Seduciendo a mi tío Final
Gracias x los comentarios y esta es la última parte del relato .. Espero les guste y nuevamente esto es real ..
Mi tío quería moverse, pero lo empujé fuerte contra la pared y le dije que no se moviera, que me dejara todo a mí ante lo cual, él solo asintió con la cabeza.
Ahí me levanté y dejé caer la sábana totalmente. Estaba desnuda delante de él, de mi tío, que me comía con la mirada llena de lujuria y deseo por devorarme. El trago ya había hecho efecto y ya había pasado la línea de la relación sobrina-tío. Ahora, yo tenía el control nuevamente, así que me agaché y puse su pene entre mis senos, lo masturbé suavemente y, por algunos momentos, lamía con mi lengua toda su erección. Lo disfrutaba, mientras lo sentía entre mi pecho y succionaba su líquido, deseaba que mi tío me cogiera (¿Qué me pasaba? ¿Solo era placer o lujuria? Pero eso no importaba, estaba decidida, quería y lo haría mío.
En el fondo, se escuchaban las risas y la música, mientras yo, desnuda con el pene de mi tío entre mis senos sin que nadie lo supiese. Luego, me levanté y puse mis nalgas en su pene, lo sobaba, escuchaba cómo solo balbuceaba —Oh! Sí, así pequeña, me decía.
Estaba muy caliente, me apoyaba con una mano en el mango de la puerta para tener mayor estabilidad y poder ver si alguien nos advertía de lo que estaba pasando, eso me ponía aún más caliente, mientras me movía despacio sintiendo como el pene de mi tío trataba de entrar, pero resbalaba y, por otro, esa sensación de que alguien me vea por la puerta algo abierta me volvía cada vez más caliente. Yo solo veía cómo bailaban mis papás, mi tía (la esposa de mi tío, a quien me lo iba a coger) y los demás.
Todo esa sensación era única y yo no aguantaba más, quería que lo metiera de una vez así que acomodé su pene duro y erguido; y, él, sin pensarlo, me agarró de la cintura fuerte y lo empujo en un solo movimiento, hasta que logró meterlo totalmente, eso hizo que soltara un gemido (el primero de varios), empezó a moverse y yo sentía cómo entraba y salía todo ese pene mientras mis gemidos y la fuerza de estos eran cada vez mayores.
Pasaron unos minutos y escuché unos ruidos cerca de nosotros, pero mi tío no se detenía y yo tampoco quería que se detuviera, lo empujé con mis nalgas hacia la pared haciendo que entrara más, ese pequeño movimiento hizo que me temblara las piernas, solté un gemido e hizo que me viniera mojando todo a mi tío.
Sabíamos que no teníamos mucho tiempo ni que estaba bien. (Él se terminó de sacar el pantalón y la venda de los ojos, me miró desnuda y empezó a besar, un beso apasionado, me comió la boca, me guio hasta la cama y me echó en ella, se subió encima de mí, yo, instintivamente, abrí las piernas como diciéndole “que esperas”, se acomodó el pene y lo puso en la entrada de mi vagina .. me miró y dijo :
- “Siempre quise probarte, estas nalgas y tus senos son una delicia”.
El empezó a moverse más y más rápido haciéndome gemir. Ya no me importaba si me escuchaban o no, ya no aguantaba el placer que sentía.
“Ahí ahí, así, ahí, ahí, sigue, no te detengas, sigue así, si tío, así más rápido”… le pedía apretándolo fuerte con mis piernas. Él dijo “Qué rico esta esto”, para luego empujármelo adentro con más fuerzas y terminar viniéndose dentro de mí. Sentí como me llenaba toda, como entraba ese líquido caliente que me invadía y se quedaba dentro de mí, ¡Qué delicia de placer! Lo único que pude hacer fue ponerme a un costado dándole la espalda disfrutando ese momento para que él se echara a descansar también.
Estaba con los ojos cerrados, pero al escuchar la música supe que debía cambiarme rápido, pero antes que me pueda parar mi tío se acercó más y me preguntó cuándo lo íbamos a repetir, le dije que otro día con gusto. Él se paró y me miró, nuevamente, toda de pies a cabeza y me dijo, mirando su pene:
- ¿Quieres despedirte bien sobrina?
Me agaché y lo empecé a chupar nuevamente, él lo único que hacía era agarrarme la cabeza. ¡Qué bien lo haces!, me dijo, tu tía no hace ni la mitad de lo que tú haces. Escucharle esas palabras me gustó y empecé a chupar su pene, que se volvía a poner erguido, con más ganas, una y otra vez. Se lo lamía por completo, saboreaba su ser, trataba de que entre todo en mi boca y estando ahí mi lengua se apoderaba de él; hasta que lo noté por completo duro y parado.
Me dijo “uno rápido” y yo acepté encantada. Me puso al lado de la puerta, me alzó una pierna y empezó a meterlo cuando en eso vi que se acercaba mi abuela, quien llegó hasta la puerta. Me llamo y me dijo que mi papá me estaba buscando. Traté de aguantar mis gemidos y le dije que ya iba. Ella trató de entrar, pero le dije rápidamente que me estaba cambiando.
Obviamente, no me creyó y pasó pero vio que había alguien más y se retiró. Mi tío asustado se había tratado de esconder, pero cuando se fue salió y buscó nuevamente darme contra la puerta. Empezó a apretarme las nalgas, ya me quería comer, pero ya era muy tarde, así que le dije que lo dejáramos para otro día.
Él me chupo los senos, me dio un beso y me dijo cuando quieras. Me agarró de la cintura y me abrazó haciendo que su pene se ponga duro de nuevo. Quería comerme, pero ya había estado ausente mucho rato así que dijo “es una lástima, mira cómo me tienes. Me reí y le dije que lo visitaría otro día. Dijo, mejor me voy antes que no pueda controlarme, se terminó de cambiar y se fue.
Yo me quedé dormida hasta que mi papa me despertó y me preguntó si me quedaba o me iría con él. Yo ya estaba con ropa cambiada, así que solo me lavé y me fui con él. Cuando salí ya no había nadie, solo mi abuela algo molesta conmigo pero no recordaba por qué; pero después de unos días mi prima me contó que mi abuela me vio con mi tío pero que no diría nada por mi tía. Igual, hoy todo ello quedó en una anécdota.
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