Segunda parte : solo una tercia
Sigue la noche y Valentina sera nuestra esclava
Octavo: solo un trío(segunda parte)
Pues te narraba que era mi fiesta privada de cumpleaños, él, Valentina y yo comenzábamos a pasarla bien, hacía tiempo que mi amigo(evitaré usar su nombre) y yo habíamos hablado de probar una tercia, por lo que me di a la tarea de buscar en internet un catálogo de putas, sin duda había algunas muy buenas y nalgonas, sin embargo ninguna que quisiera prestarse a hacer un trio, me llevo algunos días brincando de una pagina a otra buscando y contactando con varias que finalmente me habían rechazado, hasta que di con Valentina quien además de verse espectacular había accedido a coger con el y conmigo.
Ahora dejaremos a un lado la introducción y pasemos directamente a donde nos habíamos quedado, él me obligaba a mamarlo con ganas, violaba mi boca a su antojo provocándome arcadas al llegar hasta mi garganta, cuando intentaba sacarla para tomar aire recibía una violenta bofetada que me convencía de que no era buena idea, Valentina se quejaba la habíamos dejado con el culo ocupado, comenzaba a resecarse el vibrador y le causaba un poco de dolor, pero que importaba ella, mi raja estaba hinchada y dolía bastante, mi mandíbula se acalambraba por mantenerse tanto tiempo abierta, pero yo también me negaba a dejar de hacerlo, el quería disfrutar de sexo intenso y yo estaba dispuesta a complacerlo. Si dejaba de pensar en el dolor que sentía podía darme cuenta de que estaba en realidad muy mojada.
Me tomo con fuerza del brazo y me hizo acomodarme dejando mi culo a su disposición, tenía la verga lo suficientemente ensalivada como para que pudiera meterla de a una, sin embargo metió sus dedos a mi boca, escupió en mi agujerito y metió un dedo hasta el fondo-cuantos te entran puta?-vamos a comprobarlo-comenzó a meter uno a uno sus grandes dedos, cuando llevaba tres mi culo estaba ya bien estirado, sentía que me lo reventaba, pero el seguía metiéndolos con fuerza mientras que con el pulgar estimulaba mi clítoris, yo le pedía que parara mi vejiga estaba por reventar pero eso a el no parecía importarle, seguía estimulando y me decía que no importaba si orinaba, intentaba contenerme pensando en otra cosa, intentaba retirar su mano pero solo conseguía que frotara mas fuerte , los dedos en mi culo ya no me importaban, hacía rato que había dejado de sentirlos, solo quería que parara de castigar mi clítoris ya irritado.
Me gustaba retarlo, muchas veces había intentado retirarlo cuando el buscaba llevarme a la perdición Él ya lo sabía, no era la primera vez y tampoco sería la última, ambos lo sabían, pero sí sería la vez más especial. Me castigaría y sería el primer castigo siendo su esclava él se encargaría de que nunca lo olvidara.
Me había dicho muchas veces que debía pedirle permiso para correrme, pero de verdad que era imposible hacerlo, él era capaz de hacerme perder el habla, solo podía gritar y gemir y entre palabras cortadas decir: ya basta y te juro que lo había intentado, pero no pude hacerlo, mi rajita ya chorreaba y se contraía sin control, su sonrisa traviesa dejaba ver claro que estaba pensando la manera de castigarme, después de tanto tiempo fantaseando a través de mensaje sobre lo que me haría cuando por fin me le entregara como esclava le había dejado muchas ideas de cómo podía hacerlo.
Esperé el bofetón pero el lo dejó pasar, y siguió con la sesión, yo pensaba que igual no se había dado cuenta, pensaba que había sido sigilosa, pero no. Cuando llegó un segundo orgasmo el relajó un poco el ritmo por lo que pensé que todo había acabado, me tomó fuerte del pelo, dándome un tirón hasta dejar mi cara a pocos centímetros de la suya: “mañana tendrás tu primer castigo perra desobediente, y créeme, no lo vas a olvidar”.
Valentina por su parte gemía y gruesas lagrimas chorreaban libres por su cara,su culo estaba al rojo vivo y por sus piernas escurrían sus flujos –ahh la muy puta había disfrutado- él por fin se detuvo un poco y caminó hasta donde estaba atada, quitó las cuerdas que la inmovilizaban y la jaló hasta donde yo estaba, la tiró de espaldas al piso sin aflojar las cuerdas de sus manos, introdujo un dedo hasta el fondo de mi vagina y tocó un punto que al parecer estimulaba mi vejiga, quise aguantar las ganas de orinar pensando que ella estaba debajo mío.
Me incliné lo mas que pude y comencé a besarla, saboreaba sus labios, recorría con la punta de mi lengua su contorno bajaba por su cuello hasta sus pechos y tomaba con los labios sus pezones, los lamía y mordisqueaba, cuando él tocaba mi clítoris le daba un mordisco mas fuerte, estábamos al borde de nuestros límites, ella con su culo reventado y yo con mi rajita ya hinchada, él azotaba mis nalgas, mordía mi espalda pero sobre todo estimulaba mi vejiga, sin poder evitarlo un chorro caliente comenzó a salir, él me tomo del cabello poniéndome de pie haciendo que la bañara por completo, sus rizos rojizos quedaron completamente empapados, habíamos bebido mucho y la lluvia fue abundante veíamos como escurría por sus hermosos pechos, intentaba retirar la cara, pero él tapó su nariz obligándola a abrir la boca y tragar lo que caía dentro de ella.
Pobre chica- pensé no sabía que más adelante tendría mi propia ración.
Mientras yo pensaba: ´que tendrá pensado hacerme? sabía por la forma en la que lo había dicho que no bromeaba, y eso me ponía muy caliente. En parte lo había desobedecido con la intención de ver de lo que era capaz de hacer. Y más tarde lo sabría.
sin avisar sacó el vibrador del culo de Valentina y tomándome del cabello me obligó a lamerle su agujerito irritado-mete la lengua puta- empujaba mi cabeza para que mi lengua le llegara hasta el fondo , me daba algo de asco y quise resistirme, un bofetón bastó para que comenzara a lamer enérgicamente, ella gemía y se ondulaba buscando hacer la penetración mas profunda mientras el la besaba de una manera muy apasionada, acariciaba sus generosos pechos mientras que mis lengüetazos se hacían mas largos, le recorría desde el culo hasta sus hinchados labios, recogía con mi lengua los goterones que le resbalaban por las piernas. Estábamos calientes y a el le encantaba que estuviéramos así por su causa, y eso no había hecho más que empezar. Poco a poco fue bajando sus besos, primero su boca, su cuello, se entretuvo un rato en sus senos besando, lamiendo, mordiendo sin embargo no le soltaba el pelo, buscaba algo en el piso hasta que las encontró y mientras le tiraba del pelo para ponerla de rodillas hizo una bola con sus bragas,-abre la boca puta-ella se negó a hacerlo y tiró mas de su cabello sin conseguir que lo hiciera, tapé su nariz impidiéndole respirar hasta que ella abrió la boca buscando aire , no sabía lo que nos esperaba y no quería empeorar las cosas. Metió las bragas en sus boca y pudo saborear la humedad de su panocha, con un poco de cinta nos aseguramos de que no las escupiría, le dije al oído-lo siento pero esta vez te toca ser la esclava. Le soltó el pelo y tomándola por los tobillos se los llevó hasta la espalda atándolos junto con sus muñecas, ella intentó liberarse pero mi rodilla en su espalda no la dejaban moverse- no te muevas, la pasaremos bien le dijo. Y volvió con una cuerda mas larga para atarle las manos a la cintura y terminar rodeando sus pechos, esto hacia que se le vieran mas levantados y a punto de reventar, terminó de ajustar el nudo y volvió delante de ella. Viéndola ahí, arrodillada, delante de él notó como su verga empezaba a babear nuevamente. Pero aún le faltaba algo para que esa situación fuese perfecta, se alejó hasta alcanzar la bolsa roja y sacó una pequeña fusta, de aspecto inofensivo, muy parecida a las que venden como vil ornamento, podía ver como el interior de sus muslos empezaba a chorrear de los flujos que salían de su panocha.
Tras!!! Se escuchó el primer fustazo, ella arqueó su espalda mientras que unas delgadas líneas rojas aparecieron sobre su piel, sin darle tiempo a asimilarlo descargo un segundo y tercer golpe, ella pasó del gemido al grito ahogado, la verga de el goteaba y vibraba, prontamente la montaría como la perra que era, mis deditos entraban y salían de mi interior el espectáculo era tremendamente excitante, me acerqué a ella y comencé a lamer sus pechos enrojecidos, bajé mis manos hasta su rajita y la froté suavemente.
De repente él la tomó en sus brazos y la cargó hasta la cama que se encontraba en el otro cuarto, la acomodó y desató sus pies dejando sus manos atadas a la espalda, una posición muy incómoda(no preguntes como lo se) acto seguido me llamó junto a el, me puse de pie y caminé a su encuentro, al llegar junto a él un bofetón me hizo ver mi error, me tomó del cabello y me lanzo hacia el piso -cuál es tu lugar puta??? Cierto, mi lugar era a sus pies.
Ella acostada e indefensa con las piernas bien abiertas y sus fluidos corriendo libres por sus muslos y yo al pie de la cama sumisa y esperando sus órdenes habría de ser un buen espectáculo ya que tomando su gruesa verga con una mano la apuntó directamente a su rajita y embistió fuertemente ,ella gimió de una forma muy sensual ,fui besando sus pies y subí por sus pantorrillas ,besaba y lamía mientras él se la cogía, ella gemía como loca y se retorcía,, mis labios pasaban de un lado a otro mi lengua recorría cada centímetro de su piel, que rico y sensual se veía la manera en la que él se la metía y como la hacía disfrutar.
Cansado de mis lamidas y listo para mi castigo se salio de la panocha machacada de Valentina y tomándome de los brazos me obligó a ponerme de pie sacó un par de cuerdas y comenzó a atarle las muñecas, que extraño lo hacia con mis manos al frente, habitualmente mis manos siempre iban detrás de mi espalda, no se con que finalidad en el techo de la recamara habían un par de armellas bien enganchadas, pero el las había estado observando e inmediatamente les encontró un buen uso, pasando la cuerda por en medio logró atarme con los brazos bien extendidos hacia arriba dejándome en puntas de pies, los tacones apenas lograban tocar el piso y me costaba trabajo mantener el equilibrio.
Le pedí y supliqué que me bajara sin embargo lo único que logré fue que comenzara a descargar cinturonazos en mi trasero y como dolían!!! No pude evitar que un par de lágrimas se me escaparan pero sabía que el castigo lo tenia muy bien ganado, cuando consideró que ya era suficiente regresó a donde había dejado a Valentina quien se había hecho un ovillo y miraba asustada la escena
-qué clase de gente son???? Por qué le pegas????
-cállate putita si bien que te está gustando!!! Además se ve que eres igual a tu amiguita.
-cuál amiga??? No somos amigas, solo vine por qué prometió pagarme bien el servicio.
(Recuerda que él pensaba que ella solo era mi amiga, no sabía que la había contratado de lo contrario se habría negado)
En ese instante el me miró de una manera que me dio miedo, le había mentido y creo que eso me aseguraba una noche muy dolorosa, se acercó a mi de forma amenazadora y tomo mi barbilla, me encajaba sus dedos y eso me dolia, sin embargo no estaba preparada para la tremenda cachetada que descargó sobre mi, regresó a donde Velentina y se aseguró de atarle bien las manos y pies para evitar que se fuera, de repente perdí el equilibrio y quede colgando de las manos sentí un dolor tremendo al estirarse mis articulaciones , mientras intentaba ponerme de pie, tomó uno de mis pezones con sus dientes presionando hasta que sintió el salado sabor de la sangre; Continuó mordiendo mi cuerpo ahora en un lado, ahora en otro, cuando separó mis piernas no tenía ya ni fuerzas para impedirlo, había estado llorando y pidiendo que dejara de hacerme daño, sentí su lengua separando mis labios vaginales y al topar con mi clítoris sus dientes fueron cerrándose sobre el, grité muy fuerte sentía que me desmayaba por fortuna Valentina que había estado observando todo estaba intentando quitarse las cuerdas de las manos.
Se sentó sobre ella apuntando su verga directo a su boca, ella por supuesto se negó ya estaba harta de la situación y exigió que se le soltara inmediatamente pues eso no era parte del trato, pobre chica, de ahí en adelante no podría decir otra cosa al menos en un muy buen rato, él metio la verga muy dentro de su boca, la violaba como si de su vagina se tratara, metiéndola toda completa hasta llegar a su garganta, de repente ella comenzó a revolcarse intentando girar su cuerpo pues le había provocado arcadas de vomito al tocar su campanilla, quiso girarse para sacar ese líquido amargo que le subía por su esófago, pero él era demasiado pesado para poder quitarlo de encima.
-me quito para que te gires, pero a cambio dejarás que te ponga otro juguete.
-solo mueve la cabeza para decirme que si !!!, ella se le quedaba viendo con sus ojos llorosos e implorantes, un imperceptible movimiento de cabeza la libero del peligro de asfixiarse.
Cuando ella terminó de expulsar el vómito que amenazaba con inundarle los pulmones él la levantó de un jalón ordenándole limpiar bien el piso, por supuesto esto era un poco complicado al estar atada de pies y manos, una tanda de azotes en el culo siguieron como castigo al incumplimiento de una simple orden, que alivio sintió cuando el dejo de azotar sus nalgas, escuchamos sus pisadas al alejarse, la puerta del baño al cerrarse y pensamos: se está dando unos minutos para pensar que más nos hará!!
Escuchamos la llave del lavabo, el tarareaba una canción que no logré identificar, sus pasos se alejaron del cuarto, al parecer buscaba algo afuera pero… que podría interesarle de afuera?, cuando regreso traía algo jugueteando entre sus manos, eran unas piezas pequeñas de plástico de colores, sin embargo desde el ángulo en que me encontraba no pude ver bien que era, solo hasta que escuche el grito de Valentina imaginé de que se trataba, un par de pinzas de colores se alzaban orgullosas prendidas de sus pezones, sus lágrimas escurrieron libres por su cara y no dejaba de gemir, impedida de quitarlas solo podía balbucear pidiendo(imagino) que se las quitaran.
Cuando el se acercó a mi intenté prepararme mentalmente para lo que venia, sin embargo el dolor que sentí rebasó por mucho lo que había imaginado, pensé que mis pezones serían reventados por esas cosas que me presionaban, me dolían ya los brazos, las piernas y comenzaba a sentir un cosquilleó raro en las manos por la falta de circulación, carajo cuando terminaría?
Vernos indefensas y adoloridas era algo que le gustaba tanto que su verga comenzaba a babear nuevamente, sin decir agua va me la encajó toda en mi rajita hinchada y comenzó un bombeo taaan rico, sus dedos acariciaron mi clítoris mientras me cogía con urgencia, lo sentí temblar y jadeaba muy cerca de mi oído ,sus labios me besaban la espalda justo en el punto donde sabe que me derrito ,estaba por explotar y eso me encantaba, aceleró sus embestidas tomándome de la cadera para hacer más profunda la penetración… mi cabeza ya comenzaba a dar vueltas estaba tremendamente agotada cuando de repente sentí como me inundaba por dentro.
-ohh que rico, que rico me lo aprietas!!!
-ummm me encanta tu leche, dámela toda!!!
Desató mis manos y caí al piso ya sabía lo que faltaba, tome su rica verga con la boca y seguí mamando, limpiando y lamiendo, con una de mis manos(apenas comenzaba a pasar el cosquilleo) sobaba sus huevos para estimularlo a aventar sus últimas gotas de semen, seguí con ese ritmo unos minutos más, tenía que llevarlo al punto máximo de su resistencia, pero tenía muchas cervezas a mi favor, sabía que su vejiga estaba llena y que el solo intentaba contenerse, apliqué la mejor mamada de que era capaz y cuando ya comenzaba a sentir acalambrada la mandíbula el se retiró ´pidiéndome mantener la boca lo mas abierta posible, una lluvia de orina caliente comenzó a llenar mi boca, intenté cerrar la garganta para evitar que ese chorro pasara integro hasta mi estómago, la sentía resbalando por mis senos y otra tanta bajar lentamente por mi garganta, estaba completamente bañada, cansada, sudorosa y adolorida, pude ver que Valentina seguía gimiendo por lo que me levanté como pude y le retire las pinzas que aprisionaban sus pezones, saque la punta de la lengua y los lamí tiernamente, acaricie su cara y le desaté manos y pies, tomándola de una mano la conduje a la cama y le ayudé a recostarse, fui hasta donde estaba la cerveza y le ofrecí una a cada uno, sin duda había salido mejor de como estaba planeado.
Me recosté sobre su pecho mientras el acariciaba mi cabello del otro lado teníamos un cuerpo suavecito y cálido ,su respiración acompasada nos decía que se había quedado dormida, le di un beso en la comisura de los labios deseándole buenas noches, ahí recostada sobre el supe que aún no terminaba la noche.