Seducida por mi vecino

Tenía 18 años, mi vecino llevaba provocándome con sus piropos e insinuaciones, eso me gustaba y termine envuelta en sus brazos

Esta historia sucedió en el mes de febrero, yo ese momento tenía 18 años e intentaba superar mi separación con Rodolfo. Él era el padre de mi mejor amiga estaba separado de su esposa; él fue el primer hombre en mi vida y el que me hizo mujer. Lo nuestro terminó cuando él por cuestiones laborales debió irse a vivir a EE UU. Él quería que fuese con él pero yo no me animé a hacerlo. Pero no es esta la historia que les voy a contar, esa prefiero (al menos por ahora no  publicarla). Les contaré lo que sucedió después…

Había pasado un año de esta ruptura sentimental, Mi vida transcurría entre algunos trabajos y el cuidado de mi sobrino que a la postre seria… (bueno ya conocen esa historia). Como les decía mi vida sexual después de Rodolfo sufrió un impase,  salía con chicos de mi edad, y otros mayores pero todo de manera informal, y breve ya que mis noviazgos duraban poco tiempo y con ninguno tuve sexo.

En Febrero mi hermana, su esposo y Diego salieron de vacaciones, me invitaron a ir pero yo preferí quedarme no tenía ánimo para salir de vacaciones.

Mi vida sentimental en ese momento transcurría muy “ligth”, tuve algunas propuestas de noviazgo con chicos de mi edad y algunos algo mayorcitos pero con ninguno estaba a gusto como para intentar un noviazgo; es más para ser sincera ninguno me atraía, solo estaba con ellos como amigos….no los imaginaba en otro papel. Siendo sincera después de salir con Rodolfo los chicos de mi edad me parecían muy imberbes a esa altura los prefería maduritos…

En el barrio no tenía admiradores, al menos no tenía a nadie que me lo demostrase salvo Marcelo, él hacia un par de meses que evidenciaba su interés por mí y poco a poco empezó a mirarme de otra manera y a piropearme cuando estaba solo. Marcelo hacía ya varios años que vivía en el barrio, tenía un almacén y era casado.

Me encantaban sus piropos, no al principio porque me sentía incómoda por la diferencia de edad, pero eso fue cambiando con el correr del tiempo, me empecé a acostumbrar a que los piropos viniesen  de todo tipo de hombres, pero mi debilidad eran los piropos de Marcelo siempre tenía uno nuevo para mí.

Marcelo no era un hombre que me enloqueciese…pero con el tiempo eso cambió empecé a interesarme en él cosa casi sin darme cuenta y empezó a interesarme como hombre cosa que para él no pasó desapercibida, ya que fue evidente  que sus piropos me gustaban  y de manera disimulada comencé a coquetearlo. A él le gustaban en especial mis piernas y mis senos mis minifaldas, shorcitos cortos, y remeras muy ajustadas y escotadas, eso lo volvía loco.

Con el tiempo sus piropos comenzaron a ser un poquito más atrevidos me los decía cuando nadie podía escucharlos o cuando estábamos solos. Yo tenía una excelente relación con Elida su mujer, con ella charlábamos mucho, y de reojo veía que Marcelo no podía sacar sus ojos de mí y nadie podía sospechar nada Marcelo porque para los vecinos yo era una chica dulce, tierna e inocente, pero sabiendo lo que provocaba en Marcelo empecé sutilmente a estimularlo…

En una de esas charlas con Elida, me comentó que viajaría a Santa Fe a cuidar a su madre, ella había sufrido una operación de caderas y su hermana ya no tenía más licencia para cuidarla, así que Elida iría a pasar unos días con ella. Al otro día empecé a meditar  que de concretarse ese viaje ambos estaríamos solos…y era un buen momento para cuidarnos mutuamente.

El día que Elida se fue, coincidió con el día en que yo había sido citada para una  entrevista laboral, salí de casa a eso de las 10 de la mañana, llevando un vestido que de estar mi hermana me hubiese dicho que no llevase. Lo llevé porque a mí me gustaba, y con esa ropa no iba a pasar desapercibida. Llevaba mi cabello negro largo y suelto a mitad de mi espalda, mis ojos marrones apenas maquillados y un rouge en mis labios de un rosa pálido, a mis 18 años mis medidas eran menores a las actuales, media 1,70 mt  de altura y 90-59-91, piel trigueña, mi vestido era levemente pegado al cuerpo con un estampado fantasía y corto de colores negro, verde oscuro, lila y blanco, con breteles que se sujetaban detrás de mi cuello y que por detrás tenia al descubierto 1/3 de mi espalda, el escote por delante mostraban delicadamente el comienzo de mis senos y dejaban ver mis piernas unos 7 cm por encima de mis rodillas, y zapatos de taco alto negros.

Al salir de casa pasé por el almacén para despedirme de Elida y me encontré con Marcelo que apenas me vio me piropeó con un

M-  Que pasó en el cielo para que un ángel como vos haya venido hasta mí

C- Marce, nos puede escuchar tu esposa

M- Ella se fue…ahora por un tiempo no tengo que cuidarme cuando te piropee; estás más preciosa que de costumbre, ¿vas a pasear?

C- No…voy a una cita laboral, así que mejor me voy, no quiero  llegar tarde, pasé a saludar a Elida pensé que salía más tarde…me voy…..pero antes dame caramelos.

Al alcanzármelos volvió a piropearme diciendo

M- Quisiera ser uno de esos caramelos para poder derretirme en tu boca.

C- Marceeeee

M- Te molestó?

C- No, no  me molestan….pero me molestaría que los escuchen…

M- Siempre me cuido al decirlos, no quiero que nadie piense mal de vos

C- Bueno me voy no quiero llegar tarde. Nos vemos después…

Subí al colectivo y no pude sacarme de la cabeza a Marcelo…sabía que yo le gustaba, pero hoy lo había demostrado más. Marcelo, no era un hombre que volviese loco a las mujeres. pero ese día me estaba poniendo loquita, no podía sacarlo de mi mente, pensaba en él, en su manera de mirarme, en sus piropos, en ese juego que hacía con dobles intenciones y encima de todo hoy estaba solo y yo también estaba solita…y comencé a pensar que podríamos dejar nuestra soledad y hacernos mutua compañía…

Mis pensamientos se aquietaron debía bajar para ir a mi entrevista laboral. Salí de la reunión pletórica, dentro de 20 días comenzaría a trabajar. Al bajar del colectivo vi a Marcelo charlando con una vecina, nos pusimos a charlar les comente lo del trabajo y me fui a casa.

Ya en mi casa no podía de dejar de pensar en Marcelo, nunca antes me había pasado eso nunca pensé en el como hombre y tanto pensar en él me llevo a tener una masturbación la primera vez que me masturbé por Marce. Me quedé en la cama y no podía dejar de pensar en él, en especial sobre esa mañana porque no fueron solo sus palabras las que me habían excitado, eran sus ojos demostrando esa excitación propia de su deseo por mí, esas miradas que a mí también me habían excitado…y los dos estaríamos solos… no se al menos por 10 días y pensé que era un buen momento tal vez irrepetible y poder comprobar si sus deseos por mi eran los suficientes para hacerme sentir plena

Me vestí de manera provocativa e inocente, mi cabello negro revuelto, con un tenue salmón en mis párpados y mis labios en color rosa, llevaba un blusa de hijo tejida que me había hecho mi hermana de color blanco y rosado en su frente dos triángulos que se sujetaban por  detrás a mi cuello con un escote amplio y profundo de manera que mis senos (por supuesto sin corpiño) asomaban sensuales y por demás sexy, el tejido hasta 5 cm por debajo de mis senos era tupido, para luego continuar con un tejido calado  hasta unos 5 cm por encima de mi pantalón lo que dejaba algo de mi vientre al descubierto. Llevaba un jean azul lavado, ajustado que marcaba mis caderas y mi cola y unos zapatos abiertos color blanco de tacos altos pero no mucho, estaba de estreno y me encantaba como me quedaba ya que me mostraba como una chica inocente y a la vez muy provocativa. Me quedé esperando hasta último momento para ir al almacén a ver a Marcelo, llegué cuando estaba a punto de cerrar, es más entre yo y cerró se dio vuelta me miro y dijo:

M- Hermosa ropita, te queda perfecto, pero lo más perfecto y hermoso esta debajo

Me sonroje, puse cara de mimosa y dije

C- Marcelo, basta…te pueden escuchar

M- Nadie nos puede escuchar si estamos solos además no me puedo contener, sos hermosa cuando Dios creo a la mujer con vos logró la perfección

C- Ay…Marce…como estas hoy…

M- Siempre que te veo me pones así solo que hoy no tengo que cuidarme hoy puedo decir todo lo que siento por vos

C- Mejor me voy…

Me sujetó por la cintura me giró ambos quedamos de frente y me intentó besar, yo también deseaba que lo hiciese pero me resistí aumentando el él sus deseos por mí, le pedía, casi rogándole que me soltase, él beso un par de veces mi mejilla dado que mis movimientos le impedían llegar a mi boca, mi resistencia lo excitaba más, en un momento mi cuerpo quedo contra una de las heladeras del negocio, mis movimientos se habían reducido al máximo, su cuerpo me apretaba contra la heladera su boca intentaba besarme , en el roce de nuestro cuerpos pude sentir por momentos su pene erguido , mientras tanto la lucha continuaba, dijo:

M- Te deseo bebé…sos una gatita hermosa, estoy loco por vos

En ese momento afloje un poco mi resistencia, su boca rozó mis labios , eso lo excitó aún más, me tomo de las muñecas, alzando mis brazos, mi cuerpo estaba aprisionado entre el suyo y la heladera, entonces su boca besó la mía ya no ofrecía ninguna resistencia, mi cuerpo vibraba y mi excitación aumentaba segundo a segundo, abrí levemente mi boca y su lengua ardiente y deseosa se introdujo en la mía, él disminuyo la presión sobre mí, soltó mis muñecas me tomó por la cintura, me estremecí al sentir su piel, mis brazos rodearon su cuello y mi boca se entregó a un beso infernal, intenso y apasionado, que duró largos minutos

M- Te deseo

C- Yo también te deseo, luche por no meterle los cuernos a Elida pero ya no puedo…quiero que me hagas tuya…quiero sentir en mi cuerpo tus deseos por mi

Volvimos a besarnos, instantes después me trepé a su cuerpo rodeando con mis piernas su cintura, él me tomó por las nalgas y besándonos constantemente me llevó a su habitación, me depositó suavemente sobre la cama, él se acostó a mi lado, seguimos besándonos, su mano acariciaba mi vientre y subía por él lentamente en busca de mis senos, luego se acomodó entre mis piernas y comenzó a besar mi vientre, mi cuerpo se estremecía, podía sentir la humedad de mi vagina, mis senos quedaron al descubierto, acarició mis senos haciéndome estremecer y dijo:

M- Mi amor, tus senos son hermosos, y tus pezones se excitaron tanto que parece que fueran a explotar, los tenes muy duros

C- Están así por vos…te deseo tanto… estos días tus piropos y tus miradas me excitaron y ahora papi solo pienso en entregarme sácame la blusa y empieza a hacerme tuya.

Sus mano me quitaron la blusa, sus ojos revelaban su deseo por mis senos, los acaricia, los masajea, mi boca gime de pasión, se acuesta sobre mí  y su boca se adueña de mis senos… los lame… los besa… los muerde suave y apasionadamente su pene mostraba su excitación bajo su pantalón la excitación de su pene en su pantalón, tomé su cuello con mis manos y nos dimos un apasionado beso de lengua, mi vagina estaba cada vez más húmeda, su pene cada vez más duro luego tomo mis pechos entre sus manos y besó mis pezones, yo grite y dije entre gemidos

C- Siiii, así mi amor… ahhh… papi, me estas volviendo loca

Su boca siguió hurgando mis tetas, las succiona fuerte, con desesperación, lame mis pezones a punto de estallar por mi excitación, los sigue mordisqueando y lamiendo, su boca se adueña completamente de mis senos, el placer que siento es extremo, sigo gimiendo, siento que estoy por llegar al orgasmo… y no me pude contener mi cuerpo se convulsionó violentamente, nos besamos con pasión, mi cuerpo no paraba de convulsionarse, cuando por fin mi cuerpo se estabilizó, nos besamos por largos minutos.

Después él dijo que nos sobraba ropa y empezamos a desnudarnos; él me miraba con deseo cuando yo lentamente bajé mi jean el quedo con un slip negro yo con una bombachita celeste él me tomo entre sus brazos  y dijo:

M- Por dios sos hermosamente perfecta

C-Me encanta oírte decir eso aunque no creo que lo sea

M- Lo sos belleza

Mientras decía eso su mano se deslizó por mi bombacha muy húmeda a la altura de mi sexo él me toma de la cintura yo rodeo con mis manos su cuello, nos besamos ardientemente y caemos en la cama, yo debajo de su cuerpo, él aún llevaba el slip puesto, mi mano se mete dentro de él y comienzo a acariciar su pene erguido, duro, húmedo…ahora es él el que gime, y eso me encanta el deseo por mi brota por sus poros y eso me excita, me pone feliz porque sé que ese deseo es mutuo

M- Ay… mi chiquita… estoy loco por vos… te soñé miles de veces, al fin te voy a tener…quiero que me chupes la pija

C- Si papito… lo que vos quieras

Nos besamos intensamente en un infernal beso de lengua y luego mis besos y mi lengua bajaron por su cuerpo, primero me apoderé de su cuello con besos y chupones intentando no marcarlo, luego bajé torso, fui bajando su slip besando y chuponeando su bajo vientre, él acariciaba mi cabello y su boca gemía intensamente saberme deseada aumentaba mi excitación hasta bajar su slip su pene era de buenas dimensiones y dije:

C- Papi… es hermoso… me lo voy a comer todo…

M- Si chiquita….es todo tuyo

Lo tomo con mis manos lo deslizo por mí cara lo beso, el gime intensamente y digo:

C- Si asi papito…demostrale a tu chiquita lo mucho que te gusta estar conmigo

Deslizo mi lengua por todo su tronco hasta llegar a la punta de su pene, beso suavemente su cabecita rosada sujetando su pene venoso con mi manos, tomo su cabecita entre mis labios y arrancó a su boca un intenso grito de placer mientras empiezo a saborear sus primeros efluvios, poco a poco lo voy introduciendo en mi boca empiezo a chupárselo metiendo y sacando su pene de mi boca, gemía placentera e intensamente, sentí su pene endureciéndose más y más dentro de mi boca; luego lo saco, lo lamo hasta llegar a la base, acaricio suavemente su pene con mi mano, lo masturbo un poco y vuelvo a lamerlo hasta llegar a su rosado glande.

Marcelo está muy excitado. Vuelvo a introducirlo en mi boca y lo chupo desesperadamente sus gemidos me excitaban cada vez  más  deslizo mi lengua por su glande, lo vuelvo a meter en mi boca, lo succionó casi con desesperación hasta lograr mi objetivo, su cuerpo se agitó y su pene comenzó a lanzar torrentes de cálido semen. Marcelo mientras me entregaba su semen gemía y acariciaba mis cabellos y yo me sentía feliz  de verlo así tan entregado…

Saboree cada gota de su pene hasta deglutir hasta la última gota de semen. Luego nos besamos y acariciamos durante largo rato y después dijo:

M- Ahora me toca a mi, quiero comerte esa conchita hermosa que tenes

C- Si papito cómeme toda

Estaba muy excitada estaba demasiado tiempo sin sexo, Marcelo superaba todo lo imaginaba de él. Me recosté en la cama, sus labios se depositaron en mi sexo y besó de manera intensa mi concha, luego abrió mis labios vaginales con una mano mientras con la otra estimulaba mi vientre, su maravillosa lengua se deslizo por mi vagina se apoderó de mi clítoris con suavidad dándome el mayor de los placeres, no paraba de gemir, su ardiente lengua entra en mi vagina, mientras mis manos acarician mis senos, mis pezones estaban duros como una piedra y yo gemía y gritaba y lo incentivaba a seguir así

C- Ayyy así seguí... así papito… me volves loca… te deseo

Su lengua sedienta ingresa cada vez más adentro de mi vagina, mis gemidos son cada vez más intensos, mis manos aferran la sábana de su cama, el placer invadía mi cuerpo. Siguió así un poco más, su lengua vuelve a apoderarse de mi clítoris mi cuerpo se estremece grito intensamente, mis manos toman su cabeza de manera que no abandone mi sexo, pasaron momentos de intenso placer, yo quería demorar todo lo que pudiese el final, pero mi cuerpo no lo soportó más y estalló en cientos de convulsiones, mientras su lengua y su boca absorbía mi orgasmo. Cuando absorbió todo mi orgasmo nos besamos intensamente y su lengua en mi boca me hizo sentir el sabor de mi sexo

M- No solo sos hermosa princesa, sos increíble en la cama, me volves loco, ahora quiero cogerte quiero que seas mía y cumplir el mayor de mis deseos, ese que imaginaba en mis sueños

C- No estas soñando papi ya estoy siendo  tuya

Me acosté, abrí mis piernas, el arrimó su pene en la puerta de mi vagina depilada, el gimió, yo grite de placer, él jugaba con su pene y yo no paraba de gemir, de dar gritos de placer y de pedirle… casi como un ruego que me penetre, que me hiciese suya, entonces sentí como entraba dentro mío, y poco a poco me lo fue dando todo haciéndome vibrar de placer. Yo no paraba de gemir mis manos acariciaban su espalda el lentamente avanzaba en mí, luego de unos instantes mi cuerpo estalló en otro orgasmo, el siguió bombeando, yo deseaba cada vez más sentir su cálido semen en mi vagina pasaron minutos yo me estaba conteniendo porque deseaba acabar junto a él… su penetración se aceleraba cada vez más el final estaba próximo, yo lo tomaba con mis manos por la espalda, entonces él dijo “ahora”, mi cuerpo estalló en miles de interminables convulsiones, mientras su semen recorría mis entrañas, entregándome la calidez de ese semen que me volvía loca, y un beso profundo y apasionado acalló nuestros gritos de placer, cuando nuestros cuerpos se calmaron, nos fuimos a duchar, en forma separada yo fui primero luego me acosté en la cama boca abajo, me estaba dormitando cuando entró Marcelo se sentó a mi lado y dijo:

M- Tenes un cuerpo perfecto

Se sentó en la cama a mi lado, y con su dedo índice, recorrió mi pierna izquierda desde mi talón, por toda mi pierna y por una de mis nalgas, el placer que sentí fue enorme al llegar a mi cintura su boca besó toda mi espalda, mi cuello se acostó sobre mí, su pene en la raya de mi cola empezaba a endurecerse, beso mi cuello, mi oreja, mi cuerpo se volvía a estremecer y su boca en mi oreja dijo:

M- Tenes un cuerpo hermoso y una cola perfecta bendito el que pueda hacerla suya

Eso me excitó mucho y dije

C- ¿Porque?… ¿vos no me la vas a hacer acaso vos no me la vas a hacer?… que yo sepa nunca te dije que sea intocable o impenetrable

M- Eso quiere decir que te la puedo hacer hoy

C- Hay un dicho que dice…no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy…

Nos besamos en la boca yo seguía acostada boca abajo él bajo con besos y caricias por mi espalda en dirección a mi cola empezó a besar y lamer mi espalda pero ahora en sentido descendente, en forma lenta sus besos, lamidas y chupones me excitaron totalmente, su boca llegó a mi cola sentí su lengua lamiéndome las nalgas, sus besos y su lengua se apoderaron de ella mi boca gemía y gritaba, el placer era intenso y luego dijo:

M- Princesa abrí las piernas

Obedecí, sentía mi vagina húmeda de placer, me acarició la entrepierna y mis nalgas, luego las beso…mi cuerpo se agitaba de placer y luego su lengua comenzó a deslizarse por la hendidura de mi cola, fue una locura, sus manos separaron los cachetes de mis nalgas y su lengua entró en mi intimidad, grité y gemí como loca, me retorcía de placer su lengua luego bajo por mi cola hasta adueñarse de mi concha nuevamente, así varias veces, su lengua pasaba por mi cola y por mi concha y mi cuerpo tuvo un nuevo y violento orgasmo.

Luego de ello, colocó su cuerpo encima mío y deslizó su pene como jugando con mi cola, luego me tomó por las  caderas y me puso en posición de gateo, volvió a separar mis nalgas, pero ahora su lengua se apoderó mucho más de mi intimidad, su legua se adueñó  de mi ano, yo gritaba y gemía, el placer era intenso, colocó un almohadón bajo mi vientre, mi cola quedo paradita, y su lengua me invadía, tomo de la mesa de luz vaselina y embadurnó con ella mi ano.

Luego su lengua recorrió nuevamente desde mi ano a mi concha, yo estaba en otro mundo, el placer que estaba sintiendo era inigualable, colocó otra almohada bajo mi vientre, sujetó con ambas manos mis caderas y colocó la punta de su pene en la entrada de mi ano, y dijo:

M- Princesa, abrí tus piernas lo más que puedas

C- Si mi amor…

Aferró mis caderas y sentí como su pene entraba en mi cola, despacio, poco a poco su pene iba entrando en mi cuerpo, hasta que lo tuve todo adentro, era mi segunda vez pero ahora con experiencia sentía más el gozo, mi cuerpo volvió a tener otro orgasmo, y entonces empezó a recorrer mi ano, su pene entraba y salía, despacio al principio luego sus movimientos fueron más vigorosos, por dios el placer era extremo.

Su penetración era delicada, suave, pero intensa….casi como cuidándome, pero firme, y luego de varios minutos de intensa penetración su boca gimió profundamente y sentí su semen recorriendo mis entrañas y mi cuerpo volviendo a tener un nuevo orgasmo. Luego de estar abrazados, nos levantamos, él debía abrir el almacén  y yo volver a casa, para luego a la noche regresar a su casa. Durante 10 días fui su mujer, luego regreso Elida y yo comencé a ir a mi trabajo, eso distanció nuestros encuentros. Tuvimos sexo un par de veces más para luego distanciarnos definitivamente