Secuencias de un matrimonio (5)

Llega a casa una noche un amigo de Paco y Laura se lo folla.Es el detonante para la separación.

Pegado a nuestro concesionario VW, estaba el concesionario Renault, separados nada más por una calle sin salida. Yo conocía al gerente y una mañana fui a hablar con él. Arturo, así se llama,  me había propuesto, hacía tiempo, que me fuera a trabajar con él. Era un tipo que había escalado muy rápido, pues apenas tenía 40 años. Yo le expliqué, sin detalles, cual era mi situación, lo delicada que era, pues si me separaba de mi mujer, no sabía qué podía pasar. Arturo me tranquilizó y me aseguró que allí con él siempre tenía un puesto y que nuestra conversación no se la contaría a Pedro. Se lo agradecí y me preguntó si él también podía follarse a Laura.

-Entre semana está más por casa -le dije,- así que hoy miércoles puede que esté, si es así te llamo esta noche.

Quedamos así. No sabía cómo iba a responder mi mujercita. Pero yo para prepararme por si  acaso esa misma tarde. Llamé a Alexa por el interfono.

-Puedes venir a mi despacho?

– Claro Paco, un minuto tardo. Bueno aquí estoy –dijo al entrar y cerrar la puerta- Creía que no querías estrenar tu despacho, conmigo… - Venía preciosa vestida con una blusa color salmón y falda negra. Se sentó sobre mi mesa y me dijo-  Sabes qué es lo que me da más morbo?

-Que te meta la mano por aquí? Acariciándote?

-  Jajajjajaja, tu métela por donde quieras, pero lo que más morbo me da es que mi marido está ahí abajo trabajando y si se me escapa un grito de los míos, casi me va a oír.

  • Y con tu culito que pasa, es zona peligrosa?

  • Nadie me la ha metido hasta ahora, me da pánico.

  • Y Pedro tampoco lo ha hecho?

  • Noooo, lo intentó pero me puse histérica, yo no soy una sumisa, como tu mujer. –Golpe bajo, se lo había contado el cabrón e igual se habían visto en “el picadero.” Sacaba la mano de entre sus piernas, pero ella me paró.    - Joder tío perdona. No era mi intención herirte, disculpa. Perdóname por favor. Ya conozco tu historia…

  • Has estado en ese piso con ella?

  • No, aún no. Pero este viernes es viernes de chicas.

-Qué quieres decir?

  • Que  el tío ha montado una fiesta para este viernes y me ha dicho que igual habrá gente que no conozca. Me ha dicho que en casa digamos eso, que es noche de chicas. Y que escojamos a una amiga que nos cubra, por si acaso. Vamos que debe de ser como una orgía. No te ha dicho nada?

  • A mí no, a Laura seguramente sí. Laura es mi mujer. Mi casi ex mujer.

Se levantó me besó como sólo ella sabía hacerlo y nos dedicamos a follar el resto de la tarde.

Cuando llegué a casa  estaba Laura. Preparando la cena. Llevaba una camiseta que le cubría un poco más de los muslos y no llevaba sujetador.

  • En media horita cenamos, que querrás ver el futbol,  no? –Me dijo al verme entrar a la cocina.

  • Por supuesto, gracias, voy a darme una ducha.

Eso hice, ducharme, ponerme mi pijama y me fui a encender el televisor. Lo dejé en el canal del partido porque ya estaban dando la previa y me fui a cenar a la cocina con mi amor. Realmente Laura había sido el amor de mi vida y no me explicaba cómo había estado tan ciego, cómo había sido capaz de casarme con una mujer que podía comportarse como lo estaba haciendo desde hacía unas semanas.

-Ves a ver el partido, que ya recojo yo esto.

Aún no me había sentado en el sofá cuando me llegó un “wasap” de Arturo: “estoy en la portería de tu casa” “llama al timbre y te abro.” Así  lo hizo y subió.

  • Han llamado? – quiso saber Laura.

  • Si es un amigo que viene a ver el partido.

  • Paco, me podías haber  avisado, me hubiera vestido.

  • No te preocupes mujer, no ves q yo voy en pijama? - Llamó al timbre de la puerta y le abrí

  • Pasa Arturo, mira esta es mi mujer, Laura. Laura….. Arturo. – Se dieron dos besos y él ya le entró cogiéndola por la cadera mientras se besaban y dándole los dos besos en la comisura de la boca.

  • Perdona que no esté vestida Arturo… es que…

  • No te disculpes, Laura, estás en tu casa y estás genial. – Por la manera de mirarle se notaba que a ella le gustaba.

  • Yo me quedo aquí, Laura enséñale el piso, yo te aviso si empieza el partido.

  • Vamos dijo ella – La puerta del salón queda detrás del sofá, pero girando la cabeza vi que él la llevaba cogida por la cintura. Me levanté sigilosamente y vi como Arturo le iba tocando el culo, incluso llegó a meterle la mano por debajo de la camiseta, mientras caminaban por el pasillo. Supongo que para ella era una venganza el tirarse a un amigo mío después de lo de Rebe. Y no sabía que me estaba ayudando a obtener un puesto de trabajo. La oía a ella hablar y darle las explicaciones, pero llegó un momento que no los oía. Caminé despacio por el pasillo, estaban en la cocina. Ella resoplando, desatada, él la estaba dedeando y ella tenía su polla en la mano pajeándole.

  • Venga pareja, a la habitación de invitados. –Arturo me miró divertido. –Llévatelo allí Laura.

  • Tu no te vienes con nosotros? – me pidió él.

  • Eso vente y me hacéis una doble penetración. –Me quedé viendo mi partido, que mi equipo ganó holgadamente. Fui a ver a la parejita, estaba enculándola.

-Vamos Arturo que ya ha acabado el partido y tu mujer te espera.

  • Le he pedido el teléfono a tu mujer, espero que no te importe.

  • No me importa no, para nada.  – dije mirando a Laura. Él me sonrió.

Arturo se vistió y se marchó agradeciéndome aquella velada. Le dije a Laura que se quedara a dormir en la habitación de invitados y yo me fui al dormitorio. Desde allí le envié un mensaje a Rebe: “Estas durmiendo jefa?”  “Negativo gran jefe.” “Que tal estás?” “Bueno… Mi hijo se ha roto un brazo y es el derecho.” “Vaya tela. Pero le duele aún?” “Si, no pude hacer movimientos bruscos, ni ir al colegio durante unos días, hasta que no le moleste tanto, si es que ha sido esta tarde, he tenido una movida…” “Vale entonces  mañana nada…” Me envió un mensaje de caritas llorando. “Bueno ya te escribo yo para ver como evoluciona el nano.” “Cuando quieras…”

Me asomé y en el cuarto de invitados  todavía se veía luz. Estaba hasta las narices ya.

-Tengo que hablar contigo Laura. –Ella estaba enviando y recibiendo mensajes. – Levantó la vista y me miró.

  • Dime cariño, tú dirás.

  • Paco, llámame Paco. Cariño tuyo ya hace tiempo que no lo soy, no somos ya un matrimonio. Porque una cosa es tener un desliz, o un amante, o hacer intercambios sexuales cada cierto tiempo. Y otra bien distinta es follarte a todo lo que respire. Además cualquier día me vienes preñada y, seguramente, no sabrás ni quien es el padre… -Iba a seguir pero me interrumpió ella.

  • Estoy embarazada.

  • Hostia puta!!

  • Ya hace unos días que lo sé, pero no me salía la forma de decírtelo.

  • Y sabes de quién es? – Bajó la mirada, y no dijo nada. –Madre mía Laura. Vas a tenerlo?

-Sí –empezaron a caerle unos lagrimones y buscó un pañuelo.

  • Pero, vamos a ver, si estas  embarazada y tan convencida de tenerlo, por qué lloras?

  • Porque yo no esperaba perderte. Al menos no tan pronto.

-Mira yo mañana iré a ver a José – ella sabía que José era un amigo abogado que nos había asesorado en varias cosas previamente –Y empezaremos los tramites. En pasar navidad estará todo claro. – Tú búscate un abogado y espero que lo resolvamos todo de mutuo acuerdo.

  • Lo puedes dar por hecho. El piso es tuyo, y tu coche tuyo,   - lloraba y se sonaba la nariz – Yo sólo me llevaré mi coche, todas mis cosas que eso sí te pido que me des tiempo para poder sacarlas.

-No. –Me salió del alma ese “no”- si hace falta contratas una mudanza y en unas horas lo tienes todo listo. –Lloraba desconsoladamente. –Hasta que la separación sea efectiva tú dormirás aquí. Que pases una buena noche.                  –Salí de su habitación.

  • No quieres follarme una última vez?

  • Jajajajjaja con el semen de otro en tu coño? Va a ser que no.

Eran las 12  de la noche. “Quieres saber una noticia Rebe?”  “dimeeee”  “Te ha llamado Laura o has hablado con ella?” “No me digas que está embarazada?”  “Si” “qué fuerte, y sabes si va a tenerlo?” “Si” “En dos minutos te llamo”  “ok”   Eso hizo, me llamó, me fui al salón para poder hablar más normal con ella. Y le sentó casi tan mal como  a mí el embarazo de Laura. Me preguntó si a pesar de eso seguiría con la separación y le dije que por supuesto. Y me dio la razón y muchos ánimos. También me dijo que ella y Laura habían dejado su amistad.

Al día siguiente a las 9 fui a ver a José, habíamos quedado por “wasap.” Empezaba pues el proceso de separación de Laura. A las 10 ya estaba en el concesionario, en mi despacho. Entonces ocurrió algo inaudito, entró Pedro a mi despacho. Me saludó y me estuvo hablando de cuestiones del trabajo, hasta que me dijo que no todo tenía que ser trabajo, que también necesitábamos un poco de fiesta.

-Mira Pedro yo estoy en proceso de separación. Nos vamos a separar.

-Bueno eso son cosas normales hoy en día. Quién pide la separación, tú?

  • Es de mutuo acuerdo.

-Pues verás, yo venía a invitarte a una fiesta que doy mañana en mi piso.

-En tu picadero cabrón.   –Jajaajajjaaj

-Vente mañana y olvidarás todos los malos rollos, al menos por un momento.

-Irá Laura, no?

-Si pero el piso es grande, ya verás. No tienes que estar con ella si no quieres.

  • Dame la dirección, ya veré que hago.

  • Me parece bien, acaso no recuerdas lo bien que lo pasamos en la fiesta de navidad? Por cierto tú tienes el teléfono de la mujer de Ricardo? El jefe de taller?

-No lo tengo, sí que tendría que habérselo pedido.

-No pasa nada, te espero mañana. –Cuando ya estaba a punto de salir por la puerta se giró y me dijo –ánimo con la separación, durante el proceso se pasa mal pero luego es una liberación. Mañana a las 10 hay que ir cenados.

-Pero quién va a ir a la fiesta?

  • Vendrán Alexa, Laura, mi hijo Rodrigo, dos amigos míos que no conoces, dos de las mujeres de amigos de mi hijos y vendrá  Sandra, si tu ex compañera. Vente mañana y te la follas.

  • Esas mujeres de amigos de Rodrigo… sus maridos… lo saben?

  • Para nada.

-Vale allí estaré.

-Me das una alegría.

Al salir cerró la puerta. Yo me fui a ver a Alexa. Estaban las dos charlando mientras hacían su trabajo. Le pregunté a Sandra por su resfriado, me dijo que iba mucho mejor. Y Alexa que siempre se alegraba más de verme. Me lo demostraba. Me dijo que ya estaba enterándose más de su tarea y que Sandra la estaba ayudando mucho.

  • Mañana vais de fiesta no? – Las dos afirmaron.

  • Tú vienes también Paco? – Me preguntaba Sandra. Y cuando respondí que sí, las dos se alegraron.

-Siiiiiiiiiiii? – decía Alexa – que bueno, oye podías  pasar a por mí? Tengo mi coche en el taller y no creo que este mañana reparado.

-Por supuesto mujer, donde quieres que nos veamos.

  • Ahora te paso mi dirección. Pasa por mi casa, mi marido ya habrá salido con sus amigos.