Seducimos a mi esposa
Mi amigo y yo Seducimos a mi esposa, aunque no estaba muy convencida... ILUSTRADA (18 imágenes) por JohanDark, ESCRITA por Yuri.
Mi amigo y yo seducimos a mi esposa.
Mi esposa y yo hemos estado casados por 17 años con dos hijos, y nos amamos mucho, nuestras relaciones sexuales eran buenas, pero sentía que le faltaba algo de pimienta.
Sentí que a mis 43 años estaba envejeciendo, y necesitaba enriquecer nuestras vidas empecé a leer paginas de relatos que me dejaban la polla a punto de turrón. Muchas fantasías e ideas empezaron a taladrar mi mente, y cuando estábamos cogiendo le decía a Bety mi esposa, que imaginara que estaba cogiendo con otro hombre, me gritaba;
¡Estás loco!
Pero a los pocos minutos notaba que se excitaba más de lo normal, poco a poco fueron aumentando mis fantasías, le compré un consolador replica de una verga muy bien detallada, me costó mucho tiempo y trabajo pero logré persuadirla que lo usara, conseguí una película porno de dos tíos con una mujer y le pregunté que si no le gustaría ser la protagonista. Excitada me dijo; ¿con quien? No, ¿Estás loco?, pero cogimos como nunca.
Una noche estábamos en la cama me mamaba la verga, mientras yo le daba con el consolador al mismo tiempo, le comente; imagina que Eduardo te está cogiendo, inmediatamente tuvo un orgasmo tremendo nos calentamos demasiado, y terminé en su boca, eso no le gustaba a ella pero lo disfruto.
Luego de algunas sesiones con el consolador le comentaba al oído cuando estábamos en el clímax que si quería coger con mi amigo, ella se estremecía con un súper orgasmo pero no respondía nada, cuando estábamos cogiendo le acerque la polla de hule a su boca y la empezó a mamar con desesperación, al ver eso me corrí de inmediato en su coñito.
Bety tiene 39 años, se conserva muy guapa y súper buena, tiene un buen par de pechos un estomago plano con unas riquísimas piernas y nalgas respingonas, es alta, pesa 57 Kilos. Educada muy, pero muy a la antigua. Cuando éramos jóvenes atraía a varios moscardones pero yo fui su único novio.
Eduardo es amigo de nosotros desde la secundaria vivíamos los tres en el mismo vecindario somos muy afines, pero desde que se caso se separó de sus amigos, pues su esposa es muy elitista, él es bien parecido, mide 1.85 mts. Es fuerte pues siempre ha hecho ejercicio, de pelo castaño, tez blanca, ojos verdes.
Un día me llamo Edy para invitarme a comer, le llame a Bety para avisarle que comería con Eduardo, ¿"que si ya le daba el sí"?, se encendió por mi pregunta, me contestó; no estés jodiendo con eso, nunca lo voy a hacer y muy encabronada me gritó ¡estás enfermo! Y me colgó la bocina.
Llegué a la cantina donde nos citamos, pedimos unos tequilas con cervezas, empezamos a platicar de todas nuestras andanzas, nos tomamos tres rondas más de tragos, ordenamos de comer y seguimos tomando, para ese momento estábamos un poco borrachos, me dijo que si nos íbamos a su casa pues estaba solo. Había mucho ruido en la cantina, y no podíamos platicar a gusto. Acepté argumentando que Bety estaba molesta conmigo y que no tenía ganas de llegar temprano a casa.
Ya en su casa sacó una botella de ron, nos hicimos unas cubas y seguimos platicando, el tema se convirtió en sexo, me confió; que con su esposa estaba muy alejado que casi no tenían relaciones sexuales, que estaba más caliente que una plancha, el mundo de mi esposa es la alta sociedad, que él ya estaba cansado de tanta presunción, me pregunto por Bety, ¿que por que estaba molesta?, le dije que por locuras mías, que luego se lo platicaría seguimos tomando.
Ya más entonados y desinhibidos después de haber platicado picardías y calenturas me preguntó de nuevo; ¿por que está tu esposa molesta?
Nada que me gustaría que fuera más liberal, sinceramente dime como la ves como mujer.
Me contestó; Muy guapa.
No contéstame a lo macho ¿como la ves? Como hembra. La verdad siempre ha estado buenísima, tiene unas piernas y unas nalgas de infarto, unos pechos que se ven muy ricos de buen tamaño, una hermosa cara, con el debido respeto siempre me ha gustado mucho, lastima que te adelantaste, por que en esa época yo también la pretendía, cuando oí todos esos comentarios, sentí un respingo en la polla y tome mi trago.
Y que aprovecho el momento de las calenturas y le pregunto pícaramente; ¿te gustaría coger con ella?
Brincó como resorte, por supuesto que siií, me muero de ganas de coger con Bety .. Rectifico; pero no te vallas a molestar, solo es un supuesto; . perdón solo estoy diciendo puras pendejadas, yo le sonreí y él servía apenado otra ronda de cubas, mientras me daba mil disculpas.
Le confié; Eduardo voy a platicarte algo muy serio que me está pasando; siento que nos estamos haciendo viejos, pero antes que eso ocurra quisiera hacer realidad una fantasía que me ha dado muchas vueltas en la cabeza. Fíjate que nuestra vida sexual se había decaído. Bety y yo jugando en la cama hemos tenido algunas fantasías contigo, como si estuviéramos cogiendo los tres y nuestras relaciones han mejorado mucho.
Edy estaba absorto en la plática tenía su boca abierta y un bulto en su pantalón y la verdad yo también la tenía bien dura.
Le seguí platicando mis razones; no se por que tengo la fantasía de verla coger con otro, me enloquece la idea, siempre la he querido mucho, te juro que no soy maricón. Y tanto le he insistido con este tema, que en el fondo ella también lo desea pero sus prejuicios religiosos y morales la frenan.
Me preguntó; y ¿que piensas hacer?
..... Pues por eso recurro a ti, ¿no se si tú me quieres ayudar? He pensado en ti para que nos la follemos entre los dos. Ya lo tengo bien pensado y espero no arrepentirme, tomé mi trago a fondo, mi amigo brinco de gusto rellenó los vasos y me confesó; no sabes lo feliz que me haces, ¡he soñado con eso durante muchos años!
Me preguntó: Pero tienes idea de ¿como lo vamos a hacer?
Le voy a decir a Bety que para corresponder a tu invitación a comer, yo los invite a cenar a la casa el sábado, a última hora llegas solo por que tu mujer tuvo que viajar, y si me permites; le voy a contar a mi esposa que Silvia y tú tienen muchos problemas, para que ella este más preocupada por ti, y tu esposa no sea impedimento moral, y sea más fácil que te le acerques.
Eduardo no daba crédito a mis palabras. Que buen plan ... ¿De veras quieres que me coja a tu esposa?
Espero no arrepentirme, pero sí me gustaría que lo hicieses.
El estaba loco de gusto, chocamos los vasos y termine mi cuba.
Bueno cuéntame me preguntaba él; ¿que le gusta a Bety?, ¿le puedo llevar flores?
Sí le gustan mucho. Pero con la champaña pierde la cabeza es un afrodisíaco para ella, el problema es que yo no la puedo comprar por que se daría cuenta de mis intenciones. No te preocupes yo la llevo.
¿Cuales son sus puntos que debo de atacar?
Sus partes sensibles son besar o tocar sus oídos y sus nalgas le gusta mucho que se las acaricie suavemente.
Bueno ya es tarde, me voy por que Bety debe de seguir molesta. Nos dimos un gran abrazo chocando nuestras vergas pues las teníamos bien paradas, y me fui a casa.
Mi esposa me estaba esperando, me preguntó; vienes tomado ¿verdad?
Pues sí, estuvimos platicando y tomando Eduardo y yo.
Me llamó; ven a cenar algo para que se te baje la borrachera que traes. Nos fuimos a la cocina.
Por cierto le dije; los invite a cenar el próximo sábado, pues estuve en casa de Eduardo y Silvia, pero ella no estaba, tuvo que salir a un viaje de negocios pero regresa mañana, Bety comentó; esa Silvia siempre con sus "negocios" . Pues sí.
Eduardo me contó ya borracho varias cosas de su matrimonio; que casi no se llevan como esposos que están juntos solo para cubrir apariencias, que se siente muy solo, llevan meses sin tener relaciones, que esos viajes tan repentinos de ella son por que le anda poniendo el cuerno, que él se ha dado cuenta de varias cosas, le ha pedido el divorcio pero Silvia le ha dicho que no se lo va a dar, pues por su posición social no le conviene, se siente muy solo y deprimido.
Le recalqué a mi esposa; pobre Eduardo está muy jodido moralmente. Hay que cuidarlo por que se puede suicidar.
Por otro lado estuvimos recordando viejos tiempos, por cierto estaba muy tomado y me comentó; que cuando éramos jovencitos tu le gustabas mucho, que inclusive te pretendió y que solo por que éramos muy amigos ya no te conquistó, que se debió casar contigo, que eres una mujer muy guapa y de muy buen carácter. Que casarse con Silvia fue el peor error de su vida, que se siente muy triste y frustrado.
Mi mujer se quedó con la boca abierta y me cuestiono; ¿eso te dijo?.....
Sí le conteste, bueno vamos a dormir.
Ella se quedó muy pensativa. Al día siguiente me volvió a preguntar si lo que le había dicho era verdad, le recalqué claro que sí, si no me crees háblale a Eduardo.
No . como crees que le voy a preguntar.
Le pedí a mi esposa que si podía mandar a nuestros hijos a casa de sus papás. Para poder atenderlos mejor, por que ya sabes como son tus hijos, OK dijo ella.
El viernes me llamó Edy para confirmar la cita, me comentó que no lo podía creer estoy puesto y ansioso, lo cite a las 9.00 PM.
Me preguntó si no me había arrepentido, le dije que mejor no me preguntara pues me estaban entrando muchas dudas, pero sigo con la idea, solo que tienes que ser muy sutil y seductor con mí esposa, pues ella no sabe absolutamente nada de nuestros planes, no vallas a meter la pata.
¿Como crees?... Si lo que quiero meter es otra cosa, me respondió riendo el muy cabrón.
Como todas las señoras del planeta; ¿Que me pongo? Ponte un vestido rojo que tienes muy bonito, se lo saque del closet, no me contesto; es muy escotado, me queda muy pegado y me veo muy nalgona, además es demasiado corto, y ya ves como es Silvia de criticona.
Le conteste; pero se te ve súper bien, y no vamos a salir de casa. Silvia se va a quedar con el ojo cuadrado cuando te vea. Porque con todo y sus cirugías no tiene tu cuerpo . Yo que tú me lo ponía nada más para verle la cara que pone.
Me respondió; mmmh Tal ves, ¡Tienes razón!
Además Edy cuando te vea va se le van a salir los ojos, y otras cosas más, me gritó ¡grosero! Y Silvia lo va a pellizcar toda la noche por que no te va a quitar la vista de encima, hasta le deberías de coquetear un poco. Me movía la cabeza de un lado al otro con una gran sonrisa. Le escogí una diminuta tanga negra y un sostén negro pequeñito de media copa para que se le vieran espectaculares sus pechos, y me recriminó ¿que también son para poner celosa a Silvia?
No mi amor, pero uno nunca sabe a quien te los pueda ver. ¿Te gustaría que me los viera alguien? Pues la verdad sí, por que estas preciosa y te ves divina. ¡Que loco estás!, déjame maquillarme que ya me pusiste nerviosa, se calzó unos zapatos rojos de tacón alto, unas gotas de fino perfume y listo se veía súper guapa, estas buenísima mi amor. Yo estaba nervioso y con la polla bien dura.
A las nueve en punto sonó el timbre, y corrimos a la sala a "recibirlos", abrí la puerta, era mi amigo Eduardo, con un ramo de flores para mi mujer, y una cesta con dos botellas de champaña, le besó la mejilla a Bety, inmediatamente disculpó a su esposa que no pudo venir, por que el padre de Silvia enfermó y ella se fue a verlo. Me dio pena que canceláramos la cena a las siete de la noche que nos avisaron.
Le dije; no hay ningún problema pasa y siéntate.
Bety ponía las rosas en un florero se inclino para acomodarlo en la mesa de la sala y se le subió el vestidito, los ojos de Edy se comían el culo de mi mujer, Bety se giró hacia mi amigo y lo pilló, solo le dijo; muchas gracias están bellísimas, mi amigo le contestó; tú estás mucho más bella, los colores subían en la cara de mi esposa.
Les pregunté que les sirvo, dame un Ron y tu Bety, a mí también una cuba, me fui a la cantina a preparar los tragos le cargué la mano de Ron a la bebida de mi mujer, y les llevé sus tragos, regresé por las botanas, hacía un poco de tiempo para que platicaran a solas.
Regresé y brindamos, puse música suave platicamos de todo, los ojos de Eduardo destellaban recorrían discretamente todo el cuerpo de mi esposa, Bety era toda sonrisa se veía muy guapa, serví otra ronda y puse a enfriar las botellas de champagne, ellos seguían platicando, brindamos de nuevo, Edy le mencionaba que cada día estaba más bella, yo asentía lo dicho por mi amigo, le comenté a mi esposa, estas mejor ahora que cuando nos casamos, Edy le pidió; a ver date una vueltita, ella no quería pero entre los dos la animamos, Edy la tomó de la mano, mi esposa muy coqueta dio la vuelta, mi amigo la barría con la mirada, sí estás mucho mejor ahora.
Mi amigo le comentó; que rico perfume usas me dejas acercarme a olerlo, ella asintió con la cabeza él se cerco por atrás a sus oídos y rozo su nariz en ellos, mientras sus ojos se posaban en sus tetas, se le notaban abultados los pantalones y había un pequeño contacto con sus nalgas, a mi mujer sus pezones la empezaban a delatar marcándose en su vestido. Que rico hueles, mmmmhhh me gusta mucho el aroma de tu perfume no me canso de olerlo y acercaba su nariz a las orejas haciendo varias veces contacto con ellas.
A tu salud. Mi amigo a todo le buscaba pretexto para brindar con mi mujer, y hacerla tomar de más.
Bety fue por otro platón de botanas, la mirada de mi amigo la seguía sin parpadear, se sentó junto a mí y me preguntaba si todo va bien, moví mi cabeza en forma afirmativa. Y regresó mi esposa caminando muy sexy moviendo muy rico sus nalgas, se agacho de más para poner la botana en la mesa de centro, y vi los ojos de Edy como escudriñaron las nalgas de mi mujer. (Parecía que mi mujer le estaba dando entrada a mi amigo) En ese momento sentí un respingo en la polla.
Edy brindaba de nuevo con nosotros y las copas le estaban pegando a Bety.
Mi esposa dijo acalorada; por que no cenamos de una vez, por que la bebida me esta mareando un poco, y sí seguimos tomando así no les voy a dar de cenar, pasemos a la mesa.
Bety preparo una crema de queso con nuez y una pierna de cerdo al horno, con un buen vino tinto, Eduardo exclamó; al probar la carne, ¡que rica está tu pierna!, yo comenté, sí riquísimas sobre todo tus muslos, mi esposa me volteó a ver riendo y me grito ¡lépero!, la plática continuo muy amena con algunas picardías en doble sentido, tomamos el postre, luego serví unas copas de coñac.
En la sobremesa platicábamos de que si la artista fulana tenía tetas de silicón, o que si no, que fulana de tal se puso nalgas, o sea la plática tomaba matices sexuales mi amigo más desinhibido le preguntó a mi señora ¿que si no se había retocado algo?, ella orgullosamente le respondía no; para nada soy totalmente naturalita, ni siquiera mi nariz que es medio chuequita. Edy brindaba varias veces con nosotros haciendo que mi mujer bebiera a su ritmo.
Eduardo nos dijo; que gusto me da ver a un matrimonio tan simpático que se lleva tan bien, en cambio Silvia y yo estamos juntos solo para cubrir las apariencias con nuestros hijos y su familia. Nuestro matrimonio es un infierno va muy mal. Bety le pregunto; ¿y tienen relaciones de esposos?, él le contestó que prácticamente no, que tenían más de dos meses de no hacerlo, y siguió contando más cosas tristes de su vida matrimonial.
Les exclamé; ¡fuera tristezas! vamos a cambiar de tema, les rellene las copas y les propuse un brindis cruzado por nuestra amistad, nos pusimos de pie y tomamos la copa a fondo, puse música para bailar, Edy le preguntó a mi mujer; ¿bailas? Ella le extendió el brazo y se fueron a la sala a bailar, mientras yo levantaba los platos y copas vacías los llevaba a la cocina, los dejé como quince minutos a solas.
Descorche la botella de champagne, serví tres copas largas, cuando regresé a llevarles las copas, alcancé a ver de reojo a mi esposa como separaba a Edy, él discretamente subía su mano a la espalda de mi mujer seguían bailando lentamente, me dio un pequeño ataque de celos y un misterioso cosquilleo en la verga, me senté en la sala a verlos bailar, termino la música y Edy se sentó junto a mí, mientras mi esposa fue a poner otro CD.
Puso música alegre empezó a bailar ella sola mientras tomábamos la champaña, las burbujas le estaban afectando, pues con la insistencia de mi amigo tomó su copa a fondo y seguía bailando cada vez mas sensual, se veía espectacular con su mini vestido, era la autentica chica de rojo, movía sus nalgas bien rico al ritmo de una salsa, me calentó de nuevo la idea y hasta ahora todo el plan marchaba bien.
Me estiró su brazo para que yo bailara, me levanté a bailar y me pegué, ella me correspondía pues sentía como rozaba su pelvis en mi verga, (pensé; este Edy ya le puso un buen calentón.)
Mi amigo fue al baño, yo le empecé a pasar mis manos por sus nalgas, le pregunté al oído; ¿a poco no te lo coges? Solo cerro los ojos y me besaba el cuello, yo le agarraba las nalgas sin ninguna inhibición, ella se dejaba hacer, en eso mi amigo regresaba del baño y se sentaba a vernos bailar, lentamente le fui subiendo el vestido, para que Edy tuviera una vista completa de sus exquisitas nalgas, el show que dio fue espectacular.
Termino la pieza, mi amigo había rellenado las copas de nuevo, brindó por la mujer más hermosa, yo la hice girar, mientras él le hacía un silbidito, levantamos las copas las tomamos a fondo, estábamos bastante "alegres" con la Champaña bailando los tres una Samba, me disculpé y me fui al baño a orinar, cuando salí del baño y regresaba a la sala me detuve un momento a verlos.
Edy bailaba muy pegado, corría suavemente sus manos por las nalgas de mi esposa, yo estaba muy caliente viendo como la besaba y mordisqueaba tímidamente los oídos aspirando con su nariz el perfume, estuve un rato más sin hacer ruido solo observando como la abrazaba y le besaba en los labios, ella se resistía y lo apartaba, él insistía nuevamente y logró besar sus labios por un momento.
La verga me reventaba la tenía durísima, me dije llegó el momento, el corazón se me salía del pecho. Me acerque lentamente a "bailar" por atrás de mi mujer rozándole entre sus nalgas mi verga al mismo tiempo que la oprimía contra mi amigo, ella giró con sorpresa, y la recibí con un beso rozando mi lengua con la suya, Bety paso sus brazos sobre mi cuello, me besaba con fuego estaba calientísima, ahora Edy es el que le pegaba su paquete en las nalgas acariciando sus pechos por los costados, la teníamos atrapada en un rico sándwich.
Seguíamos "bailando" así varios minutos, ella tenía sus mejillas rojas, y sus pezones marcadísimos en el vestido, con movimientos muy sensuales restregaba su panocha en mi durísima polla, mientras mi amigo le embarraba la verga en las nalgas le besaba el cuello y sus oídos.
Entonces mi mujer bien prendida se giró lentamente hacia mi amigo, lo beso apasionadamente aproveché para soltar su sujetador y bajar su vestido a la cintura, quedando sus hermosas tetas al aire con sus pezones súper parados. Mi esposa no ponía ninguna resistencia estaba aturdida solo se dejaba llevar.
Edy tomó un pezón en su boca lo besaba y chupaba con ternura, mi esposa le acariciaba la nuca con sus manos, él acariciaba con su mano el otro pezón, luego juntaba los pezones los besaba y mamaba al mismo tiempo. Una mano de mi amigo fue desapareciendo debajo de su vestido acariciando su panochita y mientras mi mano estrujaba sus nalgas, por ahí de vez en cuando nuestros dedos chocaban.
Así estuvimos un rato, hasta que los gemidos y la respiración entrecortada de mi mujer eran muy fuertes, Entonces me hinqué por la parte de atrás y le baje su tanguita, le besé las nalgas mientras mi amigo jalaba su vestido por arriba de su cabeza, quedando totalmente desnuda la hacíamos girar, ella estaba en órbita de lo caliente que estaba.
Edy emocionado gritaba; ¡estas buenísima Mamacita! llevamos a mi esposa al sillón, quedó sentada en la orilla, Edy le separó sus piernas y empezó a mamarle su coñito, las mejillas de mi esposa estaban encendidas jadiaba y me volteaba a ver con una cara de interrogación y lujuria.
Los bigotes de mi amigo se perdían en el coño de mi mujercita, que se retorcía de placer en la boca de Edy, estaba tan caliente que ella sola se pellizcaba los pezones. No lo podía creer parecía una película porno, no pude más, me desabroche el pantalón brinco mi verga estaba bañada y durísima, se la acerqué a su cara, mi mujer la mamaba con mucha fuerza, unos minutos después mi esposa me suplicaba jadiando y gimiendo cógeme ya no puedo más.
Le pregunto; ¿no quieres que te folle Eduardo?
Siiiï él también ¡pero Cójanme ya!
Edy se desnuda rápidamente y ¡tenia una vergota! gruesa y larga con una cabezota soltando líquidos espesos, puso de pie a mi mujer y la hizo girar nuevamente, escudriñando cada centímetro de su cuerpo con sus ojos llenos de deseo le murmuró; estas buenísima mi amor, siempre tuve muchas ganas de coger contigo, la besaba con fuego, mi mujer con los ojos de plato, no daba crédito al tamaño de la polla, que tímidamente agarraba, y pajeaba suavemente, mi amigo se sentó y le decía ven súbete, pero mi mujer se fue directo a mamar su verga, murmurando, ¡la tienes enorme!.
Bety se hincó a mamar como nunca ese glande que apenas entraba en su boca, y se veían las hebras de líquido que salían de sus labios, mamaba en una forma impresionante, mi amigo recostado en el sillón con los ojos cerrados luchando para no venirse.
Los celos me estaban matando pero la calentura podía más, yo aproveché para desnudarme veía como mi mujer movía sus nalgas de un lado al otro, me acerque por atrás para acariciarle su panocha que estaba empapada de la cantidad de líquidos que salían, separó sus piernas y me la empecé a coger de perrito mientras mi esposa seguía mamando la verga de Edy se sentían punzadas en su coñito y culo teniendo un orgasmo muy largo.
Estábamos los tres súper calientes, estaba a punto de venirme pero no quería acabar tan rápido con esos momentos maravillosos, contra mi voluntad me separé de mi mujer, entonces ella se puso de pie, se subió al sillón, se empezó a hincar en la verga de mi amigo, él se tragaba los pezones de mi mujer, mientras ella se centraba la cabezota con suaves movimientos de su coño, con una cara de lujuria y con unos fuertes gritos ¡haaaggh que ricoo! la cabezota de la verga iba desapareciendo lentamente, disfrutando los tres de cada centímetro ensartado un momento después mi amigo se la dejo ir a fondo.
Ella gemía, gritaba ¡huff, haaghh! ¡Que vergota tienes! y se besaban con desesperación trenzando sus lenguas jadiando con todo, mi mujer le soltaba un orgasmo fuertísimo que las nalgas le temblaban y se quedó desvanecida sobre él, quedando la verga inmóvil encajada hasta el fondo, un rato después se reanimó y lo cabalgaba con todo, subía y bajaba, yo veía la acción a escasos 40 centímetros, veía como el coño abrazaba fuertemente la verga de mi amigo que entraba y salía bañada de líquidos.
Me sentí celoso y encabronado de oírla gritar y jadiar en esa forma. Esa no era mi esposa era una puta que yo desconocía, era alucinante verla ¡ensartada con otra verga! y que forma de coger tan rica con tantas ganas, se besaban rozando las lenguas, Eduardo le estrujaba las nalgas con fuerza y le gritaba; ¡que nalgas tan ricas tienes, tú panocha esta apretadísima! jadiaban y gemían los dos.
Mi amigo la bombeaba con todas sus fuerzas, para luego parar y dejársela unos momentos encajada hasta el fondo, los jadeos y orgasmos de mi esposa eran continuos, un rato después, mi amigo gritó jadiando !me estoooy a viniedoo¡ mi mujer se dejó caer en su verga metiéndosela toda, sus nalgas hacían círculos rápidos, besándose con mucha pasión los dos se convulsionaban, veía claramente las contracciones en la base de su polla de Edy como estaba llenando de leche las entrañas de mi mujercita, luego de un rato sus jugos salían y bañaban sus huevos, un momento después mi esposa se desmonta chorreando leche por sus muslos.
La tomé entre mis brazos la besé con fuego la recosté en la alfombra, y me la cogí con todas mis ganas, sentía su coño muy flojo y muy lubricado después de la cogida que le metió mi amigo, ella jadiaba, me besaba sus orgasmos eran muy fuertes tenía muchas contracciones en su panocha, pero lo que más me calentaba a mí, era lo mojado de su coño la leche de mi amigo salía por todos lados.
Edy nos veía coger pajeándose su pitón, yo aceleré mis movimientos, le mamaba sus pezones y pronto le llenaba de leche el fondo de su coñito, fue uno de los orgasmos más fuertes que he tenido, no podía parar de aventar leche, terminamos con un beso muy tierno que me dio mi esposa, tomó su vestido y corrió al baño.
Eduardo me preguntó; ¿todo bien? Le dije sí claro, nos pusimos los calzones, me paso una copa de champaña, brindamos y me dijo; tremenda mujer que tienes esta bellísima, coge riquísimo que afortunado eres, ojala que les halla podido ayudar en cumplir su fantasía. Con creses le contesté; pero si he sabido que estabas tan bien equipado no te la presto, me la dejaste bien floja cabrón, y soltamos una carcajada, Edy me insistía; estoy muy caliente y Bety está súper buena, ¿me puedo echar otro palito con tu esposa?
Por mi no hay problema, pero mejor pregúntale a ella haber si te aguanta otro, en eso iba saliendo Bety del baño con cara de arrepentida, con su vestido puesto.
Edy le acerco una copa, ella le dio un sorbo y nos dijo; tengo una pena tremenda, ¿que van a pensar de mí? Se volteó hacia mí y me dijo; me siento muy avergonzada, perdóname por lo que pasó, estaba muy borracha.
Le conteste; no te preocupes de nada, fue solo nuestra fantasía echa realidad, Edy lo sabe y solo nos ayudó a realizarla, no ha pasado nada relájate y disfruta.
A mi amigo le has cumplido su sueño, pues siempre te deseó. Mi fantasía de verte coger con otro se me realizó. Mejor brinda con nosotros por nuestra amistad, le cambió la cara, tomo su copa y brindó con nosotros.
Bety preguntó; y tú Edy ¿que piensas?
Mi amigo le contestó; para mi se me cumplió un deseo secreto guardado muy profundo, estas buenísima toda la vida me gustaste, no sabes la cantidad de pajas que me he hecho pensando en ti, y me siento muy feliz de estar con ustedes, follas riquísimo y no me voy a ir sin echarnos otro polvo. De nuevo sonreímos los tres y le dimos un beso al mismo tiempo en sus mejillas, servimos más tragos.
Mi mujer nos preguntaba en confianza; si nos habíamos puesto de acuerdo para seducirla.
Eduardo le confesó que sí, que él toda la vida la había deseado, y que cuando tú esposo me platicó su fantasía, sentí que se me abrieron las puertas del cielo y di gracias al señor por ser él el elegido.
Par de cabrones no saben como me hicieron sufrir; tú pinche Eduardo de galán manos largas, y yo sufriendo con un conflicto interno luchando por respetar a mi maridito. Hasta que lo lograron hijos de puta.
Yo nunca pensé ser infiel a mi esposo, pero él muy cabrón así lo quiso y la verdad la pase muy bien. A su salud par de cabrones tomó su copa de champaña a fondo. (Estaba bastante borrachita)
Nos sentamos los tres en el mismo sillón, empezamos a acariciarla, nos alternábamos para besarle su boca, Edy metió una mano por debajo de su vestido, acariciando sus muslos comentando lo rica que está, al rato ya estaba dediando su coñito mientras yo le bajé la parte de arriba de su vestido y acariciaba sus tetas.
Edy tomo un pezón en su boca y yo el otro los mamábamos suavemente unos minutos después tenía sus piernas abiertas con un dedo de Edy y otro mío adentro de su coñito moviendo lentamente sus nalgas mi esposa nos decía; que calentadota me están dando cabrones, mientras nos acariciaba la verga al mismo tiempo. La desvestimos y nos quitamos los calzones, le chupábamos y besábamos todo su cuerpo.
Ella sentada, Eduardo y yo de pie tenia una verga en cada mano, las pajeaba lentamente concentrando su atención en el nuevo juguete de mi amigo, que le corría el pellejo de arriba a abajo le iba creciendo en una forma monumental, mi esposa disfrutaba intensamente la paja que le hacía a mi amigo y sin quitarle un segundo la vista y nos comentaba absorta; no se como me cabe semejante polla, cuando me la metías sentía que me partías. Nos alternaba unas mamadas riquísimas y nos restregaba una verga con otra pasando su lengua entre las pollas y las volvía a mamar con lujuria.
Encontré la tanga empapada de Bety con una gran mancha blanca, la pegaba a mis narices con un olor delicioso, se la ponía a Edy en su nariz, la aspiraba a fondo. Que rico huele; pero la prefiero directamente es que sabe riquísimo y se hincó de nuevo en la alfombra a mamar la panocha de mi esposa hundiendo sus labios le mordisqueándole el clítoris, ella jadeaba y se retorcía de placer mientras se tragaba mi verga al fondo de su garganta, las mamadas eran tan fuertes que sentí que si seguía así no iba a durar mucho, mejor me separé y me fui a mamar sus tetas pellizcándole los pezones, nos besábamos rozando las lenguas.
Mi amigo le gritaba; ¡mira somos la pareja ideal tu clítoris es enorme! y hace juego con mi verga, por la excitación el clítoris le sobresalía bastante de su panocha él aprovechaba y frotaba la punta de su verga con el clítoris bien parado de mi mujer.
La escena fue demasiado fuerte para mi mujer y le vino un orgasmo muy intenso, le punzaba su coñito y le temblaban las nalgas. Mientras Edy recorría la punta de su polla por toda la raja, haciéndole presión en la entrada de su coño pero no entraba nada.
Edy le dice ven vamos a coger de perrito, ella le contesta jadeando que primero me la cogiera yo para que le fuera abriendo su coño pues lo tenía inflamado, mi amigo se acuesta en la alfombra, Bety se pone en cuatro, y me dice cojéeme mi amor que estoy muy caliente, mientras chupaba y mamaba la verga de Edy,
su panocha estaba súper lubricada y ardiendo, se la dejé ir a fondo, un momento después mi esposa tenía uno de los orgasmos más intensos de su vida, gimiendo con la boca bien llena de verga, los tres estábamos en la gloria.
Eduardo grita ¡vamos a cambiar!, yo me separé y tomé su lugar, le abrió más las nalgas a mi mujer y le empezó a ensartar su cabezota, mi esposa jadiaba y sollozaba con una cara de puta lujuriosa me volteaba a ver a los ojos y me decía; Edy me la esta metiendo muy rico, mi amigo la bombeaba lentamente dejándole por momentos su verga bien clavada hasta el fondo estrujándole las nalgas.
Mi esposa gemía y jadiaba con unos gritos tremendos, ¡aay Edyyy que rico me estas cogiendo! Despacio déjamela adentro, no te muevas, así hasta adentro, ¡hhaaaaag que ricooo! tenía una cadena de orgasmos como nunca, mi mujer me quería mamar la verga pero no atinaba a su boca por las convulsiones tan tremendas que tenía, por momentos tenía hasta los ojos en blanco, por la magnitud de la cogida que le estaba dando mi amigo. Edy se aferraba con todo de sus nalgas.
Después de un rato se separa y la recuesta en la alfombra, diciéndole el muy cabrón es que te la quiero "meter bien" a fondo, mi mujer abre sus piernas al máximo y veo claramente que su verga la tenia bañada de jugos de mi mujer, la centra de nuevo en su coñito y se la va empujando hasta los huevos, la escena era tremenda yo no le perdía detalle, mi esposa se venía orgasmo tras orgasmo con contracciones y punzadas incontrolables sus bocas fundidas en un interminable beso, sin dejar de jadear los dos, las acometidas de Eduardo eran cada vez más rápidas y violentas que le sacudían las tetas a mi mujer.
Un rato después mi amigo grito ¡me voy a correr! Mi esposa totalmente despatarrada lo abrazaba con brazos y piernas, mi amigo jadiaba y resoplaba se la dejó caer a fondo, empezaron a convulsionarse los dos, los huevos chocaban con el culo de Bety, un momento después mi amigo le rellenaba de leche su coñito.
Cuando mi amigo se levantó, me la cogí hasta el fondo de un solo empujón por que mi amigo le había dejado bien abierto el coño y lleno de leche, que salía directa a su culo, yo tenía una extraña súper calentura pues mi verga estaba durísima e insensible, mi esposa jadeando de nuevo, era una maquina de coger nunca lo había sospechado tenía una hermosa cara de calentura se mordía sus labios.
Su coño se iba ajustando a mi verga y gritaba; siiií cojéeme así ¡hhaaag! le venía otro orgasmo, la seguí bombeando con todo, la leche de mi amigo quemaba mi verga sentí que estaba a punto de venirme, me separe violentamente de su coño y le grite; ¡mámalo!, se lo puse en su boca bien embarrado de leche de Edy, se lo trago todo me chupaba con todas sus fuerzas, rebasaba mi glande su garganta tenía unas punzadas muy fuertes en la polla, sentía como me cogía con sus anginas un momento después se atragantaba con la leche que le estaba llenando su boca y le escurría por su barbilla, yo veía estrellitas y Eduardo nos veía sorprendido con ojos de plato, pajeando su polla.
Al momento de levantarse mi mujer, mi amigo la ayuda, quedando los dos de pie, él la abraza y sin importarle mi leche le da un profundo beso en su boca trenzando sus lenguas, estrujando con sus dos manos las nalgas de mi mujer, la leche de Edy escurría por la parte interna de los muslos de mi esposa hasta sus rodillas, él intentaba cogérsela de pié, ella lo separa, gritando ¡tengo que ir baño!
Mi amigo me daba las gracias, estaba emocionado, me has hecho el tipo más feliz del mundo me abrazaba, brindábamos según él por la mujer más rica que se había cogido.
Bety salio del baño, y nos comentó; que bárbaros que cogida tan fuerte me dieron, no puedo ni caminar, Eduardo quiere más le asentí.
No Edy; perdóname pero estoy muy cansada y adolorida no puedo más. Me han sacado más de diez orgasmos. Mejor vamos a sentamos a platicar les serví otra ronda, y platicamos encuerados como 20 minutos.
Eduardo le insistía en echarle otro palito, le mostraba su verga medio parada y le suplicaba; anda mi amor vamos a coger, pero mi mujer se negaba argumentando que estaba muy adolorida, no estoy acostumbrada a coger en está forma, nosotros solo lo hacemos una o dos veces a la semana hoy llevo cuatro. Si tuvieras una polla normal a lo mejor y sí.
No te enojes Edy, tienes una vergota muy rica pero me dejó muy adolorida. Sigo caliente si quieres te doy una mamadita, Edy le dijo; bueno pues si no hay más.
Entonces mi mujer se la empezó a pajear lentamente mientras le daba pases con la punta de su lengua por todo su glande, en un instante mi amigo la tenía bien dura, yo estaba sentado junto a mi mujer y mi amigo de pié, veía a escasos centímetros como el vergón penetraba más y más su garganta, el se movía rápidamente cogiendo con todo la boca y garganta de mi esposa, en eso ella la sacó de su boca, ¡déjame respirar!
la pajeaba rápidamente se volteo hacia mi y me dio un ardiente beso, luego le empezó a alternar dos mamadas y un beso en mi boca.
Yo estaba que explotaba por el morbo la tenía súper dura. Entonces mi esposa se levanta del sillón abre sus piernas, y se sienta arriba de mí ensartando mi verga completa moviendo su empapado coño de adelante para atrás yo le pellizcaba los pezones, mi mujer se convulsionaba con un orgasmo mamando con desesperación la tranca de Edy, luego la sacaba la pajeaba a toda velocidad y me besaba la boca yo sentía el sabor de los líquidos de la polla de mi amigo y extrañamente más me calentaba. Edy con su mano nos acariciaba al mismo tiempo el coño de mi esposa y mi verga. Sus caricias me estaban volviendo loco hacían que mi polla creciera más.
Estábamos en el cielo los tres, en eso a Eduardo le empiezan a temblar las piernas, gritaba ¡¡me voy a venir!! Mi mujer que eso no le gustaba, empezó a meterse lo más que podía de la polla de él y a mamar con todas sus ganas, Edy le estaba descargando varios chorros de leche en la garganta, mi esposa bufaba jadiaba y tenía un orgasmo tremendo, sus nalgas se movían como baile de lambada.
Luego sin espéralo se voltea hacia mi y me besa trenzando su lengua con la mía pasándome una buena cantidad de leche de mi amigo, al sentir su lengua y la leche en mi boca me empecé a correr como adolescente bañando su panocha de semen caliente. Uffff que sensaciones, ella quedo sentada recostada sobre mí totalmente despatarrada,
Se quedó dormida, le pedí a Edy que me ayudara a llevarla a la cama, él la levanto y de su coño escurrió un buen chorro de mi leche que le mojó el brazo a mi amigo, la llevó a nuestra recamara, mientras yo destendía la cama, la recostó desnuda, Edy la contemplaba y decía está preciosa, que suerte tienes con esta viejota tan rica, le dio un beso muy tierno en los labios, le acaricio los pechos y salimos de la recamara vio la hora 5.30 AM. Es muy tarde me dio un gran abrazo, me decía muchas gracias no sabes lo feliz que me hiciste.
Han pasado dos semanas, mi amigo Eduardo me llama frecuentemente, para saludarnos suplicándome que cuando lo repetimos. Mi esposa súper cariñosa conmigo cogemos como locos con mucha pasión muy seguido, pero cada ves que hablo de mi amigo ella me cambia el tema, y me dice sonriendo que eso ya pasó, solo fue una borrachera tremenda que nos pusimos.