Seduciendo a mi hermana (3)

Tercera parte de mi relato, en la que cuento como me vuelvo a aprovechar de Mayra emborrachandola previamente

Seduciendo a mí hermana, una relación prohibida.

Parte 3 – Aprovechándome de Mayra una vez mas

Que tal amigos, aquí les traigo un relato mas de mi historia con mi Hermana, en esta ocasión les contare como logre convencerla de tener relaciones conmigo una vez mas, gracias a que la embriague por primera vez.

Antes de empezar quisiera aclarar que no fue sencillo lograr que Mayra se convirtiera en mi putita particular, pues me costo mucho tiempo arrancar de su mente las ideas morales y religiosas que tenia, sin embargo al final valió la pena, pues hoy en día aunque ella esta casada desde hace 2 años y tiene un hijo de 1 año (que puede que sea mío) continuamos haciendo el amor juntos cada vez que se puede.

Todo paso hace 7 años, ya casi había pasado un año desde aquello que les conté en el primer relato, como saben ya me había acostado con ella, pero habíamos quedado en que no volvería a pasar. Intentaba como podía volver a acariciarla como antes, pero ella procuraba siempre apartarse de mí. Mayra ya había cumplido los 13 años, se había empezado a vestir como toda una señorita, y aun con el enfado de mi mama, en su closet abundaban los pantalones de licra, las blusas pequeñas, minifaldas ajustadas y demás ropa sexy.

Como no hacia caso a mis acosos, yo me desahogaba haciéndome pajas con su ropa interior, era delicioso sentir ese encaje en mi cara, que acariciaba el coño de mi hermana, cabe aclarar que sostenes no tenia muchos, pues era rara la ocasión que se los ponía, ya que sus pechos, aunque ya bien desarrollados, eran muy firmes y no los necesitaba.

Empecé también por aquel entonces, a tomar las braguitas de mi hermana, después de que se bañaba, y notaba que se seguía masturbando, por la mancha que dejaba en ellas, y que después yo aspiraba y relamía en mis noches de placer que me daba pensando en ella.

Cierto día mi papa decidió llevarse a mi mama en uno de sus viajes, por espacio de una semana, quedándonos solos en la casa por estar todavía yendo a la escuela. Como al tercer día de la partida de mis padres sucedió lo que les cuento, primero en la mañana que me estaba bañando para irme a la escuela, sucedió que tocaron a la puerta del baño:

  • ¿Quién es? dije, aunque era una pregunta tonta, pues nadamas estaba yo y mi hermana.

  • Yo, Mayra, ¿ya mero sales?

  • Me acabo de meter.

  • Bueno, es que me anda del baño, voy a entrar, sino te importa.

  • No hay problema, pasa.

La regadera del baño, esta separada del resto por una cortina corrediza que en esa ocasión estaba entreabierta, por lo que pude ver que entraba vestida solo con un camisón de seda, sin sostén, al sentarse a hacer sus necesidades me di cuenta que tampoco usaba ropa interior, la muy guarra dormía solo con el camisón. Sin quererlo me empecé a acariciar mi verga, casi enfrente de ella, ella iba algo dormida todavía, por lo que casi no se dio cuenta, pero varias veces note que me miraba de reojo, tardo bastante tiempo, hasta que termino y se fue sin decir nada y yo terminaba mi corrida soltando esperma y salpicando la cortina. Termine de vestirme y me fui a la escuela.

Esa día en la noche nos pusimos a ver televisión, después de un rato como hacia un poco de calor mi hermana dijo que se pondría mas cómoda, así que se fue a su habitación y regreso con un short tipo licra, junto con una camisa debajo de la cual se notaba que no llevaba sostén, al poco rato se quedo dormida en mi hombre y yo aproveche para abrazarla. Como dormía profundamente me atreví a acariciarle un pecho, primero por encima de la camisa, después metiendo descaradamente mi mano por debajo de ella, también me atreví a acariciar sus piernas, y sus nalguitas, que se sentían calientitas por encima de la tela de licra. Al poco rato despertó y dijo que se iría a dormir. Pasado un tiempo, fui a su habitación para darle las buenas noches, la puerta estaba abierta, así que me asomo y para mi asombro dormía completamente desnuda, ni siquiera se había tapado con las cobijas, pues como dije antes hacia mucho calor. Lentamente me acerque y me empecé a pajear ahí mismo, teniendo como imagen frente de mi el coño de mi hermana ya que dormía boca abajo y tenia su trasero ligeramente levantado, termine una vez mas y no me atreví a otra cosa por ese día.

El día siguiente era viernes, así que le propuse a mi hermana salir a una disco, ya que yo no tenía planes y ella no tenia otra cosa mejor que hacer. Acepto y se vistió con una minifalda negra, medias color natural y una blusa un poco holgada, por supuesto, sin sostén. No me fue difícil meterla en la disco, ya que aparentaba mas edad de la que tenia realmente, al llegar le propuse sentarnos un rato en la barra, pedí una cerveza para mi, ya que desde hacia un año acostumbraba tomar y para mi asombre ella dijo que también quería empezar a tomar. Al principio dude, pero después acepte, bailamos varias piezas aunque ella no sabia muy bien y cuando me di cuenta, ya se había tomado como 4 cervezas, por lo que ya estaba medio peda. En las siguientes piezas que bailamos, ella bailaba cada vez mas cachonda, llegando al grado de repegarme su trasero enfrente de mi, yo le metía mano por donde podía sin que ella hiciera nada. La ultima pieza que bailamos fue una medio romántica, en la que se me repego mucho a mi, sintiendo sus pechos sobre el mío, yo la tomaba por la cintura y poco a poco fui bajándolas hasta tocarle su trasero, para mi sorpresa no dijo nada, y cuando me di cuenta, me estaba besando con ella, así hasta que termino la pieza y me dijo que se sentía cansada por lo que nos retiramos abrazados de la disco, parecíamos una pareja en vez de hermano y hermana.

En el trayecto hacia la casa, compre un six de cervezas en una tienda y maneje de nuevo en la casa, durante el trayecto Mayra se había dormido y su minifalda se le habia subido lo bastante para dejarme ver que vestía unas braguitas color negro, aproveche para acariciarle las piernas con la mano que me quedaba libre y llegue al grado de tocarle su coñito por encima de sus pantis y su ropa interior.

Cuando llegamos la desperté, entramos en la sala y le ofrecí otra cerveza, la acepto y empezamos a platicar de cosas sin sentido, aproveche para abrazarla y comencé a besarla de nuevo, ella no se resistía, no podía creer que mi hermana que se habia resistido últimamente, estuviera en ese momento muy accesible, quizás ella lo deseaba tanto como yo, quizás fuera que estuviera borracha, pero era lo que menos importaba. Le besaba el cuello mientras le acariciaba las tetas por dentro de su blusa, ella solo atinaba a gemir y disfrutarlo, después le acariciaba la entrepierna. Después me dijo que nos fuéramos a su habitación, por lo que la cargue en mis brazos y la recosté en su cama, le desabotone su blusa, le quite su minifalda, le quite las medias y finalmente sus braquitas, que ya estaban algo mojadas, me desvestí por completo y me tire a chuparle el coño, que lo tenia bastante rico y humedito, ella como siempre empezó a gemir y yo como tenia ya una erección tremenda, me tumbe entre sus piernas, empecé a acariciar su rajita con mi verga, hasta que empecé a metérsela de nuevo, seguía tan estrecha como la primera vez y fue cuando me confeso, que no habia estado con nadie mas, desde aquella vez (un borracho siempre dice la verdad). Eso me puso todavía mas caliente, así que la penetre hasta dentro y fornicamos durante un buen rato, hasta que a punto de venirme le dije:

  • Ah, me vengo.

  • Acaba ya, quiero sentir tu esperma salpicando dentro de mi.

  • Se la metí hasta dentro, y descargue toda mi leche en su interior, hasta quedar vació, espere a que mi verga se desvaneciera, y después se quedo dormida, yo la abracé por detrás y nos quedamos dormidos, hasta la mañana.

Cuando me desperté debían ser como las 10 am, ella seguía dormida aun, yo admiraba lo bella que vea mi hermana desnuda, sus tetas de gran proporción, su culo bastante grande, que contrastaba con su cintura estrecha, empecé a besarla en cuello, hombros y espalda, total que para no hacerla larga, la volví a penetrar en esa posición, ella lo disfruto una vez mas, y al termino nos bañamos juntos, pues nuestros cuerpos estaban sudados.

De nuevo me dijo que era la ultima vez, que lo habia hecho porque estaba borracha, pero que estaba mal, asi que nuestra próxima relación tardaría unos meses mas, que sería la definitiva para que al fin ella aceptara que le gustaba coger conmigo, y además hiciéramos las cosas mas cochinas, que habia visto en los videos pornos, pero ya la contare en otra ocasión, por lo pronto espero que si tienen algún comentario al respecto me lo envíen como siempre a la siguiente dirección de correo.

Aprovecho para agradecer a las personas que me han escrito, el contar este relato me ha permitido saber que hay mas personas en la misma situación que yo, y que no es tan malo como yo pensaba, por lo que me permite relatarles esto con mas facilidad.

Jossehh@yahoo.com