Secuencias de un matrimonio (4)

Nuestro amigo Paco sigue rehaciendo su vida. Sobre todo su vida sexual.

Laura ese domingo no vino a dormir a casa. Estaría intentando superar lo de Rebe. Me había llamado al anochecer para avisarme. Era pronto todavía las 7:30 am. Me di una ducha y desayune un poco y a las 8:15 salí de casa. Rumo a la casa de Ana. El GPS  me guió perfectamente hasta su puerta. Eran las 8:35, le envié un mensaje: “estoy al lado de tu puerta, vía libre?” “vía libre, ahora te abro es el 5to piso.” Al abrir la puerta del ascensor en la quinta planta oí como una puerta, de las tres que había, se abría y Ana asomaba su cabecita y con la mano me decía que fuese hacia ella. Entramos iba a decir “buenos días” pero ni eso me dejo, nos fundimos en un beso de deseo compartido. Ella estaba espléndida, llevaba un camisón cortito azul, completamente transparente. Le apretaba su culo, sus glúteos. Yo pensaba mientras me comía su boca entre las tres mujeres: Laura, Ana y Rebe… cual era la mejor? La respuesta me hizo sonreír, la mejor era Sandra, sin lugar a dudas.

  • Llévame a la cama. –Me pidió Ana y me sacó de mis pensamientos. La cogí en brazos y nos fuimos a su dormitorio.  – Acuéstate que así cogerás frio – No tenía calefacción en el dormitorio. En aquel piso hacía mucho frio. Me hizo caso y se metió en la cama, tapándose. Yo me desnudé completamente y me metí también bajo las mantas.

-Por donde quieres q te la meta?

  • Si no te importa, me gustaría que me lo comieses, hace mucho tiempo ya. –Le di un piquito y le dije – Ahora vuelvo -Me bajé hasta su coñito y lo degusté como parte de mi desayuno, ella gemía como si fuera la primera vez que se lo hacían. Estuve metiéndole la lengua y frotando su clítoris con mi dedo hasta que estalló en un intenso orgasmo. Entonces volví a salir a la superficie.

  • Hola, pasaba  por aquí y… - Ella se reía con ganas, era una hembra con ganas de reír  y ganas de un tío que la llene. – Ahora te la voy a meter en tu coñito. –Ya estas tardando. Joderrrrrr!! Qué bueno!!! Fóllame toda Paco. –dime el nombre de tu marido, Ricardo. – Ricardooooo!  -Repítelo… -Ricardooooo!! Ricardooooo!! Ricardoooooooo!!! Bajé hasta sus tetas, estuve jugando con ellas, con sus pezones, dándoles pequeños mordiscos y se me corrió de nuevo. –El viernes no llegué a correrme –me decía emocionada – pero hoy llevo ya dos, esto es genial. Tú sabes el tiempo que hacía que no me corría con un hombre… -Demasiado seguro. –Tú no te has corrido todavía? –Tranquila te estoy dando una tregua, para q descanses, cojas aire y luego se la saqué casi del todo y de un golpe de riñón se la metí toda.

-Ahhhhhh!! Fóllame Ricardoooo!! –Que bueno, me excita que pronuncies su nombre… - Mi cornudo Ricardoooo! Jajajaja Ahhhhh! Eso es, dame más fuerte cabrón! Dame másssss!!! Quiero correrme contigo, quiero que nos corramos a la vez… Venga! Vengaaaaaa! Ahhhhhhh! Me estas llenando con tu semen, Ahhhhhh!! Me corroooooo! Contigo! Siiiiiii.

Caímos los dos boca arriba, en la cama ella cogiéndome la mano por debajo de las mantas.

-Es una buena manera de empezar la semana. –Le dije- La mejor –reconocía ella y continuó – Has hecho que me corra tres veces. Sabes el tiempo que hace que eso no pasaba? Años y espero que no tenga que pasar el mismo tiempo otra vez.

  • Ahora me tienes a mí Ana y vas a estar mejor servida que nunca. –Ella pasó una pierna entre las mías y me besó, estuvimos besándonos largo tiempo. Después nos duchamos juntos sin hacer nada más que acariciarnos y besarnos. Nos despedimos y me fui a empezar el lunes en el concesionario.

Al llegar a mi despacho, esperaba que fuera un día tranquilo, sin demasiados sobresaltos. Me senté y llamé a Sandra, mi antigua compañera, por el interfono.

  • Hola Paco! No, no hay ninguna novedad, todo está tranquilo. Oye Paco, que tengo médico a las 12 y saldré a las 11:30. – Qué te pasa Sandra? –Un constipado que arrastro ya 2 semanas y quiero quitármelo. –Muy bien, a ver si te mejoras. – Sobre esa hora, las 11:30 sonó mi interfono, era Pedro. Me dijo que fuera a su despacho y al entrar, sorpresa!! Allí estaba Sandra, pero la Sandra de la fiesta de navidad del viernes, la mujer de Luis el mecánico. Nos saludamos.

  • Paco a qué no sabes qué ha estudiado Sandra? – me interrogaba mi jefe.

  • Pues no sé, ni idea, que has estudiado Sandra?  -Empresariales – Me contestó ella sonriendo.

  • Ya ves, va a cubrir tu plaza en administración, porque ahora la pobre Sandra va de cabeza.

  • Perfecto y enhorabuena Sandra. Pero bueno tenemos a dos Sandras en administración.

  • Pues es cierto no había caído –decía mi jefe.     –A mí en mi casa me llaman Alexa.  –Pues a partir de ahora aquí en la empresa serás Alexa.   –Perfecto   -Genial.   –Ahora, -seguía diciendo Pedro- llévatela, preséntale a Sandra y explícale más o menos en qué consiste su trabajo. Vamos.

Llevaba un jersey verde y una falda vaquera. Me acerqué a ella y frotándole la espalda le dije que me alegraba un montón de que le diesen el puesto. Ella vibraba y me lo agradecía.

  • Realmente me hacía falta mi sueldo en casa, ahora vamos a vivir mucho mejor. – Entramos a las oficinas de administración. –Claro mujer hoy en día trabajando los dos es genial, lo difícil es encontrar trabajo y tú lo has conseguido y vas a cobrar más que Luís.  Cómo quedó la comida del sábado?  - le pregunté – Nos invitó Pedro y precisamente en la comida me preguntó si trabajaba… y de ahí salió todo. –Te folló? – pregunta arriesgada que me atreví a hacer. – El sábado no me folló, estuvimos las dos parejas juntas todo el rato. – la chica se sinceraba, parecía que no quería contárselo ni a su mejor amiga y conmigo se aliviaba. – Me folló el domingo, ayer, en un piso que tiene en la parte alta – El famoso picadero… - Luís se va a jugar a futbito y luego a almorzar con sus amigos. –Y con Luís que tal? –En cuanto al sexo quieres decir?  - Si – Pues él dice que cada vez disfruta menos conmigo…dice que soy fría. –Pues el viernes estabas bien caliente. –Es que nunca había hecho sexo en grupo… -Y te gusta  -Me encanta. –Mira, primera recomendación. Esto de falda vaquera… aquí como que no. –Vale, tú dime cosas que todo eso me interesa. – Aquí se viste elegante, Tanto tías como tíos. Rollo ropita, también la ropita interior, puedo? –Jajajajja Un tío que se ha corrido dentro de mí no tiene que pedir permiso… - La hice levantar de la silla se quedó divertida esperando a ver que le hacía. Le levanté la falda hasta la cintura, y llevaba unas bragas rosa y blancas. Se las quité me las guardé en el bolsillo –Me las voy a tener que quedar.  –Ella afirmaba con su cabecita. La hice sentarse sobre mí en la silla, que no tenía brazos, lo que facilitaba la maniobra. –Otro día lo haremos en grupo. –Le prometí. –No importa –replicaba ella- contigo casi me apetece más hacerlo solos. –Joder tía, como te puede decir que eres fría si estas toda mojada. –Es que con él no me mojo así.  -Ella me la había sacado del pantalón, y yo la levante un poco le metí la cabeza dentro y ella dejándose caer se clavó enterita. Me buscaba la boca con fuerza y me cogía la cabeza con las dos manos. A mí me encantaban sus piernas y muslos y tal y como estaba sentada me era fácil acariciárselas a mi antojo y su culo… dios… era un culo glorioso. Ella empezó a gemir, que delicia oír aquellos sonidos que salían de su garganta. La hice levantar. Ella se quitó el jersey llevaba un sujetador negro, se lo quitó. Siguiendo mis indicaciones se subió a la que era mi mesa, que estaba más vacía, se tumbó boca arriba. Yo puse sus piernas en mis hombros y le pregunté: - Dónde la quieres?  -En mi coño, en el culo no Paco. – En el coño se la volví a meter, ahora era yo el que le golpeaba la pelvis, con movimientos rápidos, con fuerza, dándole duro.    – Ahhhhhhh! Paco me vas a matar.  –Llámame Luis.   –Ahhhhhh! Luis… Luis   -Pídeme que te folle. –Fóllame Pac… Fóllame Luis… Fóllame por favor! -Quiero que te corras, saber que no eres fría  -Siiiiiiii  -Quieres correrte? –Siiiiiiii. Ya me falta poco Paco, Luis… - No, ahora ya Paco, -reíamos en mitad del polvo. –Sigue dándome, no pares sigue follándome que lo haces muy bien, ahhhhhhh   ahhhhhhh  Paco, Pacoooo   voy a correrme –Correte, correteeee mójame toda la polla con tus jugos. -Tú no eres fría tía, no lo eressssss  no lo eressssssss Me voyyyyyyyyyyy ya llego alexa… -Noto tu leche dentro de mí, siiiiiiiiiiii siiiiiiiiiiii  Ahhhhhh que ricooooo .

Nos volvimos a la silla, abrazados, mejilla con mejilla  ella con los brazos rodeándome el cuello y yo acariciándole la espalda y sus glúteos. –Bienvenida a la empresa Alexa  -Gracias jefe  -Tu jefe es Pedro –Me gustaría más que fueras tú mi jefe –Él te folló primero… - Me gusta más que me folles tú –Ya probaremos mi despacho cuando te llame y te diga “Alexa puedes venir un momento?” jajajjajja Venga ven que te explique cómo va esto. Sandra, tu tocaya, está en el médico. Ella te ayudará mucho con las dudas que puedas tener. No es complicado y no es un trabajo agobiante. – Si me llamas a tu despacho no será agobiante… - No lo dudes… - Vamos ahora a estrenar tu despacho?  - Tía tú que tienes de fría? Jajajajaja. Venga ven que te explique un poco como funciona esto –si profe…

-Alexa? -Sonó el interfono, era mi jefe. – Si dime Pedro – le contestó ella mientras yo le enseñaba a utilizar el interfono. – Ya te ha enseñado Paco cómo funciona esto? –Si me ha enseñado muchas cosas, pero ahora la práctica diaria es la que tiene que acabar de enseñarme. –Muy bien vente para acá. –Voy.  –Toma, ponte tus bragas, no vayas sin bragas a su despacho. Y no le digas que lo hemos hecho. Vale? – Sólo tú eres mi confidente. –Le di un besazo y se marchó.

Al llegar a casa sobre las 2:20 pm, la cerradura no estaba rodada, estaba Laura en casa. Efectivamente al entrar oí la radio en la cocina y diversos ruidos.

-Hola! –la saludé –Hola. Llevaba un vestido corto. –Cómo estás? –Bien, y tú también supongo. – me entró. –Tú te acuerdas de lo que me dijiste el día que vi como Rodrigo te follaba en el despacho de Pedro? Me dijiste que lo había encajado bien. Lo recuerdas? –Ella callaba, no decía nada. Estaba haciendo unos espagueti a la carbonara. – Quieres que nos sentemos y hablemos? – Ahora, nos  vamos a sentar, ya está casi lista la comida. –Pero comiendo no mola hablar de esto. – Hablar de qué? –No seas cínica. –Venga ven, me ayudas a poner la mesa?

Comimos en silencio, exceptuando lo justo de “me pasas eso?” “quieres un poco más de esto?” Yo como había oído a trabajar casi a las 11 en vez de a las 10 tenía que entrar a las 4 en vez de a las 5. Por eso era horario flexible. No tenía mucho tiempo para hablar pero la cogí de la mano y nos fuimos al salón, al sofá.

-Donde has pasado la noche? –quise saber. No hablaba. –Quedamos en que nos lo contaríamos todo y que me avisarías si no venías a dormir, recuerdas?

-Me he quedado en el piso de Pedro.    –El picadero?    -Sí  -Sola?  -Yo sola sí, él no se podía quedar conmigo.

  • Y tú que has hecho? Has vuelto a estar con Rebe? –indagaba ella –No ella se quedó muy mal, y se fue a casa.

-Vas a seguir con ella? –Sí,  si ella quiere sí. Tienes algo que objetar? –Nada. No tengo derecho a pedirte nada. -Muy

bien me voy a currar. –No entras a las 5pm? – Si pero se me ha retrasado el trabajo esta mañana y voy un poco

antes.  –Vale – Te veré luego? – Sí estaré aquí. –Me das un beso?

Desde el garaje le envié un mensaje a Rebe, con toda la movida de la mañana se me había pasado: “Hola jefa, he tenido una mañana intensa, lo siento no he podido escribirte antes, como estas cariño?” A los pocos minutos me contestó: “Hola gran jefe, pobrecito cómo trabajas… Yo estoy bien, gracias cielo. Estoy tomando cafés con unas amigas.” “Tu orgasmo de ayer fue tremendo.” “Uffffff no me lo recuerdes” “Dispuesta a repetirlo?”  “Si claro, pero en mi casa o si no podemos nos vamos a un hotel. Qué te parece?” “Me parece bien lo que disponga mi jefa.”