contagiar y otra porque el condón tiene lubricante y así en seco no me lo metes.

Me dijo que nunca traía condón consigo, pues si su mujer lo veía con un condón lo mataba, ese día en que cogimos un amigo suyo de la obra le regalo el condón. Entonces le dije no hay trato, me voy a bajar y me voy caminando lo que falta del trayecto.

Me volvió a implorar, aun seguía hincada sobre el asiento con el dorso recargado en el respaldo del asiento, dándole la espalda a él y cualquier morboso que fuera pasando por ahí.

  • ¿Y si me contagias de algo?

  • No puedo tu eres la segunda mujer con la que he estado.

  • No te creo ( y no es que no le creyera porque fuera guapo y las mujeres se derritieran por él, pues es bastante feo) hay muchas putas por las que con un par de dineros te las puedes coger.

  • Nunca traigo dinero todo me lo quita mi esposa.

Como eso me lo había demostrado el día que fuimos al motel y no tuvo para pagarlo y yo tuve que completar el gasto, se lo creí aparte de que me juro por la vida de sus tres hijos que yo era la segunda en su vida. Por lo que compartimos algo en común, él era el segundo hombre en mi vida y yo la segunda mujer en su vida.

Accedí que sin condón, pero aun quedaba el detalle de que no quería si no había lubricante, por lo que le puse un reto difícil de aceptar, ahora si que en el estaba la decisión de si cogíamos o mejor me dejaba ir y se quedaba con su calentura.

  • Si me lames el culo hasta lubricamelo bien te doy permiso.

No dijo ni una sola palabra solo sentí como recargo su cabeza sobre mis tobillos con una mano hizo a un lado mi tanga cargándola sobre mi nalga y subió la cabeza a la altura de donde empezaba mi culo, con sus manos separo mis nalgas y ¡zas! sentí su húmeda mi lengua limpiar mi culo. (tal vez seria esta la venganza del calzón chino que me hizo el infeliz) Me daba lamidas y mas lamidas a mi culo. al principio sentí cosquillas pero luego cambiaron a sentir placer. A pesar de que mi marido me ha lamido por todo mi cuerpo, mi culo era una parte que nadie habia lamido y no sabia lo que se sentía, y la verdad es que se sentía delicioso, como si me estuvieran haciendo mil masajes.

  • ¿A que te sabe? le pregunte

  • Sabe salado, rico y saca un aire muy caliento, muy rico.

  • Si realmente es tu culo demostrármelo cometelo, cometelo todo. Le grite.

No me importo si alguien pasaba y nos viera, tal vez a él no lo vieran pues estaba recostado lamiendome el culo, pero creo que la gente que pasara y viera a una chica de espladas al respaldo, puedieran pensar que algo raro pasaba y asomarse y ver el porque estaba de espaldas y eso me exitaba.

El siguio lamiendo y yo ya gimiendo suavemente cuando de repente sentí como mi ano empezo a dilatarse a ya un pedazo de su lengua estaba dentro de mi culo. Era increible lo que este imbecil pudiera hacer con tal de coger.

Ya una vez que un pedacito de su lengua estaba dentro de mi, dentro de mi culo, saco su lengua como pudo se puso detras de mi y saco su enorme vega.

No entiendo como los dos cabiamos en esa posicion en el asiento del copiloto, yo recargada con mi dorso en el respaldo y el con la guantera empujandolo en su epalda baja, como pudo saco su verga del pantalón, la puso en la entrada de mi ano y me empezó a lamer las orejas y el cuello, su aliento sabia a mi culo, su olor era rico y fuerte, el imaginar a lo que sabria su boca me calento más, pero como le dije, por mas morbo que tuviera no iba a besarlo en la boca, pues mis besos le pertencen a mi marido, solo con su olor, su aliento me conformaba.

Ma abrió las piernas hasta donde pudo, pero aun así seguía hincada sobre el asiento, sus piernas estaban abajo de las mias, formabamos una especia de A con sus piernas metidas por debajo de las mias. Metio su verga por mi culo, mientras con su mano derecha como pudo me agarro una teta sobre la blusa y con la otra mano me tocaba las medias de mi pierna y bajaba su mano hasta que me agarraba del tobillo, por donde esta mi cadenita que uso en el tobillo y la volvia a subir, así estábamos cuando senti que cada que podía metia mas dw su preciosa y gorda verga, por lo posicion tan incomoda en que estábamos solo me metio la mitad de su verga, pero claro sentí que era un buen trozo lo que me metia.

  • ¿De quien ese este culo?

-Tu yo papito ya te lo dije.

  • Nadie mas que yo te lo puedo coger entendido.

  • Si papito, si mi marido me quiere coger por el culo, te hablo para pedirte permiso papito.

Y como pudo me metio toda su verga senti que me partia en dos, pero estab vez no fue tan doloroso como la primera vez que lo hicimos, es mas, fue mas rico, pues si bien es cierto que la posicion en que estábamos era muy incomoda, el hecho de estar tan apretados casi no me dejaba respirar, ya que su enorme pansa estaba sobre mi espalda, la verdad es que tambien era delicioso estar tan pegados, debido a que nuestros movimientos eran lentos.

Perdi la nocion del tiempo sabia que era tarde, pero no me importaba, lo que quería es que esto no se acabara nunca, me sentí mas exitada y la mano que tenia en mi pierna, la agarre y me la puse por debajo de la falda, por debajo de la tanga y le dije por favor me estas matando meteme tu dedo en mi vagina.

  • Solo si me imploras lo haré. Si no lo haces saco mi mano.

Por lo que el infeliz este me había quitado en otro tiempo la virginidad anal, me había hecho calzón chino y ahora me estaba ordenando que le suplicara. Pero me tenia tan caliente que lo hice, le suplique que me metiera el dedo y en eso sentí como su dedo estaba introduciendose en mi vagina. Senti su dedo gordo y rasposo dentro de mi vagina y su verga dentro de mi culo, se los juro que sentí como si fuera penetrada por dos personas, estaba en el cielo, con el placer a al máximo, creo que el no se movia nada por la posicion en que estabamos, estoy segura que la que se movia toda por la exitacion era yo, es decir que me estaba violando a mi peor enemigo, esa idea me calento aun mas.

  • Ahora me debes agradecer por tener mi dedo en tu vagina.

  • Gracias, gracias.

  • Así no, si no me convences saco mi dedo de ti.

  • No por favor eso no lo hagas.

  • ¿Que estarias dispuesta hacer para que no lo haga?

  • lo que tu me ordenes

  • Te quiero coger y que la gente que vean de lo que soy dueño.

  • claro que si papito.

  • pero no ahora yo te dire cuando.

  • cuando tu ordenes pero no me saques ni tu verga ni tu dedo.

En serio que me tenia en la nubes, cuando en eso no aguante mas y me vine sobre su dedo.

Deje de moverme pues ya estaba satisfecha y ahora era él el que se movia.

Cuando de repente sentí que estaba apunto de venirse.

Saco su verga dentro de mi, supongo que el hilo de la tanga le estaba rozando porque en cuanto saco su varga el hilo de la tanga se solo se coloco en su lugar. Saco su mano de mi pucha y dejo de agarramre la teta, cuando en eso sentí que agarro una parte de mi falda de la parte de abajo; como pude me voltee.

Tenia parte de mi falda enrollada en su verga y con sus manos sujetaba la falda, cobijando su verga.

  • ¿Que haces?

  • Recuerdas las veces que me dijiste en la secundaria "el apestoso" pues ya no sere mas el apestoso tu seras mi señora apestosa y con esto te bautizo con tu nuevo nombre. La "apestosa"

Me intente mover pero estábamos tan apretados que ni un solo centimetro me pude mover. Y en eso vi su cara de satisfaccion, el hijo de la chingada se estaba viniendo sobre mi falda encubierta por su pene, me estaba manchando toda la falda y ya era muy tarde para irme cambiar, aparte que no podía cambiarme pues ese era el uniforme que nos tocaba portar para ese día.

Ya que termino lo maldije se acomodo en su asiento y arranco el carro, yo aun segui con mi dorso en el reslpaldo de la camioneta y me ordeno bajar.

Senti como su semen aun caliente en mi falda se me embarraba en mis nalgas, estaciono el auto afuera de mi oficina para que me pudiera bajar y me grito adios "apestosa", como pude me baje del vehiculo y salí corriendo al baño de la oficina, mi jefe me alcanzo a preguntar porque tan tarde y le dije ahora vengo espereme.

Debi suponer que alguna chingadera me iba a volver hacer este cabron. No lo podía creer, como es que le permitia que me hiciera tantas cosas. Se merecia una paliza.

Como pude me quite la falda en los baños y la saque con un pañuelo, me limpie las nalgas, donde se había embarrado su asqueroso semen sobre mis nalgas. Y le puse mucho desodorante a la falda donde estaba la mancha, si bien es cierto que ya no estaba el semen sobre la falda, si estaba la mancha, con el desodorante la quise aromatizar, pero no le quería echar mas desodorante porque se podria manchar mas de lo que ya estaba. Me puse la falda y me dirigui a mi escitorio.

Me quede sentada todo el día y no me pare para nada, a pesar de que me estaba orinando ya por la tarde, no me quise parar para nada.

Pero lo peor, no era aguantamre las ganas de orinar, era que sentía su olor,ese horrible olor que tanto deteste en la secundaria ahora despedia de mi, la gente que se acercaba a mi de inmediato se alejaba (discretamente claro), hasta eso no me dijeron nada, pero sabia que ellos sentian el olor del "apestoso" saliendo de mi. lo peor fue que a mediodia el calor y mi sudor hicieron que el olor se endureciera mas, me sentía avergonzada, humillada ¿cómo carajos no lo vi venir?, me sentí como una pendeja. Se habia vuelto a salir con la suya.

Paso el día y rapido me fui a mi casa no me quede tiempo extra como lo solía hacer, lo que quería era llegar a mi casa y quitarme ese olor de mi. Lave mi flada y tuve que desechar los planes de coger con mi marido. Esta vez no me dolia el culo, pero si el orgullo, tenia que contratar a alguien para que le pusiera una golpiza a Ivan o empezar a planear mi venganza. Lo bueno de todo es que pense que jamas lo volveria a ver en mi vida, no crei que tuviera cara para verme después de lo que me hizo. Pero si en la secundaria me hizo la vida imposible y nunca se disculpo y menos por el calzón chino. Nunca lo haria, asi que volvi a caer en su juego y le volvi a dar la nalgas y algo más, pero eso se los contare en mi tercer y penultimo relato. Espero les haya gustado y ya saben que estare al pendiente de sus sugerencias y les mandare mas fotos de mi, no olviden escribirme a mi correo por favor a_c_g_sex@hotmail.com

Saludos y gracias por leerme.