Segunda Vez Con Mi Papá

De nuevo no supe que pasó conmigo, simplemente el momento, el morbo y el como me estaba tocando, me dejé llevar.

Hola mis lectores favoritos, vengo a contarles lo que me pasó hace como una hora.

Mi nombre es Antonella Rodríguez y soy de México, bueno es algo que paso a contar de rapidito, estaba en mi cuarto ya con mi ropa de dormir, que era una bata blanca corta con una tanga o colales blanco. Estaba viendo la TV y me dio sed, bajé a la cocina por un poco de agua, y es que los vazos están abajo de la barrita donde tenemos todos nuestros cubiertos, cuando me agaché por uno, no supe en qué momento pero sentí a alguien que me estaba arrimando tremenda verga y al voltear, si, era mi papá, yo de lo sorprendida di un salgo y le dije:

Yo: ¡Papá!... ¿Qué estás haciendo?, ¿estás loco?, mi mamá está arriba y puede bajar.

A mi papá no le importó lo más mínimo, que me agarró de la cintura, me pegó a su cuerpo y me dijo:

Mi Papá: ¿Crees que me interesa si baja?, verte en esa posición, con esa bata y esa tanga blanca, hiciste que despertara lo morboso que tengo por dentro, aparte, no se te olvide lo que pasó esa noche, ¿no te gustó?, ¿no sentiste nada?, ¿no quieres volver a tener a tu papá adentro?

Yo simplemente no sabía que decir, me quedé muda y es que la verdad todo lo que me decía era cierto, me quedé con la espina clavada de si volverlo a hacer. A lo que le respondí:

Yo: Claro que me acuerdo y no se me olvida en lo absoluto papá, y sí, si quisiera volver a sentirte adentro de mí, pero esto está mal, mi mamá está arriba y no merece esto, otra, dijiste que jamás hablaríamos de esto, que quedaría entre nosotros, no sigas, por favor.

Pero muy dentro de mí quería que siguiera abrazándome y pegándome a su cuerpo, con su olor, esos bellos en el pecho que me encantan como se les ve. Mi papá sonrió y me agarrándome mis nalgas, jugando con ellas, se me acercó al oído y me dijo:

Mi Papá: Quiero tenerte ahorita y en este preciso lugar mi princesa, la más bella del mundo, mira como me tienes, tocala poquito bebé, está dura por ti.

Mi cuerpo ya era como automatico, mi mano se dirigió prácticamente a su verga para sacarla de su boxer y empezar a masturbarla, es tan grande, gruesa, que me atrevo a decir que le gana por mucho a mi sobrino. Yo le dije ya en voz muy suave y excitada:

Yo: ¿Te gusta lo que hago papá?, la tienes muy grande que no me cabe en la mano, quiero sentirte dentro, la verdad es que desde esa noche siempre sueño con que vuelvo a hacer tuya, hagámozlo, ya no me importa nada, solo el ahora.

Mi papá al escuchar esto, me volteo, me inclinó hacia la barra, me hizo a un lado mis colales y me la fue metiendo lentamente, escuchaba a mi papá como entre boca me decía:

Mi Papá: Ay mi amor, pero que rica estás, Anto jamás dejes que esto acabe, que rico es estar dentro de ti.

Lo estaba disfrutando bastante, ahí, en la cocina, en la casa donde vivimos los tres, el morbo me inundó, el placer de tener a mi papá dentro de mí una vez más, él, el que siempre me protege, me quiere y jamás me falla, siento que por eso acepto caer en sus manos, porque es tanto el amor que le tengo, que hago lo que sea por él.

Volteaba para ver que mi mamá no bajara, mientras mi papá seguía con el mete y saca, yo ya estaba al 100 que pronto me vendría, se lo hice saber y sólo me dijo al oído:

Mi Papá: Hay que terminar juntos mi amor, estoy por venirme, ¿los quieres adentro?, ¡ay Anto! ¡aaaaay mi princesa! ¡me vengo!

Yo sentía ssu verga ya super hinchada y entre volviéndome loca y con mi orgasmo, sólo alcance a decirle:

Yo: ¡Papá no!... Adentro no, hoy es uno de esos días que puedo quedar embarazada, hazlo afuera, yo ya me estoy viniendo papito hermoso, ¡que rico!

Mi papá celeró las embestidas y me dijo:

Mi Papá: ¡Anto me vengo mi amor! ¡aaaaah! ¡toma mi lechita en tus nalgitas!

A mí me temblaban mis piernas por el orgasmo que tuve, y fue cuando sentí el semen de mi papá, escurriendo por mis nalgas, caliente y un poco espeso.

Arreglándonos algo rápido por si bajaba mi mamá, solo agarré una servilleta de la barra y me limpie su semen, me calló un poco en los dedos e hice algo que a mi papá le encantó, me chupé los dedos donde tenía semen de él, eso hizo que me diera un largo beso y me dijera:

Mi Papá: Mi amor gracias, siempre sabes como complacerme, sabía que un día volveríamos a estar juntos, no nos podemos resistir, esto ya no será lo mismo, me encantas, me fascinas, eres mi princesa y eso jamás va cambiar. Por eso ahora más que nunca, te amo más, descansa mi amor, nos vemos mañana en el desayuno.

A lo que se despidió con otro beso en la frente, esas palabras me dejaron pensando, sintiéndome muy querida y confundida, confundida por mi sobrino, a pesar de lo que pasó ahora, amo a mi bebé y tenemos una relación, pero creo que no le pienso comentar nada sobre esto, me lo vuelvo a guardar yo y mi papá.

Al final tengo dos grandes hombres en mi vida, tengo suerte. Que pasen bonito sábado, les mando un beso enorme y después pondré más relatos.