Seduciendo a un chico frente a mi novio

Siempre tuve la fantasía de seducir a otro hombre frente a mi macho... y lo hice

Julián es mi pareja sexual, después de tanto probar me di cuenta que nadie más me satisface como él. Por ello siempre estoy dispuesta a complacerlo, he cumplido cada uno de sus caprichos, soy su puta y me gusta.

Él es el hombre ideal para mí, en la cama y en la vida nos complementamos a la perfección.

Las infidelidades quedaron atrás, ahora compartimos nuestras perversiones, somos libres viviendo una misma aventura, somos

cómplices y muy calientes, nos encanta fantasear.

Una de nuestras fantasías es que yo seduzca a un chico para hacer un trío. Y estuvimos muy cerca...Les cuento:

Hace unos meses conocí por una red social a un chico de nombre Daniel, actor de unos 25 años, ya lo conocía de vista, también había visto su trabajo en escena, era alguien que identificaba pero nunca nadie nos había presentado.

Un día me envió un mensaje saludando y cuando nos dimos cuenta ya nos encontrábamos en constante comunicación, sabía muy bien de la existencia de Julián, sin embargo al paso del tiempo, la confianza aumentaba y nuestras pláticas se tornaban cachondas o con temas sexuales. Y bueno, Julián también sabía de las pláticas con Daniel, le gustaba que yo le contara detalles de nuestras conversaciones.

Un sábado me comentó que tenía función ese mismo día en la noche y me invitó, le comenté a Julián y le pareció bien, asistimos a la función, al terminar fuimos a cenar con los actores y Julián propuso la casa para hacer el after.

Nos repartimos en los vehículos y nos encaminamos en caravana a la casa. Llegando sacamos los sillones de la sala y sillas del comedor al patio trasero, el clima estaba agradable, así que estuvimos bebiendo y platicando muy a gusto.

Debo admitir que cuando bebo me pongo más caliente de lo normal y ese día no fue la excepción.

Después de tanto tiempo comunicándome con Daniel, confieso que ya le traía ganas, así que decidí sentarme junto a él y con la complicidad de Julián empecé a coquetearle. Daniel no sabía que Julián estaba enterado, así que discretamente cada vez que había oportunidad le acariciaba las piernas, le acercaba las tetas, le hablaba al oído y él se dejaba querer, no perdía oportunidad de tocarme, cruzaba su brazo detrás de mí y discretamente me tocaba las nalgas o bien me acariciaba las piernas.

(Ah! Olvidé mencionar que ese día traía puesto un vestido blanco muy cortito que resaltaba mi piel morena y con un escote de media copa de donde sobresalían mi senos.)

Mientras jugaba a seducir a Daniel no perdía de vista a mi chico, yo podía darme cuenta que se iba calentando al verme comportarme como una verdadera golfa.

Tuve la necesidad de ir al baño y decidí ir al baño de la recámara y sin darme cuenta, Julián me siguió. Al salir del baño ahí estaba él esperándome, me jaló del brazo, me abrazo y mientras me besaba, sus manos acariciaban mis nalgas y mi puchita, sus dedos traviesos se introducían en mi vagina, yo estaba bien mojada (me encanta cuando me dedea, me prende muchísimo) de igual manera comencé a tocarlo y descubrí que estaba erecto al punto de casi romper los jeans, así que le abrí la bragueta y le saqué la verga, en ese momento interrumpió, me jaló del cabello y me dijo:

  • ¿Te encanta andar de putita, verdad?

Yo, me limité a sonreír.

Me aventó a la cama, hizo a un lado mi tanga y me penetró, al mismo tiempo que me masturbaba, no tardamos mucho, yo me vine casi de inmediato y Julián al terminar me tiró la leche en el vientre. Nos aseamos rapidísimo y regresamos nuevamente al patio. Teníamos una gran sonrisa que nos delataba.

Poco a poco la gente se fue despidiendo, Daniel y Wilfrido (amigo mío desde hace mucho años) se quedaron hasta el final, ya estábamos bastante ebrios a esa hora, mi chico un poco menos que nosotros, ya que siempre trata de medirse para cuidarme y permitirme disfrutar.  Wilfrido se quedó dormido en el sillón, mientras que nuestra plática empezaba a tornarse cachonda, Julián me tocaba las piernas y levantaba discretamente mi falda para enseñarle mis bragas a Daniel y así provocarlo, yo estaba ardiendo, con la miraba lo invitaba a entrar al juego, al parecer al él no le disgustaba, pero la presencia de Wilfrido nos incomodaba, así que Julián lo despertó y le ofreció llevarlo a su casa, ya que vivía bastante cerca.

Los acompañe a la puerta y vi alejarse el auto.

En ese momento me sentí con toda la libertad para seducir a Daniel, le traía muchas ganas y me vi con la oportunidad de desahogarme, toda la noche estuvimos conteniendo nuestra calentura, así que regresé al patio trasero y ahí estaba él, sentado en una silla bebiendo su cerveza, me acerqué y lo monté, al principio estaba nervioso, así que le dije al oído:

-No te preocupes, ya se fueron y tardará un rato Julián en regresar. Vamos

a divertirnos...

Comencé a besarle suavemente el cuello, lamerle la oreja, al mismo tiempo que me movía y frotaba suavemente con su sexo, él metió sus manos debajo de mi falda, me tomó de las caderas y me apretó tan rico que inmediatamente empecé a mojarme, al mismo tiempo que sentía como poco a poco se le iba parando la verga, le empuje la cabeza suavemente hacia mis tetas y le dije: - Chúpame rico, mi niño y muérdeme suave los pezones.

Su boca estaba saboreando mis pechos, una de sus manos me apretaba las nalgas y la otra mano estaba jugando a recorrer mi vagina húmeda y mi culo. Yo estaba súper caliente, gemía como una verdadera prostituta, quería que me la metiera, deseaba abrirle la bragueta, sacarle la verga para conocerla, moría de ganas por saber cuál es su grosor, su tamaño y su sabor...

Estábamos en pleno faje cuando escuche la puerta abrirse, Julián había regresado, inmediatamente nos separamos, echamos una carcajada y mi chico al llegar al patio supo inmediatamente que es lo que había pasado y se unió a la risa. Daniel nos miraba sin terminar de entender; yo me le acerqué apoyando ambas manos sobre sus piernas y al oído le dije que no se precupara, que no había problema, Mi hombre ya sabía y solo era un juego. Julián me pidió que fuera por más cervezas y al pasar junto a él me dio una nalgada, ellos se quedaron solos y yo desde la cocina escuchaba como hablaban de mí.

Julián le decía:

  • Espero no te shokees con todo esto; somo muy abiertos y nos gusta jugar a seducir a cierta gente. A Alex te le antojaste para cachondear, así que le dejé divertirse. Esta rica mi nena, ¿verdad? Mira como te dejó...(Señalándole la verga parada) Y aun no sabes nada, Es una diosa en la cama, sabe bien como exprimirme, lo que me imagino que pasó es solo una probadita...

Al regresar les di sus cervezas y cuando ya estábamos a punto de proponerle hacer el trío, escuchamos el claxon del taxi que había llegado por Daniel, yo pregunté en qué momento lo llamó a lo que respondió:

  • Cuando salieron todos a llevar a Wilfrido.

Se despidió de Julián dándole un abrazo y cuando se acercó a mí me tomó de las caderas, me levantó, yo le abracé la cintura con mis piernas, le di un beso de lengua mientras miraba a mi chico, Daniel me bajo, nos agradeció las atenciones, acordamos que saldríamos a tomar unas cervezas para platicar, sonrío y se fue.

Queremos proponerle que sea el modelo en una sesión de fotos eróticas, en donde mi chico será el fotógrafo y Él y yo los modelos.

Me encantaría que Julián guíe la sesión, hasta hacernos llegar al acto sexual.

Al salir Daniel de la casa, mi chico me pidió que le contará con detalle todo lo que habíamos hecho en su ausencia, sé muy bien que a Julián lo pone muy caliente que su hembra ande de putita, así que mientras hacíamos el amor yo le contaba al oído y con voz quedita lo que habíamos hecho y lo que sentí, con ese material fantaseamos toda la noche mientras cogíamos como locos...

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