Sedientos de sangre 6
Un joven que fue abandonado por sus padres en pleno invierno, pero que encontró a alguien en quien confiar... Pero esa persona acabó traicionándolo. Ésta, es su historia.
Ey, ¿cómo os va la vida? Soy Batdark, y este es el sexto capítulo de sedientos de sangre, una saga de vampiros bastante peculiar… En fin… En el capítulo de hoy presentaremos a la tercera y última pareja, al menos de momento… Pero antes de meternos en faena, por favor, leed el mensaje del autor:
Si os osy sincero me cuesta mucho escribir las escenas sexuales, soy bastante perfeccionista con ellas y me acaba pasando factura… No estoy muy satisfecho con ellas… Así que ahora busco más buen entretener, que no excitar, con mis escenas sexuales, que sean peculiares, así me resulta más fácil, aún así, en este capítulo… No hay sexo… Pero aún con eso, espero que os guste.
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Ahora, por favor sentaos y disfrutar de la sexta parte de esta saga de vampiros tan fríos…
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Era pleno invierno en la capital prusiana, Berlín, y un niño había sido abandonado por sus padres. Andaba entre la nieve de las calles con lágrimas en los ojos, parecía que todo carecía de importancia, nada iba a salirle bien, solo tenía 9 años, y estaba solo en el mundo. Su padre, que era un granjero tacaño, no tenía dinero para mantener a sus 17 hijos, así que su mujer decidió que tendrían que deshacerse del más pequeño de ellos, el menor era, Liebevoll Bitterkeit.
Lo único que tenía era su ropa de campesino y una cruz roja en el cuello con su nombre, no había comido desde hacía días y se desmayó en mitad de la calle, mucha gente pasaba a su lado, pero a nadie parecía importarle, todos pasaban de largo, ese niño no importaba, era uno de tantos niños que abandonaban en las calles y moría de hipotermia, pero de repente, notó algo caliente en su mano, era… Una mano, alguien le estaba ayudando…
Levantó la vista y vio unos ojos azules como el cielo que le miraban preocupados, un chico de más o menos su edad, con el pelo castaño y de nariz picuda, le tiraba de la mano.
-¡Chico! ¡Oye, chico! ¡¿Estás bien?!-dijo el rescatador.
-T-tengo… Hambre…-dijo Bitterkeit sin fuerzas.
-Toma un poco de mi pan-le ofreció el chico desconocido.
Partió una barra de pan en dos y le dió a Bitterkeit la mitad, lo devoró con ansia y mejoró su estado un montón. El otro chico sonrió viendo la ferocidad con la que comía.
-Me llamo Verrat, ¿y tú?-dijo el chico desconocido con mirada amable.
-¿Eh?-dijo parando de masticar-Yo soy Liebevoll.
-Jaja, que nombre más raro-dijo riendo.
-¡O-oye! No te rías…-dijo Bitterkeit.
-Me gusta-dijo parando de reír-Seamos amigos, ¿vale?
Bitterkeit se sonrojó ante la petición tan repentina, ya no estaría solo, jamás volvería estar solo, porque ahora… Tenía un amigo…
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Sedientos de sangre
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Un relato del Enterrador
Sediento de odio
Capítulo VI: El odio al reencuentro
Estaba harto de oír ese nombre… Verrat Grausam… Era un cerdo y un traidor… Jamás podría perdonarle… Él lo era todo para mí… Era como un hermano, pero… Aún así, tuvo la sangre fría de traicionarnos… A mí y a Rufus, que lo acogió como a un hijo. Me fui de la reunión enfadado, no necesitaba oír más tonterías… Ese chico nuevo… Kilian, creo… No sería capaz de derrotar al vaticano, yo soy caza-caza-vampiros. ¡Escogí este trabajo para vengarme de él! ¡Para que me diera una explicación! Yo soy el único que destruirá el vaticano…
La fiesta terminó y esa noche sería la iniciación de Kilian, normalmente me preguntan a mí que si estaría dispuesto a hacerla, pero esta vez no… Qué raro… Esa noche decidí dar un paseo nocturno por el bosque… En pleno invierno me encantaba ver los árboles nevados… Pero también me llenaba de nostalgia… Me recordaba a aquel fatídico día en que lo perdí todo y conocí a ese cerdo… Mientras paseaba vi a Kilian con su estúpido murciélago en el hombro. Decidí llamar su atención.
-¿A dónde vas, novato?-dije llamándole.
-¡¿B-Bitelchús?!-dijo sorprendido.
-¡¡¡Es Bitterkeit!!! ¡¡¡Apréndetelo!!! Por la cuenta que te trae…-dije enfadado.
-L-lo siento…-dijo cabizbajo.
-¿A dónde vas a esta hora? ¿No deberías estar en tu iniciación?-dije cruzándome de brazos.
-Y-yo… No puedo…-dijo deprimido.
-Por supuesto… Esta claro que un débil blandengue como tú no puede ser vampiro-dije sonriendo.
-¡Eh! ¡¿A quién llamas blandengue, enano!?-dijo el murciélago cabreado.
-¡¡¡¿¿¿A quién llamas enano, gato atropellado!!!??? ¡¡¡Para tu información, no soy bajito, es que aún no he dado el estirón!!!-dije fuera de mí.
-Claro que sí, chiquitín… ¿Cuántos añitos tienes?-dijo el murciélago sonriendo.
-¡¡¡14!!!-dije seriamente.
-Oh… Qué mayor…-dijo el murciélago con una sonrisa-Y podrás ir al baño tú solito a limpiarte el…
-¡Batdark, no seas ordinario!-dijo Kilian regañando al murciélago.
-¡¿Cómo te atreves!?-dije cabreado-¡Está bien! ¡Comprobemos quién es el más fuerte aquí!-dije agarrando mi cruz.
-Chaval… No quiero humillarte…-dijo Kilian haciéndose el chulo.
-Tsk. ¡Eso ya lo veremos!-dije cabreado-¡¡¡Fire destruction!!!
En ese momento mi cruz se activó y una ráfaga de fuego salió disparada hacia Kilian, pero en el último momento éste activó un escudo “Holy Monster”, todo esto es jerga de vampiros, vosotros no lo pillaréis… Pero me di cuenta de que no era un aficionado como yo creía….
-Vaya… Parece que conoces algún truquito y todo…-dije sonriendo.
-Je… A diferencia de otros, yo SI he ido a la academia de vampiros-dijo mirándome con superioridad.
-Jajaja, era innecesario que yo fuera a ese sitio, porque yo soy la élite, y no necesito esa clase de cosas-dije riendo-Pero… En esa escuela… ¿Te enseñaron a parar un Bones end?
-¿Bones end?-dijo extrañado-¿Qué es…?
En ese momento alcé mi cruz y uno a uno todos los huesos de ese idiota creído se rompieron ,cayó al suelo chillando de dolor, estaba claro que ni el hijo de la reina podía hacerme frente, ahora solo quedaba renterrar el cadáver… Estaba muerto. De esa forma, yo sería el que se enfrentara al vaticano…
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Me levanté temprano y fui a la cocina a desayunar como cada mañana, después de todo, en el vaticano tenemos una rutina muy marcada destinada a Dios, aunque yo nunca me he tragado esa historia de que Dios existe… Es más, casi ninguno de los que estábamos aquí nos lo creíamos, pero bueno… Estaba aquí por otra razón…
-Buenos días, Verrat. ¿Qué tal has dormido?-me dijo Frömmler, otro caza-vampiros.
Él era el único de todos nosotros que sí creía en la existencia de Dios, era bastante inocente y todos le tomábamos el pelo, pero era buen chaval… Aunque tampoco es que me importara mucho, normalmente yo pasaba de todo el mundo.
-Ah… ¿De verdad te interesa? Mira… Tú a mí no me interesas para nada, y no finjo que así es, porque eso sería una pérdida de tiempo, ¿entiendes? Así que no preguntes algo que no te importa-dije cansado.
-Pero… Sí que me importa…-dijo Frömmler un poco abatido.
Salí de la cocina sin ganas de oírle, dejaría el desayuno para más tarde… Übel me dijo que fuera a verle en cuanto terminara de desayunar, pero como ese santurrón no me iba a dejar desayunar tranquilo fui primero a ver a Übel.
Abrí la puerta de su despacho y estaba sentado esperándome leyendo un libro: “Chochos brasileños rasurados”.
-Ejem-tosí para llamar su atención.
-¡¿Qu-quéeee!?-gritó tirando el libro hacia atrás.
-Querías verme, ¿no?-dije mirando hacia otro lado.
-¡Como le cuentes esto a alguien te mato!-dijo seriamente.
-¡A sus órdenes!-dije sonriendo.
-Bien…-dijo recuperando la compostura y guardando el libro en un cajón-Ya ha llegado el momento…
-¿El momento?-dije confuso.
-Pronto será coronado el nuevo rey de los vampiros-dijo sereno.
-Ah… Cierto… Ese tal… Miliam…-dije recordándolo.
-En realidad es Kilian, pero eso es irrelevante. Necesito que lo mates ahora que es débil. Siendo el caza-vampiros más poderoso no te supondrá ningún esfuerzo…-dijo juntando las manos en pose pensativa.
-Puff… Que pereza… ¿Y si no me apetece?-dije bostezando.
-Está en el castillo de Prusia-dijo mirándome a los ojos con expresión seria.
-¿Allí?-esbocé una sonrisa-Entonces iré encantado… Así podré verle…
-¡Verrat! ¡Ni se te ocurra desviarte de la misión! Podrás verle en cuanto hayas matado al objetivo-dijo enfadado.
-Que sí, que sí…-dije yéndome.
-¡¡¡Espera!!!-dijo llamando mi atención-Llévate a Fömmler, que sé que si no te vas a distraer…
-¿A ese peñazo de tío?-dije bajando los hombros.
-Si tienes éxito en la misión, el papa te recompensará, y muy generosamente...-dijo sonriendo.
-Está bien…-dije aburrido-Partiré ahora mismo…
-Así me gusta…-dijo ensanchando su sonrisa.
En ese momento yo salí del despacho y Übel se quedó solo. Él era el jefe de los caza-vampiros y la mano derecha del papa, eso sí, nadie sabía de su existencia, y ni siquiera nosotros conocíamos su origen, pero a mí tampoco me interesaba demasiado, después de todo, yo solo estaba en el vaticano por él, por mi “hermanito”...
-Kilian Darkill… Espero que tú también representes tu papel…-dijo Übel a solas.
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-¡¿Qu-qué le has hecho a Kilian, monstruo!?-dijo el murciélago molesto.
-Tsk. Me había olvidado de ti… No te preocupes, insecto, que enseguida te mato…-dije acercándome al murciélago para arrancarle la cabeza.
-N-no… ¡Nooooooo! ¡No permitiré que le hagas daño!-gritó el murciélago.
-Lo siento, pero eres molesto, y no le haré daño, porque él ya está muerto-dije sonriendo.
Levanté mi cruz y una onda de energía se fue preparando en su interior, el murciélago se retrepó, por el miedo, supongo… El otro estaba ya muerto, así que me sería muy fácil acabar con ambos. Levanté la cruz para atacar y…
-¡Jajajajajajajaja! Vaya, vaya… Parece que has madurado y todo, Liebevoll-dijo una voz.
-¿Eh?-detuve la carga de energía-¡Nadie me llama Liebevoll! ¡¡¿¿Quién eres!!??
-Vaya, eso ha dolido, ya no reconoces la voz de tu hermanito, Lie-be-voll-dijo la voz.
-No puede ser… ¡¡¡¡Tú!!!!-grité furioso.
De repente de entre los árboles aparecieron dos figuras que saltaron sobre la nieve, una de ellas me era conocida, Verrat.
-¡Tú no eres mi hermano!-dije enfadado.
-Vamos… Pero si es como si lo fuéramos, Lie-be-voll-dijo haciendo énfasis en mi nombre.
-¡Que no me llames así! ¡Cara-rábano!-dije aún más furioso.
-¿Eso es lo mejor que se te ocurre? ¿Cara-rábano? Jajajajajaja, no has cambiado nada, Liebevoll-dijo riéndose de mí.
Cada vez que repetía mi nombre sentía una punzada en el pecho, ese monstruo había jugado conmigo y ahora se atrevía a burlarse de mí… ¡Jamás se lo perdonaría!
-¡Tú ya no tienes nada que hacer aquí, traidor! ¡Lárgate!-dije de malas pulgas.
-Au contraire, mon frére-dijo sonriendo, porque yo no tenía ni puta idea de francés, para ridiculizarme-He venido a matar a Kilian Darkill.
-Je…-sonreí-Llegas tarde, ya lo he hecho yo-dije señalando el cadáver.
-¿Qué?-perdió la sonrisa-¿Este saco de huesos rotos es Kilian Darkill? Ja… Jajajajajajajajajajaja.
-¿De qué mierda te ríes ahora?-dije levantando el puño.
-No sabía que podrías llevarle la contraria a Rufus…-dijo riéndose-Si se entera de esto, te desterrará y además, te odiará.
No lo había pensado, yo idolatraba a Rufus, si él me odiaba mi vida habría acabado, vale, no sólo le idolatraba, quizá había algo más… Quizás… Quizás hasta le amaba…
-¿Por qué te has sonrojado de repente?-se puso serio-¿En qué piensas?
-¡C-cállate!-dije rojo como un tomate-¡Ha sido un error de cálculo!
-¡Ja! ¿Y ahora? ¿Qué vas a hacer, Liebevoll?-dijo mirándome fijamente.
-¡Sabes perfectamente que puedo resucitarlo!-dije orgulloso-Sólo tengo que pedirle a Tod que…
-Siempre tan divertido, Liebevoll… No te dejaré, porque voy a matarte aquí y ahora-dijo con una sonrisa de superioridad.
Imbécil… Para él solo era un juego… Un juego en el que él me humillaba y salía victorioso… Pero esta vez yo le ganaría en su propio juego.
-Frömmler, llévate al cadáver de Kilian Darkill-le dijo al otro caza-vampiros.
-¡Por supuesto!-dijo el otro decidido.
-Pse. ¿A dónde crees que vas?-dije lanzándole una bola de fuego con mi crucifijo.
-¡Idiota!-le dijo al otro-Espera, cuando yo tenga a Liebevoll bajo mi control tú te llevas el cadáver.
-¡V-vale!-respondió el otro nervioso.
Verrat se lanzó a por mí con su crucifijo de cada-vampiros, yo le lancé varias bolas de fuego que esquivó y derritieron la nieve. Mientras corría hacia mí podía ver en sus ojos que lo estaba disfrutando. Era un cerdo retorcido… Estaba disfrutando con esto…
-¡Te vas a enterar, cara-rábano!-dije saltando , al quedar suspendido en el aire comencé a lanzarle un montón de bolas de fuego.
-Aún no has conseguido superarme-dijo esquivándolas-Lie-be-voll.
-¡¡¡Que-no-me-llames-así!!!-dije aumentando la velocidad a la que se los lanzaba.
Los esquivó como si nada y saltó, después me golpeó con la cruz en la cabeza. Movido por el impacto caí a la nieve, el se quedó en el aire mirando. Entonces escondido bajo la nieve me moví y me coloqué detrás de él. En cuanto estaba detrás de él le lancé varias bolas de fuego, pero justo en el momento en el que fueron a impactar con él se dio la vuelta y las paró con su cruz.
-Qué truco más viejo…-dijo sonriendo.
-Tsk. Estúpido cara-rábano-dije molesto.
-Je…-sonrió.
Miré a mi izquierda y vi como su amiguito se acercaba a recoger a Kilian, el murciélago comenzó a gritar, en ese momento preparé una bola de fuego, pero rápidamente Verrat me levantó del suelo agarrándome de la solapa de la camisa y me dio una patada, lanzándome contra un árbol. Toda la nieve de las ramas me enterró el cuerpo.
-Tú sólo debes mirarme a mí-dijo seriamente acercándose a mí.
Cuando llegó hasta mí me agarró de la barbilla.
-Porque desde el mismo momento en el que te encontré en la calle, eres mío-dijo mirándome seriamente.
-Tsk…-dije librándome de la nieve con el fuego de mi crucifijo y dándole en el brazo para que me soltara la barbilla-¡Deja de tomarme el pelo, cara-rábano!
-Bueno…-dijo sonriendo de nuevo-Ahora… ¡Agh!
-¿Eh?-me sorprendí.
-Mierda…-dijo girando la cabeza.
Yo también me giré y vi como Rufus sostenía al amigo de Verrat, lo tenía agarrado por el cuello desde atrás, y no parecía muy contento.
-Verrat… Te devolveré a tu amigo si os marcháis de aquí inmediatamente-dijo serio.
-Je… ¿Por qué debería hacerte caso? Ya no eres mi señor…-dijo encogiéndose de hombros.
-¡Verrat!-dijo el otro caza.vampiros-Me va a…
-¿Qué vas a decir? “¿Me va a matar?” Me trae sin cuidado-dijo sonriendo.
-P-pero… Yo creí que éramos amigos…-dijo comenzando a llorar.
-Agh… Qué irritante… Está bien… Rufus, nos iremos, por lo menos de momento-dijo cansado.
Rufus soltó al otro caza-vampiros y esté corrió hacia Verrat.
-Bien… Nos vamos-dijo girándose hacia mí-No lo olvides, Liebevoll, tú y yo tenemos una cuenta pendiente…
Agarró al otro caza-vampiros, que estaba en el suelo horrorizado, del cuello trasero de la camisa y saltó hacia los árboles.
Rufus se acercó a donde estaba Kilian y de repente apareció Tod.
-¿Por qué has tardado tanto?-dijo Rufus visiblemente molesto.
-Lo siento… Pero me dijisteis que no interfiriera en los cadáveres que tenían relación con los vampiros si había un enemigo cerca…-dijo sin expresión.
-Resucítalo-dijo Rufus.
-¡¿P-puede hacer eso?!-dijo Batdark emocionado.
-Por supuesto, ya os dije que es la muerte-dijo Rufus sin expresión.
-Ahora que os miro a los dos… Os parecéis bastante, ¿verdad?-dijo Batdark confuso refiriéndose a Rufus y Tod.
-Que va…-dijeron los dos a la vez con la misma cara sin expresión.
Tod se agachó y besó a Kilian en la frente, entonces éste reaccionó.
-¿D-dónde estoy?-dijo levantándose.
En ese momento Rufus le dio una bofetada.
-¿Qu-quéee?-dijo Kilian sorprendido.
-Que sea la última vez que te escapas de mi castillo-dijo Rufus enfadado.
-L-lo siento-dijo deprimido-pero yo no puedo…
-¡Eres un vampiro! ¡¡¡Lo llevas en la sangre!!! ¡Así que pórtate como un hombre y afronta tu destino!-dijo Rufus exaltado.
-Yo… Y-yo… Lo haré-dijo calmándose-Pero prométeme que no me quitarás la camiseta.
-Está bien… Pero no sé por qué le das tanta importancia si ya te la he visto…-dijo Rufus molesto.
Cuando nos quisimos dar cuenta Tod ya se había ido. Entonces Rufus se acercó a mí.
-¡Rufus!-dije acercándome a él.
Corrí en su dirección, pero en cuanto estuve cerca de mí me dio una bofetada aún más fuerte que la que le dio a Kilian. Caí al suelo inmediatamente.
-Como vuelvas a hacerle algo al hijo de la reina me ocuparé personalmente de que te conviertan en una cucaracha-dijo de mal humor.
-P-pero…-dije molesto.
-Hoy duermes fuera, por portarte así-dijo andando hacia Kilian y dejándome atrás.
No era justo, yo solo quería poder enfrentarme a Verrat de una vez por todas y hacerle pagar por su traición, Kilian era un obstáculo, si él se convertía en el salvador, me dejarían a mí al margen. Y yo no quería eso… Yo quería luchar junto a Rufus…
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-Y es por eso que hemos fallado, señor…-dije contándole a Übel lo que había pasado.
-Bien, entonces les diré a los de abajo que preparen el sótano para Frömmler-dijo Übel decepcionado.
-Si él no se hubiera dejado capturar, Kilian estaría muerto-dije sonriendo.
-Despídete de él, porque mañana comenzará su tortura y no volverás a verlo con vida-dijo Übel sonriendo.
Salí del despacho y sonreí, le había contado a Übel la historia con unos cuantos adornos, sobre todo que no pudo escapar de las garras de Rufus y tuve que infiltrarme en el castillo para rescatarlo, pero que al llegar había simpatizado con los de allí y que me había hablado de que ahora quería ser vampiro. Je… A partir de ese día, podría desayunar tranquilo.
CONTINUARÁ…
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¡Eso es todo por hoy! Si… Os preguntaréis que por qué este capítulo es de la nueva pareja si aún así han salido Kilian y Rufus, bueno… Técnicamente era desde el punto de vista de la nueva pareja, pero eso no significa que no puedan mezclarse las tramas… ¡Ah, se me olvidaba! ¡El mensaje del autor!:
Últimamente me he estado forzando para meter escenas de sexo o gores, pero he comprendido que eso no puedo forzarlo, tiene que ser la historia la que lo llame, por eso este episodio no tiene ni sexo ni elementos gore, y aún así, yo he disfrutado mucho escribiéndolo. ¡Espero que vosotros también leyéndolo! No olvidéis pasaros de vez en cuando por mi blog:
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OS SALUDA
EL ENTERRADOR
Bueno, gente. ¡Hasta el lunes que viene! Que tengáis una buena semana.