Seducción en el Banco

Hay oportunidades que no deben dejarse pasar.

Seducción en el banco

Tenía cita hoy en el banco, por unos problemillas personales tuve que pedir un préstamo. La suma que pedía era considerable pero las cosas marchaban bien, solo faltaba entregar unos documentos mas.

Estaba al espejo acomodando mi ropa, mostrando mis atributos lo justo y necesario pues siempre deseo verme bien aunque sea para estos trámites no tan agradables. Ya estaba lista y le pregunté a mi marido que opinaba del como me veía, riiica, era siempre su respuesta y eso me encantaba, busqué mi cartera y salí con él.

Llegamos y tuvimos que esperar al ejecutivo un momento, así que me di a la tarea de revisar una vez mas los documentos, en ese momento nos hicieron pasar a una oficina, que salvo por las persianas era mas bien una vitrina.

No pude evitar mirar con detenimiento el lugar y como andaba excitada aún por la noche anterior que tuve con mi marido, imaginé todo tipo de cosas hasta como sería coger en la oficina y tan expuesta.

Pero bueno, yo iba a otra cosa, así que enfrié mi cabeza y me concentré en el préstamo.

El tipo nos dio una mala noticia, faltaba un documento, como era posible si yo lo había revisado bien, efectivamente así era, y que haríamos ahora, la cosa se atrasaría sin duda y yo lo necesitaba cuanto antes, era urgente.

-Yo podría ingresarlo, pero faltando este documento yo creo que lo van a rechazar.

Fue lo que nos dijo. Se levantó de su silla y fue a cerrar la puerta pues el ruido era mucho afuera, había demasiado público.

-Pero y se puede hacer algo? No sé, traerlo después-él movía negativamente su cabeza, pero vi que me miraba mas de la cuenta, e hice lo impensable, me levanté de mi silla y poniendo mis manos sobre el escritorio le dije- yo haría cualquier cosa por este préstamo, entienda lo necesito.

Así es mi indirecta era muy clara, el no dijo nada, se levantó nuevamente , cerró persianas y la puerta con llave, luego se sentó en el escritorio de nuevo, pero yo avancé mas la situación, no lo dejé hablar, rodeé el escritorio y acercándomele tomé su corbata y mi mano corrió por ella hacia abajo y sin ninguna duda hasta su pantalón, él tenía una erección, quizás hace rato, cuando la palpé el tiró su cabeza hacia atrás y suspiró, no hizo nada, solo suspiró, viendo que él estaba mas que dispuesto, con mis hábiles manos desabroché el pantalón y bajé el cierre, mmm que es esto, es muy grande, mas de lo que había imaginado, la saqué afuera, y se la sobé, mi mano se empapaba con sus fluidos, prueba de que hace rato estaba excitado, quizás desde que entramos, miré su cara y el permanecía aún con los ojos cerrados, emitía jadeos y suspiros cortos.

-Le gusta Sr. Morales? Quiere mas?- Ni siquiera esperé respuesta, de un movimiento bajé mi cabeza y me tragué ese pedazo, que era bastante grande y grueso, un ahhh! Escuché salir de su boca, mientras con una mano tocaba mi cabeza, eso para mi fue suficiente, él quería que yo siguiera.

Al minuto sentí las manos de mi marido manoseando mi trasero, levantó mi falda y apretó mis glúteos, su lengua jugueteó en ellos un rato mientras yo me comía esa tremenda verga con la boca, el Sr. Morales acariciaba mi cara con una mano y con la otra empujaba mi cabeza, tocaba mi boca y su verga como no creyendo que en verdad estaba pasando, me sentí ahogada pero seguí, mmm que rico, ahora sentía la lengua de mi marido jugando en mi conchita, era una delicia.

El Sr Morales se levantó de su silla y se tiró en el suelo, yo lo seguí, su verga me tenía demasiada entusiasmada como para dejarla, la analicé un poco, era demasiado para mi conchita, deseché la idea y seguí lamiéndolo.

  • Sr Morales le gusta?

  • Sí.

  • Y hace cuanto que no se lo hacían?

  • Hace meses oohh.

  • Y quería que yo lo hiciera verdad?

  • siiii.

Con mi mano acaricié su abultado vientre, era velludo, como a mi me gusta y sus bolas muy grandes, estaba agachada comiendo de ese manjar que era su verga, y otro placer se sumó, era la verga de mi marido que quería entrar en mi conchita, mmm paré mi cola lo mas que pude para que entrara con facilidad, empujó una y otra vez hasta que sentí mi primero orgasmo, esto me desesperó y chupe fuerte y rápido la verga del Sr. Morales, unos movimientos mas y sentí como se descargaba en mi garganta, tragué cada gota hasta que quedó completamente seco, mientras mi marido seguía y seguía, ya se venía y yo mas excitada que antes metí mi mano entre mis piernas hasta alcanzar mi clítoris lo froté fuerte hasta que el segundo orgasmo se vino , mi marido sacó su verga y descargó toda su leche en mi boca también.

Me di vueltas, el Sr Morales estaba aún en el suelo, con una sonrisa en los labios.

-Ud estuvo muy bien.-le dije.

Abrió los ojos y se levantó y arregló las ropas, un poco rojo, avergonzado supongo.

Mi marido ya estaba sentado, como si nada hubiera pasado y yo me senté en la otra silla de clientes.

No me dio la cara por un rato, hacía como que ordenaba papeles, pero no hacia nada en realidad, tocía de vez en cuando.

  • Y que va a hacer- fue mi intervención.

-Está bien lo haremos así, asumiré la falta del documento faltante como un error mío y lo arreglo internamente

Mientras decía estas y otras palabras saqué de mi cartera un papel y lápiz, que le entregué después.

Nos dimos la mano los tres y salimos de ahí como si nada.

Afuera mi marido me besó largamente.

-Cómo estuve?-le pregunté.

-Muy bien, y que le entregaste al Sr. Morales?

Una nota.

Yqué decía?

Y le expliqué que lo que le había entregado era el documento que faltaba y una nota que decía "Gracias, ud. ha sido mi regalo de cumpleaños".