Seduciendo a un famoso

ser guardaespaldas no era mi ideal para pasar el tiempo en Miami, pero lejos estaba de saber que mi "cliente" me daría el más increible placer.

A los 21 años mi primer trabajo en Miami estaba muy lejos de ser en la carrera de Ingenieria que con tanto esfuerzo terminé en Caracas. Ahora iba a ser seguridad personal. Mi 1.87 de estatura y los años en gym habian formado el cuerpo y por una buena cantidad de dolares, acepté el trabajo.

Mi misisón era cuidar a un chico de unos 17 años, cantante, muy famoso, que pasaba por Miami. Habia escuchado sus temas, visto los videos en los que meneaba el culo con un rico vaivén, y ahora me lo presentaban. Alto, delgado, con una cintura pequeña y un culito bien formado, el "famoso" no me respondió cuando le dije, "es un placer conocerlo", tampoco estiró la mano para saludarme, y practicamente me ignoró mientras su manager daba las instrucciones de cómo nos comportariamos en el lujoso hotel de Miami donde él pasaría una semana mientras daba dos conciertos y se presentaba en programas de TV.

En una habitación contigua a la suya estariamos mis amigos Marco, Sandro y yo; vigilando el sueño de la "estrella" y atentos a cualquiera de sus caprichos. A la hora que sea, de dia o madrugada, debiamos correr a cumplir con sus deseos. Y bueno, eran las 6 de la mañana de mi primer dia de trabajo, y yo intentaba dormir a pesar del calor, dando vueltas en una pequeña cama cerca a la de mis compañeros que tuvieron que compartir una matrimonial. Vaya, los tios no me habian atraido mucho, pero los culos si. No me importaban de quien era, hombre o mujer, un buen culo era algo que yo no dejaba pasar. Y los de mis compañeros, brillaban por su ausencia; no tenian, apenas unas nalgas caidas. Ni modo. No podria romperle el culo a ninguno de ellos, a pesar de que mi pequeño slip blanco dejaba ver que mi verga de 23 cms. que hacia ya dos meses no conocía mujer que se la comiera.

En eso estaba, sumido en mis pensamientos sexuales, cuando empecé a escuchar los gritos de mi famoso jefe pidiendome que fuera a su habitación. De inmediato me puse un pantalon, la camisa, y descalzo corrí a verlo. Allí estaba, sólo en calzoncillos, colgado de la ventana de la habitación, piso 17, saludando a las fans que gritaban su nombre desde la acera. Mi "famoso" dejaba ver la mitad de su cuerpo por la ventana, mientras su cúlito y las piernas se apoyaban en un sofá. Tenia miedo de caerse y pedia ayuda. Habia que sostenerlo por la cintura mientras él jugaba por la ventana con sus admiradoras.

Otra vez me llamó la atención su culo, grande, duro, nalgón, blanquito y sin pelos; pero mientras me acercaba a él, empezó a decirme, "te pagan para que vengas de inmediato, no 5 minutos después, pude haber caido por la ventana". Quise explicarle que estaba durmiendo, y casi sin ropa, pero el muy grosero seguía llamandome la atención, "la próxima vez vienes aunque sea desnudo y en medio de un sueño".

No pensé que fuera a cumplir con su amenaza, pero lo hizo. Al dia siguiente a las 7 am., cuando apenas un slip celeste me cubría la empalmada, escuché los gritos del cantante de moda. Salí disparado y abrí la puerta de su habitación. Aunque él sólo me miró un segundo, noté como concentraba su mirada en mi enorme paquete, 23 cms. duros, tiezos, apenas cubiertos a la mitad por el slip- El estaba desnudo. Totalmente desnudo. Y sólo dijo,. "voy a saludar a mis fans, tomame con fuerza". Ahhh. Esa frase me puso a mil. Que me importaba a mi ese cantante, mi trabajo o la ciudad de Miami. Yo estaba empalmado y alguien iba a pagar por eso. Me acerque lentamente a él. Lo único que tenia dentro de la habitación era el culo paradito y las piernas. Me puse justo entre sus piernas, tocando suavemente con mi punta una de sus nalgas, y mis manos tomaron con fuerza su cintura. Noté comó él gemia de placer. Pero de inmediato aparté mi punta. El movió su cuerpo, buscandome, con placer, deseoso. Pero yo volví a moverme haciendo que se volviera loco. Pude haberle roto el culo allí, pero no, yo quería volverlo totamente loco. Pasaba mi verga por su culo, después apretaba sus nalgas contra mi pierna, escondia y mostraba mi rabo, mientras su culito se abría como en una invitación. Pero no. No caí. Y él se molesto, se puso de pie frente a mi y me grito, "¿qué crees que haces?, ¿sobarme tu verga como si yo fuera maricon?".

En ese momento me acerqué a él, delgadito, delicado, tomé su cabeza con mi mano y halandolo fuertemente le clavé la verga en la boca impidiendo que siguiera hablando. Mis manos tomaban su cabeza mientras con mis movimientos daba una y otra vez contra su garganta, rapido, lento, despacio, a golpes. El parecía estar con los ojos en blanco, abrazado a mi cintura, disfrutando de cada instante de mi embestida. Rapidamente me vine dentro suyo y no saqué mi verga de su boca hasta que la última gota de semén quedo dentor suyo.

Nunca habia sentido algo asi. Saqué la verga y él me dijo, "rompeme el culo". No, le respondí. Primero repiteme "soy maricon", y lo hizo. Una y otrz vez repitió "soy maricón", mientras yo lo tomé por la cintura, lo llevé a la ventana, dejé que sacara medio cuerpo afuera, le abrí bien las piernas, y sin saliba, sin luibricar, en seco, le clavé 23 cms. Sentí como su cuerpo se estremecía, como abría un culo que nunca habia recibido una verga tan grande, y me quedé asi dentro suyo, en seco, mientras un grito desde el piso 17 les avisaba a sus fans que el más famoso machito del mundo musical habia encontrado un trozo de carne que lo hacia gemir como una perra de placer. Unos segundos después comenzé a mover ese culo como si fuera una metralleta, y se lo segui moviendo las tres veces que se lo llené de semén. Todo el tiempo que estuve sin mujer, toda la leche que tenia conteniada en los huevos, llenó los intestinos de mi famoso jefe, que después de la trercera embestida se dejó caer en el suelo, complemantente exhausto. Yo no me bañé, no le hablé ni dije una sola palabra. Simplemnete me dirigí a mi habitación, tomé mi ropa, me vestí y salí de allí.

A los dos dias una llamada de la agencia cambió la historia. No me regañaban por haberme ido. Me pedían regresar al trabajo, pero como asistente personal de ese cantante famoso, hoy más famoso que antes, hoy de 28 años, que sigue teniendo Miami como centro de operaciones. En este momento descansa en su cama después de una faena única, cuatro embestidas únicas y maravillosas. Mi unico trabajo es darle placer y lo hago con gusto. El el escenario es una macho que vuelve locas a las mujeres, en nuestra cama es una mujercita que me la chupa horas de horas mientras vemos televisión, y que me repite "te quiero" mientras lo embisto. De vez en cuando todavia le abro el culo en la ventana del hotel que algun pais que nos toque visitar. Pero siempre terminamos con un tierno beso. Lo quiero mucho. Es muy especial para mi. Y escribo esto mientras lo veo dormir, con ese rico culito al aire, que ya me dieron ganas de romper una y otra vez.