Secuestré y violé a mi hermana por atrás

Por fascinacion por su culo, terminaré secuestrando a mi hermana adolescente. Me excito al tenerla atada y amordazada y a mi merced.

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SÓLO SERVIRÁ PARA ESTABLECER EL TONO DEL TEXTO

Siempre me han excitado las colegialas sexys, más si están cogibles. Por esa razón he imaginado como secuestrar a mi hermana.

Ella se llama Roxanna, pero le decimos Roxy, tiene 17 años, está chica, pero ya es una zorra que tiene formas de mujer dignas de ser sometidas. Su estatura es regular, de tez blanca, su pelo es lacio y largo hasta la cintura y negro, y su pequeña pero carnosa boca siempre la trae pintada de rojo fuerte. Es delgada, sus medidas para que la imaginen son 90-55-95. Tiene suficiente de donde debe tener, del culo. Una mujer atada siempre se ve más bella si está culona y si no tiene oportunidad de tapar sus enormes nalgotas con sus manos atadas. El hecho es que por nalgona siempre había deseado secuestrarla, y por fin encontré la oportunidad un día.

También quería secuestrarla por sus panties blancas, tipo tanga, que a ella le gustaba usar. Yo siempre le veía la cola mientras dormía. Ella acostumbra dormir con una playera pequeña, de manera que siempre deja ver inocentemente su tanga blanca que le resalta sus formas de teenager.

Un día se presentó la oportunidad. Roxy salía del colegio más tarde que de costumbre, y ese día su novio no pasaría por ella. Esa fue otra razón que me orilló a secuestrarla, su novio si tenía derecho a fajarla y cogérsela y uno qué, y honestamente ya me estaba dando miedo de que ella perdiera su virginidad con su novio, porque si era así el tipo me la dejaría ya sin sabor. Por eso me apresuré y me le adelanté.

Ese día Roxanna esperaba solita en el plantel vacío. Ya no había nadie. Tampoco me esperaba, yo ya había planeado decirle que me hallaba en casa de unos cuates así que ni siquiera sabría que yo estuve ahí ni mucho menos que había planeado esto. La vi de lejos.

Estaba sentada con las piernas flexionadas en las escaleras, con su falda gris oscuro hasta los muslos y sus calcetas blancas a la rodilla. Se veía tan excitante la forma tan inocente en que dejaba ver sus panties blancas, que poco le tapaban la cola. Como era tanga, se le meta por ahí por la cola y se dejaba ver un piquito blanco (la pequeña braguita) en la zona del clítoris. Roxy estaba despreocupada de que se le vieran la tanga, no había nadie, o al menos ella se creía sola.

La vi por largo rato mientras preparaba mis implementos. Un poco de cloroformo por si se ponía violenta y duct tape (cinta gris) para atarla.

No cambiaba su posición excitadora, y así la estuve viendo como seguía sentada sin importarle si se le veía la panty. Me excité tanto que hasta sentí húmedos mis pantalones. Supe que ya tenía edad para ser violada. De pronto se levantó aburrida y caminó para adentro del colegio. Era el momento.

La seguí sin hacer ruido y sin que mi hermana lo notara. Roxanna se movía muy sensual, como si la hermosa carga que llevaba detrás (su trasero) le pesara mucho y no supiera para donde moverla. O tal vez se le había metido la panty en la cola, porque se tocaba mucho sus nalguitas, como queriendo sacarse el calzón de la cola. Me puse un pasamontañas y le llegué por atrás y le sujeté los brazos. Mi hermana abrió la boca espantada y gritó un poco.

-¡No grites perra!- le dije, cerca de su oído (¡siempre quise decírselo!) y Roxy ya no dijo nada.

Aproveché que había abierto la boca con el susto para meterle una de sus propias toallas femeninas (un Kotex) en la boca. Roxanna sólo hizo mmmmmph! mmmmmph y no sé porque ella sola empezó a untarme el culo en mi miembro, lo que me puso erecto (si se han fijado que la mayoría de las chicas cuando les tapan la boca hacen eso). Quiso escupir el Kotex pero le puse la mano encima de sus labios.

-¡Házlo perra y te violo!

Sujetándola y ella haciendo mmmmmmmph! mmmmmmph! la lleve a un salón vacío. No había nadie y nadie escuchaba sus gemidos ahogados por el Kotex (de ella misma, que había usado por la mañana y que yo recogí) que le puse en la boca. La recliné boca abajo en una mesa y saque el duct tape. Antes de proceder a atarla, aproveché mi primer acercamiento al plato fuerte que me ponía (la cola) y le unté mi verga endurecida. Mi hermana puso sus manos atrás solita, sabe que a las chicas cuando las secuestran les atan por la espalda (bendita televisión). Sujeté bien sus manos y ella sólo hacia mmmmmmph! mmmmmph!

Mientras la ataba aproveche para pegar mi pubis contra su carnoso trasero, y Roxanna yo creo que lo movió complacida. Luego corte un trozo pequeño de duct tape (su boca es pequeña, así que no necesitaba mucho, apenas lo suficiente para que no escupiera el Kotex) y lo puse sobre su boca entreabierta tapando sus carnosos labios rojos. Roxanna sólo hacía mmmmmmmph! mmmmmmph!

Así la tuve varias horas, en las que unas veces yo la volteaba boca abajo, le levanté la falda y quedaron al descubierto sus blancas nalguitas (hermoso paraíso virgen) apenas cubiertas por la tanga blanca que llevaba. Intentaba bajarse la falda con sus manos atadas, pero no pudo y el mmmmmmph! era más fuerte.

Acerqué mi nariz a su cola y se la olí, le olía muy rico. Le metí el dedo en la cola varias veces, y también metí la lengua en su colita, a pesar de que de tanto meterle el dedo en la cola ya había soltado tantita caca. A Roxanna le estaba gustando todo esto, porque el mmmmmph! era de placer, de excitación. Ella sólo mmmmmmmmph! mmmmmmmmph!

Sentí la humedad de su trasero sudoroso. Como esta culona, le suda un buen pero le huele rico. Le metí un papel higiénico en la cola y le limpie un poco la caca. El papel se había impregnado con el olor y se lo puse en la nariz para que ella misma se oliera su hermoso culito atado.

-Ya ves, por ser una niña mala. Pero te huele riquísimo la cola…-le dije.

-Mmmmmmmmph! mmmmmmmmph! –era todo lo que mi hermana podía decir. Le puse el papel untado con su mierda sobre la nariz y su boca tapada con cinta, y mi hermana olió su aroma de mujer.

Luego, ella permaneció sentada con sus piernas flexionadas otra vez. Con todo el relajo, ella misma se había metido más la panty en la cola. Restregaba sus manos una y otra vez, queriendo desatarse.

-Mmmmmmmph! mmmmmmmph! –gemía Roxanna.

Su resistencia me mantenía excitado y sus gemidos más. Me veía con sus ojos muy abiertos, tratando de desatarse y mmmmmmmph! mmmmmmph! Su boca amordazada con el duct tape, se había entreabierto un poco y era posible ver su respiración agitada levantando y bajando la mordaza, así como la silueta de sus labios queriendo desamordazarse y mmmmmmmmmmph! mmmmmmmmmmmph!

Estando Roxy sentada aproveché para tocarle su clítoris.

-Hermosa perra, que buena estás, zorrita

Siempre había querido decirle a Roxanna que la veía como una perra, y que ya traía ganas de cogérmela, aunque fuera mi propia hermana. Se estremeció un poco y ahora hizo mmmmmph! pero de excitación, ¡la había excitado! Entrecerró los ojos como si disfrutara todo el tiempo que acaricié su clítoris, hasta que se corrió, y sentí mis dedos mojados y calientes con la secreción de mi hermana.

Mi plan de sólo secuestrarla cambió y ahora quería hacer mía a mi propia hermana. Ella era virgen, así que no podría violarla por su adolescente vagina, tendría que ser vía anal, que era a la que le traía más ganas.

La levanté y la incliné boca abajo sobre la mesa. Le subí la falda. Ella tembló un poco, presintiendo lo que iba a pasarle. Sabe que a las chicas cuando las voltean boca abajo es para violarles la cola, pero para que no quedaran dudas, corté otro pedazo de cinta y le sellé la vagina.

-Por ahí no entrará nada, Roxy, no te preocupes…lo sentirás más rico por atrás

-Mmmmmmmmph! mmmmmmmmph! –decía.

Quedaron otra vez descubiertas sus nalgas blancas y le baje la tanga. Roxy temblaba, pero paró más la cola y se abrió solita de piernas, dejando al descubierto su hermoso culito virgen.

-Se una niña buena y no te dolerá, perra…eres mi perra…te amo

Así, atada y amordazada, sin poderse mover ni gritar, use mis manos para abrir sus nalgas y dejar al descubierto su culito virgen, e hice camino abriéndole la cola con el dedo, para luego sodomizarla con el miembro, pujando, penetrando y saliendo alternadamente. Cada mete y saca significaba sacarle mierda y pedos del ano.

-Caga lo que quieras perra, estás bien buena

Después la sodomicé con el dedo y con la lengua. Roxy paraba más la cola y se abría más, y el mmmmmmmph! era más excitante. Acaricié sus pezones endurecidos por la excitación mientras la sodomizaba.

Terminé agotado, y Roxy quedó sentada otra vez, con sus piernas flexionadas. Sólo me miraba, entre excitada y azorada. No se explicaba porque todo había terminado, pues al final hasta le había gustado. Estaba toda sudorosa y jadeaba a través del duct tape de la boca. Le quité la mordaza y le saqué el Kotex ensalivado de la boca.

-Te portaste como una niña buena perra, ahora no grites y me iré

Cual será mi sorpresa al escuchar que me decía ¡Ya no era necesario que me amordazaras!

Empezó a gritar, feliz y excitada porque quería más, y tuve que ponerle otra vez la cinta sobre la boca pero nada más, sin el Kotex.

-Mmmmmmphffffff! Mmmmmmmmphhhhhhhfffff! –hacía con gran fuerza, tanta que casi se despega el duct tape de la boca.

Por aquello de las dudas y si se ponía frenética, le dejé un papel higiénico metido en el ano, para que tuviera algunos orgasmos de placer, y le amordacé el ano con la cinta, para que no echara afuera el papel.

Roxanna se mantendría calladita. Así estuvo y por eso la até, para tenerla quietecita y calladita mientras le violaba la cola.

Roxy nunca supo que yo había sido el que la había atado, amordazado y violado, pero siempre tendré la satisfacción de haber convertido en mi perra a mi propia hermana...