Seduciendo a la vida

-¡fíjate por donde vas!- oí al mismo tiempo que sentí un gran golpe en mi cuerpo, era una joven alta y tenía una mirada fría y de molestia

Era una tarde nublada y con cada paso que amber daba se podía sentir más cerca la lluvia, estaba sumergida en sus pensamientos. La noche se acercaba y ella aun no tenía ganas de volver a casa, se dirigió a su banca aquella que se encontraba en medio de un parque.

Sintió la primera gota de agua caer sobre su rostro y con ella una lagrima corrió en su mejilla, vio a las personas correr a protegerse de la lluvia sin embargo ella se quedó ahí sentada con sus audífonos puestos para disfrutar de esta, mientras veía el agua caer a su alrededor ella oía la canción que en ese momento reproducía su teléfono “want to want me” de Jason Derulo  la cual de alguna forma la hacía sentir nostálgica, sin darse cuenta que sería ese el inicio de una nueva etapa en su vida.

Amber era una joven de 22 años, delgada y un cuerpo que cualquier mujer envidiaría, su estilo de vestir sin embargo no era a la moda, ella prefería sentirse cómoda, su sudadera y converse jamás hacían falta, de alguna forma eran parte de sus travesías que día a día pasaba. Una mujer rebelde con una forma de ser amistosa y que hacen que cualquier persona desee estar cerca de ella.

AMBER

-Amber!!! Es hora de despertar!- oí la voz de mi madre gritar desde afuera de mi habitación al mismo tiempo en que se dirigía a la habitación de John para despertarlo. Hoy desperté con un poco de gripe creo que el haber estado bajo la lluvia anoche no fue tan buena idea como creí. Tome las cosas necesarias para darme un baño, puse un poco de música y trate de darme prisa, Ethan pasaría por mí en unos minutos. Al salir del baño vi que tenía mensajes de Ethan diciendo que ya estaba afuera de la casa. Trate de apurarme, no quería oír su discurso de nuevo, me despedí de John y de mi madre, Salí directo al auto de Ethan

-¡de nuevo tarde!, pensé que jamás saldrías- oí decir a Ethan en cuanto abrí la puerta de su auto.

-buen día para ti también- dije con un poco de sarcasmo.

-¿Qué tal estuvo tu paseo de anoche? – pregunto mientras mantenía la vista fija en la calle

-Genial, ya sabes que el caminar le ayuda a cualquier persona- dije mientras revisaba los mensajes de mi teléfono, muchos sin sentido pero no me gustaba ver las notificaciones en el teléfono.

–vaya hoy no tienes ganas de hablar.

–Lo lamento, es solo que no me siento muy bien, al parecer no soy inmune a las enfermedades – lo mire mientras le decía ello.

-¿te veré hoy por la tarde?- hacía varios días que solo nos veíamos en el transcurso a la escuela

-no puedo, tengo que trabajar- dije mientras esperaba el reclamo que se aproximaba

  • Siempre es lo mismo, no tienes tiempo para mí y estoy solo como pendejo esperando por ti- la expresión en su rostro era de mucha molestia

–Lamento no poder darte gusto pero sabes perfectamente que no solo trabajo por gusto, y si no eres capaz de aceptar eso no creo poder continuar con nuestra amistad- dije ya bastante molesta por esa conversación

-“amistad”,  claro – dijo mientras reía sarcásticamente

– ¿Qué quieres decir?- pregunte pero sin muchas ganas de saber la respuesta, esta conversación me tenía demasiado cansada de oírlo decir siempre lo mismo, solo eran reclamos y exigencias

– Nada- así fue como termino aquella platica, sin ganas de responder, me quede callada el resto del camino.

Al llegar a la universidad baje del auto lo más rápido posible para evitar algún tipo de reclamo más, camine y cuando creí estar lejos voltee para percatarme de que Ethan no estaba cerca.

-¡fíjate por donde vas!- oí al mismo tiempo que sentí un gran golpe en mi cuerpo, era una joven alta y tenía una mirada fría y de molestia

–Lo siento-  dije mientras volteaba mi vista a ella, la observe por unos segundos, era demasiado bonita, tenía unos ojos grises que intimidaban a cualquiera, unos labios tan carnosos que me sacaban de mi misma

  • ¿qué me ves?- al oírla decir eso trate de recuperar mi cordura

– Nada, es solo que eres demasiado bonita- no lo pensé al decirlo, ella se sonrojo y bajo la mirada al suelo

– solo trata de cuidar por donde caminas o te cansaras de decirle a todas las personas con las que chocas que son bonitas- sonreí y la mire de nuevo, ella me miro y me dirigió una última mirada antes de salir de mi vista caminando, vaya sí que tenía un cuerpo que harían babear a cualquier mortal.

Trate de apurarme a mis clases, el día había comenzado demasiado mal pero ese pequeño accidente lo había cambiado por completo, sin evitarlo mantenía una gran sonrisa en mi rostro, esa mujer había logrado algo en mí que no era capaz de saber que era, solo sabía que no la podía quitar de mi cabeza, y es que esa belleza no se observa todos los días.

Todo el día  transcurrió lento en la escuela, trate de evitar por completo a Ethan, pero sin mucha suerte, al salir de mi última clase lo vi sentado afuera de mi edificio, sabía que estaba esperándome ya que sus clases habían terminado hace algunas horas.

-Hola- dije secamente, vi su rostro unos segundos

-tenemos que hablar- dijo mientras se paraba de la jardinera en la que se encontraba

Suspire y por última vez decidí oírlo -¿Qué necesitamos hablar?

-¿qué es lo que somos?- me miro a los ojos con una mirada demasiado triste, para ser honesta trate de esconder mi mirada de lastima ya sabía a donde iba toda esa conversación

–amigos, ¿qué más quieres que seamos?

-Amber sabes perfectamente que te quiero, si tan solo me dieras la oportunidad podría hacerte feliz, solo dámela y seré todo lo que quieras- lo observe y supe que era momento de dejarlo de lado, por más que me doliera no podía hacerle daño a él, y tenerme cerca solo lo lastimaba

-Ethan te quiero, y creí que tenías claro que eso no era una opción en esto que tenemos, eres mi amigo y solo eso, desde la primera vez que hablamos respecto a ello lo deje claro, no me gustan los hombres

Me interrumpió bruscamente –pero es porque jamás me has dado la oportunidad a mí de mostrarte que no todo es malo- note en sus ojos desesperación y veía venir pequeñas lagrimas

No me gustaban los dramas y me di cuenta que estábamos frente a mucha gente –aquí no Ethan, no hagas esto, no aquí- dije ya bastante molesta y dispuesta a terminar con ese problema

-lo siento, se cuánto te molesta esto- miro al suelo y trato de esquivar mi mirada. –solo promete que hablaremos de ello

-no, hablar de ello ya no es opción-

-¿ya no?, ¿qué quieres decir?, ¿qué cambio?- dijo sorprendido al escuchar eso

-no cambio nada – dije mientras venían a mi cabeza esos ojos grises que tanto ansiaba volver a ver. Respire profundamente, en parte por desesperación respecto a la situación – es hora de irme-

-Amber por favor habla conmigo- lo mire por una última vez y tome mi camino directo a la salida de la escuela, lo oí gritar mi nombre pero no voltee a verlo, me molestaba tanto su actitud aun cuando desde el inicio le deje claro que nunca habría posibilidad de estar conmigo.

El camino al trabajo fue demasiado lento, en mi cabeza solo estaban esos hermosos ojos y la conversación que había tenido con Ethan, me dolía y me hacía sentir demasiado triste porque él había sido la única persona en la que confiaba. Se había convertido en mi único amigo, pero sabía que este día llegaría, el jamás se había acostumbrado a una amistad, quería más y yo jamás podría corresponderle.

Llegue al lugar, un bar demasiado grande, ahí es donde pasaba casi todas las tardes, me dedicaba a preparar tragos y algunas ocasiones estaba encargada del lugar, sin duda el trabajo sería una buena distracción para mi cabeza.

La noche comenzó demasiado lenta trabajaba de martes a viernes y salía ya por la madrugada, toda la noche serví unos cuantos tragos y sin duda la música y el ambiente que tenía el lugar me hacían sentir más tranquila, pasadas las horas cerramos el lugar y camine a casa, había ganado lo suficiente para ayudar a mi madre con los gastos de la casa, al menos esa semana seria tranquila en cuestión de dinero.

A mitad de camino sentí vibrar mi teléfono, lo saque para saber quién era, ya era bastante noche como para andar recibiendo mensajes. Lo abrí y era Ethan

E. lamento lo que te ocasione hoy, espero puedas disculparme

Ignore el mensaje que solo hizo que volviera a mi cabeza toda la discusión que habíamos tenido por la tarde, vibro de nuevo mi bolsillo

E. sé que es noche pero por favor responde

E. solo quiero saber que estas bien

A. estoy bien

Fue lo único que respondí, quería que le quedara claro que lo que dije por la tarde era real, ya no quería seguir peleando con él por problemas sin sentido, tenía cosas más importantes en que pensar

E.perdona, solo por favor dame la oportunidad de hablar contigo, salgamos y bebamos algo el sábado, por los viejos tiempos. No me ignores

Sabía que si le decía que no seguiría insistiendo, al menos podría decirle que no me interesa nada con él y ya sacarlo de mi vida

A.solo puedo hasta después de las 8pm, te veo donde siempre

No tardo tanto a responder a pesar de la hora que era

E.pensaba pasar por ti

No respondí a su mensaje y guarde el teléfono, eso era lo que me molestaba de él, siempre mal interpretaba las cosas.

Llegue a casa, entre despacio para no despertar a mi madre, debería estar cansada por los turnos que tenía en el trabajo, me dirigí a mi habitación y me cambie, deje el teléfono en la mesa de noche mientras caminaba al baño para lavarme los dientes, me recosté y mire por una vez más el teléfono

E.te veo allí

Fue lo último que recibí de Ethan aquella madrugada.

La semana paso demasiado normal cada día despertaba con ganas y emocionada por encontrarme a aquella chica pero no la volví a ver, trate de pasar por el mismo lugar a la misma hora pero cada intento fue en vano, parecía como si se hubiera desaparecido o todo hubiera sido parte de mi imaginación.

Al pasar los días me comencé a desanimar, me reclamaba a mí misma el no haberle preguntado su nombre ni tener ninguna forma de poder contactarme con ella de nuevo.

Cada día desde la última vez que le respondí a Ethan recibía un mensaje de él deseándome un buen día, estaba cansada de su actitud y comenzaba a dudar sobre salir con él. Sin darle tantas vueltas deje de pensar en él, era demasiado para mi semana.

Llego el día viernes demasiado rápido, después de la universidad me dirigí como de costumbre hacia el bar, esta vez estaría de encargada así que sería más relajado el día , pasaron las horas y recibí el pago de aquel día, tome mis cosas, me puse mis audífonos y puse un poco de música, camine a casa. Al llegar le escribí una nota a mi madre:

“te dejo dinero para lo que ocupen, dormiré hasta tarde. Los veo en la comida, te quiero”

Después de colocarla en la mesa donde sabía que mi madre la vería, fui a dormir, me esperaba un día bastante largo, era sábado pero sabía que el hecho de salir con Ethan lo haría menos agradable que de costumbre.

Dormí profundamente. Desperté casi a la hora de la comida, oí ruido en la cocina y me prepare para bajar.

Al bajar me encontré con la mirada de John me veía con una sonrisa demasiado tierna

-Amber, ven aquí ve conmigo esta película- dijo John al señalar un espacio en el sillón

  • ya voy- sonreí – ¿dónde está mamá?

-en la cocina – voltee y me dirigí hacia allá

-no tardes- dijo John señalándome la televisión

Camine a la cocina, quería ver a mi mamá

-Buen día mami- dije feliz por verla

-hola hija, ya despertaste, ¿Cómo estas mi niña?- dijo mirándome  tiernamente

  • bien, tuve una semana algo rara, y ¿tu?- me senté en un banco y tome un poco de puré de papa que estaba preparando mi madre

-¿segura?- voltee a verla con un poco de curiosidad, me vio y suspiro –vino Ethan a buscarte, no dijo nada pero se veía demasiado mal.

-Todo bien, solo lo mismo de siempre, ya sabes que no acepta un no por respuesta- voltee un poco los ojos

-hija sé que sabes lo que haces pero ten cuidado con ese muchacho, sabes que si lo aceptas como pareja yo estaría más que feliz, pero si no es algo que te haga feliz entonces termina con eso.

-lo se mamá, ya lo he hablado con él pero ya no sé qué más hacer para que entienda que no deseo nada más que una amistad- me miro con cara de tristeza

-habla con él, estoy segura que serás capaz de hacerle entender las cosas, solo no lo lastimes más de lo que ya esta

Después de esa conversación decidí ayudar a mi mamá con la comida, sabía que tenía razón, ya lo había lastimado lo suficiente, tendría que aprovechar aquella noche para dejarle claro por última vez todas las cosas, seria duro pero demasiado necesario.

Después de la comida nos sentamos todos  a ver una película. Entre bromas y risas comimos, John hablo un poco sobre cómo le había ido en la semana, y como era que había hecho un nuevo amigo, para los 8 años que tenía era un chico demasiado inteligente y carismático, no se quien no querría ser su amigo.

Mamá nos contó que pronto le subirían el sueldo y que de quererlo yo podría dejar de trabajar toda la semana, me hizo sentir feliz porque  veía como le hacía ilusión eso a mi mamá.

Después de la tarde que pase con mi familia, tome una sudadera y puse en mi mochila un block de dibujo, conecte mis audífonos y di play a mi lista de reproducción. Salí de casa en busca de un poco de calma, quería relajar y despejar mi cabeza, quería estar tranquila a la hora de hablar con Ethan, sabía que me haría mucha falta toda la paciencia posible.

Me dirigí hacia aquel parque que había visitado antes, me senté en la misma banca, el día estaba demasiado bonito así que saque mi cuaderno y comencé a dibujar, me centre tanto en aquello que dibujaba que no me di cuenta de la hora, comenzó a oscurecerse, y me detuve, observe mi cuaderno y ahí estaban nuevamente esos ojos que me habían cautivado, de alguna forma me hacía feliz saber lo que había plasmado, así podría verlos todos los días aun a pesar de que tal vez solo fueran creación de mi imaginación, respire un poco resignada, por mucho que me gustara haberla dibujado me hacía sentir triste saber que tal vez nunca más la volvería a ver, después de unos minutos cerré el cuaderno y guarde mis cosas.

Observe aquel parque, estaba tan tranquilo, me quede sentada ahí por unos minutos más antes de irme, me hacía sentir demasiada paz, no quería irme, sabía lo que se aproximaba y no quería que esa tranquilidad se esfumara, anocheció y revise el teléfono, ya eran las 8 de la noche, sabía que Ethan se enojaría porque llegaría tarde pero realmente ya no me importaba.

Camine de regreso a la casa, iba tan lento para no tener que ver a Ethan pero eso era algo que no podía seguir alargando por mas días.

Oí sonar el teléfono al momento en que abría la puerta de la casa, lo ignore y continúe mi camino al cuarto, al llegar deje las cosas en su lugar y decidí darme un baño.

Trate de no tardar, Salí y me vestí, me puse una blusa blanca con botones del pecho hacia arriba y mangas tres cuartos que dejaban ver los tatuajes que tenía en mi brazo izquierdo, un pantalón de mezclilla y unos zapatos negros, tome mi anillo y un reloj que jamás dejaba, decidí llevar suelto el cabello. Vi el teléfono, ya eran las 9 de la noche y tenía muchas llamadas de Ethan lo cerré sin prestar mucha atención, tome mi chamarra cazadora y Salí al restaurante en donde vería a Ethan.

Al llegar lo vi de lejos tome un gran respiro y me acerque.

-Hola- dije observándolo

Se levantó para saludarme de beso pero lo evite –Hola, pensé que no vendrías, tardaste mucho- dijo algo nervioso

-si pero ya estoy aquí- sudaba mucho y se veía demasiado exaltado- te drogaste- dije seria

-No- respondió nervioso y evitando la mirada

-No era una pregunta- dije seria

El camarero llego y tomo nuestra orden.

-quiero que tengas claro que esto no significa nada- lo vi y trate de dejarle claro las cosas

-lo entiendo Amber, no tienes que decirlo otra vez- dijo mientras dirigía su vista a un vaso con cerveza que tenía en aquella mesa. – estuve pensando en todas las cosas que hemos hablado no solo ese día si no desde que te conocí, y tienes razón tu siempre dejaste claro que jamás habría oportunidad de nada que no fuera la amistad.

-¿Entonces que más esperas de todo esto?, si sabes que no puedo corresponderte ¿qué ganas con todo esta cena? –dije mientras encendía un cigarro

-no quiero perder tu amistad Amber, y quiero que sepas que si una amistad es lo que puedes darme eso estara bien para mi

-jamás habrá algo más que ofrecerte- dije eso mientras daba una inhalada más al cigarro

-lo sé, solo dame entonces la oportunidad de ser tu amigo, es lo único que pido de ti

-¿podrás con eso?- dije un poco dudosa

-hemos vivido muchas cosas y tu amistad es algo que nunca quiero perder.

-bien, pero no quiero más dramas como los que estás acostumbrado a hacer.

Dije finalmente mientras veía llegar la comida  a la mesa, recibí unas alitas deliciosas que tanto me encantaban y el pidió un salmón, la noche transcurrió entre bromas y risas, al parecer lo que hacía falta era una plática donde dejarle claro todo, me hizo mucha ilusión el pensar que tendría para buen rato a ese amigo que me hacía compañía en mis locuras.

Terminamos de cenar y la plática estaba muy amena.

-¿quieres que vayamos a un antro a bailar un poco?- me pregunto y asentí, la noche no podía terminar mejor que bailando como tanto me gusta

Pagamos las comida y tome mis cosas, salimos del restaurante y nos dirigimos hacia su auto, iba manejando y en un alto saco de su chaqueta una pequeña bolsita

-ten para que te diviertas un poco- dijo mientras me la ofrecía

La tome, sabía que era lo que contenía, ese polvo blanco no podía ser más que coca, de vez en cuando solíamos colocarnos un poco, así que lo tome y me hice una línea aprovechando que el auto se encontraba en un alto.

Llegamos y el lugar estaba un poco lleno no mucho pero si algo,  de lejos vimos una mesa con gente que nos hacía señas, nos acercamos y eran amigos que solían acompañarnos cuando salíamos de fiesta.

Nos quedamos ahí con ellos a tomar, las botellas se fueron acumulando.

A lo lejos pude observar una figura que se me hacía conocida, ese cuerpo tan hermoso no podía ser de nadie más que de aquella chica que me había cautivado, tenía los ojos cerrados y bailaba al son de la música, la vi moverse lentamente de fondo se oía “reggaetón lento”.

Tome lo último que quedaba en mi vaso de hennesy y me acerque. Llegue hasta ella y comencé a bailar con ella, lentamente puse mi mano sobre su cintura, ella estaba de espaldas a mí y me acerque lo más posible y baile al son de la música, ella no se quitó, continuo bailando lentamente, se pegaba cada vez más a mi cuerpo, acerque mi boca a su cuello y olí su perfume, trate de alargar lo más posible ese momento, ella tenía sus ojos cerrados y seguía la música

-Estas hermosa- dije cerca de su oído mientras me habría camino a su cuello, le di un beso en él y ella volteo.

Me miro con esos ojos que tanto me seducían, ella solo sonrió, miro mis labios  y se acercó a ellos, cerré los ojos esperando aquel beso que tanto ansiaba desde que la había conocido.