Secuelas

Un hijo tiempo atrás descubrió a su mamá en la cama con otro hombre. Tiempos de distancia, reconciliación, verdades a medias, pero todo eso queda atrás, cuando el cumple 18 años y entonces la madre le entrega su regalo más esperado. Su cuerpo.

SECUELAS

El relato que voy a comentar a continuación me sucedió en el 2018, justo cuando iba a cumplir los 18 años y en dónde la coprotagonista es mi madre.

Mi madre se llama Elvira y lo que puedo decir de ella es que es una mujer muy bellísima, por ese entonces ella tenía 37 años, mide 1.68 de estatura, algo robusta, (no cayendo en gorda) trigueña clara, como la nieve, un cabello largo liso, lo que más me llamaba la atención de ella, eran quizás sus pechos, grandes y duros como piedras, también sus piernas y su trasero, redondo y durito. En resumen, toda una obra de belleza.

De su vida privada, puedo decirles que ella es divorciada desde que yo tenía 11 años de edad. La razón de la separación con mi progenitor, fue porque un día al regresar de la escuela recuerdo llegué a casa más temprano del colegio ( la verdad me había escapado ) ya yo portaba llaves de mi domicilio también para esa época mama trabajaba con una amiga en una tienda de venta de ropa, entonces sabía que tenía la casa para mí solo, pero al llegar, vi que la puerta de su habitación estaba entreabierta, eso me causo curiosidad al acercarme, entré a su habitación y la vi desnuda con otro hombre, ambos comiéndose la boca a besos, denotando que minutos antes ya habían tenido sexo.

La verdad quedé helado al ver ese cuadro primero al darme cuenta que mi madre engañaba a papá en su propia cama y segundo recuerdo que mamá gozaba de su buen cuerpo, cuya imagen me dejo perplejo y hasta hoy día la tengo presente.

De pronto ella se dio cuenta, que la observé se cubrió con las manos y el hombre se metió debajo de la frazada, poniéndose muy pálido y yo pues me retiré sin decir nada, casi de inmediato mamá ya vestida fue detrás de mí y me pregunto qué hacía yo en casa yo no la quise mirar y ella solo dijo

- PERDÓNAME, ESPERO QUE ENTIENDAS SOLO FUE ESTA VEZ.

Procedió a salir de mi habitación sin decir más, tal vez la vergüenza de ser descubierta la dejo sin palabras. Durante la cena, mamá intentó explicarme la situación, pero yo preferí hacerme el tonto y no saber lo que había pasado, sin embargo, el tema me dejo secuelas imposibles de borrar. A pesar que ella trató de acercarse a mí, comprarme cosas, sacarme a pasear y un montón de actos, sólo observó un rechazo total de mi parte a sus actos. Fue en esas situaciones que mi padre me preguntó qué pasaba, yo solo lloraba a cada momento y en cualquier lugar, al recordar lo sucedido.

Mi madre finalmente no pudo con el sentimiento de culpa y le terminó confesando la verdad a mi viejo sobre lo sucedido esa tarde. Y como era lógico, ambos iniciaron la separación. Yo por no ver a ninguno de ellos, me fui a vivir con mi abuela, hasta los 13 años, hasta que una tarde mamá llegó y me suplicó llorando que regrese con ella, que estaba arrepentida de lo sucedido y que me daba su palabra que se portaría bien y que renunciaba a ser mujer, solo con tal que yo la perdonara. Ante sus insistencias, volví a su lado. y regrese a la casa maternal.

Mi relación con ella desde entonces se volvió de lo más cordial, no como madre e hijo, sino más como dos conocidos, pero eso sí, manteniendo las distancias y sobre todo el respeto. En mí quedaba las secuelas de lo presenciado en su cama.

Y como tal promesa debe cumplirse, desde entonces ella no salió con nadie más. Desde que regresé a la casa, su rutina de horario era solo su trabajo ( me enteré que renunció a la tienda de ropa y se trasladó a una tienda de ventas de computadoras ) No observé nada extraño en su actuar, ni llamadas, ni redes sociales, en una paráfrasis, una mujer de época de cavernas.

El resentimiento poco a poco se fue desapareciendo y nuestra relación como repito se volvió de amigos. Por vivir en la casa los dos solos y en un espacio algo moderado, yo me empecé a acostumbrar verla semidesnuda, algo que, sin querer, comenzaba a excitarme sobremanera.

Casi siempre me masturbaba pensando en ella y sobre todo volvieron esas imágenes de antaño y en especial, comencé a sentir cólera, celos, pero no por ella, sino por el tipo ese que se deleitó con su cuerpo, sus besos, sus gemidos, de su cuerpo de hembra. Yo siempre tomaba su ropa interior para hacerlo en los momentos en los que ella se bañaba, pero como es la vida, un día ella me descubrió masturbándome con una braga de ella en mi habitación, sin darme cuenta que ella había llegado, entró y que gran sorpresa se dio cuando estaba con los pantalones abajo y con una braga en la mano y la otra mano en mi pinga dura y roja.

En esa ocasión me dijo:

_ « ¿YA ERES UN HOMBRE, PERO ESO NO TE DA EL DERECHO PARA QUE HAGAS LO QUE HACES O ES QUE ACASO TE GUSTO?».

La pregunta me tomó por sorpresa y no supe que contestar. Cambié de color mi cara, se aproximó y me dio un beso, me dijo:

_ « SÉ QUE AÚN RECUERDAS LO QUE PASÓ ESA TARDE, VERDAD ». Y EN EL FONDO, NO TE CULPÓ MI AMOR, YO FUI LA QUE TE CAUSÓ ESE IMPACTO Y DESDE ENTONCES COMO TE PROMETÍ, NO HE VUELTO A ESTAR CON NADIE MÁS. ES MI CONDENA Y LA ESTOY ACEPTANDO, PERO TODO CON TAL DE RECUPERARTE CARIÑO .

Aquel día tuvimos una charla interesante, yo reconocí que la espiaba cuando se duchaba o iba a al baño, también que me masturbaba pensando en ella, pero en especial, que aún no podía superar sobre lo que vi esa tarde, etc. Ella por su parte admitió que yo era un hombrecito y reconoció que lo que hacía era normal, pero que debía controlarlo, porque si bien era una mujer, también debía medir los límites, ya que era mi progenitora.

Todo cambió, sin embargo, cuando tres semanas después de lo sucedido, cuando ella llegó a la casa corriendo y entró llorando a mi habitación. Yo le pregunté qué había pasado y fue cuando me confesó, que llevaba ya tiempo saliendo con un hombre a escondidas mías.

Yo quise levantarme y dejarla con la palabra en la boca, pero me pidió que la escuchase, a la cual acepté obligado. Siguiendo en la charla, me contaba que esa tarde cumplían tres meses de estar saliendo y decidieron quedarse toda la noche en su casa de él. Justo cuando estaban en la cama, besándose y desnudándose de pronto ella comenzó a arrepentirse, el imbécil ese quería seguir besándola, ella recordó la promesa que me hizo, a la cual se levantó, vistió y le dijo al tipejo que la relación entre ellos había terminado.

Escuchar esto me dejó impresionado y en especial, la parte que no se dejó cachar por su amante, en parte me complacía mucho. Aun así, mostré una cara de enfado y lo comprendió a la perfección.

_ ¡ME MENTISTE DE NUEVO! PERO NO TE REPROCHO NADA.

_ GRACIAS MI VIDA. TE ASEGURO QUE NO VOLVERÁ A PASAR.

_ MAMÁ, CALLADA TE DEFIENDES MÁS.

Ya era muy tarde y me retiraba a dormir. Ella mi pidió si podía dormir esa noche conmigo en mi habitación, pues no quería sentirse sola y más aún con lo que había pasado. Ya cansados de lo platicado, nos fuimos a la cama. Yo, me quedé en bóxer, mi madre, se puso su camisón, apagó la luz y se quitó el sujetador, acostándose a mi lado.

Sentirla junto a mí me excitaba, y no podía hacer nada, mi pene estaba erecto y duro. No quería que ella se diese cuenta, me di la vuelta dándole la espalda. Ella me dijo,

_ POR FAVOR NO ME DES LA ESPALDA, ANDA, DATE LA VUELTA Y ABRÁZAME.

Estaba apenadísimo por lo que me estaba pasando, ante su insistencia me di la vuelta, ella me rozó con su pierna y se dio cuenta de lo que estaba pasando.

_ « QUE PASA YA ESTAMOS OTRA VEZ, CREÍ QUE EL OTRO DÍA HABÍA QUEDADO CLARO, TIENES QUE PENSAR, QUE SOY TU MADRE, NO UNA MUJER CUALQUIERA, NO PUEDES EXCITARTE ASÍ »

_ «VAMOS, PIENSA EN OTRA COSA E INTENTA DORMIR».

_ PUES SI TE MOLESTA QUE ESTÉ ARRECHO, PUES ME VOY A DORMIR AL SOFÁ.

_ ¿QUÉ ESTÁS DICIENDO? MIRA COMO ME HABLAS.

_ PERDÓN MAMÁ, PERO TE RECUERDO QUE TÚ YA VENÍAS EN PINDINGA DE LA CASA DE TU EX. ¿RECUERDAS?

Cuando escuchó esto no dijo nada. Para mí era imposible conciliar el sueño, más aún en esta situación embarazosa entre ambos. Solo con oler su cuerpo ya estaba excitado. Otra vez me maldecía a mí mismo, saber que otro tipo se la quiso meter y yo no.

Cuando iba a levantarme, para irme al sofá, ella me tomó de la mano y me hizo volver al colchón. Se dio la vuelta dándome la espalda con la intención de dormir.

Mi cama no es muy grande y fue peor el remedio, pues al sentir sus nalgas frías, me excité aún más. Ella lo notó, no dijo nada, simplemente apretó su culo contra mis piernas, sintiendo mi pinga dura pegada a su culo.

_ « HIJO, PIENSA EN OTRA COSA, QUE TE VAN A DOLER LAS BOLAS, VAMOS NO SEAS COJUDO »

Me dijo un poco molesta. Pero era imposible, en lo único que podía pensar era en ella, como la deseaba. Las imágenes de aquel tipo de esa tarde besándola y ahora con lo vivido con su ex, más mi arrechura, sabía que ella ya había perdido. Caballero no más comadrita, acepta lo que se te viene.

Me moví dos o tres veces disimuladamente rozando mi pichula contra su culo, esperando que ella se enojara aún más, pero no dijo nada. Seguí con mi movimiento, como si estuviese haciéndole el amor, apretando la pinga contra sus nalgas, pero ella siguió sin decir nada. Por fin me decidí a abrazarla, sintiendo sus pechos y sobre todo sus pezones erectos y duros.

Toqué suavemente su pezón con la yema de mi dedo.

_ « POR FAVOR HIJO NO LO HAGAS, QUE YO TAMBIÉN SOY MUJER Y NO SOY DE PIEDRA, ADEMÁS, MIRA COMO ESTAS » dijo al tiempo que con su mano izquierda tocaba mi pinga.

_ « DUÉRMETE POR FAVOR, NO TE DA VERGÜENZA » me dijo ya un poco más calmada.

Estuve rozándole el culo con mi pene bastante tiempo, ella no decía nada, pero yo si oía su respiración agitada. Era posible que la hubiese excitado. Claro que lo era, sus pezones estaban durísimos, y cuando retiré la mano de su pecho, ella me la cogió y volvió a ponerla sobre él, haciendo que le tocase la teta.

Aquello me hizo reflexionar un poco por lo tanto me aparté un poco de ella, introduje mi mano por detrás entre sus piernas. Ella al principio dio un ligero respingo, pero no dijo nada, es más, ante mi insistencia abrió ligeramente las piernas permitiendo que mi mano, a través de sus bragas, se aproximase a la vagina. Tenía las bragas mojadas, estaba súper excitada. Me retiró la mano de entre sus piernas, se dio la vuelta me dio un beso y me dijo:

_ «PERDÓNAME HIJITO, POR LO DE ESE DÍA Y LO DE HOY. NO PUEDO NEGARTE QUE SOY UNA MUJER MUY ARDIENTE Y DESDE QUE TE FUISTE DE MI LADO, HASTA AHORA, NO VOLVÍ A SENTIR UN MACHO ENCIMA DE MÍ. POR ELLO QUISE HOY SACARME ESTA ARRECHURA, PERO NO PUDE.  ADEMÁS, YA ERES UN HOMBRE, EN 5 DÍAS CUMPLES 18 AÑOS, YA ERES UN ADULTO, POR FAVOR COMPÓRTATE. ESTO NO PUEDE SER».

Entonces me dio un beso se levantó de mi cama y se fue a su habitación.

Habían pasado los cinco días y llegó la fecha que cumplí los 18 años. Ese día justo cayó un viernes por la noche y decidí luego de salir de clases, ir con mis amigos de la uni a tomar unos tragos y bailar a una discoteca. En esa fecha mama, me dio después de mi clásico abrazo de cumpleaños, también me alcanzó dinero (eran 500 soles en total) para que yo los gasté ese día en lo que quisiera. Luego de su abrazo, se despidió y se fue a trabajar.

Por la noche me divertí de lo lindo con mis amigos y cerca de las 2 de la madrugada y cuando ya solo me quedaba 200 soles, me regresé a casa. Pasé directo a mi cuarto, pero quise acercarme a verla a ella, pero estaba a oscuras su habitación y encima con llave la puerta. Entré a mi aposento y me eché a dormir un poco.

Al día siguiente, que era sábado me levanté cerca de las 10 am, pero al acercarme a la cocina, no vi a mi madre por ningún lado. Además, era sábado y ella no trabajaba ese día, aun así, me tomé un café. Las horas pasaban y no regresaba, ya era entrada la noche y ni rastros de ella. De pronto los celos y los recuerdos cuando estaba con ese hombre regresó y recordé que un día antes de mi cumpleaños, ella estaba hablando por celular, pero cuando me vio, se puso nerviosa y cortó la llamada.

_ SEGURO SE FUE CON ALGUIEN. ME MINTIÓ DE NUEVO

Eran como las 10 de la noche y entró a la casa. Estaba vestida con un jean negro, una blusa roja muy apretada, zapatos negros, su cabello recogido y su cartera. Cuando la vi, observé que no había rastros de maquillaje borrado, ni cabello húmedo, ni tampoco marcas de besos, olor a colonia de hombre, nada. Tras verme así, solo dijo:

_ ANTES QUE ESTÉS CON TUS CELOS, TE CUENTO QUE VENGO DE VER A TU PADRE. HE CONVERSADO CON ÉL Y TE ENVÍA ESTO.

Me alcanzó un sobre que contenía mil soles. Me comentó que lo visitó para que me alcanzara ese dinero como regalo de cumpleaños y a la vez coordinar mi pensión de estudios superiores. Por supuesto que yo le creí y después de eso, se fue a dormir a su cuarto.

Así pasó el domingo, sin novedades, hasta que al lunes, justo cuando me alistaba para ir a estudiar, cuando lo único que miré fue que el desayuno estaba en la mesa y nada más, mi mamá se había ido a trabajar, durante toda la mañana estuve pensando en ella y en lo que había pasado, esa noche en mi cama, los celos del sábado y me sentía muy apenado, en todo el día no fui a mi casa, sino hasta la hora de la cena, como eso de las 8 de la noche, como era habitual, cenamos, aunque en toda la cena nunca la miré a la cara, es que ni siquiera hablamos, luego yo pasé a la ducha. Cuando terminé, fui a mi habitación y me puse un pantalón corto de pijama. Mi madre me precedió en la ducha. Ese día no intenté verla, estaba avergonzado por lo que había sucedido la noche anterior. Estuvo más tiempo de lo habitual en el baño, por fin salió envuelta en una toalla y entró en su habitación. Yo me estiré en el sofá para ver la tv. Cuando ella entró en el salón, no daba crédito a mis ojos, allí estaba con un vestido que tenía un gran escote y le llegaba hasta el vientre, le dejaba ver su ombligo, y además era muy corto que solo con agacharse se le notaria todo, además se le alcanzaba a percibir una tanga muy excitante.

Era increíble. No podía articular palabra. Me limité a mirarla. Mi pene estaba a punto de reventar. Ella me miró, se aproximó a mí y me dijo:

_ « ESTE ES TU REGALO . NO ERA ESTO LO QUE QUERÍAS, PUES AQUÍ ME TIENES. TE GUSTÓ ».

No sabía que decir, afirmé con la cabeza sin apartar la mirada de sus pechos y sus piernas. Se sentó junto a mí en el sofá y me abrazó, comenzó por besarme suavemente en los labios.

_ « TENGO QUE ENSEÑARTE A BESAR, A VER SI APRENDES » me dijo, al mismo tiempo que me besaba, con su mano derecha cogió mi pene erecto y duro como una piedra.

_ « VAMOS A MI CAMA, ESTAREMOS MÁS CÓMODOS » me dijo mientras me tomaba de la mano. Una vez en la cama, me quitó el pantalón del pijama dejando mi pinga erecta al aire, no lo dudó un segundo, la acarició con sus dedos, entreteniéndose especialmente en el glande.

_ « TIENES UNA BUENA HERRAMIENTA, EL CAPULLO ES ENORME, TE LA VOY A MAMAR BIEN, PERO TEN CUIDADO DE NO CORRERTE EN MI BOCA, NECESITO TU LECHE EN OTRO SITIO »

Me dijo sonriendo y con cara de puta. Yo alucinaba, estaba a punto de reventar. Cuando apretó el capullo con sus labios estuve a punto de correrme en su boca, pero ella lo impidió. Aquello era alucinante, me sentía en la gloria. Mientras ella se comía mi polla, Ella se fue alzando el vestido dejando ver sus bragas que eran comidas por esas enormes nalgas, soltó mi pene y se acomodó su braga hacia un lado, luego abrió sus piernas, al tiempo que me hacía subir acoplándome entre sus piernas. Cogió mi mástil con su mano y la aproximó a su vagina, pasándose el capullo por su clítoris que ya estaba muy abultado.

Tenía una conchita bonita, con poco vello y de color negro. La piel de todo su cuerpo era muy suave y especialmente la de sus piernas. Así permaneció un rato. Yo estaba excitado en extremo, deseaba meterle mi pene, pero ella no lo permitía, siguió masajeando su clítoris hasta que tuvo un orgasmo. Sentía como le corría su flujo por mi pinga, estaba a punto de reventar de tanta arrechura.

_ «CARIÑO, MIRA COMO HAS PUESTO MI CHOCHITO DE MOJADO».

_ «AHORA MÉTEME TU MÁSTIL, PERO CON SUAVIDAD, NO ME HAGAS DAÑO»

Me dijo con voz entrecortada de la excitación. Con su mano colocó mi pinga en la entrada de su conchita, apreté suavemente. El estar tan lubricada permitió que el capullo entrase con suavidad en aquella estrecha cavidad. Fui apretando lentamente hasta que tuvo toda la carne en su interior. Comencé a bombear en principio con suavidad. Ella gemía, de placer, me besaba el cuello y la boca mordiendo mis labios y apretando mi espalda.

_ «ASÍ AMOR, ASÍ, MUÉVETE UN POQUITO MÁS RÁPIDO. AHH COMO ME GUSTA. ME VOY A CORRER. SIENTO TU CHIPOTE COMO LLENA MI CONCHA. MUÉVETE POR FAVOR.ME CORRO»

Ella lo decía gritando de placer. El orgasmo fue inmediato. Los dos nos corrimos al mismo tiempo. Descargué toda mi leche en el interior de su clítoris. Mientras me corría dejé de moverme, pero ella cruzó sus piernas a mi espalda y apretó con fuerza su vagina contra mi pinga consiguiendo una penetración profunda.

_ «PARA CARIÑO PARA QUE ME MATAS. ME HACES DAÑO CON TU PENE. ME SIENTO LLENA».

Fue en ese instante en el que asustado le pregunté:

_ «MAMÁ TE LO ECHÉ DENTRO, QUE TAL SI QUEDAS EMBARAZADA»,

Ella sonriente me dijo:

_ «TRANQUILO PEQUEÑO, YO ME CUIDO, ADEMÁS ME OPERÉ PARA QUE NO PUDIERA TENER MÁS HIJOS TAN MORBOSOS COMO TÚ, ADEMÁS AL ÚNICO QUE QUIERO ES A TI», eso me excito aún más.

Estuvimos abrazados por un buen tiempo me preguntó:

_ «TE GUSTA COMO ESTOY», yo en mi excitación y mirando como ese vestido negro lo tenía en sus caderas , y esa braga hacia un lado me excité de nuevo.

_ «CLARO MAMÁ QUE ME GUSTAS, MIRA CÓMO SE PONE LA VAINA CUANDO TE MIRO» le respondí inmediatamente.

Le dije que se tendiera en la cama y comencé a besarle por todo el cuerpo. Ella estaba tan excitada como yo. Cuando llegué pasándole mi lengua a la altura de su ombligo, jadeaba y se movía, tal era su excitación. Separé sus piernas y comencé a comerme su coño.

_ «DÉJAME, VAMOS A HACER UN 69» me dijo.

Me di la vuelta y metí mi pene en su boca. Comí despacio con suavidad su rajita de color rosado, introduciendo mi lengua en ella. Al momento explotó, tuvo un orgasmo descomunal. Su flujo vaginal caía sobre mi lengua. Limpié bien su vagina haciéndola correrse por segunda vez. Me aparté y la abracé.

_ «DÉJAME QUE TE LA CHUPE, QUIERO QUE TE CORRAS EN MI BOCA, ME VOY A COMER TODA TU LECHE» me dijo, pero le respondí inmediatamente:

_ «NO, DÉJAME, QUIERO CORRERME EN TU CULO» y ella me contestó un poco alterada:

_ «ESTÁS LOCO, COMO VAS A METERME ESA VERGA TAN GRANDE EN EL CULO, ES IMPOSIBLE, NO ENTRARA, Y ADEMÁS ME VAS A HACER MUCHO DAÑO».

Ante mi insistencia, y a base de pasar mis dedos por su concha y su culo, accedió a que la penetrase por detrás.

De la mesilla cogió un bote de crema, se dio con ella en el ano y a mí en el glande, mojándome bien con ella toda la pieza. Se puso en la posición del perrito y separó sus nalgas mostrándome su agujerito de color marrón.

_ «PONME CREMA EN EL CULO, POR FAVOR Y ADEMÁS SUAVÍZAMELO UN POCO CON TUS DEDOS, SINO, NO CONSEGUIRÁS METERME TODO ESO» me dijo un poco preocupada.

Estuve un rato introduciéndole un dedo con crema, unté un poco mi glande lo apoyé en su agujero. Apreté un poquito, tímidamente se abrió y penetró un poco la punta, pero comenzó a quejarse que le dolía, por lo que lo retiré y le di más crema. Así estuve bastante rato, hasta que conseguí introducir mi capullo. Ella se quejó un poco, pero yo me paré hasta que el estrecho orificio se acostumbró a lo que tenía dentro. Con suavidad, paciencia y vaselina conseguí penetrarla, llegando a introducir mi pinga entera.

Ella gemía y se quejaba de dolor, pero cuando hube bombeado 8 o 10 veces su culo, los grititos de dolor cambiaron a:

_ «ASÍ, ASÍ, CÁCHAME BIEN. ¡ME GUSTA TU PINGA, ¡SIENTO MI CULO LLENO DE TI, ¡CÓGEME MI MARUCHA, ¡ME DUELE, PERO ME GUSTAAAAA!», luego gritaba que se iba a correr.

Inmediatamente me corrí en su culo, llenándolo de leche, ella estiró sus piernas y me quedé acoplado hasta que mi pene, debido a la flaccidez, salió del estrecho conducto de su culo, que en aquel momento, estaba bastante abierto.

Después de casi media hora, ella empezó a comer de nuevo mi pene hasta tal punto que estaba tan gordo y grueso, de repente se subió encima de mí y empezó a cabalgar, lo hacía tan rápido que yo bombeaba con satisfacción y muy rápido también, mientras cabalgaba encima mío, yo le besaba y mordisqueaba sus pezones que estaban tan erectos y duros como una piedra, además nos dábamos besos apasionados, solo lengua, que la saliva salía y llegaba a sus senos y yo volvía y la lamía. Ella gritaba de emoción:

_ «ASÍ, ASÍ HIJO, COMPLACE A TU MADRE, LLENA EL LUGAR POR DONDE SALISTE, ASÍ, ASIIII»

De pronto dejó de moverse y se paró, me preocupé y le pregunté qué pasaba, ella lo único que hizo fue darse la vuelta y empezar a meter mi pinga por su culo, mi verga empezaba a entrar con más facilidad que antes debido a todos esos jugos que mi madre soltaba cuando estábamos, cuando entró por completo, en ese culo rosa, fue entonces que se empezó a mover más y más rápido, le gustaba que le metiera mi pollón por ese culo tan estrecho y húmedo, intentaba mordisquear sus tetas, ella lo único que me decía:

_ «ROMPEME EL CULO, PARTEME EN DOS, TOCA MI CLÍTORIS CON TUS MANOS SUDOROSAS»,

Yo emocionado lo hacía hasta el punto en que ella lo empezó a hacer por sí misma, gemía como puta, hasta que no aguantó más y se vino, eso fue lo más espectacular, cuando se vino parecía una llave de agua, fue uno de los mejores orgasmos que había tenido en su vida y por supuesto conmigo. A los pocos minutos fui yo el que me vine en su culo, llené como nunca ese agujero tan delicioso. de repente se paró y empezó a comer mi verga, la comió tan bien que no dejó ni una sola gota de leche en ella y lo único que dijo al terminar fue:

_ «GRACIAS CARIÑO, ERES LO MEJOR, ME ALEGRO DE SER TU MADRE»

_ «MAMÁ NO TIENES NADA QUE AGRADECER. ADEMÁS, HE COMPRENDIDO QUE ERES UNA MUJER HERMOSA Y CON DERECHO DE SER FELIZ. AHORA COMPRENDO QUE ESA TARDE QUE TE VI, DESNUDA CON ESE HOMBRE, LO HICISTE PORQUE QUERÍAS SER AMADA POR ALGUIEN»

_ «LO SÉ HIJITO Y TE PIDO PERDÓN POR HABERME VISTO ASÍ ESE TARDE, PERO EN EL FONDO, BUSCABA AMAR Y SER AMADA, AUNQUE ESO HAYA COSTADO QUE ME SEPARE DE TU PADRE Y DE TI UN TIEMPO. PERO ESO YA TERMINÓ Y AHORA SÓLO TE TENGO A TI. NO NECESITO A NADIE MÁS»

Después de eso charlamos un poco y concluimos que ya no era necesario que me masturbara, que solo pensara que ella iba a estar ahí cuando la necesitara, y desde ese día cuando quiero una chica, mi buena madre y su buen culo esta, por cierto, ahora yo tengo novia y ella también está conviviendo con otro tipo, pero ya no hay celos entre los dos, ya que cuando nos visitamos a solas, es en ese momento cuando lo hacemos, de manera exquisita y salvaje. A ella siempre le gusta que le empiece rompiendo ese hueco tan maravilloso.