Seducida y forzada por mi vecina
Con voz autoritaria me ordeno que se lo chupara y arrodillándome gatee hasta sus pies... tome con mi mano su tronco y lo conduje hacia mi boca, comenzando por lamer su tronco y finalizar por coronar su grande con la punta de mi lengua
Seducida y forzada por mi vecina
Muy buenas mis queridos lectores y lectoras, aquí os dejo una confesión más que aun tenía guardadita... mmm, os debo admitir que al principio me costó recordarla pues solo me acordaba vagamente... quizás más como una anécdota, pero tras a uno y a otros... por fin la puse en pie y mis lagunas recrearon esta confesión... mmm. Ahora al recordarla íntegramente no puedo evitar llevar mis manos bajo mi falda e introducirla entre mis muslos... mmm, satisfacer la necesidad imperiosa de masturbarme... ooohhh, el sentir de como mis dedos rozan mis sensibles labios vaginales... por no decir dedear mi ardiente vulva... mmm, de arriba hacia abajo y luego en circulo... hasta hacerme estremecer y tener que cerrar mis muslos ante el tremendo orgasmo que voy sintiendo... aaahhh... ooohhh. Y mientras me estremezco... hasta a veces lloro del placer compaginando con los espasmos y mi respiración acelerada... ooohhh, no pierdo el sentido o la conciencia por pura fuerza de voluntad o porque Dios no quiere.
Bueno comenzare con esta nueva confesión que os voy a hacer saber, mirad el reencuentro el pasado año con una vieja compañera de piso de estudiante en Madrid, me hizo recordar esta las diabluras Universitarias que hacíamos... sobre todo aquellos primeros años… ji ji ji, aquellas temibles salidas de copas por no mentar las vueltas a casa… borrachas, sin tenernos en píe, vomitando e incluso nos llegamos a mearnos en la calle… fueron la ostia. Aquellas locuras de sexo que no sabíamos con quien habíamos comenzado y menos con quien habíamos finalizado, claro está ella era una de esas que fue compañera de salida locas… “como yo” y que fue quien me hizo recordar precisamente una de estas "locuras" o según se mire.
Mirad hace años... muchos años... y fueron inolvidables años de universitaria... mmm, por aquel tiempo estudiaba en la Universidad Ingeniería y claro esta no os voy a decir de que rama, claro esta no en Sevilla y no por qué no quisiera, sino porque no había Universidad que lo impartiera por lo que me tuve que ir a la capital... o sea Madrid. Aquel primer año fue de escándalo... donde eso sí, estudiaba mucho… pero también cuando llegaba el jueves comenzaba el inicio de las juergas.
Aun recuerdo ese piso de de estudiante que mi padre encontró para poder vivir mientras me sacaba la carrera, no dejaba de decirme que era un edificio de personas educadas y serias, donde una señorita educada y de renombrado apellido como el mío tenía que dar ejemplo y comportarme como cual. Os debo decir que tal bloque de pisos estaba muy céntrico al menos cerca de la Universidad, era bloque de piso de 7 plantas mi piso precisamente se encontraba en la sexta planta.
Durante los primeros meses de adaptación entable amistad rápidamente con el resto de vecinos... no hubo preferido, una noche... creo que fue un jueves hubo una fiesta de algo que nos fue de las manos... no recuerdo bien de que fue la fiesta (coño, había tantas que ni me acuerdo), bueno sigo... llegue bastante tarde por no decir a altas horas de la madrugada.
Recuerdo que el ascensor como era costumbre en el bloque no funcionaba de noche… norma aprobada por la comunidad de vecinos, según ellos era una norma de seguridad, por lo que imaginaros con el "peo" que llevaba subí las siente plantas y digo siente por qué me equivoque y subí una más, llame al timbre con insistencia deseando que alguna de mis compis estuviera y me abriera la puerta… mas porque me estaba orinando. Claro está salió mi vecina bastante cabreada por las horitas que era y por haberla despertado... claro está, esta me vio en semejante estado y no dejaba de decirme... "que debería de darme vergüenza como estaba y la facha que llevaba", la verdad es que por mi manera de vestir si daba cosa pero os juro que ese día salí formalita pero acabe por acercarme a casa de una compañera y ella me dejo unos trapitos.
Bueno continuo, esta no dejaba de decirme que si mi padre se enteraba no solo le daría un disgusto sino que se enfadaría muchísimo, recuerdo que poco a poco el tono de su voz fue cambiando... me explico, comenzó amenazante y autoritaria... su ira fue desapareciendo quizás al notar cómo me retractaba y me disculpaba, claro está vocalizando torpemente mas por el grado de alcohol que llevaba, me pregunto si había mantenido relación sexual con algún chico sin protección... respondiéndole claro esta "que no". El motivo de sus preguntas fue la ausencia de braguitas por mi parte... le explique que tras tomar unas copas me tomaron mis compañeras en vuelo y que me quitaron las bragas, echándome después a la multitud... donde si note manos en mis intimidades pero nada de cintura hacia abajo.
Le ofrecí de beber de la botella que llevaba en mano y esta no solo la rechazo sino que intento quitármela, obviamente forcejamos por la botella... mi vecina me agarro por detrás con una de sus manos agarrando la botella por el cuello... mientras con la otra me hacia cosquillas al tiempo que me explicaba lo malo que es el alcohol y las consecuencias que estas traían. Yo por mi parte me resistía mas por qué no quería que la botella cayera en sus manos por lo que actué con juego sucio y no se me ocurrió nada mejor en ese momento que plantarle un beso en toda la boca... y continuando morreándole hasta que esta soltó la botella (joder, vaya carita puso la muy cabrona).
Obviamente no se lo esperaba... se quedo de piedra y como imagine soltó la botella, baje la guardia y entre carcajadas le eche en cara sino nunca había salido de fiesta, si nunca había sido estudiante y echo locuras... acabando por mentarle que si nunca había besado a una chica. Pero la que estaba fuera de sí era yo y la verdad es que su jugada no me lo esperaba, pues con un rápido movimiento me bajo la falda… aprovechando que baje la guardia, claro está… mi vecina me quito mi botella y con rapidez la metió en su casa.
Recuerdo que me senté en las escaleras mas dándome cuenta de lo que había echo... me sentí mal, pensé en la reprimenda que me iba a echar la vecina y que esta se lo contaría a mi padre, claro esta se lo supliqué que no dijera nada de eso a mi padre y esta solo me decía que primero debía de pronunciar bien... acto seguido se me echo encima y comenzó a besarme (joder, eso sí que no me lo esperaba), no me dejo que dijera palabra alguna y con una de sus piernas la movía de arriba hacia abajo a la altura de mi ingle... ooohhh. No puse impedimento alguno... quizás por mi estado de embriaguez, mis manos poco a poco fueron posándose sobre su cuerpo y comenzando a acariciarla... mmm.
No recuerdo en qué momento su pierna fue remplazada por su mano pero fue lo que menos me importo en ese momento... ooohhh (joder, como me masturbaba), creo recordar que en pocos minutos me hizo alcanzar mi primer orgasmo y sus labios evito que se me ollera gemir de placer. Yo por esos momentos le acariciaba sus nalgas con una mano mientras con la otra le acariciaba los senos por encima de su camisón, mientras continuábamos besándonos y con los únicos sonidos de todo el bloque de nuestros gemidos... ooohhh.
Recuerdo como la muy cabrona tras despegar sus labios de los míos me preguntaba... "no me digas que nunca una mujer te ha besado", continuando por preguntarme nuevamente... "no me negaras que seguramente hayas sentido el tanto de las caricias de una mujer, porque no lo creo"... volviéndome a besar mientras se reía pícaramente. Le baje las tirantas de su camisón y tirando de este hasta su vientre, conduje mi boca a sus pechos mientras mi vecina gemía de placer y con mis labios jugué con cada uno de sus pezones... mientras se escuchaba los murmullos de satisfacción de mi vecina. Era una mujer muy hermosa y con un cuerpo muy bien conservado a pesar de sus 39 años (ojo lo digo, porque tengo amigas de 34 años y parecen que tienen 50 años), pechos duros y firmes sin cirugía alguna pues somos muy mal pensada, cuando precisamente nos fijamos en unos pechos firmes, sigo… y un culo duro y firme.
Mi vecina para nada había dejado de masturbarme pues la muy cabrona me estaba haciendo un dedazo de la ostia (disculparme el vocabulario), siendo ella misma quien bajo las tirantas de mi camiseta blanca y las copas de mi sujetador... mmm. Continuando por pellizcar con violencia mis pezones... ambos, mientras gemía de placer... ooohhh, sus labios se encontraba besando mi cuello... lamiendo mis orejas y dándome muerdos por todo mi cuello... aaahhh, acabando una vez tras otra en mis labios.
Descendió por mi cuerpo hasta sentir como su rostro se introducía entre mis muslos y acto seguido no pudiendo controlarme di un grito... claro esta ningún vecino salió a comprobar de donde procedía, quizás por saber las vecinas universitarias del sexto... chicas jovenes. Sentí su lengua lamer mis labios vaginales... ooohhh, sentí con gran placer como succionaba tanto mis labios vaginales como mi vulva... aaahhh, me lamia como una perrita y no mejor dicho... mientras yo oprimía su nuca a modo de que no se retirara... ooohhh.
Recuerdo que me hizo levantarme y no hizo falta palabra alguna, sino que tiro de mi mano y me levante para hacerme dar la vuelta y echarme sobre la barandilla de la escalera y como una sumisa lo hice, continuando esta por lamer no solo mi orificio vaginal sino ahora hasta mi orificio anal. Pero el placer fue en aumentando a medida que me penetraba con sus dedos y no contenta con mi orificio vaginal alternaba con mi orificio anal... uuufff, penetrándome con uno de sus dedos, luego dos y siguiendo con tres al tiempo que chupaba mis labios vaginales.
Me preguntaba… “que duras pruebas hacían ahora en la hermandad Universitaria que estaba, pues de momento no me veía acta por lo que protestaba” y acto seguido, no solo me metido el cuarto dedo sino hasta el pulgar... uuummm, le suplique que se detuviera que me estaba haciendo daño pero para esos momentos la muy cerda me penetraba mi culito con la totalidad de su mano, hasta que por fin se detuvo y tras besarme me pidió que esperara y que no me moviera de esa posición.
Escuche la puerta principal de su casa abrirse y esta entrar... tras unos minutos la escuche decirme "tranquila todos duermen", había regresado y por el silencio entendí que no había cerrado su puerta. Me previno para que no me moviera si notaba algo distinto… al tiempo que me hizo saber que había traído un compañero, pensé en aquellos momentos que habría despertado a algún “amigo” que estuviera acompañándola esa noche… pues esta que yo supiera casada no estaba.
Lo primero que sentí fue sus labios en mi cuello continuando por una de sus manos en mi vientre y acto seguido la presencia de un miembro presionarse contra mis nalgas... mmm, este se introdujo entre mis glúteos y continúo deslizándose hasta mi orificio vaginal... hasta la entrada... ooohhh. Note como su grande fue introduciéndose en mi ardiente orificio hasta golpear mi útero y sentir como algún correaje topaba contra mis nalgas, no me importo qué coño era eso ni aun menos quien pero suplicaba por Dios que no se detuviera mientras gemía, sus penetraciones fueron muy lentas y ritmo que marcaba no llevaba prisas por lo que el placer fue grandioso... yendo en aumento. Me la sacaba para volvérmela a introducir y aumentado el ritmo... ooohhh, yo no solo me deje hacer sino mientras me sujetaba con una de mis manos a la barandilla con la otra me hacia un dedo.
Aun recuerdo cuando me ofreció conocer a quien me estaba penetrando... llevándome la sorpresa al ver que era ella misma con un miembro ensartado en un arnés, con voz autoritaria me ordeno que se lo chupara y arrodillándome gatee hasta sus pies... tome con mi mano izquierda su tronco y lo conduje a mi boca, comenzando por lamerlo desde la base hasta el grande y coronar este mismo con la punta de mi lengua... mientras mi vecina gemía. Sin previo aviso me aparto con violencia... tirándome al suelo, tomándome de mis cabellos me hizo entender que continuara arrodillada, pero dándole la espalda a modo de ofrecerle mis nalgas.
Sentí el peso de una de sus manos en mi espalda y acto seguido su grande penetrar mi orificio vaginal, continuando por colocar ambas manos en mi cintura y comenzar con una frenética embestidas... ooohhh... aaahhh... ooohhh, una de sus manos abandonaba mi cadera para sujetarse a mis cabellos y como si simulara tirar del arnés de un caballo... ooouuuuhhh tiraba de mi... al mismo tiempo que me soltaba alguna que otra nalgada.
No dejaba de decirme que así aprendería a no despertar a sus vecinos... a respetar el descanso ajeno, mientras alcanzaba dos sendos orgasmo increíbles que me dejo para el arrastre… por no decir que acabe por orinarme encima sin poderlo evitar, pero que la muy cabrona no hizo que se detuviera sino que continuo unos minutos mas mientras pellizcaba mis pezones e incluso arañaba mi espalda... que según ella, dejaba su marca en mi. Su violencia tomo su cúspide una vez que me hizo retirar mis manos del suelo y mi cuerpo cayó sobre la fría y húmeda solería, mis pechos se restregaban como una fregona sobre el suelo mojado de orín mío. Momentos en que comencé a marearme, sentí arcadas e incluso la vista se me nublaba… lo demás ni me acuerdo.
Pero eso sí… recuerdo que desperté gracias al olor inconfundible de un buen café, estaba aturdida y con un tremendo dolor de cabeza... ignoraba donde coño estaba, no era mi dormitorio y aun menos mi cama pero la presencia minutos después de mi vecina en ropa interior negra me hizo recordar vagamente algunos fragmentos de lo sucedido… las demás lagunas me las lleno ella. Esta me hizo saber lo ocurrido la noche anterior y que tras llevarme a su casa, me enjuago primero y finalmente me metió en su cama… dejándome pasar lo que quedaba de noche junto a ella, me dijo que desayunara y que tras darme una ducha le hiciera la cama y me marchara... mientras observaba como mi vecina se colocaba unas medias negras de liga, una falda entallada también negra, una blusa blanca con entallados, una chaqueta negra y zapatos de aguja... obviamente era una ejecutiva y lo cierto es que me gusto su forma de vestir.
Obviamente hice todo lo que me pidió y volví a mi piso a continuar descansando, durante días quise verla y disculparme por lo sucedido pero no congeniamos e incluso simule estar borracha, queriéndola despertar pero no hubo forma. Una noche sobre las tres o quizás las cuatro de la mañana, tras escuchar de forma intermitente el timbre de la puerta… fui a abrir y sin mirar por la mirilla, más que pensé que pudiera ser alguna de mis compi de habitación, tras retirar los cerrojos y dispuesta a abrir la puerta… fui empujada más aun con la fuerza de la puerta, un enmascarado se me echo encima y mas que fuerte era hábil y rápido. Con rapidez me ato las manos a la espalda con algo fino y cortante, siguiendo por amordazarme y con fuerza tenderme sobre el mueble de la entradita para finalmente desnudarme... recuerdo que en aquellos momentos pensé "Dios mío, me van a violar".
Note algo húmedo y viscoso recorrer mis nalgas hasta mi ingle... pensé que habría escupido o incluso se habría corrido, el tacto de sus manos era suave y segundos después observe el motivo... el muy cabrón llevaba guantes de látex, comenzó a restregarme ese producto que me había echado por mi ingle... por mis orificios y al mismo tiempo me fui excitando… mmm, pues en cada una de sus restregones me estaba poniendo cada vez más caliente... ooohhh.
Escuche el sonido de una bragueta y acto seguido fui penetrada dejándome los ojos tan abiertos como platos, dejando caer mis parpados para borrar ese momento al tiempo que me caían las lagrimas, tras una serie de embestidas sin poderlo evitar estaba disfrutando... mmm. Sus nalgadas fueron al compas de las penetraciones... llegando a cambiar de orificio tras diez o quince minutos... no os sabría decir cuánto exactamente, ya que al menos a mi me pareció una eternidad.
El silencio se rompió cuando al oído me dijo... "te gusta" era una voz femenina e incluso me sonaba, aumentando las penetraciones y al mismo tiempo mi propio e involuntario disfrute, se quito la máscara revelando su identidad y no era otra persona que mi vecina... la cual me rebelo que esto era lo que se sentía cuando molestamos a los vecinos en la madrugada, siendo ella tratada de la misma forma pero con la diferencia que no fue una mujer sino hombre el autor, continuando por confesarme que esa persona no vertió producto alguno sobre sus orificios sino... sino saliva, revelándole finalmente su identidad una vez que vertió en su útero su satisfacción.
Bueno dicho esto... aquí os dejo con una nueva confesión y espero que os haya gustado, os debo confesar qué ahora me encuentro en casa con un portátil nuevo por que el mío a muerto por lo que os he dejado sin atender este tiempo y que también, me encuentro de reposo tras una operación de urgencia en la ingle debido a una hernia inguinal descubierta durante un chequeo rutinario, debido a tener unos síntomas bastante sospechosos… fiebre, náuseas, vómitos y mal cuerpo en general (joder, que creí estar embarazada). Notaba un bulto siendo más visible cuando estaba de píe o cuando tosía, tenía molestias más aun cuando estaba en plena relación sexual… por la zona de la ingle y empeoraba al toser, inclinarme o agacharme.
Pero bueno el único favorecido ha sido mi padre pues he estado reposando en casa de mis padres por motivo de que debía de estar en vigilancia, ya os confesare como el muy cerdo se ha aprovechado de mis ausencia en casa paterna... mmm, bueno hasta pronto. Bueno mis queridos lectores y lectoras hasta aquí llego mi confesión, esta ardiente sevillana debe de marcharse... pero si queréis saber más de mí, os invito a pasaros por mi blogs personal:
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