Segunda vez en casa con mi hermano.
Empezó como una simple discusión y acabó siendo una noche de sexo como muchas otras
Bueno después de escribir mi primer relato les dejo aquí el segundo.
La relación con mi hermano siguió tal y como estaba, delante de mis padres no dejaba de ser la típica niña mala que hacia lo que quería cuando quería, saliendo de noche con sus amigas, llevando a chicos a casa y cosas por el estilo. Pero algo con mi hermano había cambiado, cada vez que me veía entrar en casa con un chico ya fuera solo para estudiar por un trabajo de clase o por cualquier cosa por el estilo se ponía de punta, como los perros de la familia cada vez que entraba alguien desconocido en casa, a diferencia de que el no esperaba una señal para atacar.
Una tarde, después de que uno de mis amigos, Rubén, estuviera en casa después de que le ayudara a estudiar el examen de química de recuperación que tenía al día siguiente David entro en mi cuarto como una fiera pidiéndome explicaciones y dándole un rápido beso en los labios, para que mi madre no nos pillara, le dije que no tenia de que preocuparse, que solo le ayudaba a estudiar y decidimos que ya que mi padre tenía que irse a un viaje de negocios y mi madre pasaría la noche del sábado fuera de casa repetir lo que ocurrió semanas atas.
Entonces llego ese esperado sábado y mis padres desaparecieron como de costumbre dejándonos solos haciendo que mi mente sucia actuara por su cuenta con mi hermano y proponiéndole una locura.
Debido al calor que hacía en la zona decidí darme un baño nocturno en la piscina del jardín con solo la luz del porche y la luna que se reflejaba en el agua y como no le pedí a mi hermano que me acompañara, no tarde ni dos minutos en despojarme de su bañador y del Mio airándonos a ambos en el agua, amarrándome a su cuello y besándole de la forma mas bestial que había hecho con nadie a lo que el solo respondió con mas besos y metiéndome mano por todo lo que pillaba
- Estas loca y si hacemos algo aquí y salen los vecinos cuando te haga gritar?- decía sin dejar de meter sus manos entre mis piernas y acariciándome el clítoris mientras le mordía el labio y machacaba esa polla que tanto me gustaba con mis manos
- Pues pensaran que soy una de las inútiles que traes a casa los fines de semana y no dirán nada- respondí
- Yo? Con inútiles? Son celos princesa? – atino a contestar antes de que mordiera sus labios con mas fuerza haciendo que se callara.
Después de eso salí molesta del agua envolviéndome con la toalla y entrando en casa, subiendo de dos en dos las escaleras y cerrando furiosa la puerta de mi cuarto. David no tardo ni dos minutos en aparecer en mi cuarto, pidiéndome disculpas todavía empalmado, pidiéndome guerra cuando sus ojos pedían perdón y su cabeza decía déjate de bobadas y hagámoslo.
Me abalance sobre el, besándole, notándome totalmente mojada, con ganas de sentirlo dentro, de que volviera a follarme salvajemente como aquella vez, haciéndome gritar con cada envestida y entonces me senté sobre el y comencé a moverme mientras no dejaba de mordisquearme los pezones volviéndome loca haciendo que cada vez fuera mas rápido, moviéndome mas intensamente, dejándome la voz en cada grito, en cada gemido, y entonces como la primera vez nos corrimos juntos. Le abrace y le bese:
- Gracias por esta noche- atine a decir mientras sus manos subían por mi mejilla
- Gracias a ti por todo princesa, las noches con tigo son las mejores y ahora vamos a la ducha, mama no tardara en volver, y no querrás que nos encuentre axial verdad?- dijo entre risas
Me levante de la cama y me encerré en el baño aun con esa imagen en mi cabeza, mientras el agua recorría mi cuerpo juvenil. Cuando termine baje al salón a ver la televisión, le bese y pusimos una película. La siguiente imagen que me vino a la cabeza ya era la de mi madre despertándome y preguntándome que habíamos hecho esa noche
- Nada, darnos un chapuzón y ver la tele- es lo único que atine a contestarle.