Seduciendo a mi profesora del colegio
Esta es una historia de cómo logré cumplir una de mis mayores fantasías, tener sexo con mi profesora de secundaria. Aprovechando que en su hogar no era complacida sexualmente por su esposo, logré llevarla a mi cama y deleitarme de su cuerpo, su piel, sus labios y desde luego su vagina.
PREÁMBULO
El matrimonio es una peculiar forma de vida y una de las más placenteras. ¡Claro! siempre y cuando haya amor, un poco de locura y obviamente sexo. La mujer tiene que ser complacida en todos los aspectos, ya saben lo que dicen “una mujer feliz, es un matrimonio feliz” Desgraciadamente hay hombres que pierden su tiempo, día y noche en su trabajo, convirtiendo la vida de casados en una rutina. A veces cansados, agotados, sin energía y en el peor de los casos con mal humor. Al principio lo mencioné, a la mujer hay que satisfacerla en todo y obviamente ellas tienen sus momentos de placer que deben ser atendidos respectivamente. Si eres de los hombres que he mencionado, no te imaginas lo que tu mujer en desesperación puede hacer, llegando incluso a perderse en el éxtasis de un amante.
Esta es una historia de cómo logré cumplir una de mis mayores fantasías, tener sexo con mi profesora de secundaria. Aprovechando que en su hogar no era complacida sexualmente por su esposo, logré llevarla a mi cama y deleitarme de su cuerpo, su piel, sus labios y desde luego su vagina.
Escribo esta historia porque creí que este tipo de fantasías de juventud, no podía ser posible. Sin embargo pasó, y si pasó conmigo también puede pasar con quienes estén leyendo este relato. Siempre pregúntense, al caminar por la calle y ver a las mujeres caminar con sus cuerpos esculturales: ¿Estará complacida sexualmente o está siendo descuidado por su esposo?
INICIO
Mi nombre es Pablo, soy un chico de 22 años, 1.75m, universitario, cabello corto, rizado, de color negro, tez blanca, ojos azules. Me gusta ir al gimnasio por lo que mi contextura es atlética. Desde el colegio me ha gustado practicar mucho deporte y desde luego era capitán del equipo de fútbol soccer. No soy un nerd pero mis notas han sido sobresalientes durante toda mi vida. Mi intención no es alabarme pero debido a estas características he sido un imán para las chicas de mi edad y no he tenido ningún problema al conseguir novias, desde luego me he acostado con algunas de ellas pero jamás con una mujer de 35 años como os contaré en esta historia. Comprendí que la mujer pasado los treinta sabe moverse en la cama y te puede dar el mejor sexo de tu vida.
Describiré a la mujer que de seguro, amigos lectores, será el deleite de su imaginación. Una mujer de estatura promedio, 1.60m, cabello lacio y largo que le llega hasta su pecho, dándole un toque erótico, ojos negros, labios carnosos y apetecibles de ser besados, su piel color canela y no se diga de sus senos, grandes y redondos (siempre pensé que se había puesto implantes pero descubrí que no jaja) un culo torneado, redondo, no tan grande pero que de seguro habrá robado más de mil miradas. Al juego van sus piernas, que desde que era mi profesora en secundaria me gustaba mirarlas, (en mi colegio de hecho todas las licenciadas usaban falda por encima de la rodilla, era parte del uniforme, pero ella solía ponerse un poco más alto, por lo que en tiempos de adolescente y con mis hormonas alborotadas por los aires me hacía muchas pajas en su honor al solo recordar aquellas piernas y el contorno de su culo que no pasaba desapercibido) el toque final lo da su cadera y su abdomen perfectamente plano (tiene un hijo, pero no fue motivo para que dañe su figura)
En el colegio me había hecho amigo de mi Licenciada, las buenas notas creo que ayudó, pues una mujer así no iba a dar confianza a cualquier niñato vago de la calle. Le contaba de mis novias, desde luego obviando el tema del sexo, hablar de eso con ella me hubiera puesto de lo más rojo como un tomate y tampoco quería que piense que soy un niñato caliente que se la quería tirar (aunque eso era lo que más quería en el mundo en esa época) En fin, me convertí en el mejor alumno de su clase (ella imparte la cátedra de Literatura) con el fin de que por obra del destino pase algo, aunque sea un beso o una oportunidad de ver más allá de lo que su brasier dejaba ver, pero desafortunadamente no sucedió.
Desde que me gradué del colegio, mis habilidades de seducción mejoraron sustancialmente y como siempre cuando quiero ligar con una chica la llevo a cenar a unos de los restaurantes más lujosos de la ciudad. Era tipo 9pm y siempre me ha gustado ser puntual en mis citas (pienso que eso dice mucho al momento de ligar) y mientras esperaba a que mi próxima conquiste llegue, pedí un vaso con agua y me dispuse a revisar mi Facebook. Algo me hizo desviar la mirada hacia una mesa de alado, era una mujer sollozando y como todo un buen caballero dispuse a calmarla.
- ¿Pasa algo señorita?
Le dije señorita porque hasta ese momento no sabía de quien se tratase, obtuve como respuesta un solo movimiento de cabeza diciéndome que “No”
- ¿Puedo ayudarla?
Nuevamente negó con su cabeza mientras continuaba sus sollozos. Al momento de sentarme frente a ella en la mesa, ¡Oh sorpresa! Era mi Licenciada del colegio, una inmensa emoción inundó mi ser al verla después de tantos años; pero también, una tristeza al encontrarla así. Ella también quedó sorprendida con mi presencia (creo que no me reconoció y es lógico pues había pasado ya 3 años y medio de que salí del colegio)
- ¡Licenciada! ¿No me reconoce? Soy Pablo, su alumno de secundaria
Al presentarme, ella cambió su semblante, mostró una tierna y dulce sonrisa (creo que también se alegró al verme después de tanto tiempo) y al parecer se olvidó de su mal momento, al menos por ese instante
- ¿Pablo? ¿De verdad eres tú? ¡No lo puedo creer! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¡Mírate! has crecido bastante y te has puesto muy guapo
Aquellas palabras hicieron que mi rostro se tornara un poco rojo, ella lo notó
- Pero no te apenes Pablo (sonrisa dulce), toma asiento ¿Qué te trae por aquí?
- Bueno e-e-este quedé en cenar con una amiga y la estoy esperando
- ¿Amiga? Apuesto a que es tu novia jajaja
- No, licenciada no es mi novia es solo una amiga de la universidad
- ¿Y cómo te va en la U?...
Mientras le platicaba de cómo era mi vida de universitario me mataba la curiosidad saber por qué estaba en ese estado, cuál era el motivo de sus sollozos
- … ¿Licenciada, puedo hacerle una pregunta sin que se moleste?
- Claro, Pablo dime nomás
- ¿Por qué una bella dama como usted estaba llorando?...
Mi pregunta hizo que su rostro se pusiera triste (no quería que se pusiera de nuevo así pero no había de otra) y con un nudo en la garganta me contó lo sucedido
- Verás Pablo, te voy a contar sólo porque me alegra verte de nuevo y por los viejos tiempos… Las cosas con mi esposo no están funcionando bien, hoy era nuestro aniversario de 5 años casados, habíamos quedado en cenar y pasar una velada romántica pero parece que su trabajo es más importante que yo…
Su voz que en un inicio era de tristeza se convirtió en ira. El esposo de mi licenciada es un hombre trabajador que desde que recuerdo quería tener el puesto de subgerencia y pues lo ha logrado, pero eso implicó que trabaje más, por una empresa que no es ni de él.
- … Llega a casa muy tarde, tenemos ya poco tiempo para nosotros, le digo que salgamos de viaje como solíamos hacer pero él siempre me responde que tiene que hacer muchos papeles, que no lo moleste, que lo deje descansar.
Entre otras quejas y reclamos había pasado media hora, mi cita no había llegado todavía y armándome de valor (hasta el momento sin mala intención) la invité a ir a otro lugar para que olvidara el mal rato que le hizo pasar su esposo ese día.
- Una mujer como usted no debe estar llorando, al contrario debe estar feliz de estar hermosa y radiante, parece que los años no han pasado por usted y con todo respeto Licenciada está más hermosa de lo que recuerdo
Aquellas palabras la hicieron poner roja
- Pero, licenciada no se sonroje jajaja, que le parece si en vez de estar pasando un mal momento nos vamos a bailar, digo, por habernos encontrado después de tanto tiempo es justo que celebremos, además ahora ya soy mayor de edad y puedo ir ya a los antros jaja.
- Qué cosas dices Pablo, ¿Yo, a bailar contigo? Va a parecer que tu madre te está vigilando jajaja
- No licenciada, como va a parecer mi madre si usted se ve de unos 20 jaja insisto que los años no ha pasado por usted
- Pero Pablo y ¿la cena con tu amiga?
- Tranquila licenciada me acaba de escribir que la perdone, pero no va a poder venir porque llegaron unos familiares a su casa
- Mmmmm nose Pablo, ya es muy noche y debería mejor regresar a casa
- Tengo que insistir licenciada, usted se arregló muy bonita para esta noche y debe salir a divertirse, ¿no me va a dejar divertirme solo, verdad?
El destino ese día estuvo conmigo, obviamente lo de mi cita era mentira y la deje plantada (fue culpa de ella por llegar tarde), mi licenciada aceptó ir a bailar y cuando se paró de la silla, casi se me cae la boca, no la había visto así. Con pretexto de ir al tocador a arreglarse un poco pude deleitarme de sus curvas y de su trasero, (el cual esa noche sería mío) Estaba puesto un vestido blanco de una sola pieza de esos que tienen un cierre atrás, era ajustado a su cuerpo, usaba tacos de punta bien altos que hacía que resaltara su culo aún más e hiciera que sus piernas se vean de lo más sexy. En ese momento recordé las pajas que hice en el colegio en su honor y como hombre la desee. Cuando regresó pude ver como sus tetas querían salir de esa prisión y la silueta al caminar era de lo más erótico.
La noche en el antro fue de lo más normal, nos tomamos unos cocteles y como ella no solía beber mucho, enseguida se puso acalorada. Era tipo media noche cuando ella dijo que se regresaba a casa, por lo visto su esposa había estado llamándole y ella no las contestó. Yo en ese momento tenía otras intenciones puesto que verla bailar me había puesto a mil. Sin saber cuál sería su respuesta me arriesgué a decirle:
- Licenciada, ¿usted cómo se va a ir a su casa?
- En taxi, Pablito
- No voy a permitir que se vaya usted sola a estas horas licenciada. Que le parece si esta noche usted se queda en mi departamento que está acá a la vuelta y mañana en la mañana se va
- ¿Cómo dices Pablo? (en tono de sorpresa, yo pensé en ese momento que la regué pero…)
- E-e-e digo-o licenciada que usted se puede quedar a dormir en mi departamento, claro usted en la recámara y yo me quedo en la sala. Es por su seguridad licenciada, estas horas es muy peligroso que se regrese usted sola. Por favor acepte mi invitación
Parecieron que los minutos fueran horas y tardó mucho en contestar pero a la final aceptó. En ese instante mi corazón latía a mil por hora, iba a tener a tremendo de mujer en mi departamento, debía planear algo para poder acostarme con ella, lo deseaba tanto. La pregunta era ¿cómo? Para mí me resultaba fácil seducir a una chica de mi edad, pero a una mujer como ella casada y por lo que asumía debió ser fiel, no sabía cómo. Pensé en alcohol, por lo que vi en el antro con un poquito de alcohol se soltó algo, pero si no funcionaba tendría que emborracharla y gozar de su cuerpo. Prácticamente sería una violación, esa idea no me gustaba, quería que ella disfrute con migo, y no solo yo de ella. Pero en tal caso sería eso o quedarme con las ganas y desde luego no pensaba quedarme caliente y más cuando tenía todo para cumplir mi sueño, follarme a mi profesora de secundaria.
Como buen universitario en mi departamento había licores de todo tipo y desde luego pipas de humo, al llegar a mi departamento (debo decir que vivo solo y mis padres me dieron ese departamento por mi cumpleaños #20 ellos piensan que así sería más responsable lo cual si es verdad pues te toca hacer las cosas por ti mismo) le pregunté si quería beber algo, ella respondió que solo agua.
- ¡Vamos! Licenciada, estamos en confianza pida lo que usted quiera. ¡Ya sé! Le voy a preparar un coctel de lo más rico, especialidad de la casa y personalizado para usted.
(En una de mis vacaciones seguí un curso de coctelería, y debido a ello a las chicas que llevaba al depar les encantaba verme preparar)
- No Pablito como se te ocurre, si con los que nos tomamos en el antro ya me sentí mal jajaja
- Licenciada es un coctel especial, venga le voy a enseñar cómo se prepara y además no contiene mucho alcohol.
- Bueno, pero solo unito ¿va?
- Lo que usted me diga Licenciada
Terminé preparándole un Daiquiri Passion, le encantó. Ahora era de motivar la fiesta con música. Las pipas de humo fueron muy útiles, le pregunté si había fumado una de esas lo cual afirmó que sí. (Vaya sorpresa la Licenciada no era muy anticuada jaja) Al principio dudó en hacerlo, me decía que debíamos dormir, pero al final cedió y terminamos jugando verdad o desafío adaptado a la situación. Parecíamos dos adolescentes en ese momento, risas y más risas. Cuando ella decía desafío le tocaba tomar un shot, por lo que evitaba los desafíos y solo escogía verdad. Yo por otro lado no me importaba beber, las preguntas de ella era de lo más sencillas que no me importaba contárselas me preguntaba de mis novias, si he engañado, cómo fue mi primera vez, mis fantasías etc etc. Las preguntas que yo le hacía estaban encaminado a su vida matrimonial con el fin de que entre el sentimiento y beba un poco más. Dio resultado, su vida no era muy feliz y lo que más me sorprendió fue cuando le hice una pregunta:
- Licenciada, y usted ¿Cuántas veces tiene sexo con su esposo?
- Pablito, mi esposo ya no me toca, no me desea como antes, no hemos tenido sexo desde hace más de un año, creo que ya no soy atractiva para el
¡Dios mío! ¡Más de año!!!! Eso es bastante tiempo, pensé. Cómo es posible que teniendo a tremenda mujer en casa con un cuerpo fenomenal que todo hombre desearía tenerla en su cama y este tipo que se hace llamar “esposo” no la haya follado por más de un año. Los desafíos terminaron ahora las preguntas eran más intensas, le preguntaba si había hecho sexo oral, sexo anal, había sido infiel, si haría un streeptease a alguien que no fuera su esposo, cuál es su posición favorita en la cama, si le gusta que la traten sucio, la sometan, etc, etc. En ese momento ya no había timidez podíamos hablar de todo, ella había hecho oral, era virgen de culo, no había sido infiel, del streeptease dijo que podía pensarlo, le gustaba en cuatro y bueno muchas respuestas más que me éxito muchísimo.
- Licenciada, no conocía ese lado erótico de usted
- Hay que pena Pablito no debí haberte contado todo esto
- No se preocupe Licenciada, usted también sabe más de mí, además esto queda en confianza. Somos personas adultas y esto no debe ser un tabú para nosotros, y no me va a negar que se ha reído y gozado con estas ocurrencias jajaja
- Jaja Pablito solo a ti se te ocurre estas cosas
- Licenciada ya que estamos en confianza y está muy entretenido el momento juguemos algo
- ¿Jugar? Jajaja pero que se te ocurre que podemos jugar a estas horas
- Es sencillo Licenciada, apuesto que usted también lo ha jugado, juguemos a la botella y claro como estamos solo los dos será adaptado a la situación jaja
- Si conozco el jueguito pero ¿cómo vamos a jugar entre los dos nomas? Eso se juega con más gente jajaja
- A quien le salga “pico” de la botella puede escoger entre tomar un shot o quitarse una prenda de vestir
Ella se quedó sorprendida al escuchar mi propuesta y de nuevo el tiempo pasó muy lentamente antes de escuchar una respuesta
- Pero Pablito me voy a emborrachar jajaja o me quedaría desnuda
- Licenciada, eso depende de usted jajaja mañana usted tiene que regresar temprano a casa, si opta por beber mañana tendrá una resaca que no se imagina jajaja
- ¿Entonces me conviene la segunda opción? ¿Y qué pasa si me quedo desnuda?
- Si alguien ya se queda desnudo se termina el juego y nos vamos a dormir
- Pablito, este juego está muy picante, no deberíamos jugar. Nunca he visto desnudo a alguien excepto a mi esposo y si tú te quedas desnudo, no que pena o yo me quedo desnuda, ¡No! Pablito definitivamente ¡No!
- ¡Vamos! Licenciada ya somos adultos, no va a ver nada diferente de lo que ya ha visto jajaja además esto va a ser nuestro secreto
- Jajaja que ocurrencias dices Pablito, la verdad es que me da pena contigo, mi cuerpo ya no es de una adolescente, te vas a reír de mi
Claro que no es de una adolescente, es de una mujer madura bien puesta.
- Cómo va a pensar eso Licenciada, sería incapaz de reírme de usted, anímese, será un juego muy divertido o acaso no la está pasando bien
- No es eso si no que…. Mmm… mmmm…. Ok Pablito jugaré
- ¡Perfecto!
(Por fin había conseguido acorralarla tenía dos opciones, se desnudaba ella conscientemente o se emborrachaba y podría gozar de su cuerpo, pero prefería que fuese la primera) En ese momento dividimos la mesa, con una línea, en dos para saber a quién le toca el pico de la botella. La hice girar y le tocó a ella
- Entonces Licenciada usted dirá que escoge tomar o una prenda
- No quiero ir con resaca Pablito jajaja me sacare los zapatos
Eso no fue tan erótico como pensaba, pero recién comenzaba así que era el asunto de esperar, en ese momento se me ocurrió una idea
- Licenciada pero así de simple no tiene gracia tiene que hacer un movimiento sexy
- Eso no dijiste jajaja entonces será el próximo
- ¿Sabe algo? Para que sea más entretenido, la prenda debe sacarla la otra persona, ¿Qué le parece Licenciada?
- Mmmm…. Ok Pablito es tu juego jajaja
Estaba ya ese momento en la gloria, podría sacarle cada prenda y deleitarme de su cuerpo, debo decir que estaba en ventaja yo estaba vestido con mi camisa, pantalón, bóxer, zapatos y medias 5 prendas en total, mientras que ella que ya se había sacado los zapatos solo tenía su vestido que era una sola pieza y asumo de su ropa interior total 3 piezas. Ella se percató de esta situación de desventaja y dos veces más que le toco, ella optó por tomar el shot. A mí me tocó más seguido primero fueron los zapatos y luego las medias que no fue sexy para ambos pero fue gracioso jajaja. Nuevamente me tocó y ahora iba a tener el placer que ella me quitara la camisa que traía, con un movimiento sensual mientras ella me desabotonaba los botones hasta que me quitó. Como había mencionado al inicio siempre cuido de mi cuerpo por lo que tengo cuadritos y pectorales bien marcados para el deleite de una mujer.
- Wow! Pablito, sí que te has conservado muy bien, mírate pareces un modelo de televisión jajaja
Quería seducirla con mi cuerpo, que viera la potencia de un joven, que me deseara tanto como yo a ella. Siguiendo el juego me tocó a mí de nuevo y opté por el pantalón. De nuevo con movimientos sensuales ella logró retirar la correa y con cuidado de no topar mi paquete fue retirando el cierre del pantalón y con un poco de timidez fue bajando hasta sacarlo.
- Qué pena contigo Pablito, estoy roja y hace mucho calor
- No se preocupe Licenciada, acaso no está divertido el jueguito?
- Lo admito me está gustando, porque estoy ganando jajaja
Tras unas rondas más ella optó por seguir tomando y yo también bebí, pero al fin, por fin llegó el momento en que ella tomó la decisión de sacarse su vestido, no quería seguir bebiendo ya que estaba mal y no le quedaba de otra si no quería estar con dolor de cabeza en la mañana.
- Parece que le toca a usted Licenciada ¿qué va a escoger?
- El alcohol me está haciendo mal Pablito ya no beberé, creo que optaré por el vestido. Pero cuidadito con tus manos eh!! No te pases jajaja
- Trataré de no hacerlo licenciada
En ese momento mi corazón estaba acelerado, por primera vez la vería casi desnuda solo con su ropa interior. Me paré delate de ella y con cuidado llevé mis manos atrás, ella solo me miraba y sonrojada con una risa picarona me recordaba sus palabras de tener cuidado con lo que tocaba. Baje su cierre, sentía que su respiración se agitó un poco, creo que la idea de verse casi desnuda frente a un hombre mucho menor que ella la excitó. Hubiera sido sencillo haber dejado que el vestido cayera al piso pero hubiera perdido la emoción, así que poco a poco fui subiendo, mientras la miraba directo a sus ojos y ella a los míos, cuando sabía que había pasado su cintura ligeramente baje la mirada. Estaba usando una tanguita de color negro, pequeñita y por fin pude ver en su esplendor sus piernas que tanto me gustaban. Seguí subiendo el vestido, cuando pasó ya por su rostro me puse detrás de ella para sacarlo por completo. Con la vista posterior se dibujaba su perfecta cintura y su culo, su hermoso culo paradito como me lo imaginaba. Ella se dio vuelta a donde mí, con el rostro más rojo y que le daba ese toque de sensualidad y ¡Oh DIOS! ¡Ese par de tetas! Eran grandotas, redondas y querían salir de aquella prisión de su brassier. En ese momento me quedé helado, y ella instintivamente trataba de cubrirse pero después no le importó.
Siguiendo el juego me tocó dos veces más a mí y debida la situación en la que me encontraba no podía decirle que me quitara mi bóxer puesto que si quedaba desnudo se acababa el juego y no podría verla desnuda como deseaba. Le tocó a ella, nuevamente mi corazón palpitaba, decidió por quitarse una prenda.
- Licenciada, ¿qué prenda se quitará?
- Creo que elegiré, mmm…. Mmm… elegiré mi tanga.
No me lo podía creer, tendré el placer de ver su coñito ¿tendrá depilado?
- Pero Pablito cuidado con sus manos, no se pase de la raya jajaja
- Tranquila Licenciada y para que esté segura que no tocaré nada de lo indebido, coja mis manos
- Pero Pablo si tomo tus manos ¿cómo me vas a sacar?
- Usted tome mis manos y verá como soy capaz de quitarle su tanguita
- Ok, no me imagino como pero si no puedes, ¡pierdes! Jaja
En ese momento estando frente a ella, me puse de rodillas y acerqué mi boca a un lado de sus caderas tomando la tanga con mis dientes
- ¿Pablito que haces?
- Voy a sacarle sus bragas Licenciada sin utilizar mis manos
Sentir su piel con mis labios y pensar lo cerca que estaba de su coño me excitó y mi polla empezó a ponerse dura. Primero baje un poquito de un lado, luego del otro lado iba bajando poco a poco, sentí que la respiración de ella se aceleró a un más cuando tomé con mis dientes la parte de la tanga que daba justo a su vagina, pude sentir su olor, el olor a mujer, a hembra que quería ser domada por un hombre menor a ella. En ese momento quise meter mi lengua en su entrada, jugar con su clítoris, hacer que se moje, que se corra de placer, pero no lo hice, me gusta seguir jugando y así fue. Cuando le quité completamente ella instintivamente se cubrió y era la imagen más tierna y excitante que había visto en mi vida.
En ese momento pensaba si me tocaba a mí o a ella sería el final del juego. Rogaba que me tocara a mí, puesto que tenía planeado algo y efectivamente me tocó
- Licenciada, va a poder quitarme mi bóxer pero usted también debe tener cuidado con sus manos no quiero que toque algo indebido jajaja, así que para asegurarme, preste sus manos
Mi intención era que hiciera lo mismo que hice con ella, que me quite mi bóxer con su boca. Ella comprendió lo que debía hacer y poniéndose de rodillas, mirándome a la cara, agarró con sus dientes el filo del bóxer y empezó a tirar hacia abajo. Esa posición me excitaba tremendamente, me imaginaba tenerla así mamando mi polla, la cual mientras ella continuaba bajándome el bóxer crecía y se estaba poniendo gorda y dura. Ella jaló el bóxer y mi polla salió disparada, apuntando el techo, estaba tan excitado, quería hacerla mía ese momento, ensartarla con mi polla, que mis bolas choquen su culo, hacerla gritar de placer. Mi pene mide 21cm y debido a la cara de asombro que puso ella debió medir más que la de su esposo.
- Pablo, que bien lo tenías escondido, no me digas que fui yo quien te puso así
- Sí Licenciada es usted, mire como me ha hecho excitar
- Jaja controla tus hormonas Pablito, me quieres matar de un susto
- Lo siento Licenciada, mi cuerpo reacciona así ante una hermosa mujer como usted
- Bueno Pablito, se acabó el juego ahora si es hora de dormir y tú tienes que bajar esa calentura, así que mejor te dejo solito
- Licenciada, no es justo
- ¿Qué no es justo?
- Usted me ha visto en pelotas, lo justo es que yo también la vea a usted desnuda
- Pero, eso no fue lo que habíamos acordado
- Solo una vez, usted es una mujer hermosa, con un cuerpo espectacular, no entiendo como su marido no la toca desde hace mucho tiempo
Al recordarle de su marido y usar lo que me contó en beneficio mío logré que ella se desnudara por completo. Como me lo imaginaba sus tetas eran grandes, las más grandes que he visto hasta el momento. Estaba preciosa, era la mujer más buena que había tenido el placer de verla desnuda.
- Ya Pablito, me voy a dormir, de seguro con esto tú tendrás un dulce sueño y podrás bajar tu calentura jajaja
Me fui acercando a ella, la tomé de las manos y la miré fijamente a los ojos
- Licenciada, jamás había tenido a una mujer tan hermosa como usted. Déjeme complacerla como usted se merece
- ¿Qué estás diciendo Pablo? Estás mal, soy una mujer casada que…
- Casada que su esposo no la toca, no la hace sentir mujer, más de un año sin tener sexo, apuesto a que su coño está deseando tener una polla dentro
- Pa-Pa-Pablito nunca le he sido infiel a mi esposo, yo a el…
Ese momento llevé su mano a mi polla
- Licenciada, no me diga que usted no está tan excitada como yo lo estoy
- No Pablo yo no…
- Usted me puede decir que no pero su vagina no lo va a negar
Lleve una de mis manos a la entrada de su coñito y efectivamente estaba ya mojada
- Pa-Pablo no no por-fa-aa-vor para, eres menor a mí no puedo hacer esto
- Licenciada, soy un hombre y usted una mujer, la edad no importa yo la deseo a usted, deseo hacerla mía, que se corra a gusto, que disfrute del sexo como nadie más lo ha hecho
- Pero Pab…
En ese momento la besé tan apasionadamente y ella me correspondió con un beso como si la vida se le fuera en ello. Ella no había soltado su mano de mi polla, y empezó a hacerme una paja, yo me sentía en la gloria y sabía que esa noche ella sería mía. Entre besos y mis manos en su culo la llevé a mi cuarto. Quería que me desee, que me pida que la folle, que me suplique que se la metiera. En ese momento cogí una corbata que había a la mano y le tapé los ojos.
- ¿Pablo que haces?
- Tranquila Licenciada, usted solo disfrute, la va a pasar bien
CONTINUARÁ…