Segunda noche con mi padre y mi madre
Llega la media noche y me arreglo un poco mas de lo q ya estaba vestida, dentro de poco iba a comenzar mi nuevo servicio. Me vestí con una mini negra, blusa blanca, botas altas, mi cabello suelto y mis labios pintados de rojo puton. Solo quedaba esperar q mis padres durmieran
Ya había tenido una experiencia con David, mi padre, como su puta, realizando mi trabajo, consiguiendo q se corriera de placer y por lo tanto disfrutando del momento. Esta noche iba a ser diferente, ya q también daría placer a mi madre, ella se llama Marta.
Aun estaba asimilando todo lo q me estaba ocurriendo en casa, no solo intentaba provocar durante todo el día a mi padre y servir en la casa, haciendo todas las tareas de una sirvienta, sino q por la noche también me dedicaba a trabajar como puta.
Llega la media noche y me arreglo un poco mas de lo q ya estaba vestida, dentro de poco iba a comenzar mi nuevo servicio. Me vestí con una mini negra, blusa blanca, botas altas, mi cabello suelto y mis labios pintados de rojo puton. Solo quedaba esperar q mis padres durmieran, era cuestión de minutos, mientras tanto pensaba en lo q iba a suceder esta noche.
Marta lleva un camisón semi transparente, de color rosa claro, cortito y de tirantes con un gran escote, David lleva solamente un calzoncillo.
Ahora os voy a describir un poco como somos los tres, mi madre es de una estatura media, sin ser alta, mas bien bajita, 1’65 mas o menos, de peso lo normal para su talla, una 100 de pecho, pelo corto media melena y rubia, ojos verdes. Mi padre es mas alto, 1’70, delgado, pelo negro y ojos marrones, y yo mido mas o menos como mi padre 1’71, unos 52 kg, pelo largo y rubio y una 90 de pecho, mis ojos son verdes..
Ya duermen y yo entro en su habitación, les miro desde la puerta, sin llegar a entrar y la excitación de mi cuerpo aumenta por momentos. Me acerco a mi madre y comienzo a sobarle las tetas por encima del camisón, como cuando me las sobo a mi misma para llegar al orgasmo. Me gusta tocárselas y el movimiento q provocan mis manos sobre ellas. Marta esta dormida pero se q nota q le están tocando las tetas porque se mueve ligeramente en la cama sin despertarse pero tampoco se aparta de mis manos o me impide q siga con ello dándose le vuelta.
Me subo encima de su cama, colocándome en medio de ellos, de David y Marta, saco sus pechos fuera del camisón y comienzo a lamer suavemente un pezón, mientras con mi mano acaricio la polla de mi padre, sin dejar de acariciar la polla cambio al otro pezón. Ambos pezones al igual q la polla se han puesto duros, y mi cuerpo también reacciona, estoy cada vez más en celo, más puta y me gusta disfrutar de sus cuerpos.
Saque la polla del calzoncillo y comencé a lamerla, así q no podía dejar q esos pezones de mi madre dejaran de estar duros, por lo q seguí tocándole las tetas a la vez q jugaba con sus pezones, dando pequeños tirones de ellos y apretándolos, después de entretenerme con sus pezones apreté bien sus pechos sin dejar de lamer la punta de la polla de mi padre, haciendo círculos con mi lengua sobre el capullo. Se mueven ligeramente en la cama cuando les acaricio o sienten mi lengua sobre ellos y parece q se ha escapado un pequeño gemido, ese gemido ha sido de David, al chuparle la polla.
Ahora pienso en saborear ese coño de mi madre, ya he probado la polla de mi padre, ahora quiero saber como sabe ese coño y por eso separo con mis manos sus piernas abriendo así el coño bien para poder acceder a el con mi lengua. Moví mi lengua dentro del coño rápidamente, follandole con mi lengua para terminar lamiéndole el clítoris y así excitarla mas de lo q ya estaba, pues el coño esta bien húmedo. Mientras me dedicaba a comer ese coño rico acariciaba el cuerpo de mi padre, recorrí con mis manos todo su cuerpo, desde las piernas, muslos hasta acabar en su pecho.
Por como están reaccionando sus cuerpos, el coño húmedo y pezones duros, polla dura, veo q están bien calientes, por lo q comienzo a lamer mas sus sexos, alternando coño y polla, ummm en mi boca hay una mezcla de sabores, el sabor de un coño y de una polla. Mientras me dedico a lamer, no dejo de sobar los pechos de mi madre, me gusta su tacto y sobarlos bien. Estoy humillada porque me siento una autentica furcia pero a la vez disfruto del momento, de poder disfrutar de ambos cuerpos, de mojarme con lo q estoy haciendo y tener unas ganas locas de ser follada como la puta y perra q soy. Me detuve a lamer el clítoris mientras acariciaba la polla, casi pajeandole, haciendo fuerza con mis manos en esas caricias. En el momento de tener la polla en mi boca, la absorbí, lamí de arriba abajo, jugué con mi lengua haciendo círculos en la punta y la mamaba con ansia y deseo. Mientras estaba concentrada en mi labor oía de fondo unos pequeños ruidos, parecían pequeños gemidos, suaves, con voz de mujer, por lo tanto esta vez esos gemidos q se oían eran de Marta, mi padre al terminar de lamerle la polla paso su brazo hacia el cuerpo de su mujer, como queriendo abrazarla.
Me coloque encima de David, medio agachada y fui poco a poco bajando mi cuerpo para poder así sentarme sobre su polla, estaba muy nerviosa, iba a probar mi coño la polla de mi padre, pero uff me daba mucho morbo aunque me resultaba muy difícil. Solo pude medio sentarme, sujetándome como pude y así poder meter solo la punta de su polla en mi coño. Mi madre se había girado en la cama, poniéndose de lado por lo tanto impidió q accediera a poder lamer su coño, pero eso no me detuvo y acaricie su culo, espalda, cuello, bajando mi mano por sus pechos. Al terminar mis caricias en su pecho, me levante y di la vuelta a la cama, colocándome de rodillas delante de Marta para así poder ver si podía lamer su coño, vi q era imposible, tenia las piernas juntas y medio cruzadas, así q me dedique a sus pezones.
Parece q se ha movido, mi madre ha dejado expuesto su coño, cojo un vibrador y comienzo a follarla con el, a la vez q lamo la polla de mi padre. La humillación q recorre mi cuerpo me impide continuar con mi trabajo, empiezo a llorar y no puedo seguir, me siento una basura, de pensar en la hija q tienen tan guarra q les hace trabajos sexuales aprovechando q duermen. Es el momento de terminar mi noche con ellos, de q me vaya con esa sensación de humillación hace q yo este muy caliente, caliente, mojada y sintiéndome sucia, una guarra. Estoy encima de mi cama, reflexionando en todo lo q ha pasado, en como me siento y como he disfrutado de mis padres y mis padres de mi.
Esto solo es el principio, la segunda noche q estoy con ellos, pero vendrán más noches como estas, porque en mi interior me recorre el deseo de hacer disfrutar, de ser una puta y dar placer.