Secuestro Intergaláctico (Re-Escrita) parte 1

Una familia es secuestrada y llevada a un depravado espectáculo

-          —Entra ya –gritó mamá por la ventana del segundo nivel

-          —Ya voy –respondí de la misma manera

-           —Entra de una vez gilipollas

Nada como el cariñoso llamado de mi querida prima. Sin dudar es el epitomé de unas maravillosas vacaciones.

Creo que eso; las vacaciones en familia las invento el mismo tío que invento las galletas de arroz bañadas en chocolate. Se ven apetitosas pero, después de probarlas, te das cuentas que son una mierda.

¿Y que hago aquí?...Me lo pregunto continuamente.

¿En una cabaña (bastante cómoda, todo hay que decirlo) en medio de las montañas?

La respuesta es simple: mi tío Mario, tiene una obsesión casi insana con los ovnis y según él, esta zona es visitada constantemente por hombrecitos verdes. A eso vino, a investigar y documentar todo platillo volador que se le cruzase.

Por qué debió traer a mi padre, mi madre, mi hermano mayor, mi hermana menor, mi hermano pequeño, mi abuela, mi abuelo, mi tía, mi prima menor, mi prima mayor y la amiga de esta con él?. Eso es algo que nunca comprenderé pero, lo hizo y todo fue relativamente bien en estas “vacaciones en familia”, los primeros días.

Sin mencionar (no, en serio, no puedo mencionarlo ó ellos me golpearan más fuerte) las bromas, golpes y burlas de las que fui victima, constante por parte de los integrantes más jóvenes de mi familia.

Ya para el quinto día todo se fue a la mierda.

A eso de la una de la tarde se descompuso el generador eléctrico, y los hombres de la casa decidieron viajar 9 horas al pueblo más cercano y comprar los repuestos necesarios para repararlo.

Por “hombres” me refiero a mi tío Arturo (autor intelectual del viaje y de mi sufrimiento) mi papá Roberto (autor materia), mi hermano Sergio (cómplice) y mi abuelo Carlos (otro cómplice).

-          —no creo poder volver hasta mañana -dijo papá montando la caravana que rentó para el viaje

-          —será lo mejor, esa carretera no se encuentra en buenas condiciones para conducirla, mucho menos de noche –respondió Helena mi mamá

-          —lo mismo creo yo – acotó la abuela Jacinta, despidiéndose con un beso de mi abuelo – conduzcan con cuidado

-         — eh Sebas, cuida a las mujeres –dijo mi tío con una risa burlona

-          —jajaja, si no puede cuidarse ni él –respondió Natalia dándome un golpe en la cabeza con mayor fuerza de la necesaria

-          por eso lo digo –gritó mi tío cerrando la puerta mientras papá arrancaba el coche

-          —ya se fueron? –preguntó saliendo de la cabaña, la hermana de mi mamá o sea, mi tía, madre de eso dos engendros de lucifer que son Natalia y Vanessa

-          —si, ya se marcharon –respondió mi madre encaminándose a la cabaña

*   *   *

Y así volvemos al punto exacto donde mi prima me llama gilipollas,

*    *   *

Eran alrededor de las 10 de noche y la oscuridad cubría las montañas, la escasa luz que se filtraba por las ventanas provenía de las pocas velas encendidas dentro de la cabaña, estas, a duras penas lograban iluminar la sala, para que mencionar los 90 metros que separaban la casa de la roca donde yo me encontraba sentado, lo cual generaba un lugar perfecto para ver las estrellas y ocultarme en la penumbra, donde esos pequeños desgraciados no me encontrarían.

Dentro de la cabaña se encontraba mi madre, Helena de 41 años muy bien cuidados, de ojos cafés, cabello castaño y una silueta algo rellenita luego de dar a luz hacia tan solo 9 meses. Lo que impresionaba eran sus enormes tetas cargadas de leche, cada vez que le da de mamar al bebé me carcomía la envidia. Mi primo Xavier por otro lado tiene 18 años, hijo del tío Enrique que, afortunadamente decidió quedarse junto a la tía Alba y nos dejó a cargo de su dulce retoño, si, como imaginaron es un pelmazo.

Mi tía Angélica de 46 años; la hermana mayor de mamá, su cuerpo era muy parecido al de ella, aunque su culo era un poco mas grande y macizo, en fin que era un culazo.

Mi prima Vanessa de 24 años y un cuerpo de infarto, estrechas caderas, el culazo heredado de su madre y un par de hermosas protuberancias que, por momentos me hacían olvidar lo insoportable y malvada que era.

Su amiga Karen de 22 años, era una chica menuda de tetas medianas aunque por detrás ostenta un culo orondo y prieto, si bien, no se compara con el de su amiga, era bastante impresionante.

Natalia de 18 años y para su corta edad está muy desarrollada,  admito sin ningún tapujo que, cada vez que veía esos senos como naranjas de buen tamaño me ponían palote, si no fuera tan insoportable como su hermana, sería genial.

También se encontraba mi hermana menor Anais de 18 años de complexión delgada, sin notorias caderas y de donde descollaban unos pequeños bultos delanteros, de los cuales podías intuir las tetitas puntiagudas escondidas bajo la camiseta.

Mi hermano pequeño de 9 meses y mi abuela Jacinta de 67 años, que puedo decir de mi abuela que no luzca un tanto perturbador. La mujer tenía un par de tetas del tamaño de melones.

Aún recuerdo el día que mi abuelo me dejó ingresar a su cuarto mientras ella se paseaba con sus ubres al aire. Tendría unos 11 años y nunca olvidare la visión de aquellos pezones gruesos de color cereza madura que contrastaban una enormidad con ese par de areolas rosadas casi inexistentes.

La abuela no se cortó, en su lugar, con amplia sonrisa se acercó a saludarme, dándome un fuerte abrazo hundió mi cara en sus descomunales pechos. Ese fue el mejor día de mi vida.

Y yo, sentado sobre la gran roca a unos 90 metros de la cabaña, mi nombre es Sebastián, tengo 17 años y además del hecho que me ponen las insoportables de mis primas, no tengo mucho que decir de mi mismo.

Por supuesto, hice caso omiso de los llamados y continué sentado en la roca mirando las estrellas. Como a eso de la media noche una extraña luz azul violácea pasó sobre mi cabeza, la luz se detuvo, hizo unos giros circulares y se disparó ocultándose tras una montaña. Quise regresar a casa y decirles a todos que mi tío tenia razón pero, sin advertencia la luz regresó rauda y se posiciono sobre la cabaña, solo que esta vez no lucia como una luz, más bien parecía una estructura, de algún metal oscuro aún así, irradiaba una luminosidad casi cegadora.

El descomunal volumen de la imponente nave cubrió totalmente la cabaña proyectando hacia abajo una brillante luz azul, dentro de ella logre ver como unas espectrales siluetas se movían cargando bultos indeterminables.

Mientras me acercaba lentamente pude distinguir que aquellos bultos era mi familia que, en volandas eran llevadas a un denso haz de luz blanco donde desaparecían.

Parte aterrado, parte enfurecido, cogí un grueso madero tirado al lado del camino y lo empuñe con fuerza, como si sostuviese a la mismísima Lucille.

Corrí los últimos metros en dirección a un ser alto, delgado y de cabeza bulbosa que al parecer coordinaba el secuestro. Ya sobre él, de un salto abaniqué el denso trozo de madera acertando en su cabeza extrañamente esponjosa, la criatura cayo dando un seco golpe en el suelo.

Es lo último que recuerdo.

No sé cuantas horas después desperté rodeado de criaturas altas, delgadas, de un tono de piel celeste limoso y ojos negros y sin vida, de entre ellas un ser que vestía un ceñido traje metálico gris rojizo, chillando y gruñendo me  apuntaba con un dedo largo y huesudo, luego, otro de ellos se acerco gruñendo y siseando, tomó mi cabeza con sus dedos puntiagudos y girándola con violencia llevó hacia mi oído izquierdo una especie de larva gorda y viscosa; del insecto emergieron unas delgadas membranas parecidas a patas tentaculares las que se enredaron alrededor de mi oreja.

En todo momento el ente mantuvo mi cabeza con firmeza, aún con mis intentos desesperados de liberarme cuando la larva se deslizó dentro de mi canal auditivo.

Podía sentir cuando el bicho se arrastraba intentando colarse dentro de mi tímpano.

Me desmaye.

Luego me enteraría que el sujeto de dedos huesudos, era el capita de la nave ordenando que me expulsaran al espacio por asesinar a uno de sus tripulantes, el otro ser, el que sostuvo mi cabeza era el fisiólogo y padre del que había matado, él tenía otros planes para mí.

Cuando volví a despertar me encontraba sobre una especie de camilla translucida; cuyas orillas se iluminaban con extraños caracteres centellantes, dentro de aquel metálico compartimiento frió y gris, rodeado de gigantescos monitores transparentes con extraños garabatos y esquemas incomprensibles que se alternaban en una especie de actualización incesante.

Desde una esquina se me acercó un ser de un tono de piel verde musgo, como de mi estatura, algo más robusto, de ojos pequeños y rojos y una aleta membranosa que le cruzaba desde la frente a la nuca.

-          —me logras entender –dijo el ser

-          —como es posible? Puedes hablar mi idioma?

-          —No, tu entiendes el mió –respondió el que más tarde conocería como Ta´ar

El tiempo me pareció eterno encerrado en esa sala gris, con aquel extraño ser que no paraba de hablar: de su mundo, de su familia, incluso de su comida favorita.

Confió en mí y lo agradecí, hasta que me relató de los Ganimidianos: ellos descendieron en su planeta natal una noche y se llevaron a las hembras de su familia, Ta´ar junto a su hermano valientemente abordaron la nave, sin embargo no tardaron en descubrirles, intentando que Ta´ar huyera su hermano se enfrento a los secuestradores pero, estos le mataron enseguida. Ta´ar al contrario no ofreció resistencia y se rindió ante ellos.

Mathezard fisiólogo de los Tertium le perdonó la vida esclavizándolo en su lugar, desde entonces a servido a sus amos.

Me dijo que él tuvo suerte, nunca volvió a ver a su familia al contrario yo, lo peor que pude hacer es dejarme capturar luego de matar a uno de los suyos, que mi castigo no será lo que ellos me hagan, sino, presenciar lo que le hagan a mi familia, sus palabras eran de una firme seguridad pero, sus ojos parecían ocultarme algo.

-          —de que estas hablando? –pregunté aterrado

-          —Los Ganimidianos son tratantes de esclavas sexuales, recorren el sistema en busca de hembras de diferentes especies para satisfacer los gustos de los más retorcidos, adinerados y poderos cabrones. Ellos luego de comprarlas las obligan a copular con diversas bestias capturadas por toda la galaxia  –  respondió Ta´ar con lagrimas es sus ojos

-          —Las violarán…es lo que me estas diciendo, entonces debo rescatarlas, sacarlas de esta endemoniada nave

-          —No puedes, ya estamos fuera de tu sistema solar, dentro del flujo del hiperespacio a momentos de llegar a Tueris –continúo– lo que puedes hacer ahora es obedecerles, hacer todo lo que ellos te pidan incluso más, gana su favor. Sobrevivir

-           —¿Qué es Tueris? –inquirí

-      —una estación de placer, oculta de los Drentas tras una nebulosa electromagnética –

-           —¿estación de placer? ¿Qué es eso?

-       —un lugar donde se reúnen traficantes, ladrones, pervertidos, ricos y corruptos –

-           —espera, dices que voy a una especie de Isla Tortuga espacial llena de piratas y bandidos –

-           —no sé que es eso pero, creo que si –concluyo Ta´ar

Las palabras de Ta´ar retumbaron en mí cabeza. Por un lado, tengo que defender a mi madre y a las demás, intentar liberarlas y escapar pero, no sé donde estamos y si me descubren me lanzaran al espacio.

Por otro lado, toda mi vida fui abusado por mi hermano mayor y mis primas y nadie, ni mis padres, ni mis abuelos, ni mis tíos me defendieron ¿porque tengo que arriesgar mi vida por ellos?, mi hermana solo seria daño colateral.

Mucho tiempo cavilé en las probabilidades que tendría mi rescate y que tan valiente o cobarde podría llegar a ser para concretarlo.

-          —ya están aquí –dijo Ta´ar al abrirse la puerta del compartimiento - has todo lo que te pidan, sobrevive – susurró el Buldariano

-          —Terrano queremos tu ayuda – dijo un Ganimidiano acompañado de dos seres enfundados en armaduras negras

-          —Yo… - titubee unos segundos armándome de valor –haré lo que me pidan - soy un cobarde

El Ganimidiano me guió por una serie de corredores, hasta un salón atiborrado de pantallas semitransparentes, ellas estaban repletas de diagramas y extrañas letras, allí se encontraba Mathezard, el fisiólogo

-          —debería hacerles exhaustivos estudios a las hembras de tu raza pero, ya que estas aquí….dime, como se reproducen?

No sé que me pasó pero, conté todo, desde como nacen los bebes hasta las posiciones del kamasutra.

Mi instinto de supervivencia es mayor que el bienestar de mi familia, soy consiente que mi oposición sería en este punto, inútil, pero nada, ni siquiera una mala cara, que tan cobarde puedo ser?

Mucho….


Sin darme cuenta la nave se sacudió y rechinó, asustado miré por la primera porta que encontré, y solo vi luces refulgentes dentro de una estructura metálica que ocupaba todo el volumen del horizonte.

Entonces, el Ganimidiano acompañado por 2 seres altos, ataviados con armaduras negras de algún metal exótico, me sacaron del salón dejando al fisiólogo atrás y me condujeron por un corredor hexagonal, construido con alguna especie de acrílico transparente por donde se podía ver el manto negro del espacio, todo salpicado por una multitud de destellos estelares multicolores.

Al final del conducto, sobresalía una impresionante estructura suspendida en el vació, inmediatamente entendí que eso debería ser la estación de placer Tueris; desde el costado la nave de recolección Mostrono, donde me encontraba, observe cuando el vehiculo en el que viajábamos atravesó una especie de manto de energía y luego, una enorme pinza metálica cogió la nave y la deposito sobre lo que parecía ser la bahía de carga

Los guardias entonces me condujeron fuera de la nave, llevándome por entre una multitud de seres de diferentes formas y tamaños, todos ellos ocupados descargando o cargando una decena de otras naves estacionadas en aquella atareada zona.

avanzamos por unos corredores hacia unos elevadores y de allí a otra cubierta, para luego encerrarme en un cuarto impolutamente blanco, una cama del mismo color, cubierta por unas especies de mantas plásticas acomodadas en un rincón, era mi único mueble para yacer, allí me encerraron por no sé cuanto tiempo.

La monotonía del blanco termino cuando Ta´ar abrió la puerta

-                                —ven – dijo el Buldariano abriendo la escotilla y oteando en ambas direcciones –rápido antes que nos descubran

-                                —¿Qué sucede? –dije escabulléndome de la celda

-                                —No puedo ayudarte a escapa pero, te llevaré con tú familia antes que…antes que todo suceda

Corrimos veloz y sigilosamente por entre corredores y galerías enmohecidas y cochambrosas, hasta llegar a un enorme salón tenuemente iluminado.

Allí se encontraban decenas de capsulas de Estasis, ordenadas en apretadas hileras de 10 unidades. Ta´ar me condujo entre los tecnológicos ataúdes hasta la última fila, donde solo se encontraban 7 Potts de color rojo.

Mientras avanzaba siguiendo a Ta´ar, miraba en el interior de cada una de las cámaras. Extrañas criaturas de las que podía adivinar, eran hembras de distintas especies ya que algunas de ellas poseían tetas de diversos tamaños y cantidades. Incluso, reduje la velocidad cuando franqueé un potts, donde yacía una hembra de piel azul blanquecina, tenía un rostro humanoide salvaje, sus ojos aunque cerrados se notaban almendrados y pequeños, un grueso cabello negro azabache cubría la mitad trasera de su cabeza, nariz ancha y labios gruesos de donde emergían dos enormes colmillos ascendentes hasta llegar a la nariz, en el pecho se revelaban dos pares de senos superpuestos orondos, redondos y firmes de donde nacían gordos pezones empitonados de un fuerte color azul cobalto.

Ta´ar se detuvo al principio de la hilera y me hizo señas para apurar mi paso. Al llegar, pude ver a mi mamá encerrada en aquella capsula semitransparente, parecía dormir envuelta en una tenue niebla celeste.

La sorpresa me vino una décima de segundo después, cuando le vi completamente desnuda tras ese cristal plástico, enseñando sus enormes senos de donde resaltaban unas areolas oscuras, coronadas por un par de pezones color cereza madura. Continué revisando la hilera de potts donde se encontraba mi familia dormida al igual que ella.

-                                —tenemos que sacarles de aquí –dije alterado

-                                —de que forma? - respondió Ta´ar –cada cámara tiene una clave individual de purga y si lográramos abrirlas y despertarlos ¿que harías después? ¿Cómo los sacamos? Recuerda que estas del otro lado de tú galaxia

-                                —lo sé pero, tenemos que ayudarlos de algún modo –dije perturbado

-                                —no podemos, al menos no ahora –respondió Ta´ar

-                                —aquí están!

-                                —guardias Jerasios! –gritó Ta´ar sobresaltado

-                                —las sacaré de aquí – dije con una seguridad fingida mientras los guardias me arrastraban junto a Ta´ar

Los guardias me detuvieron y me devolvieron a la celda donde aguardé no sé por cuanto tiempo.


Antes que yo no hubo nada creado, a excepción de lo eterno, y yo permanezco eternamente. ¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!


Espécimen 1:

Fue Mathezard junto a otro Ganimidiano, Ta´ar y 2 guardias Jeracios quienes me acompañaron de mi celda al elevador 67-2 en la cubierta 3 de la estación Tueris, donde estuve encerrado no sé por cuánto tiempo.

-       —¿quien es el poseedor del embarque de Terraneos? – preguntó el Ganimidiano ataviado en un atuendo amarillo tierra

-            —el conde Xorento – respondió Mathezard

-             —y los compro todos?

-             —si

Ta´ar no pudo disimular las lágrimas que se desprendieron de sus ojos, eso me heló la sangre. No recuerdo nada más.

Cuando desperté me encontraba atado a una especie de sillón negro sintético. Ta´ar quien se veía severamente golpeado, me coloco unas gafas oscuras unidas al sillón por una serie de cables cobrizos

—          —¿Qué te sucedió — pregunté susurrarte

—        —lo siento — dijo el Buldariano antes de dejarme completamente a oscuras

Las oscuridad dentro de las gafas ahumadas dio paso a un armonizo blanco luminoso, luego todo se aclaró. Aterrado observé un cuarto en penumbras desde donde se erguían múltiples figuras etéreas. Siniestras sombras sin rostros que me rodeaban sin percatarse de mi presencia.

Cuando las paredes se encendieron por completo, dejaron ver un cuarto gigantesco, completamente iluminado por unos paneles de un brillo blanco amarillento, inundando el lugar de una calida luz día, las paredes revestidas de un metal azul grisáceo brillaban opacas. Desde el centro de la tecnológica mazmorra, una espesa bruma se disipó al instante que las paredes se encendieron.

Rodeando el enorme cuarto se encontraban 5 Ganimidianos, mirando pantallas multicolores en cubículos independientes, tras ellos logré contar 30 sombras dispersa, algunas en solitario, otras en grupos de 3 ó 4 charlando entre ellas.

Unas enormes pantallas semitransparentes emergieron sobre nuestras  cabezas, a mí alrededor todos eran mudos asistentes a este espectáculo demencial, mirando expectantes hacia arriba, alcé la vista admirando las holopantallas gigantes en las cuales mi tía era expuesta en imposibles acercamientos, inclusive desde dentro de su interior. Voltee a ver el centro del cuarto y allí estaba ella.

Mi tía Angélica se encontraba a cuatro patas, completamente desnuda dentro de un halo circular de luz azul, el cual la mantenía inmóvil.

En un momento, la estructura de las paredes comenzó a cambiar, volviéndose un páramo desértico. Una especie de holograma pensé, de un momento a otro parecía estar a bordo de una versión retorcida de la nave Enterprise.

Entonces de la pantalla sobre nuestras cabezas aparecieron imágenes y gráficos — Angélica, la hembra Terrana  se apareara con un Jawari de las planicies de Hindra 5 – retumbaron los alto parlantes.

Desde la superficie terrosa una escotilla metálica se abrió en un silbido casi imperceptible y de ella surgió una criatura: de apariencia similar a una hiena, cabeza achatada, de largos colmillos, pelaje marrón espinoso en el lomo y unas patas de enormes garras. La criatura se acerco olfateando a su alrededor, curiosa pero cautelosa, dando pasos cortos se aproximo a Angélica que, contorsionándose miraba aterrada a la infernal criatura acercándosele.

-            —por el amor de dios – gritó aterrada – déjenme, suéltenme por favor… que alguien me suelte

Babeando una secreción verdosa, el extraño animal se encontraba intrigado por la apariencia de la humana en tal posición.

Recorrió presto el camino restante acercándole su nariz, olfateando, interesado por el coño expuesto de mi tía. De alguna manera le pareció atrayente, y sacando una lengua negra y puntiaguda comenzó a lamerle en múltiples ocasiones, desde el pubis hasta el ano de una sola lamida, bañándola con esa baba verde y viscosa. Todo eso mientras mi tía lloraba inconsolable.

Todavía no podía recuperarme del asombro cuando, las suplicas de la pobre Angélica llegaron a mis oídos con abrumadora claridad.

—         —Aléjate de mí, bichejo del demonio — gritaba ella gimiendo horrorizada, sus ojos, desorbitados no podían dar crédito a tal espelúznate ser

Pasó unos minutos lambiendo hambrienta sus intimidades, hasta que el animal se montó sobre ella aferrándose con las patas frontales y curvando su espalda. Comenzó entonces, con una polla de forma extraña, a buscar con desespero la entrada de la vagina de su ofrenda; un grueso tronco enhiesto y venoso terminaba en un glande esférico azul verdoso del tamaño de un limón. Mi tía podía sentir el enorme capullo de la criatura frotándose y chocando contra su pubis, y entre cada tentativa por adentrarse en el interior de la mujer, más angustiantes eran sus esfuerzos por desmontarse del monstruoso extraterrestre.

Los reiterados intentos de la criatura al fin rindieron frutos y en un potente enviste penetro el chocho de mi tía, clavándole todo el volumen de su pene de una sola vez.

—            —NOOOOO!!! — gritó mi ella con un chirrido tan desgarrador que me dejo helado.

El Fisiólogo a mi lado forzó una antinatural mueca en su rostro a la cual, tan solo los desquiciados la interpretarían como sonrisa.

El animal ya con todo la dimensión de su pene introducido en el coño de Angélica e impulsándose con sus patas traseras, comenzó un vertiginoso mete y saca, los embistes del animal eran tan descomunales que el cuerpo de mi tía se mecía violentamente hacia delante y hacia atrás como una muñeca de trapo. Solo adherida por el campo de fuerza a su ubicación, eso no impedía que sus tetas se agitaran bruscamente en todas direcciones azotándose contra ella misma en innumerables ocasiones.

El sonido del trozo de carne extraterrestre frotándose en el interior de mi tía junto al gruñido del animal y los gritos histéricos de la mujer, convertían el sonido ambiente en una demencial sinfonía de horror. No quería seguir viendo o escuchando ese atroz espectáculo pero tampoco podía irme. Ni siquiera apartar la vista de la brutal escena podía sin la amenazante mirada de Mathezard que, en todo momento se quedo a mí lado, como un perro guardián, observándome, relamiéndose de mi dolor.

—              —Nooo…noooo…ya no puedo más, hagan que pare por dios — sollozaba mi tía — me destroza, me esta rompiendo el coño…me lo rompe.

—              —Xorento siempre sorprende con sus elecciones – mascullo el Ganimidiano entonando un siseo nauseabundo

Gracias a las imágenes de rayo x  en el costado izquierdo de la pantalla podía ver como el esférico capullo del animal arremetía golpeando la pared del útero en una cadencia trepidante,  aumentando en igual mediada las suplicas de la mujer. Un hilillo de sangre se derramaba de su coño cada vez que el esférico capullo tronaba contra su cervix

— —NOOOOO! cabrones de mierda déjenme de una puta vez —   gritó mi tía a todo pulmón antes de desmayarse

La criatura siguió por otros 30 minutos follándola de la misma manera hasta que con un fuerte bramido se corrió en su interior.

La bestia luego de unos minutos la desmontó regresando a la trampilla por donde emergió. Mi tía se desplomo inconsciente sobre el piso pedregoso de aquella ilusión de planeta lejano, rezumando semen transparente coloreado por la sangre carmesí de la mujer.

Espécimen 1 criatura 2

Angélica se encontraba tendida en el suelo, media muerta por la colosal follada que le propino el Yawari.

No pasaron ni 20 minutos cuando las paredes bajaron la intensidad lumínica, cambiando al mismo azul grisáceo del comienzo, y la espesa bruma volvió a rodear la cubierta sin dejar ver más que siluetas entrecortadas en la noche.

—         —Otro acto  — dijo el Fisiólogo – que delicia

Entonces la pared se apagó quedando completamente oscura.

—         —espécimen 1 sujeto número 2, la Terrana  Angélica se apareara con un Crania de los lagos de Trazinia

Dicho esto, las pantallas volvieron a encenderse mostrando el gigantesco salón de paredes revestidas en metal azul grisáceo, Angélica continuaba rendida boca bajo en el suelo pero, esta vez notablemente limpia.

Cuando de pronto, las paredes cambiaron mostrando un medio ambiente rocoso: un musgo naranjo cubría el suelo, entre las rocas y en el horizonte se veía un extenso lago de aguas verdes.

La trampilla del suelo se elevó nuevamente trayendo esta vez a un ser bípedo, anfibio, de 1.60 centímetros ó 1.70. Erguido, su cabeza era una mezcla horrible entre tortuga y sapo, unos ojos saltones y negros se ubicaban a cada lado del cráneo, su boca era ancha y dentro albergaba una protuberancia cartilaginosa similar a las barbas de una ballena, junto a una gorda lengua azul elástica parecida a la de un camaleón.

El ser caminó medio erguido arrastrando sus membranosos dedos por el suelo musgoso en dirección al cuerpo inerte de mi tía.

Girando su cabeza de lado a lado inspeccionaba el cuerpo tendido a sus pies.  Se Inclinó sobre ella olfateando un par de veces, para luego abrir sus glúteos con los dedos índices de ambas manos palmeadas y membranosas.

Solo le basto un dedo, gordo como salchicha de cada mano para separarle los cachetes y dejar al descubierto su agujero trasero. La criatura se inclinó aun más, acercando su rostro al culo de mi tía y alargando su lengua retráctil lamió el círculo rectal.

—           —ya…….por Dios déjenme en paz – mascullo Angélica retorciéndose

Angélica al sentir el húmedo trozo de carne masajeando su ano comenzó a reaccionar perezosamente.

La criatura una vez degustada toda la longitud de su raja y estirando un dedo de su mano derecha, lo hundió profanando violentamente el anillo exterior de su recto, enterrándolo en toda su longitud.

—         —noooo!, por mi culo no hijos de puta — despertando y dando un respingo, gritó mi tía a todo pulmón.

Mientras el dedo continuaba adentrándose en sus entrañas, la bestia acompaño el grito de Angélica con un aullido, provocando que la mujer intentara escapar despavorida, el Crania evitando que su presa escapase, la sostuvo con su mano libre aferrándola por la nuca y proyectándola contra el suelo, aplastando sus voluptuosas tetas contra las rocas, generando todo ese tiempo un brutal mete y saca de su dedo.

Por las imágenes en rayos x podía ver como el grueso dedo membranoso entraba y salía de su ano continuamente. A los segundos un hilillo de sangre comenzaba a brotar de su desgarrado esfínter. Mi tía dando gritos guturales suplicaba entre sollozos que la dejasen en paz.

—          —el Crania parece estar interesado en el agujero cloacas de tú tía — dijo el Fisiólogo sin mirarme — espero que pronto se fastidie y empiece la cúpula

Entonces la criatura enterró toda la longitud de su dedo en el culo de la mujer y volteando la palma de su mano hacia arriba, levanto las caderas de mi tía, sosteniéndole su peso e izándola, ubico el coño frente a su boca

—          —no, no, no, nooooo! mi culoooo! — aullaba Angélica sintiendo un dolor inimaginable — que alguien me ayude, se los suplico, me esta rasgando el culo

—         —que es ese liquido rojizo que resbala de su orificio cloacal? — preguntó el Fisiólogo

—           —yaaaa no más, me lo revienta, me duele, me duele mucho, aaaaah –aullaba mi tía mientras su agujero anal se estiraba más de lo imaginable sostenido el peso de su cuerpo

—         —Tejido conectivo liquido, creo que le llaman sangre — respondió el Ganimidiano del cubículo izquierdo

—          —Suelten a mi tía, que no ven que está sangrando — intenté gritar

Cuando la criatura infló unas bolsas a cada lado de su cuello

—       —el Crania ha extendido su saco escrotal, la producción de esperma aumento en un 60 % — exclamo otro de los tíos tras de mi

La infernal criatura abrió sus fauces liberando su lengua, la que se hinchaba 5 veces su tamaño mientras salía de su boca, la punta del apéndice se abrió en forma tubular, dejando ver una cavidad de unos 10 centímetro de circunferencia para luego reptar, buscando la vulva de mi tía.

Al encontrar la entrada, comenzó a pugnar por insertar todo su volumen en el canal vaginal de la mujer.

Los gritos desesperados de Angélica se hacían histéricos, al sentir como la lengua invasora de unos 20 centímetros de ancho para ese momento, desgarraba su vagina y llenaba sus entrañas centímetro a centímetro. Agolpándose en su interior deformándole el estomago.

—          —detente, ya no puedo más — gruño mi tía — es peor que parir, no lo soporto

Las hinchadas bolsas escrotales que el Crania mantenía a cada costado de su cabeza y que colgaban hasta apoyarse en su pecho, de un momento a otro se vaciaron por completo, inundando el interior de Angélica. Los borbotones de lefa amarilla mezclados con profusas manchas de sangre le escurrían como cascada del chocho, salpicando el musgo naranja.

Entonces, el Crania soltó a Mi tía que cayó pesadamente contra el virtual piso mohoso y regresó a su trampilla, el estomago de Angélica continuaba hinchado y de entre sus piernas el rió de lefa alienígena seguía escurriendo sin detenerse. Sus ojos se volvieron blancos y unos hilillos de sangre brotaron de su nariz y la comisura de sus labios. Por unos instantes creí que había muerto

-                                —llévenla a Agartha – ordenó Mathezard a los sujetos de los cubículos – son los deseos del Conde

Inmediatamente todo se apago y a los segundos, aparecieron los mismos guardias de armadura negra quienes me escoltaron a mi celda.

Donde esperé por no sé cuanto tiempo…

*

3 siclos (o eso me dijeron) luego de la repulsiva actuación de mi pobre tía Angélica, la puerta de mi celda se abrió.

-           —Mathezard viene en camino – dijo Ta´ar – quiere llevarte a otro espectáculo, déjale, has lo que te pida, muéstrate sumiso

-                   — ¿y como hago eso? – Respondí – no puedo olvidar lo que le hicieron a mi tía y esperas ¿que no haga nada?

-             —es tú única esperanza, entre más confíen en ti más libertad te darán, como a mí – gesticulo -  puedo moverme por toda la estación sin que me vigilen

-              —¿pero?

-               —tienes dos alternativas: enfrentárteles y posiblemente te maten o otra cosa peor, ó hacer lo que te digo y tal vez…tal vez puedas hacer algo – sentencio Ta´ar – decide luego que ya vienen

-              —y de que me sirve, ¿sobrevivir para ver como martirizan  mi familia?

-              —si vivir no es suficiente para ti, que tal ¿escapar? – respondió Ta´ar ansioso, como si se le acabara el tiempo

-               —Como?

-               —luego – replicó

Mathezard y dos guardias Jeracios aparecieron a los segundos y junto con Ta´ar, me llevaron con ellos.

Esta vez no opuse resistencia y como quedamos con mi amigo verde, me comporte calmado, servicial, sumiso y muy cooperador. Sobre todo cuando me senté en aquel maldito sillón y yo mismo me coloqué las gafas, esperando casi impaciente que la función comenzara.

Antes de cubrir totalmente mis ojos con el artilugio polimérico, pude ver una sonrisa por parte del fisiólogo de los Tertium. Estaba hecho pensé

La espesa bruma se disipó al tiempo que los altoparlantes se activaron

Espécimen 2

-                                —Vanessa, la hembra Terrana se apareara con un Oniiri de las selvas de Garaxia

El bioma era una espesa selva húmeda, enormes troncos color cartujo se alzaban sobre la línea del horizonte, así como sus frondosas copas anaranjadas impedían la entrada de la luz de un sol celeste que, suspendido en el cielo parecía no moverse, gruesas cuelgas de lianas y raíces pendían de las alturas estrangulando los trocos hasta refugiarse en la tierra negra y pastosa de la superficie.

Miré entre los amasijos de ramas, hojas multicolores y profusas enredaderas enmarañadas en busca de mi prima. No fue hasta dar con ella, tras uno de esos exuberantes cercos orgánicos que me tranquilice. Sin embargo ella caminaba, a diferencia de mi tía.

Vanessa se movía libremente por entre los matorrales escudriñando el área, al igual que Angélica, la chica iba completamente desnuda enseñando sus virtudes, las mismas que tantas veces antes apreciaba envueltas en ropajes apretados.

Se veía turbada,  desconcertada, imagino que preguntándose donde estaba.

Yo sabia que sucedería a continuación y aunque este mal decirlo, me excitaba, me excitaba saborear la venganza de tantos insultos y humillaciones, soy un cabrón lo sé y en ese momento me encantaba

Vanessa avanzó uno cuantos pasos, hasta dar con una alfombra de hojas que tapizaban el suelo, se veía tan confortable que la chica no dudo en caminar sobre ella, y aliviar sus descalzos pies de las ramas espinosas que en partes, cubrían la lodosa superficie. 3 pasos dio sobre la acogedora cubierta cuando cobró vida, gruesas hojas aterciopeladas se elevaron rodeando a mi prima y el agradable tapiz se convirtió en una gelatinosa masa informe de la cual: en su centro se abría una aterradora oquedad de la que emergieron múltiples tentáculos vasculares, unos gordos y pringosos y otros delgados e impolutos.

La extraña planta extraterrestre completó su metamorfosis abriendo sus pétalos y dejando en alto cinco lóbulos carnosos de apariencia viscerales, toda la planta lucía de similares características volviéndola una versión retorcida de la Rafflesia.

Los ágiles apéndices tentaculares se aferraron del cuello de Vanessa y la proyectaron con encono contra el amasijo de carne putrefacta que conformaba su cuerpo.

Los rápidos reflejos de la chica evitaron que se estampara el rostro contra la aterradora planta, al tiempo que daba un fuerte chillidos mientras caía. Sin dejarle reaccionar, lonjas carnosas de perénquima cubrieron sus manos y pies, dejándola a cuatro patas sin posibilidades de moverse.

La asombrosa tecnología de nuestro bastardos captores era tan fantástica que, no solo aparentaba que estuviésemos rodeados por esa espesa selva y que escucháramos con total claridad los chapoteos y chasquidos de la planta ó los desgarradores gritos de vanessa, sino también podíamos oler el nauseabundo hedor que emanaba de aquella demoníaca flor.

-                                —pero que coño es este horror – gritó Vanessa viéndose cubierta de tentáculos serpenteantes sobre su cuerpo perlado de sudor – déjame ir cabrón de mierda

Nuevos estambres fueron directo a sus pechos, rodeándolos y aprisionándolos, estrujándolos cada vez que avanzaban descendiendo hacia sus areolas, y ni bien llegaron a ellas, las rodearon formando un circulo, esperando que de las capas de materia viscosa y de apariencia pútrida del suelo, emergieran nuevos estambres los que se prendieron de sus pequeños y rosados pezones apretándolos y tirándolos

-                                —que estas haciendo puta planta?...noooo, si jalas así mis pezones me los arrancaras –  gritaba mi prima espantada

La expresión de pánico dibujada en la cara de Vanessa era demasiado fascínate para evitar mirar y mientras lo hacia, disfrutaba recordando los sádicos momentos en que ella y su hermana me torturaban con desprecio. Cuando sea el turno de la preciosa Natalia también lo disfrutare, es más, si los planes de escape que Ta´ar ha estado insinuando resultan, los completaré luego de ese momento.

Yo miraba con morbosa indiferencia el espectáculo que otros vitoreaban y festejaban, viendo cuando esos mismos estambres zigzagueantes se enfrentaban contra los apretados agujeros de mi prima y ejerciendo cierta presión, lograron ensanchar.

-                                —Nooo….noooo….auxilio, no quiero esto por piedad ayúdenme, por piedad noooo – chillaba histérica

Las pantallas holográficas sobre nuestras cabezas, exponían los agujeritos de Vanessa y los delgados estambres que en caterva se apoderaban de ellos expandiendo sus dimensiones.

Unos separaban sus nalgas con ímpetu, en cuanto otros tantos estiraban los contornos del ano abriendo las paredes de su virginal cavidad. Su vagina también corrió la misma suerte revelando su esponjosa y sonrosada gruta. Pero no todo terminó allí, la abertura de la uretra también era forzada, así como su boca y fosas nasales.

-                                —la comenzara a enraizar – dijo Mathezard sin perder detalle de la función – los Oniiris utilizan primero los Talidores para separar los conductos de sus victimas antes de penetrarlas con las raíces mayores

-                                —como? – me pregunte en silencio

No necesite mayor explicación. Desde la siniestra planta emergieron gruesos tallos color ocre, estos avanzaron en serpenteantes movimientos enfrentando las sonrosadas aberturas de su cuerpo. El primero en ser forzado fue su ano, profanado sin piedad por uno de los gruesos tentáculos vegetales, seguido de cerca por otro del mismo diámetro que envistió sin demora, ni piedad su vagina.

Podía ver por las pantallas en rayos x como los tentáculos clorofílicos avanzaban por el interior de mi prima ensanchando sus cavidades hasta el máximo.

-                                —no por favor, suéltame que me duele, me estas haciendo daños hijoputa – bufaba apretando los ojos y soltando lagrimones que escurriendo por sus mejillas

Los siguientes estambres estiraron la vulva de Vanessa, dejando al descubierto la entrada de su uretra, la cual fue raudamente profanada por un brote de un volumen menor que los anteriores pero, considerable para el tamaño de la abertura a la cual penetro sin vacilación. El aullido agónico que mi prima lanzó al sentirse desgarrada en aquella sensible parte de su anatomía, fue acompañado por un chorro de orina expulsado al romperse la resistencia de la vejiga.

Fue cuando vi los ojos de Vanessa oscurecerse, como si la psiquis de mi prima defendiera la poca cordura que le quedaba, refugiando su mente en un lugar más acogedor para ella misma. Claro que eso no detuvo a la repulsiva flor, continúo insertando sus tallos en el cuerpo de mi prima. Los siguientes fueron unos pequeños y cóncavos que se insertaron en sus fosas nasales y penetraron hasta su laringe, estos fueron acompañados por uno de mayor tamaño que entro por su boca alojándose profundo en su traquea, ya para entonces la chica solo articulabas lastimeros gemidos casi por instinto

-                                —así podrá respirar – dijo Mathezard admirando el festín bizarro – los tubolos le proveerán aire suficiente, ahora observa los tentáculos

Miré con atención los tentáculos incrustados en su vagina y en el culo, y vi como centenares de aguijones delgados como cabellos se incrustaban en el interior de Vanessa, absolviendo sus nutrientes mientras decenas de estambres más delgados y de un color amarillo mostaza, se introducían por sus oídos, deslizándose por el canal auditivo hasta llegara al cerebro; un batallón de alfileres clavándose en sus sesos y no solo los únicos. Otros, idénticos atravesaban la piel de sus pezones adentrándose por sus tetas así como su clítoris, igualmente martirizado por dichas púas, penetrando hasta su sistema nervioso y adhiriéndose a el.

-                                —ahora el Oniiri le producirá una absoluta sensación de placer,  mientras se alimenta de la Terrana por siclos

No terminó la frase cuando los pétalos de la gigantesca flor se cerraron alrededor de Vanessa confinándola en su interior.

Por las pantallas se podía ver a un líquido cristalino y viscoso inundando el abovedado interior de la planta, sumergiendo el letárgico cuerpo de mi prima en la profunda oscuridad. Ella, inconcientemente gemía y se estremecía ante los suaves e incesantes orgasmos que la planta le proveía.

Ante mis ojos la flor carnívora se apodero de mi prima, adsorbiéndole sus fluidos lentamente hasta convertirla en una seca momia.

Las pantallas se apagaron y todo se oscureció.

Vanessa me humillo y lastimó en innumerables ocasiones pero, no era para que su vida terminara así, cavilaba devuelta a mi celda

-                                —tenemos 412 siclos para rescatarla – dijo Ta´ar susurrando – antes que sea consumida por completo

-                                —entonces debemos apurarnos

-                                —Xorento tiene asuntos que atender por eso termino la sesión de improviso, creo que regresará en unos 30 siclos para continuar con el espectáculo – prosiguió – sigue sumiso, Mathezard se lo esta creyendo, pronto podrás moverte por la estación e iniciaremos nuestro plan

-                                —Eso espero

2

Las palabras de Ta´ar fueron proféticas, ese mismo siclo Mathezard retiró los guardias que me seguían y me llevó a una habitación de servicio en la cubierta 16 gamma. Podía moverme por todas la secciones gammas, alrededor de 50 cubiertas y si bien, aún me vigilaban tenía más libertad para merodear por los pasillos de la Tueris.

Si continuaba aparentando que estaba de su lado eventualmente me los quitarían de arriba, entonces podría hacer mi movimiento.

Espécimen 3

-                                —el transporte del conde Xorento acaba de atracar en el hangar 12 – dijo Ta´ar acercándoseme en sigilo

-                                —querrá iniciar una nueva sesión cuanto antes

-                                —ya apartó la Holosala para dentro de un cuarto de siclo – sentencio Ta´ar – debes soportar lo que venga ya llegará tu hora


Esta vez no esperé que los guardias o Ta´ar me condujeran al maldito cuarto, yo mismo caminé delante de ellos y me dejé caer sobre el sillón sintético, sin esperar que lo ordenaran me coloqué las antiparras y me conecte al simulador. Antes de encenderse vi la sonrisa de satisfacción en el rostro de Mathezard, sabia que el plan dio frutos solo no sabia a que costo

-                                —Xavier el macho Terrano se apareara con una Elfirika de los bosque de…

Uno muy económico al parecer.

…Cappra 35 -  anunciaron los altoparlantes mientras la espesa bruma se desvanecía, todo ello dejando ver un bioma bosquesino muy parecido al anterior, aunque no tan espeso.

No pude aguantar las risas cuando Xavier surgió de entre los matorrales; Asustado caminaba mostrando sus vergüenzas, colgaba, balanceándose a cada paso un pequeño pene de unos 5 centímetros, arrugado y espantado como él.

Ni siquiera contuve las risotadas cuando, emergió de la nada una criatura enorme, de 2 metros y medio al menos: de anchos brazos y 2 pares de piernas, un ser antropomórfico de gruesa piel grisácea y repugnante rostro en el que resaltaban unos ojos negros y sin vida, sin nariz solos 2 agujeros daban paso a unas aterradoras fauces cercadas por hileras de blancos colmillos aserrados, a cada lado de la cabeza y en vez de orejas, se torcían un par de cuernos del mismo color que su piel. Una enorme y grasosa barriga soportaba 2 gigantescas masas venosas por tetas, del triple del tamaño de mi cabeza cada una de ellas, cada pezón era del tamaño de mi polla erecta.

Menté a todos mis ancestros por no tener la posibilidad de capturar la cara Xavier en el momento que vio a aquella abominable tía dirigiéndose a su encuentro, fue entonces cuando las cosas se pusieron extrañas, (si eso era posible)

-                                —Un Terrano, me gustan los Terranos, su esencia es suculenta – retumbó una voz en mi cabeza – este es el trato delicia, yo probare tu esencia y tu probaras la mía

No sabia que ocurría pero, podía escuchar esa grotesca voz dentro de mi cerebro como una migraña expandiendo mi cráneo al doble de su tamaño.

-                                —se que estas ahí, se que logras escucharme…si, te hablo a ti Terrano, quiero tú esencia – la voz se hacia cada vez mas clara – la primera vez que probé a un Terrano fue hace mucho tiempo y desde entonces busco más. tener 2 en este momento es muy excitante

-                                —la oyes? – preguntó Mathezard– si lo haces, la madre tiene la habilidad de ocupar los pensamientos de razas inferiores, les haces creer que todo estará bien para luego beber sus fluidos

Las palabras del Fisiólogo fueron tan detestables como el doloroso retumbar de los pensamientos ajenos dentro de mi cabeza.

-                                —no temas pequeño almuerzo, tú mamá te cuidará – podía oír aquellas palabras pero claramente iban dirigidas a Xavier

La horrorosa criatura cada vez acortaba distancia acercándose lentamente a su presa, mi primo, este la miraba en un profundo trance asintiendo a cada palabra, a cada murmullo proveniente de aquella horripilante criatura.

La aterradora Elfirika levantó a Xavier con sus poderosos brazos y acunando el cuerpo sobre su torso, extendió una enorme lengua amarillenta translucida, con ella envolvió el flácido pene de mi primo: efectuando un par de movimientos para que su miembro cobrara vigor, de entre sus piernas emergió una polla de buen tamaño, eso de cierta manera me impresiono, no creí que el insoportable de Xavier tuviera esa herramienta allí abajo.

Al menos la bestia que estaba próxima a mamarla estaría agradecida.

La Elfirika desenvolvió el pene de mi primo y abriendo un orificio en la punta de su lengua se introdujo la polla bañada de una baba viscosa. Fue en ese momento en que Xavier recobro la conciencia y viéndose atrapado por aquel monstruoso ser, intento con todas sus fuerzas liberarse. Obviamente eso fue inútil, la bestia acelero la extraña contracción de su lengua, provocando que unos bizarros gemidos escaparan de la boca del mi primo, se retorcía y agitaba por el placer que la cóncava lengua le provocaba y por la aterradora experiencia que vivía.

Mi primo no tardo en correrse en el interior del visceral conducto. Por el movimiento peristáltico el fluido fue ascendiendo por el conducto hasta ser engullido por la Elfirika pero, eso no fue lo peor, (o lo más divertido) lo peor fue que el monstruo le continúo succionando la polla.

Había quedado con hambre  y quería más néctar; ahora los chillidos de Xavier no eran de un retorcido placer, eran de dolor, al sentir como las continuas contracciones del conducto le exprimían el pene causándole un orgasmo tras otro sin descanso. Debido a que Xavier vació sus huevos en los primeros tres orgasmos, ya para el cuarto, quinto y sexto solo soltaba unos pequeños rastro de líquido, el ser se enfureció al percatarse que ya no surgía su apreciado néctar.

Acomodó a mí primo sobre su vientre y sosteniéndole con fuerza el volumen del cuerpo con su zarpa derecha, con la izquierda le ofreció su enorme pecho para que bebiera de su pezón. Xavier, turbado tomó casi aturdido, tomó el pezón y se lo echó a la boca sin pensar que estaba haciendo.

-                                —que Goragk – dijo el fisiólogo socarronamente

-                                —que es eso? – pregunté

-                                —es un animal, un tonto animal que se comería la cola si no le doliera – respondió

La respuesta tan cordial del despiadado extraterrestre me dio pie a seguir con la conversación

-                                —por qué dice eso? – pregunté titubeante

-                                —las Elfirikas secretan una toxina por sus pezones – continuo en un tono sobrecogedoramente agradable – cualquier macho que la ingiera comenzara a producir grandes niveles de esperma, una gran cantidad de alimento para ellas

El afán por saber a que se referían las palabras del Ganimidiano me insto a mirar las pantallas. Con desesperación las observé sumido en las imágenes que en ellas se proyectaban.

Xavier continuaba mamado aquel enorme pezón cargado de un líquido violáceo, era tanta la cantidad, que el líquido se escurría entre sus labios al no poder tragar todo aquello con la suficiente velocidad.

-                                —observa – dijo el Fisiólogo indicando una pantalla

La imagen se centraba en la pelvis de mi primo y como sus huevos aumentaban de tamaño a cada trago de esa secreción, era impresionante ver como los huevos de Xavier crecían al tamaño de toronjas, colgando pesadamente de sus entrepiernas

-                                —ves como el saco escrotal aumenta de tamaño por la cantidad de semen producido – dijo el Fisiólogo - ahora la madre comenzara a beber de verdad

Fui en ese momento testigo de algo aterrador y a la vez excitante: presencié como la criatura extendió nuevamente su gelatinosa lengua aprisionando el pene erecto de mi primo, solo que esta vez, desde el interior cóncavo de ella se desplegó una especie de probóscide que penetro el meato. Por medio de las pantallas podía observar como una cartilaginosa sonda se adentraba por la uretra, para seguir por el conducto deferente hasta llegar al epidídimo que, para ese momento se encontraba de unas dimensiones descomunales.

Como si fuese una pajilla comenzó a beber la lefa desde su fábrica, enormes tragos de espermios subían hasta las fauces de la criatura, mientras Xavier seguía mamando el líquido de aquellos pezones los cuales, le obligaba a producir más semen volviendo eso en un circulo vicioso interminable, bueno, interminable no, por lo que dijo Mathezard, solo duraría lo que el cuerpo de Xavier soporte.

-                                —que pasará luego con él – pregunté

-                                —será desechado, Xorento ya se divirtió con el, lo que suceda después de esto ya no le interesara

-                                —entiendo, y tú… ¿podrías enviarlo a Agartha?

-                                —Sabes que Agartha solo es frecuentado por machos? – respondió el Fisiólogo

-                                —Después que pasen 20 pollas extraterrestres por su culo, no le importara ser hembra – respondí con una expresión sádica

Mathezard dio una risotada atronadora, jamás había escuchado a ese extraño ser reír anteriormente y ahora lo hacia por algo que yo dije, era mi oportunidad, mi liberación estaba dada gracias al virginal culo de mi primo, le agradecería luego con una pomada o algo.

Continué viendo a Xavier que seguía mamando la teta del ser mientras, a su vez, él servia de almuerzo por unos 20 minutos cuando.

-                                —Vamos, debemos irnos – dijo Mathezard

-                                —Pero nos perderemos el final de espectáculo – respondí

-                                —Ya finalizo, la Elfirika continuara comiendo hasta que los testículos colapsen entonces se deshará de él, además, Xorento se aburrió, cerrará la sesión en cualquier momento

Voltee a verle dentro de la multitud de sombras, se retiraba con su sequito, ni los agónicos bramidos que daba primo cada vez que la criatura vaciaba sus huevos, para luego volver a llenárselos en segundos, una y otra vez, era suficiente.

-                                —quedaste con ganas de más? – preguntó Mathezard

-                                —si – respondí, era mi oportunidad

-                                —veré que encuentro para saciar tú curiosidad

Mathezard tecleo una pantalla que provenía de una especie de pulsera en su muñeca izquierda

-                                —tienes suerte, hay otra sesión en proceso

Al activar la habitación de carga comenzó la emulación, las paredes grises se convirtieron en un bioma desértico, enormes dunas de arena gris se perdían en el horizonte y de entre ellas, una enorme criatura de al menos tres metros de altura, con forma crustácea sostenía una mujer, aferrándola de entre los brazos con 2 poderosas pinza superiores.

-                                —que es eso? – pregunté

-                                —un Drag´gar, un macho de Phalinurues – respondió el fisiólogo -  mira como penetra a esa Teelhana

-                                —penetra?, la esta reventado – repliqué

La langosta gigante de cuerpo segmentado se aferraba al suelo con las 6 patas traseras que surgían de un rugoso abdomen, las dos patas que nacían de su tórax empinado, sujetaban las piernas de la hembra de pálida piel azul. Como dije, las enormes pinzas aprisionaban sus axilas mientras, una puntiaguda y aterradora cabeza se agitaba espasmódica junto a la de su victima, de ella surgían dos antenas que se curvaban en su cúspide. De la cola, la cual usaba para contrapesar su enorme estructura erguida; emergía un grueso pene segmentado de su mismo duro exoesqueleto el cual, entraba y salía rítmicamente de la castigada vagina de la Teelhana.

La mujer no era otra que la humanoide salvaje, la hembra de 4 tetas que vi dormida en los Potts, y efectivamente, sus cuatro tetas brincaban desordenadas a cada embiste de la odiosa criatura espacial.

Junto con aquel siniestro visionado, se unían los estruendosos alaridos que la Teelhana emitía cada vez que la polla de la gamba sobredimensionada, le inflaba el estomago al invadir sus entrañas en una endemoniada cadencia incesante.

Todo era una locura alienada, y yo me estaba enajenado al punto de encontrar esa grotesca violación excitante, y claro, mi polla actuaba en consecuencia.

En ese momento hice algo que aún me asombra, me saqué la polla y comencé a pajearme delante de Mathezard quien me miraba tan asombrado como yo me encontraba.

Ese fue el minuto de inflexión, el Fisiólogo me acogió como un depravado de su misma clase, no lo dijo abiertamente pero su expresión, podría jurar que me veía como a si mismo.

Llevaba más de 20 minutos meneándome el nabo, lentamente para no correrme antes que finalizara el aberrante polvo interespecie.

-                                —esta parte te encantará – dijo Mathezard– la langosta esta a punto de acabar

Para ese punto la Teelhana estaba como muerta; solo las fuertes extremidades de la langosta sostenían a la hembra por debajo de sus rodillas, dejándola en una incomoda posición curvada. Exponiendo su sexo a nuestras miradas y a su descomunal pene. Solo eso evitaba que la mujer terminara en el suelo.

Un viscoso charco de sangre recubría la polla de la gamba que, continuaba martillando sin piedad el chocho deshecho de la hembra.

-                                —y que es lo espectacular? – pregunté

-                                —veras – dijo – junto con el semen, los Drag´gar sueltan decenas de larvas parasitas dentro del huésped…

La langosta, vibrando las antenas contrajo su pene liberando un fuerte chorro de lefa. La hembra soltó un gemido ahogado, en eso, de sus piernas escurrió una mezcla de fluidos viscoso al tiempo que su abdomen crecía y se abultaba.

-                                —maduran en el interior del huésped y emergen devorándole desde dentro

No pasaron 5 minutos cuando la Teehlana dio un alarido histérico. Yo veía con asombro como el abultado vientre de la mujer se movía, como si algo se retorciese dentro de el.

-                                —por Oumesha me están devorando – grito la hembra de piel azul – me están devorando por dentro…Oumesha diosa del piélago. Dame una muerte rápida, te lo suplico

Sus senos subían y bajaban al compás de la agitada respiración. No cabía duda, era por la esforzada lucha tratando de liberarse de su captor, y por el absoluto terror al sentir como decenas de insectos se alimentaban de sus entrañas, al tiempo que buscaban su libertad.

Solo dejó de forcejear y bramar y maldecir cuando sus ojos se tornaron blancos, un abundante chorro de sangre cayó desde su coño junto con decenas de crías de langostas de unos 10 centímetros. Emergían de todos lugares, desgarrando todo a su paso y abriéndose camino entre las carnes de la mujer: unas de su culo, otras cuantas de su vientre, así como de entre sus gordos pezones y por supuesto, de su boca, esquivando los afilados colmillos inferiores que su raza ostentaba.

Al ver como sus manos se cerraban crispadas violentamente. Me voltee al Fisiólogo

-                                —sigue viva? – pregunte

-                                —si, pero no por mucho tiempo – respondió

Podría dar mas detalles pero, creo que adivinan como terminó todo.


Cinco días terrestres pasaron hasta que dejé de ver a la Teehlana en mis sueños. Verla desfallecer entre viseras y sangre frente a mí.

Aun no comprendo muy bien la medición del tiempo aquí pero, creo que han pasado 2 siclos, tiempo suficiente.