Seduciendo a una madura

Desde que tengo uso de razón, las maduras me han atraído más, física y psicológicamente. Veronica es el nombre de mi vecina. Es una mujer casada y tiene dos hijos; a su marido no se le ve mucho por el edificio. Vero, como le dice mi madre, es profesora de primaria. Casi siempre, al regresar de la un

Seduciendo a una madura

Desde que tengo uso de razón, las maduras me han atraído más, física y psicológicamente. Veronica es el nombre de mi vecina que tiene 42 años. Es una mujer casada y tiene dos hijos; a su marido no se le ve mucho por el edificio. Vero, como le dice mi madre, es profesora de primaria. Casi siempre, al regresar de la universidad, me topo con ella   en la avenida y conversamos trivialidades de camino al departamento.

Como muchos ya deben intuir, sí, me follé a Vero. Mejor dicho, ella me folló a mí.

Ahora déjenme contarles cómo sucedió.  En una de las tantas conversaciones normales que teníamos, mientras caminábamos a nuestros respectivos hogares, me  mencionaba que se sentía muy aburrida. Me contaba que quería hacer cosas nuevas.

Yo percibí que era por falta de sexo. Verónica no es ninguna modelo o algo parecido, sin embargo  tiene un atractivo en el rostro. Sus gestos son muy sexys y de cuerpo está bastante conservada. Yo siempre se lo hago notar entre bromas.

-Ya estoy vieja- me dice a cada momento-

-Nada de eso- digo inmediatamente- Eres joven y atractiva.

En los días posteriores a lo que me dijo al respecto de su aburrimiento, no paraba de pensar en ella. Por las noches me masturbaba pensando  en su cuerpo desnudo sobre el mío. Ver cómo sus tetas se movían al ritmo de las penetraciones. Me veía acariciando y nalgueando su culo mientras sentíamos placer. El problema era cómo llegar a esa situación.

En uno de los tantos encuentros por la avenida le dije que debíamos salir a bailar.

-          Ya no estoy para discotecas, Jorge-

-          Ya te dije que aún estás joven

-          Y si me ven con alguien tan joven como tú…la gente se va a reír

-          Bueno, entonces vamos a comer o beber algo

-          ¿Me estás coqueteando?

-          Para nada , también ando aburrido y como me dijiste que tú lo estabas

-          Hagamos algo este fin de semana pero que nadie se entere, menos tu mamá que me mata si se entera que salgo contigo

-          De eso no te preocupes.

-          Entonces el sábado en la tarde vamos a comer.

-          ¿Cuál es tu número?

-          Ehmm- pensó un momento como si dudara en dármelo-. Es 945**

-          Nos comunicacamos por whatsapp,¿ te parece?

-          Ok, está bien

Sentí que lo más difícil estaba hecho. Ahora solo quedaba esperar dos días para el fin de semana.  Y ese lapso tenía que hacer todo lo posible para caerle bien por whatsapp.

Teníamos conversaciones tontas y de toda índole, Jueves y viernes nosquedmos conversando hasta tarde. Era sábado, entonces le escribí en la mañana diciéndole que vayamos a un lugar que conocía. Ella aceptó sin objetar.

En la tarde nos encontramos en el lugar que le recomendé.  Vino  a la cita muy sexy. Una falda, una blusa que hacía notar sus pechos y se hizo un peinado muy bonito. Traía tacos que hacían ver sus piernas más ricas. Mientras comíamos y bebíamos. Conversamos acerca de nuestras vidas.

Debo pensar que la gente nos miraba como madre e hijo y no como una pareja.

Eran las 8 de la noche y debíamos regresar. Ambos estábamos algo ebrios  y ya en el edificio le dije que vayamos a otro lugar.

-¿a otro lugar? ¿Al hotel?

Me puse nervioso. La verdad yo quería ir a bailar.

-Vamos al hotel entonces, Jorge

Yo me quedé sorprendido y pensé que se trataba de una broma. Ella insistió y llamó un taxi. Aún no salía de mi asombro y sin pensarlo subí al taxi con ella.

Una vez en el auto me preguntó al oído adónde la llevaba. Yo le dije al taxista que nos llevara a un lugar que conocía en la que una vez estuve con una ex novia.

Llegamos al destino sin conversar nada en el camino-

-          Llegamos, pasa, Veronica.

-          Así me gusta. Que sean decididos.

Entramos a la recepción e hicimos todo el proceso de pago y demás.

Ni bien entramos a la habitación me empujó a la cama y su puso encima de mí inmediatamente. Nos besamos. Quería decirla algo pero me calló con un gesto. Se quitó la blusa y la falda quedando en ropa interior y tacones.

Yo hice lo mismo inmediatamente con diferencia que me quité todo con mi pene erecto.

Le pregunté si quería que apagara las luces y me dijo que quería ver todo.

Seguimos con las caricias, luego cogió mi pene y se lo acercó a su calzón.  Sin quitárselo, se lo hizo a un lado y se metió mi verga poco a poco.

-          Te gusta, ¿no?

-          Me encanta-

No podía salir de mi asombro. Creí que toda esta situación se daría con más tiempo. Ella me propuso ir al hotel y estábamos ahí tirando. Me estaba montando  tal como imagianaba. Gemía tan bien que me excitaba más.

-          Sácame el brassier, Jorge. ¿ No quieres verme las tetas?

Con mucha torpeza se lo quité  y vislumbre unas tetas geniales con unos pezones que pedían ser chupados. La acerqué más a mí y chupé uno de los pezones y ella seguí montándome

-          Qué rico, qué rico- repetía-

Ella había ido a la cita con intención de follarme. Luego de unos minutos sentí la necesidad de venirme.

-          Ven, ahora chúpala- le ordené-

Se dio la vuelta y quedamos en un 69. Tenía toda su vagina y culo en mi cara.

-          Tú también chúpala- dijo-

Yo metí unos dedos y lamía. Ella me hacía una paja y se metía mi verga en la boca con mucha destreza. Me chupaba los huevos  y escupía todo mi miembro.

Yo no podía más y me vine sin avisarle justo cuando se había metido mi pene. Se atragantó un poco y se sacó mi polla rápidamente. Se apartó de mí.

-Eres un hijo de puta, ahora me vasa  chupar la concha hasta que se te paré otra vez.

No me quedaba de otra ella se puso al borde de la cama mientras se limpiaba el semen con una sábana. Abrió la piernas. Yo me puse de rodillas y empecé a lamer su sexo y a masturbarla

-          Sigue, sigue, muerde un poquito- gemía de placer-

Tenía el coño recién depilado. Eso me excitaba porque me deseaba para esa noche.

Al cabo de unos 5 minutos tuve otra erección. Me paré y puse sus piernas sobre mis hombros y la penetré. Varias veces.

-Duro ,duro, dame duro, Jorge.

Continuará

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