Segunda parte con el frances

Dicen que las segundas partes no son buenas, pero en nuestro caso esta supera con creces la primera.

Continuando con nuestra aventura con Roberts, para que recuerden, somos  Tere y Paco la pareja que en vacaciones en  Fuerteventura tuvo un encuentro con un maduro francés de ensueño.

Bueno continuando con nuestro anterior relato, nos habíamos quedado los tres sobre la cama después de aquel polvo apocalíptico, y tras un buen descanso, Roberts como buen anfitrión nos ofreció tomar una botella de champán fresquita que tenía en la nevera junto  caviar para recuperar fuerzas, decía que era el mejor afrodisiaco y reanimador de miembros.

Nos  reímos con sus ocurrencias y por supuesto no nos negamos a tomarlo con el, estábamos en una mesa de cristal con sillas de mimbre tomando el reconstituyente y la imagen era de los más sexi, pues estábamos los tres desnudos y a través del cristal nos miramos nuestras parte que andaban al aire libre, por supuesto el rey era Roberts con aquel rabo que colgaba como un péndulo todo morcillón ahora con la cabeza semi cubierta por un caperuzon de piel rosada y esas enormes y peludas bolas que lo acompañaban.

La conversación fluía entre risas y algo de morbo, Paco tenia también su rabo semi rigido y parecía que el champan hacia su efecto en él,  cuando se le ocurrió la idea de ponerse un poco de caviar en la punta y ofrecérmelo, y ante aquel manjar no me negué y aproveche para darle un profunda chupada, que el agradeció inflando más su morcillón rabo.

Roberts ante ese ofrecimiento de mi marido tomo un poco de caviar y me lo puso sobre los pezones, y comenzó a comer como el hambriento que llevas días sin comer, uniéndose mi marido a tal festín, a la vez que sus manos luchaban por jugar con mi mojado sexo que ya andaba deseando compañía.

Roberts fue al baño y trajo un pequeño bote que en ese momento no pude ver pues Paco me estaba volviendo loca con su mano y sus mordiscos, abrió el bote y unto con sus dedos lo que parecía vaselina y me froto con dulzura sobre mi ano, que palpitaba al roce de sus dedos mojados, fue poco a poco introduciéndolos y abriendo un poco el camino, Paco le dijo que yo era virgen por ahí y que jamás habían probado ante la negativa mía de hacerlo por ese camino.-

Roberts dijo que siempre había  una primera vez y que veras como le gustaba, volvió a untarse la mano y cuando pensé que se pondría en su enorme rabo que ya estaba apuntando hacia el frente todo venoso y gordo, se acercó a mi marido le tomo el suyo y se lo unto, también con delicadeza

Paco quedo sorprendido ante aquella ayuda pero Roberts le dijo, tranquilo que tu serás el primero que la desflore por ese lado, seguidamente me tomo en sus brazos como una muñeca y me llevo a la cama donde antes habíamos retozado los tres, mi marido nos siguió y Roberts se tumbó boca arriba con aquel mástil tremendo en su mano indicándome que me acercara, me puse sobre el sentada y con placer me introduce aquel inmenso falo en mi mojado sexo,  me tomo con sus brazos por la espalda y me pego a su pecho haciéndome caer sobre él.

Entonces sus manos bajaron a mi trasero introduciendo uno de su dedos por aquella pequeña abertura, dilatándolo rápidamente, yo estaba extasiada de placer al estar ensartada por su polla y aquel dedo dentro de mí, llamo a mi marido y le dijo clávala ahora pero despacito que no tienes que hacerle daño.

Mi marido como fiel sirviente ante aquel maestro del sexo que dominaba la situación, acepto muy gustosamente y con sumo cuidado me penetro, al ser más pequeña que la del francés y con la ayuda de la vaselina entro bien produciéndome un leve dolor  que era amortiguado con el placer que daba Roberts con su rabo, yo ya andaba cerca de mi primer orgasmo y como no pude soportar esas embestidas por los dos lados me corrí como una loca gritando de placer.

Robert rápidamente me tapo la boca con la suya pues si gritaba así los vecinos pensarían que allí le estaban pegando a alguien, mi marido seguía dándome por detrás con movimientos lentos pero profundos, ya el placer de atrás superaba el dolor y que decir del que sentía en mi interior con el roce de la enorme cabeza del rabo de Robert, continuaron así varios minutos, ralentizando a veces las embestidas cuando me sucedió algo que jamás había sentido.

Comencé a notar como me llegaban orgasmos de dos o tres segundos pero profundos que se cortaban y al momento comenzaba otra  vez, eran como si un orgasmo que durara varios minutos lo hubieran cortado en tramos cortos pero seguidos, nunca había sentido eso y mi sorpresa era mayúscula pues no podía decir nada, solo gemir cuando el francés me liberaba la boca, duro un rato que para mí fue eterno, mi cuerpo estaba casi muerte manejado por los brazos de los dos  me sujetaban y sentía la sensación que perdería el conocimiento, pero hacia esfuerzos para seguir despierta ante tal excitación.

La respiración de paco que sentía sobre mi nuca se aceleró y me aviso que descargaría dentro de mí, a la vez que soltó un quejido de placer, empezó a llenar mi dilatado trasero con ráfagas de leche pastosa momento que Roberts aprovecho notando que paco soltaba su liquido dentro de mí para  inundar mi ardiente y mojado sexo con su caliente y también espesa leche que con más abundancia y fuerza en su salida que la de mi marido, descargo en mi interior a la vez que su cara reflejaba un placer inmenso.

Yo ante aquella situación no sabía realmente lo que sentía si era otro orgasmo o el reflejo de tanto placer sentido, pero lo que si podía asegurar era que aquello había sido único y nunca antes había recibido tanto placer y de aquella forma.

Bese a Roberts como una enamorada quinceañera agradeciéndole aquel momento mientras mi marido retiraba de mi interior su rabo, yo quede ensartada aun en la polla del francés que perdía fuerza y grosor lentamente. Paco dijo que había gozado como nunca y le agradeció a Roberts aquel momento, este retiro su rabo de mi interior que como devota comedora me puse a limpiar con mi boca, a la vez que le acariciaba esas enormes bolas.

Paco miraba como le comía aquel rabo ya morcillón y con su mano toco mi coñito que resudaba la leche del francés, unto los dedos y me los ofreció  para comer junto con la polla de Robert, hasta que este quedo totalmente relajada.

Ese día acabo ya pero hubo más que continuaremos si ustedes quieren que contemos..