Segunda oportunidad 3

Lucia y Santi se acercan cada vez mas.

Segunda oportunidad 3

Lucia- ¿Mama, papa?

Madre de Lucia- Si hija somos nosotros.

Se fundieron en un abrazo mientras lucia me miraba y me daba las gracias.

Santi- Las gracias no me corresponde a mí recibirlas, fueron mis padres quien llamaron a los tuyos.

La verdad es que se me adelantaron.

Los padres de Lucia dejaron las maletas en la habitación de invitados y se reunieron con Santi y Lucia en la sala de estar.

Padres de Lucia- Tus padres nos dijeron que tenías algo que contarnos Santi, ¿de qué se trata?

Santi sacó un sobre de uno de los cajones y se lo entrego a ellos, al abrirlo dieron un grito de alegría y se abrazaron llorando.

Dentro del sobre estaban las escrituras de su casa, Santi se la había comprado al banco, poniéndola a nombre de sus legítimos dueños.

Padres de Lucia- Santi, gracias de todo corazón, te devolveremos el dinero aunque sea lo ultimo que hagamos en esta vida.

Santi- No tenéis que devolverme nada, de eso ya se encargara vuestra hija (riéndose).

Lucia le dio un golpecito en el hombro mientras intentaba herirse y no llorar al mismo tiempo.

Santi sabía lo importantes que eran sus padres para Lucia, según le contaron a él los suyos Lucia quedo destrozada cuando perdieron la casa al no poder hacerse cargo de la grandísima deuda que el marido le había dejado a Lucia.

En el relato de lucia Santi se dio cuenta lo culpable que se sentía por haber condenado a sus padres a volver a un pueblo y vivir de la limosna del hermano de su padre, los dos hermanos se llevaban fatal, Lucia sabia que para su padre eso fue peor que la muerte.

Lucia abrazaba a sus padres con todas sus fuerzas, tenía miedo que esto fuera un sueño y al despertar no quedara ni rastro de ellos, se pellizcó provocando las risas de los presentes.

Levanto la cabeza y miro a Santi con admiración, mientras él le había devuelto a sus padres su marido se lo había quitado todo de la forma más cruel.

Siempre sintió algo muy especial por Santi, en la universidad ella era una mujer de bandera y él un nerd de manual, pero eso a ella no le importaba, sus amigos cada vez que le preguntaban por qué seguía quedando con aquel bicho raro, ella siempre contestaba lo mismo, porque es la única persona que me ha demostrado con hechos que puedo confiar en él y porque le quiero.

Cuando le dieron la paliza y se marchó a otra ciudad a terminar sus estudios pensó que había perdido a una de las tres personas más importantes de su vida.

La tarde que un extraño la invitaba a cenar pensó que venía otro tío con intención de follar con ella a cambio de dinero, ya le había sucedido más de una vez.

No tenía nada contra las prostitutas, pero ella era incapaz y por eso saco la navaja quería quitárselo de encima lo antes posible, pero resulto ser Santi una de las personas más importantes de su vida que venía a ayudarla.

Volver a tenerlo al lado había cambiado su vida a mejor y en ese mismo momento empezó a sentir algo que todavía no entendía, pero que pronto descubriría su significado.

Santi haría cualquier cosa por Lucia, nunca lo abandono ni cuando le dieron una paliza por culpa de sus amigos de la universidad, sabía perfectamente que pasara esa noche en urgencias junto a él le sentó a su novio como una patada en los cojones, pero hay estaba en la sala de espera del hospital junto a él.

Lo que más remordimientos le daba es que ella pensara que él se había ido por su culpa, no fue así, pero sentía demasiada vergüenza por la humillación que sintió esa noche, lo humillaron delante de Lucia y eso lo destrozo.

En ese mismo momento dejo esos pensamientos a un lado y se centró en un sentimiento que empezaba a crecer dentro de él, cuando miraba a Lucia.

Decidió dejar de pensar y disfrutar de esa comida tan rica que lucia había preparado entonces Lucia comento algo y él decidió sincerarse con ella y sus padres.

Lucia- Papa, mama ojalá fuera como Santi mira que bien le va a él y el desastre que fui yo.

Santi se puso serio y contesto a lucia.

Santi- Lucia soy el mismo desastre que tú, que no acabara como tú fue cuestión de suerte créeme.

Lucia- ¿Por eso rompiste la fotografía el otro día?

Santi empezó a contar como conoció a Mila, una mujer de veinticinco años con el pelo rojo como el fuego y un cuerpo de bandera y banda de música.

Cuando empezó a salir con ella una parte de él le gritaba que algo no iba bien, que ese tipo de mujeres no terminaban con un nerd que llevaba una camiseta de star wars roída para estar en casa y unas gafas de pasta que pesaban más que él.

Por una vez acallo esa parte de él y lo pago caro, contó como Mila le fue infiel desde el inicio de la relación, como le presento a un conocido que financiaría su batería que resulto que era su amante.

Mientras Santi narraba lo ocurrido Lucia no podía dejar de pensar la similitud con lo que ella había pasado y que habían hecho para merecer tanta inquina.

Santi con suma tristeza relato como Mila le había traído unos documentos para que él firmase, los firmo sin leerlos por primera vez en su vida, era su novia no desconfiaba de ella, lo pago caro de verdad.

Al firmar esos documentos sin saberlo traspasaba todo a Mila, la empresa que habían construido, los proyectos, la casa donde vivían y las cuentas con el dinero, se le saltaban las lágrimas al reconocer que por muy listo que fuera lo engañaron como a un pardillo.

Lucia- ¿Entonces este dinero que tienes?

Santi- Te acuerdas de esa cuenta corriente que abrieron mis padres donde me metían la paga, sabes como siempre remetido dinero por si me hacía falta, eso me salvo.

Además de que Mila y su amante nunca tuvieron los planos ni las fórmulas completas, la parte más importante la guardo siempre.

Lucia le interrumpió contestando ella.

Lucia- En tu cerebro.

Santi- Así es ja, ja, ja.

Mila y su amante tenían unos planos que funcionaban claro pero como cualquier batería buena del mercado, su rendimiento sería el normal lejos del que podía desarrollar la batería que él había ideado.

Lo primero que izo fue patentar esa parte y hablar con los japoneses, les vendió la batería completa a un precio justo y con una condición.

Los padres de Lucia- ¿Cuál fue la condición?

Santi- Que los denunciaran por intentar estafarles y los metieran en la cárcel.

Lucia- ¿Me imagino que así fue no?

Santi- Sí, están cumpliendo condena.

Santi Se quitó un gran peso de encima, al relatar lo sucedido de esa manera demostraba a Lucia que ella no era la única pardilla y que de aquí en adelante tendrían que tener más cuidado los dos.

A Lucia le hervía la sangre por lo que había relatado Santi, esa Mila era tan mala como Óscar, pero por lo menos ella estaba cumpliendo condena, su marido se había ido de rositas, apretó los dientes hasta hacerse daño al pensar ese detalle.

Lucia tenía intención de vengarse, ella era igual de desconfiada que Santi y tenía sus truquitos pero lo más importante y principal era saldar todas esas deudas que la ahogaban viva y después ya se centraría en destruir a Óscar.

La comida y la sobremesa fue un bálsamo para Lucia y sus padres, pero no mucho menos para Santi, solo por ver sonreír a Lucia había merecido la pena el dinero gastado.

Santi les entrego las llaves de su recuperada casa y les acompañaron para allí, los padres de Lucia sintieron que la vida volvía a sus cuerpos después de pasar el umbral de su morada.

Los siguientes dos fines de semana los dedicaron a hacer la mudanza desde el pueblo y a despedirse del tío de Lucia un personaje en toda regla pero de los malos con saña.

Terminada la mudanza Santi y lucia se pusieron en serio con el proyecto, lo primero que se dieron cuenta era que con el dinero que le quedaba a Santi no llegaba y necesitarían un socio, eso a Lucia le aterraba tenía miedo de que les estafaran otra vez.

Santi tenía esa parte cubierta, para eso tenía a Hiro, Hiro era el directivo más joven de la multinacional a la que vendió su batería.

Fue la persona que le ayudo a hundir a su novia y amante y crearon una bonita amistad, Santi ya le había hablado de su idea e Hiro estaba encantado.

A diferencia de otros directivos Hiro no le daba importancia a la nacionalidad de la persona con la que iba a trabajar si esta trabajaba bien y daba su máximo rendimiento.

Con Santi eso lo tenía cubierto de sobra y por lo que le había enseñado de Lucia era otro fichaje como él, lo único es que tendrían que trabajar en Japón durante dos años por lo menos mientras durara el proyecto.

De eso quería hablar Santi con Lucia.

Santi- lucia ya tengo quien nos proporcionara el capital y es de toda confianza.

Lucia- ¿Cómo estás tan seguro Santi?

Santi- Porque trabajaremos para el sí es que estás dispuesta.

Lucia- ¿Cómo?

Santi- Hiro es el directivo que me ayudo con el asunto de Mila y su amante, trabajaríamos para él en principio mientras dure el proyecto.

Lucia- ¿Cuánto tiempo y donde?

Santi- Sería unos dos años en principio y esto es lo más espinoso, tendríamos que mudarnos a Japón trabajaríamos allí

Lucia no se lo podía creer, siempre había querido conocer Japón y encima iría con trabajo un sueño hecho realidad

Lucia- ¿Cuándo empezamos?

Los dos se abrazaron y decidieron salir a cenar y después a festejar su brillante futuro la cena fue sobre ruedas, Santi eligió un buen restaurante, los problemas empezaron en el local que eligió Lucia para que fueran.

Cuando entraron, todos en ese local parecían modelos sacados de las mejores pasarelas, Santi pensó que él era lo más parecido a la rana Gustavo con resaca.

Lucia estaba en su salsa bailando en la pista de baile junto a Santi que eso de bailar se le hacía más difícil que subir el Everest haciendo el pino.

A Lucia le hacía mucha gracia ver el empeño que le ponía Santi para no pisarle los pies, pero era un patoso y le pidió que por favor iría a buscar una copa para ella por el bien de sus pies.

Cuando Santi llego a la barra había más gente que en la guerra y le toco esperar, miro a la pista de baile y vio algo que lo entristeció, Lucia estaba bailando muy pegada a un musculitos.

Se acercó a donde ellos y después de entregarle la copa a Lucia el musculitos lo miro diciéndole claramente que ahuecara el ala desapareciera.

Santi se cabreó, pero sabía que si se encaraba a él, otra vez lo humillarían delante de Lucia, a ella la veía tan bien que decidió salir a tomar el aire a fuera, estaba apoyado contra la pared maldiciendo su cobardía que no se dio cuenta de la presencia de otra persona.

Lucia- ¿Qué ocurre Santi?

Santi- Lucia yo, yo ejem, pues.

Lucia- Que pasa Santi arranca ya hombre.

Santi- Lucia que estoy enamorado de ti y no puedo soportar verte con otro, ya lo he dicho.

Lucia se acercó a Santi y lo beso, lo beso con tanta intensidad que a Santi se le doblaron las piernas y las neuronas,

Se quedó con la boca abierta, incapaz de cerrarla viendo como Lucia tenía que hacerlo por él, entonces Lucia le dijo.

Lucia- Yo siento lo mismo Santi, ese sentimiento ha ido creciendo todo este tiempo desde que nos volvimos a encontrar.

Santi- ¿Entonces ese tío?

Lucia- Ese tío es del mismo espécimen que era Óscar un caramelo con una bonita envoltura, pero rancio por dentro, no te cambiaría por él ni aunque me volviera loca.

Santi temblaba, las emociones el miedo todo se le juntó, pero era muy feliz.

Lucia- Santi por favor llévame a casa y hazme el amor, te necesito dentro.

Santi no contestó nada fueron corriendo al coche, el pobre no atinaba de lo nervioso que estaba, desde la última vez con Mila no había estado con una mujer.

Cuando llegaron a casa Lucia se quitó el vestido y no llevaba ropa interior, Santi se empezó a quitar la ropa y de los nervios se tropezó con los pantalones y se calló al suelo.

Lucia se reía le pareció el hombre más tierno del mundo también pensó que si hubiera salido con él desde el principio hubiera sido la mujer más feliz del mundo.

Santi ya desnudo tenía a Lucia de rodillas delante de él pasando su lengua desde la base hasta la punta, nunca había sentido tanto placer.

Lucia estaba muy caliente y por fin engullo la polla de Santi tenía un buen tamaño y disfruto mucho haciéndole la mamada.

Santi aguantó, pero al final se corrió después de avisar a Lucia y esta se tragó todo con gula, Santi la llevó hasta el sofá sentándola con las pierna abiertas, le izo una comida de coño que ni en los mejores sueños de Lucia, Lucia bramaba de placer y se corrió como un río, pero muy satisfecha.

Santi se recuperó pronto y penetro a Lucia, los dos querían el máximo contacto entre sus cuerpos querían sentirse, las penetraciones fueron lentas, pero profundas arrancando suspiros de placer de Lucia.

Santi consiguió que Lucia se corriera dos veces antes de que lo hiciera él tumbándose sobre lucia exhausto, pero muy satisfecho igual que lo estaba Lucia.

Esa noche hicieron el amor dos veces más, después se durmieron presa del cansancio y del placer que se habían dado el uno al otro.

A la mañana siguiente fue Santi quien se levantó el primero, no dormía mucho y estaba acostumbrado a levantarse pronto, se duchó y desayuno.

Fue a ver a Lucia y esta dormía profundamente, se vistió y fue a comprar el periódico pues a Lucia le gustaba desayunar mientras lo leía.

Cuando regreso Lucia ya se había despertado y se estaba dando una ducha, Santi estaba sentado en el sofá inquieto y preocupado.

Lucia salió del baño se puso un albornoz y fue a la cocina, en el salón vio a Santi preocupado y le izo la pregunta que más temía hacerle.

Lucia- ¿Te arrepientes?

Santi- No me arrepiento al contrario ha sido la mejor noche de mi vida, y tú.

Lucia- No me arrepiento ni lo más mínimo, quiero mucho más y entre otras cosas quiero una relación seria contigo.

A Santi se le quitaron todos los miedos y una sonrisa del tamaño de la luna apareció en su rostro, abrazo a su mujer y la beso con deseo.

Lucia correspondió a ese beso con el mismo deseo, después fe a la cocina a desayunar tenia un hambre canina.

Cuando cogió el periódico y leyó una de las noticias se le transformó la cara, Santi se cagó de miedo literalmente y pregunto.

Santi- ¿Qué pasa cariño?

Continuará.