Secuestrado
No es como el Síndrome de Estocolmo.
Hola a todos, todas y bueno, a todos. Mientras se aproxima el chico con pantalones arcoíris… mejor no sigo, el chiste es muy malo. Espero pronto en una realidad alterna publicar mi parodia de Las Gemas de Stan Lee, versión Juego de Tronos. Por un lapsus tuve que corregir algo que saldrá en la segunda parte, que será publicada si pierdo una apuesta…
El garaje estaba llenó con los duros rasgueos de guitarra y la voz gutural de un joven, que había alcanzado la nota máxima; el último grito de su canción, el micrófono se apagó con un ruido sordo pronunciado y el ensayo terminó. Los amplificadores eléctricos zumbaron hasta que se calmaron, las repercusiones desaparecieron con cada iteración, y luego, silencio.
Donny pasó los dedos por el pelo largo y ondulado, con la guitarra colgada del hombro, mientras esperaba a que se apagaran los aplausos. Por supuesto, no hubo aplausos, porque no había público, ya que las únicas almas que asistieron, mirando y escuchando, fueron sus compañeros de banda: su compañero de piso, Ed, la novia de Ed y el primo de Ed que era como un hermano, en cuya cochera estaban practicando. Nadie los miraba ni los escuchaba.
O al menos eso pensaban; otros dos, uno que conocía y otro que no, también estaban escuchando, sentados en una camioneta a poca distancia de la calle. Donny se despidió de Ed, su primo y su novia; quienes iban a cenar con el tío de Ed, y él quería aprovechar la oportunidad de tener su apartamento para él solo y relajarse. Necesitaba tomar un autobús si Ed no lo iba a llevar, así que se dispuso a caminar hasta la estación, revisando su teléfono para ver si iba a perder el próximo. Bajo el sol brillante, no podía ver al conductor a través de la ventana reflectante de la camioneta.
Chequeó su teléfono y vio que si se apresuraba, podría tomar el próximo autobús. Estaba tan concentrado en su teléfono que cuando la puerta de la camioneta se abrió, no le prestó atención, es decir, hasta que sintió que sus pies abandonaban el suelo y una mano se cerró alrededor de su boca. Donny trató de gritar, pero la mano en su boca se lo impedía, y pronto estuvo dentro de la minivan y el aire denso y caliente de una camioneta que se había estado calentando bajo el sol durante las últimas dos horas.
Alguien que llevaba un pañuelo alrededor de la boca empujó a Donny hacia adentro, y luego ambos cayeron al suelo cuando la camioneta se puso en movimiento. El hombre se recuperó primero y trató de colocar un trapo húmedo en la cara de Donny, pero el chico alargó la mano para agarrar algo y le quitó la máscara del rostro. A Donny, de alguna manera le pareció familiar aunque con los nervios le era difícil identificarle, pero no reconoció la voz de la mujer que maldijo un momento después, antes de caer nuevamente al suelo cuando la camioneta se detuvo de golpe. Una mujer con grandes lentes de sol y una gran gorra emergió del asiento del conductor, lo inmovilizó fácilmente, dominándolo, y con su ayuda, el hombre desenmascarado sometió a Donny... quien lentamente se desvaneció en la inconsciencia. Oyó vagamente que la puerta de la furgoneta se cerraba de golpe y luego la oscuridad.
Se despertó unas horas más tarde con el olor a asfalto tostado por el sol, alguien cocinando arroz y humedad. Estaba arrodillado, sus brazos estaban atados detrás de su espalda, sus piernas estaban encadenadas juntas, y mientras trataba de jalar sus brazos y llevarlos frente a él, se dio cuenta de que estaban encadenados a una tubería que subía al techo: paredes y piso de piedra le indicaron que estaba en un sótano. Entonces, escuchó voces.
"Parece un espagueti, Nigel, como no pudiste retenerlo?"
"Tenemos que dejarlo ir. No quiero ir a la cárcel, Amber. Me vio la cara!" dijo el hombre que aún seguía sin máscara, y Donny observa que está fumando con mano temblorosa.
Donny todavía seguía pensando que le resultaba familiar, especialmente ahora que no llevaba una máscara ni se movía, pero no podía recordar de dónde. Pero estaba muy seguro de haber visto a ese joven rubio y delgado en alguna parte.
"Cállate! Para cuando su padre lo encuentre, incluso si le dice a la policía nuestros nombres, estatura, peso y cumpleaños, estaremos muy lejos y nunca nos encontrarán," dijo la mujer que había estado conduciendo la furgoneta.
"Oye, ya despertó," dijo Nigel, notando que Donny los miraba. "Oye chico, quieres fumar?" preguntó, sosteniendo su cigarrillo.
"N-no," respondió Donny, tratando de averiguar dónde estaba y qué había sucedido.
"Quieres algo de agua?" preguntó la mujer llamada Amber, y Donny asintió con la cabeza, así que Amber se puso de pie y Nigel la miró desde atrás mientras cruzaba el pequeño sótano hacia un refrigerador. Donny la siguió con la mirada y vio lo que Nigel estaba mirando: ella tenía el pelo corto, piernas largas y trabajadas en un ajustado pantalón negro de cuero y camiseta blanca sin mangas; también ajustada a su ejercitado cuerpo. Cuando abrió el refrigerador y se inclinó para buscar el agua, sintió que tragaba saliva. Tenía un culo de infarto, perfecto, carnoso y duro. Sacó una jarra y vertió el agua en un vaso mientras Donny permanecía mirándola embobado, en parte para tratar de recordar quién era, y en parte porque la vista trasera era impresionante. Cuando ella se dio la vuelta, él desvió la mirada y ella le llevó el agua; Donny la miró fijamente a los pies, incapaz de animarse a mirar su bonita cara, sus labios finos estaban pintados de rojo y el cabello rubio y corto no le llegaba al cuello; aunque de no llevar gorra mostraría que su cabellera era abundante pero corta.
"Oye, Amber, te estaba mirando el culo," dijo Nigel, como si no hubiera estado haciendo lo mismo.
"Es eso cierto?" le preguntó a Donny, quien se limitó a mirar al suelo, avergonzado. Ella le sonrió.
"Créeme, no querrás nada de eso," aseguró Nigel, sonriendo mientras daba una calada a su cigarrillo.
"Cállate. No todos los chicos tienen miedo de una pequeña ternurita, Nigel," dijo ella, mirando a Donny detenidamente.
"Yo no la llamaría "pequeño". Nadie lo haría. De todos modos, voy a mirar la televisión."
"Mira las noticias, no el fútbol. Mira si alguien ha notado que nuestro pequeño ratoncito ha desaparecido."
Nigel parecía nervioso. "Por supuesto que iba a ver las noticias!" exclamó y luego añadió en voz baja, "Loca…"
Nigel subió las escaleras y se perdió de vista, y Amber acercó el vaso de agua a la boca de Donny. "Toma, bebe. Ese idiota probablemente se aburrirá y verá fútbol después de cinco minutos. Así fue como lo despidieron antes. Idiota."
Donny bebió un sorbo de agua mientras Amber se la daba, hasta que se la tomó toda. Amber parecía disfrutar al verlo beber el agua, lo que hizo que Donny se sintiera avergonzado, aunque no estaba seguro de por qué.
"Así, no es mejor?"
"Por qué estás haciendo esto? Qué hice?" quiso saber Donny.
La chica se puso de pie, dejando la entrepierna al nivel de la cara de Donny y él desvió la mirada en lugar de mirarla allí, la región parecía un poco... más hinchada de lo que se podría esperar.
"No hiciste nada, ratoncito. Pero tu papá es rico. Y Nigel y yo ya no tenemos trabajo. Es solo por un pago, nada personal," dijo ella, pasando los dedos por su cabello juguetonamente.
"Y... qué me harás si no paga?"
Amber se llevó los dedos a los labios, como si pensara, con una sonrisa irónica en el rostro. "Por qué no pagaría? Pero... si no lo hace... me voy a divertir contigo," dijo Amber, de una manera que sonó como si estuviera bromeando. Aun así, Donny tragó saliva nervioso. "Toda la noche. Te gustaría eso?" preguntó ella.
Una vez más, Donny se sonrojó y miró al suelo. Amber sonrió.
"Creo que lo disfrutarías. Sin embargo, es posible que tengas problemas para sentarte después," agregó, crípticamente, apartándole el cabello de la cara antes de ponerse de pie de nuevo.
Amber se acercó a la mesa donde ella y Nigel habían estado sentados conversando y tomó un teléfono. Donny vio que era el suyo. "Sabes, cuando estaba revisando tus bolsillos para encontrar esto, encontré algunas otras... cosas interesantes," bromeó, y él evitó su mirada. Encendió el teléfono y empezó a chequear su lista de contactos hasta que encontró uno que decía "Padre" y llamó.
Amber lo puso en altavoz y Donny escuchó el teléfono sonar y sonar y sonar, hasta que finalmente, la voz de alguien sonó molesta, y luego Amber habló.
"Frank James?" preguntó, y hubo una confirmación murmurada. "Sí... tenemos a su hijo Donny. Si lo quiere de vuelta, le sugiero que haga los arreglos necesarios para tener 50 mil dólares en efectivo a la mano, y luego podremos hablar más. ¿Entendido?"
Al otro lado de la línea, el padre de Donny escuchó, incrédulo. Literalmente incrédulo. Se volvió hacia su esposa, que estaba esperando ansiosamente una explicación sobre la misteriosa mujer que acababa de llamar a su marido por teléfono, así que se apresuró a explicar que no era lo que pensaba.
"Una mujer está llamando diciendo que tiene a Donny y quiere dinero para liberarlo," dijo, sosteniendo el teléfono lejos de su cabeza.
"Qué? Dame eso," dijo ella, arrebatándoselo. Amber escuchó, desconcertada, mientras la voz de otra persona se escuchaba de repente.
"Escucha, pequeña zorra, no nos vamos a engañar. Tu estúpido novio de mierda no nos va a sacar ni un solo centavo para tu terrible "banda". Ve a buscar un trabajo de verdad y déjanos en paz."
Se cortó la comunicación de súbito. Amber estaba atónita, al principio, y luego molesta: la mujer claramente pensaba que era otra persona, pero sus palabras le cabrearon aún más. Inmediatamente volvió a llamar, para gritarle su respuesta, pero nadie cogió la llamada, una y otra vez. Frustrada, se rindió: si no le creían, solo sería cuestión de que se comunicaran con Donny o sus amigos, tal vez en una hora o dos llamarían, y luego, ella... estaría de vuelta en el juego.
Amber dejó el teléfono sobre la mesa y miró a Donny, que parecía miserable. Suspiró, probablemente tampoco era el resultado de esa llamada telefónica lo que Donny había estado esperando. Decidió esperar, y cuando Nigel volvió a bajar para ver qué pasaba, le explicó lo sucedido.
"Crees que tal vez no paguen?" Nigel preguntó, el pánico claramente dibujado en su rostro al decirlo.
"Por supuesto que lo harán. Lo descubrirán tarde o temprano."
Resultó que Amber estaba muy equivocada.
Durante los días siguientes, el teléfono de Donny sonó un par de veces al principio, luego con un poco más de frecuencia, pero cada vez que miraba, era una llamada de "Ed" o "La novia de Ed" o "Primo de Ed", nunca de Frank o cualquier otra persona de la familia de Donny. Después de un tiempo, Amber y Nigel comenzaron a mirar a Donny con simpatía cada vez que recibía otra llamada que no era de su padre.
Amber llamó una y otra vez, pero no hubo respuesta, o la misma mujer de antes respondió, maldecía al teléfono y colgaba. Amber se alegró al menos de que fuera un teléfono celular, por lo que no tenía que escuchar el golpe del auricular, aunque tal como iban las cosas, el resultado más probable era que el golpe al final se lo llevasen ellos.
Pasaron los días, y el aburrimiento se apoderó de los secuestradores y su oportunidad de un día recibir un pago. Nigel y Amber pasaban el tiempo jugando a las cartas, discutiendo y viendo televisión en el piso de arriba. Nigel hacía guardia mientras Donny se bañaba en el baño del sótano. Ambos captores se turnaban para cuidar de Donny durante el día y el chico prefería el temperamento de Nigel, pero Amber ciertamente ofrecía la mejor vista en las largas horas de aburrimiento. Ella parecía haberse interesado por él, una atención que Donny no sabía muy cómo manejar. Ella le preguntó sobre cosas como su estatus personal (soltero), su experiencia (poca y nula), lo aventurero que era (no mucho); esa última respuesta pareció decepcionarla, pero se encogió de hombros. Donny tuvo la sensación de que Amber era el cerebro de la operación, y la fuerza física, en realidad, eso dejaba a Nigel como el secuaz, e incluso menos. A Donny no le caía bien Nigel, pero tampoco le disgustaba. Este hablaba con orgullo de sus logros a pesar de que no tenía ninguno y no era particularmente cruel. Amber tampoco era cruel en sí, pero había un brillo siniestro en ella que hacía que Donny... bueno, se sintiera de diferentes maneras, no todas malas y no todas buenas.
Con el tiempo, Nigel se cansó e intentó llamar por su cuenta. Dijo algunas palabras antes de que la voz femenina al otro lado lo llamara... con un término despectivo, y luego le colgó. Nigel casi tira el teléfono al suelo antes de que Amber se lo arrebatase.
"Oye niño, tiene tu padre pasta o qué?" dijo claramente molesta.
"Qué quieres decir?" murmuró Donny
"Es sólo que... no está haciendo nada. No lo entiendo." se explicó Amber
"Es... por mi madrastra. Al principio, pensé que ustedes habían hecho esto por ella. Debe estar muy feliz en este momento."
Nigel enarcó una ceja. "Que significa eso?" dijo él.
"Ella me odia," admitió Donny, suspirando. "Ella cree que no valgo nada. Quiere que su propio hijo herede la compañía de mi padre. Si realmente querías un rescate, deberías haberlo secuestrado a él. Ellos no se preocupan por mí."
Amber y Nigel se miraron el uno al otro, una mezcla de lástima por el chico al que habían encadenado y un desaliento absoluto por lo que acababan de escuchar y lo que eso significaba para sus esperanzas de obtener una ganancia de todo esto.
"Por favor, si me dejas ir, no iré a la policía. No se lo diré a nadie. Nadie me creería de todos modos," dijo Donny, suplicando a Nigel.
"Mmm... buen intento. Puedo parecer tonto, pero... no soy tonto."
"Bien," dijo Amber, y Nigel se frotó la nariz, irritado. Se dio la vuelta y habló por encima del hombro. "Lo siento, chico. No vamos a dejarlo todavía," continuó, caminando hacia el refrigerador.
Donny trató de ocultar que la estaba mirando, pero Nigel, tan observador como siempre, lo notó.
"Te está mirando de nuevo, Amber."
"Lo sé. Ten cuidado, muchacho, estás jugando con fuego. Y si no tienes cuidado... bueno, digamos que te quemarás."
Donny tragó saliva. Algo en Amber lo hacía sentir... bueno, confiado, pero otra parte de ella lo ponía ansioso. No podía precisarlo, pero algo en ella parecía... peligroso.
A medida que pasaban las horas, las llamadas cesaron. Ninguno era del padre de Donny. Finalmente, la ansiedad que carcomía el rostro de Nigel dio paso a las palabras.
"Deberíamos dejarlo ir."
"No podemos, recuerdas? Porque le mostraste tu jodida cara!" Amber espetó.
"Eso fue un accidente! No pude detenerlo."
"Sabía que no podrías, porque eres un idiota torpe que ni siquiera puede controlar a un debilucho como él!"
"Por qué tuve que agarrarlo de todos modos? Él no te conoce!" exclamó enojado Nigel.
"Porque apenas puedes conducir en una situación normal y te entra el pánico fácilmente." le recordó Amber.
"No entro en pánico. Nunca entro en pánico! Simplemente no sé qué vamos a hacer, y no quiero ir a la puta cárcel!"
"Oh Nigel, no te iría bien en la cárcel. Eres demasiado lindo." se burló Amber.
Ante eso, Nigel sacó pecho y se detuvo a centímetros de la cara de Amber, pero ella no reaccionó en absoluto. Ver su indiferencia lo enfureció visiblemente, y se despidió de ella un gesto obsceno de su mano.
"Al menos puedo mantener mi polla en mis pantalones, maldita zorra transexual! Ya tuve suficiente!" dijo, alzando la voz hasta el punto de que Donny tenía la esperanza de que alguien pudiera escuchar y llamase por el disturbio doméstico. Fue ayudado por el hecho de que lo siguiente que hizo Nigel fue pisotear ruidosamente las escaleras y diese un portazo. Amber apretó los puños y trató de reprimir su ira, y luego oyeron que el motor de la camioneta se aceleraba, y subió las escaleras corriendo detrás de Nigel, luego Donny la oyó salir corriendo por la puerta principal, y después la verja. Donny la escuchó gritar el nombre de Nigel y luego maldecirlo, y luego... silencio.
Un minuto después, regresó al sótano, visiblemente furiosa mientras pisaba fuertemente en su descenso.
Donny la miró con temor. Qué había dicho Nigel? Algo sobre... su polla? Y que ella era una... transexual? No podía ser posible.
Amber fue al aparador junto a la nevera, sacó una botella de algún tipo de licor y luego la puso sobre la mesa. Él la miró... todavía algo intrigado mientras observaba su culo... mientras ella servía un vaso, y luego bebía aproximadamente la mitad de una vez.
"Maldito estúpido... idiota! Otra vez va a arruinar todo este maldito asunto, como siempre lo hace. Tenemos al hijo equivocado por su culpa, él sabe quiénes somos... joder!"
Se acercó a la mesa, dejó la botella y el vaso allí, se tiró en una silla, abrió las piernas y se reclinó, derrotada. Bebió un sorbo de su bebida y se quedó mirando a la pared frente a ella.
Donny trató de detectar algo allí en su entrepierna que no debería estar... y al principio, no notó nada, como había hecho antes, pero a medida que pasaba el tiempo, comenzó a notar que aunque sus jeans eran negros, y por lo tanto ocultaban el contorno de sus muslos, había un bulto notable en la pierna derecha, uno que parecía aumentar de tamaño.
Finalmente, Amber lo sorprendió mirando.
"Oh, ya veo. Bueno... si no obtengo ningún rescate de tu familia... me temo que tendrás que pagar."
"Pagar? Pero no tengo dinero," respondió Donny, y Amber se acercó a él, tambaleándose un poco, y luego se inclinó para quedar cara a cara con él. El chico no podía mirarla a los ojos por sus gafas oscuras y la gorra que le tapaba parte de su hermosa cara.
"Estoy segura de que puedes pensar en algo con lo que puedas pagar," dijo ella, acariciando su espalda con el dedo, deteniéndose en su cóccix.
Con las manos encadenadas, Donny realmente no podía detenerla, e incluso si no lo estuvieran, ella era más grande y más fuerte que él.
"Pero primero, tengo algo en lo que quiero que pienses mientras me preparo... cómo encajas una clavija en un agujero?"
Ella lo dejó pensando en eso, mientras subía las escaleras, dándole una buena vista de su trasero al subir lentamente, mirándolo por encima del hombro con aire orgulloso mientras lo hacía.
Trató de imaginarse una clavija entrando en un agujero. No podía entenderlo. Quizás si lo giraba de lado? Quizás si hicieras el agujero más grande de alguna manera? Se sentía incómodo incluso pensando en ello. Qué tipo de acertijo era ése?
Cuando Amber regresó, llevaba un bote de algo que se parecía sospechosamente a vaselina. Cuando Donny lo vio, no sabía qué pensar, pero fuera lo que fuera, no podía ser bueno. Amber tenía la cara roja, pero no parecía que estuviera tan borracha.
Dejó el tarro cerca de él, luego fue y lo desencadenó. Antes de que pudiera disfrutar de su nueva libertad, ella lo puso de rodillas y encadenó sus manos a un tubo horizontal a unos pocos metros de distancia, para que no pudiera poner las manos en el suelo o sentarse erguido de rodillas.
Con su trasero en el aire, se sintió muy asustado... y más aún cuando ella le bajó los pantalones y la ropa interior de una sola vez, exponiendo sus partes.
"Mmm... los he visto más grandes. Estos también," dijo ella y Donny sintió pánico cuando ella le palmeó los huevos.
A Donny no le importaba que los tocara, en realidad, pero lo que estaba diciendo se estaba volviendo preocupante. Cuando sus manos pasaron de sus genitales a su trasero, suspiró... y el pánico creció.
"Lo resolviste? Aquí está la respuesta: lubricante. Lubricante y paciencia encajaran una clavija en un agujero. Y, oh mira, hay un agujero aquí mismo, intentémoslo!"
Donny sintió que le untaba lubricante en el trasero y trató de darse la vuelta para ver qué estaba haciendo, pero una mano firme en su espalda lo inmovilizó en su lugar. Ella echó un vistazo más de cerca a sus cositas desde atrás y se rió entre dientes, al ver que se estaba empezando a empalmar por el tratamiento.
El pánico solo empeoró cuando la escuchó bajarse la cremallera, y peor aun cuando abandonó su trasero para presionar la parte baja de la espalda con ambas manos... en ese momento sintió algo frotándose entre sus nalgas.
Su imaginación se desbocó. Qué podría haber entre sus nalgas, si las dos manos de ella estaban en su espalda y luego iban a sus nalgas para mantenerlas separadas? Por qué estaba abriendo sus nalgas? Esa segunda pregunta fue respondida inmediatamente después.
"Dios mío... creo que podría valer la pena no recibir el puto rescate. Voy a taladrar tu culo una y otra vez... si crees que no puedo hacer que te corras como una mujer, vas a estar decepcionado."
Donny trató de no pensar en lo del jodido rescate. En cambio, trato lo mejor que pudo de liberarse de su agarre, o de apartarse de su polla, pero ella era mucho más fuerte y no tuvo problemas para mantenerlo en su lugar mientras lo penetraba por detrás.
Gritó pidiendo ayuda, pero lo único que consiguió fue más líquido preseminal en su agujero. Abrió la boca para gritar de nuevo, pero había perdido la voz y su virginidad anal. Amber había empujado unos buenos centímetros hacia adentro, y él apretó los dientes, un hilillo de saliva escapó por la comisura de la boca, todo su cuerpo repentinamente se cubrió de sudor mientras soportaba la penetración. Se sentía como si le hubiera metido una vara candente en el culo y su labio se puso blanco cuando lo mordió para lidiar con el dolor repentino.
Gritó pidiendo ayuda de nuevo, pero la única respuesta fueron unos centímetros más de polla gorda en su agujero, o Amber estaba segura de que nadie podía escucharlo, o pensó que tenía tiempo suficiente para obtener lo quería de él antes de que alguien llegara y la separase de su culo. De cualquier manera, Donny dejó de gritar pronto, no tenía sentido.
"Está tan apretado... y lo estás haciendo más apretado. Me encantan los culos apretados," dijo Amber, y él sintió que ella empujaba sus caderas hacia adelante, enterrando su verga profundamente en su interior. Tiró de la cadena que lo sujetaba a la tubería para tratar de aguantar lo mejor que podía mientras ella lo seguía embistiendo, sus nudillos se volvieron blancos, y luego sintió que ella realmente se hundía y luego comenzaba a salir una y otra vez, una sensación que lo hizo sentir como todo su cuerpo se tensaba y relajaba a partes iguales. Cada vez que empujaba un poco más profundo, su cuerpo se confundía completamente por la intrusión anal. Tener su ano dilatado y apretado alrededor de una polla le quemaba y le dolía, pero tener su virgen culo repleto por un objeto extraño que iba en sentido contrario le provocaba nauseas. Cuando la sacó unos centímetros, sintió alivio, y cuando la empujó, sintió... algo más. Algo que no esperaba sentir.
Empezaba a sentirse... bien.
"Oh... pensé que podrías disfrutar esto. Bueno, recién estamos comenzando..." comentó Amber complacida con el resultado inicial.
Una extraña sensación comenzó a instalarse en su culo cuando la sentía hundir su verga bien adentro... y solo se hizo más intensa cuando sintió que ella usaba sus pulgares para abrir su esfínter al mismo tiempo que su polla estaba dentro de su culo, y luego lentamente comenzó a bombearlo. Con su cavidad anal ahora acostumbrándose a ese tipo de tratamiento, el dolor estaba disminuyendo, y en su lugar había una sensación muy curiosa, una que se hizo más fuerte a medida que Amber penetraba más hacia terreno inexplorado, y es que su polla, sin ningún toqueteo o estimulo físico directo, comenzaba a cobrar vida. Cuando llegó demasiado profundo, los músculos de su abdomen comenzó a tensarse dolorosamente y la sensación desapareció... pero Amber esperó unos segundos a que se acostumbrara y empujó más profundamente... y la sensación regresó con mayor intensidad. Sorprendido por eso, gimió en voz alta.
Amber notó rápidamente el cambio de su voz, mientras un confuso y aliviado gemido escapó de él antes de que se calmara. Su cuerpo se tensó y relajó simultáneamente. Ella se rió disimuladamente.
"Lo sabía. Eres una perra. Te encanta como te estoy follando el culo," dijo Amber.
"No lo soy! No me gusta!" Donny negó, mientras ella introducía y sacaba lentamente su verga, provocando gemidos aún más pequeños y ahogados.
"Oh? Entonces, porqué estas tan duro, mi pequeño ratoncito? Si realmente no lo estas gozando."
Donny guardó silencio. Duro. Tan duro y empalmado que sentía que le dolía la polla al no poder aliviar su excitación. Y estaba goteando líquido preseminal. Cuanto más se hundía la polla de Amber, más gotas escapaban de su glande. Cuando ella hacía el movimiento para sacarla, él anticipaba el movimiento de regreso... y estaba empujando sutilmente sus caderas hacia atrás para disfrutar la penetración.
"Sabes, para alguien llamado Donny, no eres muy varonil. Lo estás disfrutando, no? Eh? No es así? Eres una jodida perra, no es así, perra?"
"No soy ninguna perra!" se quejó de nuevo. De repente, Amber se la volvía a clavar bien adentro y él aulló... pero ese atisbo de quejido se convirtió en un gemido claramente de satisfacción.
"Deja de gemir como una perra y dejaré de llamarte perra, perra!" exclamó Amber, y con eso, le dio otro empellón completo, sus caderas tomaron un impulso hacia atrás antes de golpear los muslos de Donny. Una vez más, el dolor recorrió su cuerpo y dejó salir otro gemido, seguido inmediatamente por un pedazo de polla de 20 centímetros que se perdía en su culo, aquella sensación embriagante y enloquecedora invadió su cerebro y su polla continuaba expulsando más liquido preseminal y su boca abierta dejaba salir otro gemido de nena, mayor que los anteriores... lo suficientemente agudo como para indicar una excitación sexual obvia de alguien que estaba disfrutando el sexo anal.
"No soy... no soy... una... perra," afirmó Donny, cada palabra marcada por una dura embestida de Amber.
Aquellas palabras entrecortadas parecían forma parte de una canción de "follame bien duro, amor". Donny no logró reprimir ni una sola vez sus gemidos con los que indicaba que estaba gozando las embestidas de Amber, que lo estaban haciendo temblar de placer, y su líquido preseminal acumulado en el granito de suelo corroboró esa evidencia tangible y condenatoria.
"Qué te parece, perra? Así? ¿O así...?" dijo ella, comenzando a penetrarlo rápidamente y sin descanso, con dureza rítmica, a lo que él respondió con una entrega propias de alguien que se lo estaba pasando genial, así como una novia siendo follada duro en su noche de bodas. "O así?!" dijo Amber, cambiando su ritmo para follarlo un poco más despacio pero haciendo que sus huevos se estrellasen contra sus nalgas indefensas, llegando más profundo y durante más tiempo, el tiempo suficiente para que él se diera cuenta de que era realmente profundo. De haberse corrido en aquel momento Amber le podría haber provocado un espectacular enema.
Añadiendo una ligera pero perceptible rotación con sus caderas, la chica comenzó a taladrar duro, rápido y profundo, a un ritmo tan demencial que Donny no podía sentir ninguna embestida individual, solo una intensa y frenética follada que lo dejaba sin aliento, gimiendo sin voz y sin pausa. Iba a un ritmo tan rápido que ella no parecía respirar con normalidad, pero no mostraba signos de agotamiento. Su cuerpo ejercitado y perfecto estaba tenso y en forma, y no tenía problemas para mantener ese demoledor ritmo, dándole tanta polla como fuese posible y llevarlo al borde de perder la cordura. Justo cuando él pensó que ella debía estar cansada, ella se movió, se puso de pie y se alejó por un breve momento, durante el cual su ano hambriento y violado estuvo, por primera vez desde que comenzó a follarselo, expuesto al aire libre. Luego sintió su glande deslizarse de vuelta desde un ángulo superior, lo estaba encimando, casi sentándose sobre sus nalgas. Aquel ligero cambio hizo que su culo se volviese a acostumbrar y adaptarse.
"Te gusta mucho esto, puta!" exclamó la chica complacida.
Se puso de pie y comenzó a follarlo, doblando las rodillas y poniéndose por encima de él. Sus huevos chocaban contra su trasero desde arriba. No lo podía creer. Realmente Amber estaba teniendo sexo con su culo. Desde que ella le preguntó qué tan dura estaba su polla, ella lo había estaba ignorando por completo. Ella le estaba dando una buena sesión anal, y parecía deleitarse con su humillación. Amber se agarraba a sus hombros con sus manos y seguía follandolo cual puta barata, sus jugosos senos aplastados contra su espalda, su polla taladrando su culo sin parar, sus testículos cargados chocando felizmente contra su culo en pompa. Ella se rió en su oído y luego le dio una fuerte nalgada.
"Eres lo suficientemente bueno para tragar pollas, lo sabías?" dijo Amber y luego le mordió el cuello y comenzó a mover con mayor pasión sus caderas y después a un ritmo errático, a Donny le dio un vuelco el corazón y siguió gimiendo... un charquito de líquido preseminal debajo de él y su verga dura balanceándose de un lado a otro. Nunca antes le habían follado por el culo, pero lo estaba disfrutando mucho, para su vergüenza. Amber continuaba ignorando su propia polla, falta de atención y Donny no podía alcanzar al tener las manos encadenadas hacia delante, por lo que simplemente se dejó caer inútilmente, su rostro ahora estaba más cerca del suelo que al inicio pero no podía apoyarse en el por las cadenas en sus muñecas que le mantenían en esa posición.
Su polla estaba durísima, pero de nada servía para el tipo de sodomía en el que estaba involucrado, siendo él el sujeto pasivo. Podía sentir los dientes de Amber en su cuello y su polla latiendo en sus entrañas, una polla que se acercaba cada vez más al objetivo de hacerle correrse mientras le follaba el culo. Amber seguía diciéndole cosas sucias mientras se lo follaba bien duro, Donny se sentía totalmente derrotado como hombre... pero ya nada importaba, pues estaba muy cerca de soltar su leche, lo quisiera o no.
Los dientes de Amber abandonaron su cuello y el chico escuchó su voz ronca en su oído.
"Así es. Ser follado por el culo hará que te corras. Puedo sentirlo. Vamos, córrete, pequeña perra. Te dije que iba a darte una follada y hacer que te corrieras. Ahora gime como una perra y córrete como una también!" dijo Amber.
Trató de luchar contra ese deseo, pero, como respondiendo a su orden, Donny gimió de placer y expulsó varios chorros de leche en el piso del sótano, parte de ella se unió al charco de líquido preseminal, convirtiéndose en un charco espeso de esperma que no lograría su propósito, embarazar a una mujer, su cuerpo en lugar de eso decidió que el mejor momento para disparar su leche era cuando algo duro y largo se abría camino en su culo. Se sentía mareado y cansado y no podía negarlo, simplemente se había corrido mientras le follaban el culo, como toda una nena cachonda. La experiencia estaba por mucho siendo la mejor y más loca de su vida... y ella no había terminado exactamente.
"Lo has hecho, pequeño semental. Así que te gusta. Mmm... bien, te daré tanto como quieras!" dijo Amber, y no estaba mintiendo, estaba recibiendo mucha polla. Ella le mordió el cuello de nuevo y lo clavó con fuerza, convirtiendo sus intestinos en papilla. Fue tan duro que pensó que estallaría. Donny sabía que en ese momento no lo sentiría tanto como después, pero ahora que Amber parecía haber encontrado un segundo aire, le preocupo de que su culo no se volviese a recuperar. El agujero anal en sí se estiró más allá de sus sueños más salvajes, y ahora que había tenido un orgasmo, su esfínter se había apretado alrededor de la polla de Amber como un vicio, no la quería dejar ir, y podía decir que ella lo estaba intuyendo pero seguía enfocada en otros menesteres. Cuando la emoción del orgasmo ceso del todo, su polla estaba flácida pero Donny sentía el placer incrementar al igual que la vergüenza y la humillación. El único pensamiento que tenía el chico mantenía en cierto modo sus ideas claras, "Acabo de venirme siendo follado por el culo y me gustó," pensó Donny.
Si no hubiera estado pensando en eso, Amber se lo habría recordado de todos modos.
"Cómo fue tu primer orgasmo anal, puta? Sé que te gustó, pero, fue el mejor que has tenido?" murmuró la chica con voz algo cansada.
Donny no estaba dispuesto a responder eso, sino que se limitó a recibir más verga en su insaciable culo una y otra vez hasta que Amber finalmente se movió con vehemencia inusitada, iba a recibir su primera ración de semen que no lo era el suyo, y se iban a depositar por vía rectal, como un supositorio. A Donny nunca le habían gustado los supositorios, y ahora había uno cien veces más grande que cualquiera que hubiera tomado antes por el culo.
La propia Amber estaba gimiendo y tensándose de una manera que hacía evidente que estaba acercándose a su orgasmo. El chico no estaba ansioso por sentir los chorros calientes de lefa caliente en las profundidades de sus intestinos, pero tenía que admitir que una parte de él estaba deseando la inseminación, la misma parte de él que estaba haciendo que su polla se recuperase una vez más.
Ella se había puesto tan tensa y él sintió sus bolas palpitar con tanto fuerza contra él que no necesitó decirlo para hacérselo saber, pero lo hizo.
"Me voy a correr!" exclamó con voz ronca, "Te voy a preñar, perra!"
Ella lo penetró, profundamente, Donny esperaba sentir un espectáculo de fuegos artificiales similar al que acababa de demostrar él poco antes al eyacular su carga, pero sintió que la polla de Amber crecía aún más dentro de su culo. Sus bolas, proporcionalmente más grandes, golpeaban contra las suyas, temblando ligeramente. Ella se giró un poco, rotando sus caderas de modo que la punta de su polla raspó llego tan profundo que hizo que su abdomen se tensara y su recto se aflojara, muy receptivo. Donny sentía como si con solo empujar, podría sacar la polla de Amber fuera de él, pero cuando lo intentó, solo hizo que ella lo follara más fuerte.
"Estás listo, semental? Mis bolas están tan llenas... voy a bombearlo todo dentro de ti! Prepárate, puta!"
Ella mordió con fuerza su cuello, dejando marcas de dientes, luego hubo unas rápidas contracciones y pulsaciones y sintió un calor en su recto. Miró el suelo de granito manchado de su semen y supo que el calor de su vientre era causado por lo mismo que había salido de su polla a chorros. Se sentía agradable y reconfortante, pero su rostro también se sonrojó de vergüenza al saber que estaba siendo follado por el culo por primera vez y llenado de lefa. Había perdido su virginidad anal encadenado a una tubería en un sótano.
Sintió cada pulsación de los huevos de Amber mientras ella vaciaba su carga dentro de él. Saturado y bombeado como nunca, la mujer descargaba su frustración en ese culo, llenándolo de amor caliente y espeso.
Rápidamente comenzó a filtrarse, el semen caliente de Amber se deslizaba por sus testículos como helado derretido. Sintió que su recto comenzaba a hincharse ligeramente mientras ella depositaba su orgasmo, pero pronto, terminó y su culo se sintió absolutamente inundado. Así que eso fue todo. Tenía un culo lleno al tope de esperma.
"Mmm te llene por completo, puta de mierda," dijo Amber, acariciando sus nalgas mientras su polla dura todavía estaba atascada dentro. Ella le dio una suave nalgada, y Donny se sintió más calmado, con un sonido viscoso, sacó su verga del culo de su rehén.
Su culo era un desastre, por supuesto. Abierto, violado en todos los sentidos, rojo y dolorido, con leche fresca y caliente saliendo incontrolablemente. Amber separó sus nalgas y admiró su obra y se relamió.
"Mmmmm... no me importa tenerte aquí hasta que tu padre pague el rescate. Y si no lo hace... bueno, curraras como el que más. No te preocupes, te haré pintar todo el piso de blanco, mi querido ratoncito," le indicó Amber con una sonrisa de alivio.
Con eso, deslizó una llave en sus ataduras y lo desencadenó, luego lo ayudó a ponerse de pie. Estaba tembloroso y los músculos del cuerpo no respondían del todo, todavía le daban calambres, lo que dificultaba el equilibrio; además de sentir su vientre muy lleno. Amber lo sostuvo contra ella, Donny tenía sus pantalones alrededor de sus tobillos, y su rostro presionado contra las tetas la chica sus pechos y tarareó suavemente. Ella le alzó la barbilla para mirarlo y pasó el dedo por su abdomen, hasta su rígida polla.
"Nos vamos a divertir mucho, Donny..." dijo con una sonrisa maliciosa, y él asintió aturdido, demasiado borracho de esperma y lujuria para responder de otra manera.
Su celular zumbó sobre la mesa, inadvertido...