Segunda clavada anal a rosalia de 67...
Rosalía quiere celebrar su 67 aniversario a lo grande..., y su culo lo agradece...
Hola de nuevos a todos.
Desde la misma mañana del lunes pasado, una vez que habíamos desvirgado el domingo pasado el culo de Rosalía que por entonces contaba con 66 años, nos hemos intercambiado WhatsApp durante toda la semana.
Rosalía estaba pletórica según decía el lunes..., por lo bien que lo había pasado con nosotros.
Se había olvidado de su sobrino Julito y solo anhelaba que volviésemos a quedar.
Desde el primer mensaje nos invitaba a Marga y a mí a su cumpleaños para ayer sábado día 01.08.2020.
Es aficionada a los horóscopos y había leído que en una revista que las mujeres Leo..., iban a tener un fin de semana sexualmente activo, dado que la Luna estaría en capricornio, lo que significaba además que necesitaba un apoyo de otra persona para asegurarla cosmológicamente..., algo que yo no entendía dado que soy neófito en estos temas...
Esa persona..., del apoyo..., sin duda era yo..., y el apoyo en sí..., evidentemente seria mi polla..., según aseveraba en los mensajes que me mandaba.
Estaba eufórica con el descubrimiento del sexo oral y anal de la semana anterior.
Rosalía durante toda la semana hablaba y hablaba del sábado como un dia especialmente predestinado para ella y solo entendía que su cumpleaños seria completo si su culo recibía una nueva y enorme ración de sexo...
Que si las Leo eran fogosas y generosas en la cama y que tendría ella que llevar la iniciativa para agradecernos la espléndida sesión de sexo del domingo anterior.
Que quería devolvernos el favor del domingo pasado invitándonos a una cena en una marisquería de cierto prestigio...
Le quitamos la idea de gastar dinero y acordamos tomar marisco cocido pero en casa... Compraría unas gambas, unos langostinos, unas nécoras y con unos canapés de salmón todo sería perfecto si lo regábamos con un Albariño.
El vino lo llevaríamos nosotros...
Le llevaba dos botellas de Mar de Frades, un albariño inigualable que hace delicias en la boca con todo tipo de marisco e incluso con carnes a la brasa... Esta elaborado por la bodega del mismo nombre en Pontevedra emplazada en la ladera del valle del Salnés..., un emplazamiento privilegiado frente a la ría de Arosa...
Ella cocería el marisco con una receta de su madre..., y lo tendría listo, así como que haría..., una tarta de menta y chocolate...
El viernes hablábamos abiertamente del menú afrodisiaco y me confesaba que estaba excitadísima...
Nos decía que aprovechando que era sábado, si queríamos podríamos pasar toda la noche haciendo sexo y descansar después...
Al final no teníamos ningún plan y decidimos ir a celebrar el cumpleaños de Rosalía..., al fin y al cabo nos había caído muy bien y el sexo había sido muy gratificante...
A Marga le habían encantado aquellas enormes tetazas que había devorado frenéticamente...
Una indisposición de la madre de Marga la llevaba al hospital el sábado por la mañana y ponía en peligro la cita del cumpleaños de Rosalía...
Al final decidimos que fuese yo solo a Sevilla... Marga no quería que se frustrase el cumpleaños por un simple cólico nefrítico, que realmente no era grave.
La verdad es que por una u otra cosa no dijimos a Rosalía que iba yo solo a pasar su cumpleaños y cuando me vio aparecer sobre las ocho de la tarde del sábado..., solo..., tras la primera expresión de asombro..., creo que le encantó la idea de estar a solas conmigo.
Rosalía es educada y sintió verdaderamente la enfermedad de la madre de Marga..., pero creo que minutos después se le había ido todo de la cabeza y lo único que quería era sexo en cantidad..., y en calidad.
Me sugerido la ducha y acepté encantado..., aunque de manera natural se quiso duchar conmigo.
Jugamos en el plato de ducha..., nos frotamos recíprocamente las espaldas...
Nos reíamos..., mirándonos con sensualidad...
Nos besamos..., con pasión y desenfreno...
Sus enormes pechos destacaban en su centro esos pezones erectos que tocaba y lamia mientras el agua fría caía por todo nuestro cuerpo y nos refrescaba.
A pesar de su edad..., en el día que cumplía los 67, su escasa altura, sus kilitos acumulados en barriguita, pechos, caderas y culo..., con celulitis..., la verdad es que me resultaba excitante y desde..., el primer segundo..., mi polla la saludaba en posición dura y enervada...
Manoseaba mi polla despacito y llego a agacharse a lamerla sugerentemente mientras me miraba con ojos de caliente y viciosa madura...
A los diez minutos estábamos revolcándonos en la cama...
Tenía claro que no quería que el coño se le escociese como la semana pasada y quería que el sexo fuese variado entre oral, vaginal y anal...
Me decía mientras nos dábamos los primeros besos acuosos en la cama que había practicado mucho con el consolador anal..., quería dilatar su entrada anal para mejorar el sexo trasero con mi enorme polla..., aunque en todo caso allí tenia dispuesto..., encima de su mesita..., el tubo de lubricante de la semana anterior...
Todo rodaba bien..., le comí el coño y tuvo un enorme orgasmo que hizo temblar sus piernas como si le hubiese dado un latigazo eléctrico...
Quiso probar mi polla sentada encima de mí...
Conforme se preparaba para subirse, sus tetas cimbreaban...
Le ayudé con mi mano, sujetándola para que no se cayese..., se abrió de piernas y agachándose sujetaba mi polla para guiarla a su sexo abierto, caliente y húmedo...
Bromeé sobre el hecho de que ella controlaría su orgasmo y si lo deseaba el mío... Le encantó la idea de balancearse sobre mi polla despacio..., muy despacio, de tal manera que disfrutase pausadamente de mi erecta y dura polla que quería disfrutar de aquel coño ya de 67 añacos...
Como saben ustedes, las maduras me han puesto siempre mucho y aunque he follado con muchas..., recordaba precisamente en particular a Leo..., Leoncia, mi suegrastra..., la madrastra de una de mis ex esposas, que me estaría follando hasta los 88 u 89..., en que le dio el ictus que se la llevo a descansar al cielo..., de las abuelas bien folladas...
La recordaba precisamente por su semejanza a Rosalía..., en las facciones de su rostro...
Leo era morena de pelo corto como Rosalía, pero a diferencia de esta..., era mucho más delgada y más alta... Una preciosidad de madura que me saco centenares de momentos de placer...
A pesar de las diferencias ostensibles..., mirar la cara de Rosalía, y hacerme recordar las facciones de la suegrastra..., me hacía anhelar los momentos de placer con Leo y eso me excitaba y me predisponía mucho más..., con esta madura de hoy excitada y predispuesta a todo...
Volvamos a Rosalía...
Ver a esta bella madura cabalgarme, mientras sus enormes tetazas bailaban descompensadamente me tenía absolutamente excitado y con ganas de empezar a sacar leche de mis huevos hinchados de deseo concupiscente...
Rosalía como intuyendo lo que pensaba..., empezó a cambiar de gesto de gusto..., por el de cerrar los ojos y elevar el sonido de sus gemidos...
Sin duda su segundo orgasmo de la tarde estaba a punto de salir y lo notaba cuando sus manos entrelazadas con los dedos de las mías las apretaban fuertemente...
- José Miguel..., ya está llegando...
- Suéltalo Rosalia... suéltalo... Correte encima de mi polla...
- Tómalo... Uhmmm... tómalo, te lo dedico a ti..., mi rey...
No hice mucho caso a aquello de...”Mi rey”, evitando entrar en una sintonía sentimental que no era de recibo ni de lugar... Aquello solo iba a ser sexo y placer..., nada más.
Mi leche no quería esperar más y salió cual geiser oculto en aquella vagina cerrada durante años que empezaba a abrirse a la vida después de tantos años...
- La noto..., joder..., que gusto... Que leche tan caliente... Guau...
Un nuevo movimiento compulsivo frenético y rápido..., me anunciaba otro orgasmo de esta bella madura..., que le había ocasionado aquella gratificante sensación caliente interna...
- Me corro..., joder..., uhmmm.
Nos quedaríamos extasiados ambos mirándonos..., y con sonrisa malévola..., me preguntaba si quería aquel néctar...
- Me siento en tu boca como el otro día..., ¿verdad?
- Que malo es conocerse... Rosalía...
Rosalía será otra cosa..., pero es mucho más lista que la gran mayoría de las personas y va un paso por delante de los demás...
Después de decirle que pusiese su mano en su coño para evitar que saliera la lechaza y se desperdiciara... Se apresuró a levantar su cuerpo poco a poco...
Mi polla iba apareciendo para saludarme...
Salía brillante y aun bastante dura...
La mano de Rosalía tapo ágil y eficientemente la puerta de la cueva y solo perdimos unas lágrimas de leche que acaban en mi pubis y arrastradas a lo largo de mi polla lateralmente...
Iríamos a por el grueso de leche caliente..., la alojada en el coño..., de inmediato.
Mi polla aun daba pequeñas sacudidas de placer y sacaba unas gotas de leche que notaba en mi ingle izquierda..., primero calientes y luego frescas..., gracias al aire del ventilador a pleno rendimiento que Rosalía tenía en el techo de su dormitorio.
Vayamos a saborear la leche.
Mientras yo bajaba el cuerpo..., ella andaba de rodillas hacia mí...
Cuando la estrategia de colocación de coño y boca parecía la adecuada se dejó caer y aparté delicadamente su mano levantando uno a uno sus dedos...
Un gran golpe de leche entro súbitamente en mi boca..., y mientras tragaba aquel delicioso manjar que llegaba ávido a mi garganta produciéndome un encogimiento placentero de mi polla..., decidí darle otro repasito con mi lengua a aquel maravilloso coño y especialmente a aquel henchido, enervado, sobresaliente y perfecto clítoris..., huérfano toda la vida de placer...
Cuando el cuarto orgasmo de Rosalía llegaba..., ésta me demostraba su frescura y que la noche seria espectacularmente salvaje en cuando a sexo...
El sexo anal seria el gran invitado de la noche...
Me había anticipado que las mujeres del signo de Leo como ella, eran ardientes en la cama y que hoy seria nuestra gran noche...
Sus ojos brillaban al decirlo...
Mientras descansaba del clímax alcanzado ya estaba pensando en que quería follarme luego en aquella posición pero con su culo...
- Es tu día de cumpleaños y harás todo lo que quieras... (Le dije..., mientras nos mirábamos con ojos de viciosos comprometidos en un record...)
- Lo pasaremos genial..., pero antes cojamos fuerzas... José Miguel...
- Estoy de acuerdo con eso... Vamos a por el marisco..., que oigo como nos reclama... (Bromeé)
Rosalía sonreía abiertamente y se notaba como estaba totalmente a gusto...
La semana anterior estaba nerviosa..., hoy estaba en su salsa...
Vayamos al marisco...
La verdad es que el ejercicio me había dado hambre y comer algo de marisco cocido con buenos sorbos de Albariño fresquito nos prepararía sin duda para la noche de sexo que se preparaba...
Después de disfrutar de un marisco absolutamente cocido en su punto y de brindar por nosotros..., nos pusimos con una buena porción de tarta de chocolate y menta, que sería el epilogo afrodisiaco para disponernos hacia una frenética e incansable noche de sexo...
Con las últimas cucharadas de la ración de tarta dábamos ambos fin a la segunda botella de albariño y Rosalía..., algo achispada..., al contrario de amilanarla sexualmente..., le daba un empuje sin igual...
Vamos a por una noche de sexo inolvidable...
No sabía yo por entonces..., que sería entera o prácticamente anal..., quitando unos morreos que le di al coño en los primeros compases de la noche..., y unas cortas embestidas al mismo...
Así seria...
Después de una buena sobremesa tomando un soberbio café de cafetera con hielo..., llamamos a Marga para preguntar por su madre y Rosalía hablando con ella lamentaba la inoportunidad..., deseando volver a vernos juntos los tres de nuevo...
Parecía que lo decía de verdad...
Nos refrescamos de nuevo en la ducha...
Cuando las campanadas de la iglesia próxima daban las doce..., y oficialmente Rosalía ya contaba con 67 años..., empezábamos el cortejo nocturno de placer..., mayoritariamente anal...
Para empezar quise comerle el coño de nuevo..., accediendo a ello Rosalía y corriéndose en apenas cinco minutos...
Estaba extraordinariamente cachonda gracias a la situación de estar solos, al hambre sexual de años..., y quizás por el vino...
Su coño estaba absolutamente lubricado por causas naturales y por mi saliva..., aun cuando sería una abertura que no quería utilizar mucho esta noche..., la homenajeada...
Le di unos breves empujonzacos y después de correrse de nuevo..., comenzó la danza anal del placer...
Les cuento...
Saco su consolador anal y el lubricante...
Me pidió que jugara con su ano..., que cada vez más disfrutaba de ello y que creía que tenía que explorar al máximo aquel agujero placentero...
Me confesaba sobre la marcha que estaba descubriendo unos enormes orgasmos anales cuando durante las noches pasadas se abría bien el culo..., deseaba dilatarlo al máximo para nuestro siguiente encuentro...
Después del consolador y el lubricante empecé a meterme mis dedos..., realmente apreciaba que aquel culo era muy distinto al de la semana pasada.
Cuando le dije que aquel culo estaba listo..., me dijo..., como ya me había anticipado en nuestra sesión antes de cenar que quería clavarse la polla ella misma..., que me tumbase y me preparase para que ella se sentase despacio sobre mi polla y que llenara así su culo hasta mis huevos...
Dicho y hecho...
Dio un repaso de lubricante a mi polla y se dispuso...
En esta ocasión no podía disfrutar de aquellas enormes tetazas blancas y aquellos pezones grandes sonrosados, casi rojos..., porque se sentó encima de mí..., dándome la espalda...
Poco a poco y con su mano alertada en la base de mi polla..., fue bajando su culo poco a poco...
La entrada del glande la retuvo un par de segundos...
Luego entendía que su culo añoraba aquella polla conocida y poco a poco la estaca se clavó en su ojete hasta las bolas..., es decir..., hasta los huevos...
Una vez así..., quedamos en que me follaría la polla despacio..., muy despacio...
Los orgasmos no tardarían en llegar...
Su culo se movía con presteza , orden y ritmo...
Mis manos le servían de apoyo en sus ejercicios de flexibilidad de rodillas, piernas y torso...
Realmente estableció un ritmo inigualable que producía en mi polla un cosquilleo sin igual, además de un roce en mi glande soberbiamente excitante...
Cuando me soltó...
- Me voy a correr como una guarra..., un montón de veces...
Realmente me quede algo cortado...
Era verdad...
Los orgasmos en aquella posición y llevando un ritmo suave pero inflexible hacían que el culo de Rosalía explotase de placer...
- Ya..., ya..., ya... joder... que gusto...
Inmediatamente al primero de aquella posición..., llegaba uno más..., y otro más...
No podía soportarlo y mi leche tuvo que salir sin más remedio..., mientras hacía movimientos en mi pelvis y gemía de auténtico placer..., y no suelo yo dar mucho ruido al correrme...
- La siento..., guau..., que gusto me das..., joder...
Aquello hacia que Rosalía se predispusiese a más orgasmos...
- Y yo..., también..., me vuelvo a correr..., joder que gusto me estás dando con tu polla y tu leche en este culo novicio...
Estaba sorprendido..., pero mucho mas cuando me dijo...
Podrias volverte a correr sin sacarla..., creo que tengo media docena mas de orgasmos en el culo que necesito sacar...
Solo me limite a decirle...
- Rosalia..., es tu dia de cumpleaños y tienen todos los deseos concedidos...
Seguimos y seguimos..., mi polla en aquel culo y aquella genuflexión rítmica con el concurso de sus rodillas y culo que no dejaba de folalrme la polla...
No solo me corrie dentro de su culo una vez mas..., sino una hora después..., una tercera...
Ella se había corrido..., como había dicho media docena de veces más...
A esas alturas..., yo solo pensaba en el néctar acumulado de su culo y le pedí que me lo diese...
- Claro cariño..., tus caprichos están hechos para cumplirse por esta viejecita agradecida...
- No tan viejecita..., follas Rosalía mucho mejor que la mayoría de las mujeres...
Realmente era verdad..., aquella diosa del sexo había nacido pata follar y mucho..., y aquella celulitis y esos kilillos de mas no eran excusa alguna para que esta mujer pudiera hacer disfrutar a cualquier hombre de cualquier edad...
Puso su culo en mi boca y trague todo el derrame de leche caliente y sabrosa...
No había restos de nada...
Me había confesado entre actos..., que se había comprado una pera y que se había hecho una lavativa..., a propósito del consultorio sexual en el que días atrás había tratado el asunto de los enemas...
Durante el resto de la noche seguimos follando..., el culo lo tenía en perfecto estado de práctica sexual y me lo follé en decenas de posiciones...
De vez en cuando accedía a mi petición de dejarse comer el coño o una folladita rápida de su vagina congestiona de placer acumulado y chorreante..., aun cuando su culo era el protagonista de su enorme placer...
En esta ocasión no llegó a escocerle nada...
En esta ocasión el culo de la cumpleañera era el protagonista...
Jamás he disfrutado tanto de follarme un culo..., en esta ocasión un culo de 67 años recién estrenados...
Eran casi las cinco de la madrugada cunado empezábamos a dormir abrazados y exhaustos y por la mañana..., sobre las ocho de la mañana..., una vez que me había despertado mi reloj biológico y mi polla ansiaba un orgasmo mañanero, me acomodé en su coño metiendo mi cabeza entre sus dos enormes muslos..., lamiéndolo con gusto y frenesí...
Cuando sus ojos abrían..., el primer orgasmo mañanero del domingo hacia su presentación...
- ¿Ya tienes ganas..., me preguntaba...?
- Tranquila Rosalía..., un polvo y seguimos durmiendo un par de horas más...
- Lo que tú quieras... (Me decía cerrando los ojos...)
Estaba súper excitado...
Me acomode a cucharita...
Busque su coño...
Le metí el pollazo...
Unos movimientos adecuados y me corrí...
No recuerdo nada más..., pues me dormí...
Cuando el calor nos hacía despertarnos sobre las once de la mañana, nos besábamos nuevamente...
Echamos otro polvo vaginal..., abrazados mientras lamia mis tetillas... y nos besábamos alternativamente como dos amantes de ensueño...
Sus ojos lo decían todo...
Estaba en la gloria...
Nos corríamos al mismo tiempo..., seria nuestro último polvo dominguero de momento...
Ducha...
Un sugerente desayuno sevillano con manteca colorá con un zumo de naranja y un soberbio café solo...
Tocaba despedirnos...
No seria la ultima vez..., nuestros cuerpos habían encajado a la perfección...
Mientras conducía de vuelta..., solo pensaba en aquel culo..., en aquella sesión anal..., era la segunda clavada a aquel culo de 67 años y había sido espectacular...
Absolutamente espectacular...
Hasta el próximo relato...
Espero sus comentarios en el correo sobre este relato o sobre lo que quieran..., también en mi consultorio sexual...
Pienso mucho en mi Rosita..., mi zorriendilla morbosa y viciosa..., también en mi diosa al otro lado del atlántico..., mi “Rosa Tatuada”..., y como no en todas mis amantes pasadas, presentes y futuras... Aunque mi cabeza le da vueltas a Esther..., que aún no me ha contestado...
PEPOTECR.