Seducida-seductora 1ª parte

El inicio de todo fue como los dos amigos de mi hijo que si saberlo medio forzada medio deseosa sacaron a relucir mi falta de sexo y el deseo por mi hijo.

El inicio de todo fue con los dos amigos de mi hijo que si saberlo sacaron a relucir mi falta de sexo y el deseo por mi hijo.

Todo lo que cuento es verdad, solo he cambiado los nombres de algunas personas.

Mi historia comienza con dos amigos de mi hijo

Quisiera decir que es la primera vez que cuento lo que me sucedió.

Empezaré describiéndome,

Me llamo Esther tengo 46 años, separada desde hace al menos 10 años mi ex se fue y quizás es de lo mejor que me pudo pasar. Tengo un hijo, Álvaro, universitario de 21 años. Yo soy de media melena castaña (con mechas ahora) mido como 172, delgada más bien con una talla de pecho generosa,

115 C

y para terminar bien de talle, de caderas, de muslos y de culo (se me marca en pantalones y faldas)

Cuando me dejo mi ex mi vida cambió, con un niño de 11 años me dediqué a él, mis amigas tenían parejas y por eso salía poco, además según pasaban los años y mi hijo crecía a mi me apetecía menos el salir por ahí.

En mi trabajo soy muy seria por la posición que tengo y fuera de un par de novios o tres que tuve

y poco tiempo, mi vida sentimental, amorosa y sexual estaba relegada a un segundo plano

En fin como mi hijo es estudiante algunas veces venía con compañeros de la carrera a estudiar, siempre eran los mismo que salían juntos estudiaban juntos… desde que empezaron.

Yo notaba que cuando venían a casa ellos me miraban y según crecían sus miradas eran quizás más de deseo y descaradas, a mi aquello me

hacía algo de gracia que unos chicos de esa edad se fijaran en una mujer de la mía, por eso nunca le día importancia, más al contrario lo veía como un halago.

En fin empiezo con lo sucedido

Esto ocurrió en Junio del año pasado, terminada la universidad de mi hijo y sus amigos.

Yo estaba en casa, haciendo cosas, llevaba puesto una camiseta blanca de manga corta con cuello en V, falda de punto negra por los muslos, sujetador y tanga y sandalias cómodas, en definitiva ropa de estar cómoda y además estaba sola

(Todo lo que ocurrió fue con una carencia de tiempo, que yo aquí solo resumo)

Era sábado por la mañana y vinieron a casa dos de los amigos, Javier y Juan mi hijo estaba fuera todo el día por no se que motivo, llamaron a la puerta y abrí, les salude y ellos a mí me pidieron el pasar para poder coger un trabajo que querían revisar para pode enviarlo con el fin de subir nota.

Javier era el típico chulito mandón, provocador y algo más maduro. Juan era más retraído, más tímido

Yo me lo creí les dije que si sabían donde estaba y afirmaron saberlo por lo que le fueron a la habitación de mi hijo mientras yo seguía haciendo cosas en la cocina.

Oí la voz de Javier en el salón

Javier- Bueno ya lo tenemos

Dejé las cosas que hacía y salí al salón, estaba Javier solo

Javier- Ahora viene Juan, esta en el servicio

Yo- Ya lo tenéis?

Javier- Si, si ya está espero que nos sirva, por cierto tienes una par de cervezas, con el calor que hace

Yo- Si claro, esperaros

Fui a la cocina y cogí dos cervezas, que llevé una en cada mano

Javier- Dame la dos, yo las cojo

Lo siguiente ocurrió muy rápido

Al coger las cervezas, Javier, también cogió mis manos juntándolas y no sé de donde salió Juan pero me puso una cinta de embalar de esas marrones en la muñecas a modo de esposas dando vueltas por ellas, inmovilizándome, me quedé sin poder reaccionar cuando ya tenía otro trozo de la cinta en la boca, después me empujaron hasta llegar al sofá donde ellos me sujetaron mis manos y brazos con las suyas y su fuerza y me pusieron una pierna cada uno de ellos en una de la mías dejándome

inmóvil

Javier- no te asuste no pasa nada, es solo un juego

Quise hablar pero no podía con la cinta por mordaza, también intentaba mover mis brazos y piernas pero era inútil, me tenían maniatada, amordazada y además

eran dos y con mas fuerza.

Juan- tranquila, tranquila que no pasa nada de nada es como te ha dicho Javier un juego

Quería gritar, decirles que me dejaran, que me soltaran, que se largaran de mi casa pero no podía

Javier- de verdad no mires con esos ojos de pánico que no ocurre nada, tus nos conoces y nunca te haríamos daño

Pues si no queréis hacérmelo dejarme en paz, pesé. Esto no podía estar sucediendo eran amigos de mi hijo,

a que venia tanta agresividad contra mí, siempre me cayeron bien y yo a ellos. Eran chicos majos y educados.

Juan- de verdad que solo es un juego, ya lo verás

Yo solo veía que no podía hacer, moverme hablar nada

Debí de dejar caer unas lágrimas porque el dedo de Javier lo pasó por mis ojos y dijo

Javier- no llores no pasa nada, de verdad ahora te explico todo, si te lo cuento dejarás de llorar.

Afirmé con la cabeza

Javier- Nosotros siempre te hemos visto como una diosa, sabes, pero sabemos que todas mujer tiene necesidades, y algunas de ella son sexuales, y lo mismo que algunos chicos se fijan en las madres o las amigas de la madres de sus amigos, como tu hijo en la mía, nosotros nos fijamos en Ti.

Juan- todo lo que te dice es cierto

Miré a Juan en ese instante, estaba a mi izquierda y Javier a mi derecha.

Javier- Y bueno pensando, pensando hablamos los dos y dijimos, “si mi madre con marido está necesitada porque el capullo de mi padre no la hace caso” supusimos que Tú sin marido, novio, amante ni nada también podías tener necesidad y que era una pena que una mujer tan guapa, atractiva, exuberante y llamativa que no tuviera el sexo que necesitabas

Dios ahora entendía todo, era forzarme a tener sexo con ellos lo que pretendían.

Javier- No pienses en que te vamos a violar ni nada de eso, solo queremos darte placer

Que sabrán de dar placer, dos mocosos como estos pensé

Javier se puso junto a mi oreja y comenzó a besarla, también Juan, a pasarme la lengua por ella, aunque yo estaba fría como el hielo

Intenté moverme pero era inútil me tenían bien amarrada y agarrada de brazos, manos y piernas.

Sentía sus manos por mis brazos y por encima de mi pecho

Juan- veamos que hay debajo de la camiseta

Me subieron los brazos hacía arriba, yo intenté no despegarlos de mi cuerpo pero ellos eran mas fuertes y los alzaron con una mano y con la otra la cogieron mi camiseta tirando para arriba de ella

Juan- la gatita se resiste

Tenía la camiseta en mi cuello, mi sujetador a la vista

Javier- Que hermosura de tetazas, dios que enormes son tal como comentábamos y con sujetador rojo, aún más morboso

Juan- Veámoslas bien

Comenzaron a subirme el sujetador hasta que estaba por encima de mi pecho dejándolo a la vista.

Yo me revolvía para evitarlo pero no conseguí nada al final quedaron a la vista

Javier- Por Dios que pezones, que aureolas que tetazas son enormes

Con una mano me sujetaban mis brazos arriba de mi cabeza y con la otra me tocaban el pecho, los pezones, me pasaban la lengua por ellos, los mordían y amasaban cada una,

con uno de ellos.

Javier- Mira se pone duros y que tamaño tienen son enormes

Yo miraba hacia abajo y veía sus dos cabezas encima de mi pecho y sus mano por ellos, mi vientre, sentía sus lenguas, sus labios, sus dientes en mi pecho… y la verdad recuerdo que a pesar de la situación que era y mi intención de ser fría, no podía dejar de advertir el placer que recibía y en uno de mis puntos más sensibles, el pecho.

No lo sé en que momento comencé a cerrar los ojos y percibir solo las sensaciones placenteras y sexuales de los dos chicos en mi pecho. Tampoco sé en que momento ellos empezaron a darse cuenta de ello, quizás porqué dejé de hace fuerza con mis brazos.

Juan- porque no le quitamos la camiseta y el sujetador, Javier.

Javier- te vamos a quitar la mordaza de la boca, si prometes no gritar ni nada parecido

Asentí con la cabeza y Juan me la quitó

Yo- ahh

Javier- mira te vamos a quitar la camiseta y el sujetador, eso será todo, después nos iremos, de acuerdo?

Yo- después os iréis de verdad?

Javier- Así es, solo te veremos las tetas sin nada de ropa, conforme

Asentí con la cabeza

Javier- Juan trae un cuchillo o algo de la cocina para quitar la cinta

Juan se levantó y trajo un cuchillo

Me bajaron las manos y pusieron por el centro de la cinta y la cortaron, luego me la quitaron de las muñecas tirando rápido al estar pegadas, después cada uno me pasaba sus manos por una de mis muñecas pasándome la lengua par calmarme

Yo- Tenemos un trato verdad?

Ambos dijeron que claro, que sí

Javier- quítate tu misma la camiseta y el sujetador

Me lo quité ambas cosas quedándome sin nada, con mi pecho a la vista de ellos

Ellos me los miraron y sin decir apenas nada comenzaron a tocarme otra vez, a sobármelo mejor, a pasarme la lengua por ellos, morderlos, chuparlos, besarlos, ya utilizaban sus dos manos en esa tarea y en bajarlas hasta mi vientre. Hacia tanto que nadie me tocaba que solo podía sentir lo que recibía y percibía, placer, eran dos chicos amigos de mi hijo sobándome y besándome el pecho y mi cuerpo y me estremecía de gusto.

Me pasaron mis brazos por detrás de sus cuerpos, como sería mi excitación que no me di cuenta que Javier subía hacía arriba su boca hasta llegar a la mía, abrí los ojos, Él me miró también

y me besó en los labios hasta que le dejé que metiera su lengua en mi boca, entrelazándola con la mía

En ello estábamos cuando sentí las manos de Juan que se metían por debajo de mi falda hasta llegar a mi tanga tirando de él, intenté sujetarlo con mi mano mientras decía

Yo-

no, eso no, eso no es lo pactado, esto es una locura dejarme por favor dejarme

Mi oposición era tan débil que le fue muy fácil a Juan retirar mis dedos del tanga y así poder bajármelo y sobre todo cuando noté sus manos en mis muslos abriéndomelos para después meter su cabeza entre ellos, cuando sentí el primer lenguetazo en mi sexo, ya no pude más, mientras Javier me besaba y sobaba el pecho, Juan me comía mi sexo y Yo con los ojos cerrados abrazando a Javier y con la otra mano en la cabeza de Juan sentía todo ese sexo reprimido y poco aprovechado desde hacía mucho tiempo, comencé a gemir como una loca.

Javier – eso eso, gime de placer te gusta verdad, que rica estas y que cara de puta tienes ahora mismo.

Lo de la expresión de cara no era la primera vez que me lo decían, en el sexo me convertía es esa fulana, guarra que a los hombres tanto les gusta.

Fui encadenado orgasmo con orgasmo hasta que Javier dijo

Javier- déjame un poco a mi Juan, también quiero comerme ese coño depilado de esta zorrita, y ves lo tiene dispuesto por si acaso pasaba algo, la muy zorra

Cambiaron entre ellos, siendo ahora Juan el que me sobaba, besaba… y Javier me comía el coño, solo en eso se notó el cambio en el placer que recibía era igual de intenso que antes, no sé el tiempo que estuve pero acabe exhausta de sexo, placer y lujuría

Cuando me quedé quieta en el sofá, ellos se desnudaron y se sentaron uno a cada lado, noté como me cogían mis manos y se llevaban cada uno a su polla, toda dura y gordas, era la primera vez que tenía dos pollas juntas, abrí los ojos y vi mis manos con su pollas.

Javier – venga cómetelas, seguro que lo haces muy bien

Me puse de pie, me bajé la falda y luego de rodillas entre ellos, les cogí sus pollas de nuevo con mis manos y mirándoles a los ojos comencé a comérselas alternativamente, a pasarles mi lengua, meterlas en mi boca, otra, pasándomelas por mis tetas

Juan- ahora entiendo porque nos gustan las maduritas, sois las mejores

Le miré y pasé su punta de su polla por mis pezones

Yo- esto te gusta verdad

Luego me la metí en la boca mientras el me decía cosas

Juan- dios que buena eres, que zorrita más rica.

Javier- si y muy buena que estás, sabia que tendrías ganas de polla, eso trágate la leche ahora

Al final empezaron, primero Juan y luego Javier a bombear leche a presión. Nunca me gustó la leche pero si que me la dejaran en mi pecho y cara y así lo hice, aunque fue tanta presión al salir de sus pollas y tal cantidad que me llenaron la cara y el pecho y también parte del pelo, antes de terminar me las pasé por mi pecho la punta dejando los restos en mis pezones.

M levanté y me fui a lavar a mi cuarto de baño, me miré en el espejo y vi mi cara y pecho llena de leche, esa cara de zorra que los tios me decían que tenía.

Decidí ducharme y limpiarme bien de toda le leche recibida y refrescarme de toda la sesión de sexo recibida.

Salí con el albonoz puesto al salón, ellos estaban desnudos tomando una cerveza, me ofrecieron una. Me senté frente a ellos

Yo- bueno esto se acabó, es hora de que os vayáis

Juan- ya? No quieres algo más, como tenerlas dentro?

Javier- si Esther dice que ya es ya

Javier me dijo que antes iría la baño y se levantó, tenía su polla toda dura apuntando al frente.

Miré a juan

Yo- tu no vas

Juan- no creo que no y quería decirte que nos perdones por esto si es que puedes.

Le miré si responde

Juan- bueno esto ha sido como una especie de venganza

Yo- Venganza de qué? porque?

Juan- la verdad es que todos creemos que tu hijo se está follando a la madre de Javier y bueno y me dijo de hacer esto como venganza

Yo- que mi hijo que? Y que tengo pinto yo en eso?

Juan- si ya lo se no es justo pero me lo dijo Javier y no pude negarme ni quise, al verda es que estás muy buena.

Yo- como sabes lo de mi hijo y su madre?

Juan- se sabe y bueno además está muy rica, casi tanto como tú

Volvió Javier y dejamos de hablar

Javier- bueno nos vestimos y nos vamos ya vendremos otro día

Yo- de eso nada, ningún día volverá a repetirse esto

Javier- Bueno no digamos nada, por si sucede

Se vistieron y se fueron no sin antes darme un morreo en la boca

Yo me quedé pensado lo que había sucedido y lo que me contaron de las miradas a mi y lo de mi hijo y la madre de Javier.

Esperé a ver si llegaba mi hijo pero se hizo tarde y me fui a dormir, durante toda la noche no dormí, seguía dándole vueltas a todo, oí llegar a mi hijo era tarde muy tarde.

Al día siguiente, domingo, me levanté y, claro mi hijo salió de la cama, casi la hora de comer.

Recuerdo que le saludé y si no me equivoco fue la primera vez que no lo ví como a un hijo, ni como a un muchacho, le miré como a un hombre, ese hombre que miraba o estaba con una mujer de mi edad y sentí celos de eso, no sé porqué, pero fue mi sensación interior.