Secretos y familia 6
Al escribir esta parte fue para mi la mas emocionante ya que desde que inicie quería llegar a este punto, de la historia, espero les guste
SECRETOS Y FAMILIA 6
Perdiendo mi “virginidad”
Sebastián. A la hora de la comida ya casi cuando estábamos terminando de comer mi papa nos dijo que iría a la ciudad y regresaría hasta el domingo por la noche, le dijo a mi tío Manuel que se hiciera cargo de los asuntos del rancho, yo le dije que está bien le desee un buen viaje pues es raro que lo cuestione, sin embargo mi tío le pregunto a donde iría, mi papa l dijo que a reunión y platicas de la asociación, terminamos de comer y mi papa se fue en su camioneta, después de eso yo me fui a mi habitación al igual que mi tío Manuel se fue a la suya, estuve un buen rato tirado en la cama aburrido y de repente, quise ver que había de nuevo en el face falso que había creado ya tenía días sin abrirlo, cuando entre al face vi que mi tío estaba conectado, eso me trajo recuerdos desagradables así que me Sali de inmediato del face, cuando entro una llamada a mi celular, llamada entrante Tío Manuel.
- Sebastián; ¡hola!
- Manuel; ¿estas ocupado?
- Sebastián; ¡no!
- Manuel; ¿podemos hablar?
- Sebastián; ¡si claro!
- Manuel; abre la pueta estoy afuera de la habitación de tu papa
- Sebastián; si voy… ¡hola pasa!
- Manuel; vamos a tu habitación aquí no me siento cómodo ¿te parece?
- Sebastián; si vamos a mi habitación.
Pasamos a mi habitación fui a sentarme al borde de la cama, mi tío se sentó justo a un lado de mí, nos quedamos un rato en silencio, no sabía que posición adoptar pues me sentía incomodo después de lo sucedido, no sabía que me diría mi tío, me sentía algo incomodo por el silencio.
- Manuel; no sé cómo iniciar pues son varia cosas que me gustaría hablar contigo
- Sebastián; antes de que comiences a hablar me gustaría saber ¿mi papa te pidió que hablaras conmigo?
- Manuel; no. Desde hace días que quería encontrar el momento adecuado para que pudiéramos hablar con tranquilidad.
- Sebastián; me dijo mi papa que te diría que habláramos por eso te pregunto si fue por él.
- Manuel; te quiero pedir un favor. Ambos sabemos lo que nos gusta, pero estamos atrapados por temor a la sociedad, pero lo que te voy a pedir es que por favor no le digas a nadie de lo que te he contado y de lo que hemos vivido.
- Sebastián; no te preocupes por eso yo no le diré a nadie.
- Manuel; ¿puedo confiar en ti?
- Sebastián; claro que si
- Manuel; yo he tenido sexo con varios hombres, pro siempre han sido hombres más feos que yo y claro que varoniles, nunca he besado a ninguno siempre he preferido que me la mamen y penetrarlos solo eso he permitido y la verdad que si lo he disfrutado en cada uno de sus momentos, en varias ocasiones tuve encuentros con hombres guapos, pero cuando me ven me han rechazado me dicen que soy feo, les doy asco, no soy su tipo, etc.
- Sebastián; tío tú no eres feo solo que siempre andas desalineado tu barba es muy grande tu pelo largo no deja que se te vea bien tu cara, yo se algo de Barberia con los cursos que he tomado en la secundaria cuando tú quiera, te puedo recortar la barba y pelo y te veras muy bien,
- Manuel; lo pensare me gustaría para una ocasión especial tal vez lo te lo pida.
- Sebastián; ¿cómo fue que mi papa supo que te gustan los hombres? Yo tengo mucho miedo que se entre de mi creo que me mataría si se llega a enterar.
- Manuel; no creo que te mate quizás solo te castigue y te ponga una chinga no creo que pasa a más, cuando tenía como veintidós años llego un trabajador con el que me empecé a llevar mucho entre juegos y vaciladas el me tiraba agarrones a la verga y yo a sus nalga, en varias ocasiones cuando me calentaba le repagaba la verga en su trasero, y él lo movía para provocarme, un día estando solos en las caballerizas me agarro la verga por encima de la ropa, le pregunte si la quería tocar sin ropa me dijo que si la saque, la tomo en sus manos y sin más que decir la metió a su boca, me sentía lleno de placer luego de un rato le dije que si quería que se la metiera, el no dudo se inclinó y se la empecé a meter hasta que ya estando toda dentro de él, le estaba dando duro en su culito cuando ya estaba a punto de venirme llego Raúl, me empezó a decir de cosas salió corriendo yo tras él para evitar que le dijera a mi papa, le suplique que no le dijera nada a mi papa pero antes de eso ya nos habíamos agarrado a golpes.
- Sebastián; ¿él fue el primero con quien tuviste sexo?
- Manuel; no que va desde que tenía como trece años ya había un morrito que me mamaba la verga y a otro que se la metía todos trabajadores del rancho.
- Sebastián; ¿cuándo te diste cuenta de que te gustaban los hombres?
- Manuel; creo que desde la adolescencia o quizás antes lo supe, pues siempre me gusto agarrarles el culo a los morros eso me ponía caliente.
- Sebastián; yo igual, pero a mi aun no me la han metido, bueno no del todo una vez lo intente, pero fue muy doloroso y que no entro mucho de hecho no me entro.
- Manuel; ¿Quién fue quien te la quiso meter? Digo si quieres contarme
- Sebastián; fue José el capataz un domingo que estaba solo intento metérmela, pero me dolió mucho así que me asuste y corrí no quise intentarlo de nuevo, hasta cuando mi mama me vio con Jaime mi amigo, estaba por metérmela cuando mi mama nos encontró, fue la razón por la que me enviara con mi papa, solo que mi papa no sabe por qué mi mama me dejo aquí.
- Manuel; así ¿estas quintito del culo?
- Sebastián; si aun nadie me ha penetrado
- Sebastián; si es nadie ha entrado en mí.
- Manuel; ¿tu sabía que José se coge a su hijo Alejandro?
- Sebastián; ¡no lo sabía!
- Manuel; es por eso por lo que tu papa remodelo tu habitación para evitar que te hiciera algo José, una vez que estábamos tomando tu papa vio como José se y su hijo estaban teniendo sexo.
- Sebastián; no sé por qué no me sorprende,
- Manuel; vi como Alejandro se metió con tu tío Abel como se comía el culo de ese cuico y después le reventó el culo, y como gemía de placer ese chiquillo me puso caliente me l jalé cuando los veía, Mira de solo recordar se me paro la verga mira.
Sebastián. Mi tío es un hombre desalineado, con el cabello que le tapa las orejas, barba y bigote grandes desarreglado que llegan hasta el pecho, su cuerpo es robusto sin llegar a ser gordo no tiene abdomen de lavadero, pero es un abdomen plano lleno de vellos que parece que todos van desfilando a su pelvis, unos pechos marcados, firmes, brazos fuertes, ojos claros, labios gruesos, un par de piernas firmes fuertes velludas, pero por ser tan desalineado no deja ver todo eso y no deja ver cómo es realmente pues aunque él dice que es feo la verdad yo no lo creo ya que su cara esta tapada por tanto pelo, su barba comienza en los pómulos y termina en su pecho. para mi es un hombre guapo, pero no sé si sea que lo veo así porque lo conozco o realmente lo es, pues es joven apenas tiene treintaicinco años.
Me quede viendo su verga que se veía ya bien parada bajo el short de mi tío, lego lo vi a los ojos cuando vi como empujo sus caderas al frente mordiendo su labio inferior y entre cerrando los ojos, fue un seña con el cuerpo insinuando una envestida, yo le sonreí u mordí mi labio inferior suavemente, luego mi tío sin decir nada con una seña con su cabeza me indico que me acercara, estire mi mano le agarre su verga por encima de la tela del short fijando mi irada en la verga de mi tío, luego levante la vista para ver el gesto de mi tío, pero él estaba con la mirada al frente y se relamía los labios, cuando se percató de que yo lo veía.
Me dijo ¿quieres verla mejor? Con tranquilidad sin parecer ansioso solo moví mi cabeza con una afirmación positiva, bajo su short y salto una verga morena, con la cabeza rosada, considerablemente gruesa, con venas saltadas bien marcadas además con vello en el tronco unos huevos granes bien formados llenos de pelo, comencé a pajearlo lentamente, se me antojaba meterla a mi boca pero me daba miedo a la reacción de mi tío, cuando voltee a ver su cara tenía los ojos completamente cerrados, aproveche para meterme su verga en mi boca la fui mamando solo su glande despacio disfrutando de esa hermosa cabeza rosada que tenía, de pronto escuche suspiros lentos y pequeños gemidos, a mi tío le estaba gustando lo que estaba haciendo metí un poco más de esos diecinueve centímetros en mi bosa podía sentir como mis labios abrasaban ese hermoso pene y como las venas tocaban mis labios sintiendo la textura de cada una de ella alrededor de ese verga gruesa, la mamaba lento, despacio, sin prisas la metía y sacaba de mi boca lentamente rosando esas venas con mis labios al metérmela y sacarla de nuevo cada vez la metía un poco más a i boca, mi tío gemía y suspiraba mientras me decía: sigue así no pares es tuya, la metí casi toda en mi boca la sacaba despacio para sentir la textura de las venas marcadas en su verga, luego me tomo de la cabeza y lento comenzó a follar mi boca con movimientos lentos, su mano em mi cabeza no era un agarre fuerte más bien gentil como una caricia sus envestidas lentas suaves, me saco la verga de mi boca lamí sus huevos, él se masturbaba mientras yo lamia sus huevos peludos, lamí con i lengua sintiendo esas prominentes venas pasar por mi lengua, llegue hasta su cabes a la comencé mamar de nuevo sin prisas la fui devorando centímetro a centímetro luego las sacaba y metía de nuevo a mi boa con un poco más de velocidad, mi tío suspiraba más fuerte gemía, mis mamadas las fui aumentando mientas lo masturbaba con mi mano estuvimos bastante rato así hasta que ya me sentía un poco cansado.
Mi tío lo noto y me pregunto, - estoy por venirme ¿dónde quieres que te los eche? Le respondí que donde el quisiera me pidió que me colocara en cuatro patas bajo mi short junto con mi bóxer, no tardó mucho en venirse sobre mis nalgas cayendo varios corros de leche en mi trasero, pensé que mi tío se saldría dejándome solo pero con su verga aun dura comenzó a tallar mi culo con su verga, regando su semen por mi raja pasando varias veces por mi ano, esa sensación que sentía me hacía gemir y parara mi culito dejándolo a disposición de mi tío, lo hizo durante un buen rato hasta que su verga quedo flácida, se limpió los restos y se retiró en la cama a mi lado y me pregunto, - si quieres masturbarte hazlo no me molesta, solo le respondí que después lo haría, fui al baño a limpiarme pensé que cuando estuviera de regreso mi tío ya se habría marchado, pero lo encontré aun en mi cama acostado.
- Manuel; no te quedes ahí parado ven aquí a mi lado al final esta es tu cama, o ¿no quieres venir?
- Sebastián; claro que si ya voy – Sebastián se acostó a lado de su tío asombrado por el comportamiento de su tío, quedando ambos mirando al techo.
- Manuel; ¿sebas te gusto? – Manuel volteo a ver a Sebastián, y ambos quedaron viéndose el uno al otro.
- Sebastián; si me ha gustado y mucho, pero es – Manuel lo interrumpió antes de que terminara la frase.
- Manuel; ¿inapropiado, incorrecto, malo?
- Sebastián; no lo sé solo quería sabes si esto se repetirá, no sé si sea correcto o no, lo que, si se es que me gusto, y prefiero quedarme con que me gusto, que me sentí bien cuando lo hacía.
- Manuel; ¿quieres que se repita?
- Sebastián; si, lo deseo me gustaría mucho volver a estar contigo así.
- Manuel; ¿dices que nadie te ha penetrado verdad?
- Sebastián; no nadie, cuando lo quise hacer, mi mama me cacho.
- Manuel; ¿te gustaría que fuera el primero?
- Sebastián; ¡SI!
- Manuel; ¿entonces me dejarías que fuera yo quien sea el primero que te penetre?
- Sebastián; si, pero no quiero que me duela tuve una mala experiencia y no quiero que se repita, creo que por eso me detuve tanto tiempo.
- Manuel; no te preocupes me asegurare de que no te duela, que lo disfrutes, pero tendría que ser un día que estemos solos tu y yo, para que lo disfrutemos con tiempo despacio y tranquilos sin prisas.
- Sebastián; ¿pero ¿cómo lo haríamos? tendríamos que ir a un hotel en el pueblo.
- Manuel; no necesariamente la próxima semana tu papa tiene que ir a la ciudad lo voy a convencer de que se valla un día antes en la tarde así tendríamos toda la noche para nosotros y el siguiente día.
- Sebastián; si convéncelo nos quedamos solos, tío ya me llego el sueño.
- Manuel; ¿me estas corriendo?
- Sebastián; no de hecho no me molesta que te quedes aquí, pero yo ya me voy a dormir.
- Manuel; duérmete sebas no te preocupes por mí.
Manuel. No sé por qué, pero esa noche me sentía feliz aunque sabía que estaba mal lo que hacía, pues veía a mi sobrino dormido tan hermoso durmiendo y yo ahí contemplándolo, su hermoso cuerpo esbelto, de piel clara, hermosos ojos café, su cintura, un abdomen plano pequeño sin vellos, sus hermosas y redonditas nalgas paradas, sus purnas bellas sin vello alguno lo contemple hasta quedarme dormido, soñando en la suerte que tenía al tenerlo durmiendo a mi lado.
Sebastián. Al despertar me di cuenta de que mi tío durmió a mi lado toda la noche lo vi aun dormido, no podía creer que ese hombre con aspecto rudo desalineado fue tan tierno el día anterior, pensé en acariciarlo, pero me detuve por miedo a su rechazo, solo me limite a verlo como se veía dormido y pensando en hacerle un corte de pelo y recortarle la barba para que todo mundo viera lo que yo veía.
- Manuel; buenos días, Sebas ¿Cómo amaneciste? – Manuel acaricio la cara de Sebastián mientras le preguntaba cómo había amanecido.
- Sebastián; bien muy feliz, quise despertarte con una caricia, pero me dio miedo que me rechazaras, - Sebastián tomo la mano de Manuel con la que lo acariciaba.
- Manuel; eso nunca lo haría, despertar con una caricia tuya sería el mejor despertar.
- Sebastián; tío déjame cortarte el pelo y recortar tu barba te verías muy guapo, te aseguro que muchos andarían detrás de ti,
- Manuel; cuando sea una ocasión especial me dejare que hagas con mi pelo y barba lo que quieras, sabes Sebas es feo que te rechacen y más cuando el rechazo viene con ofensas quizás por eso deje de cuidar mi aspecto, conocí a u joven hace unos meses es maestro de la primaria del pueblo, estuvimos ablando durante día por el face y el me pedía foto pero yo me negué a hacerlo, pero cuando me decidí a mandarle mi foto, me dijo que nunca estaría con migo aun que le pagara, me dijo que era feo y asqueroso, eso me bajo los ánimos,
- Sebastián; ¿cómo es ese maestro?
- Manuel; quizás lo conoces es uno güero, de ojos verdes, atlético y tiene buen cuerpo, es maestro de la primaria.
- Sebastián; a si creo que se quién es, de hecho, Alejandro anda queriendo con él, pero se siente tocado por los dioses.
- Manuel; ese chico Alejandro es muy cochino, se mete con varios hombres y no se cuida nada, además es muy insistente siempre me espiaba en las oportunidades que tenía, una vez estaba meando y me espiaba así que lo agarre y le di tres cintarazos para que me dejara en paz.
- Sebastián; ¿tuviste sexo con Alejandro?
- Manuel; no exactamente.
- Sebastián; ¿por qué no exactamente?
- Manuel; una vez ya tomado mientras José lo cogiera el me la mamo, en otra ocasión para que me contara de lo que tú y el hicieron en el arroyo.
- Sebastián; ¿te conto lo que hicimos él y yo?
- Manuel; si a cambio de que me dejara que me la mamara.
- Mariana la cocinera; buenos días, Joven Sebastián, el desayuno está listo,
- Sebastián; Gracias Mariana ya voy,
- Mariana la cocinera; ¿joven su tío se fue con su papa o está aquí en la casa?
- Sebastián; si aquí esta, pero ha de estar dormido, yo le aviso para que baje a desayunar.
- Mariana la cocinera; está bien joven lo espero abajo
- Sebastián; gracias.
- Manuel; le hubieras dicho que estaba aquí y que dormí contigo.
- Sebastián; jajaja ¿seguro? Al día siguiente tendría a mi papa dándome cuartazos.
- Manuel; vamos a desayunar sebas, nos cambiamos de ropa y bajamos, tenemos todo el día para nosotros. – Manuel abrazo a Sebastián por detrás y beso su cuello mientras se despedía.
Después de desayunar nos sentamos en el sofá a ver televisión, cuando llego mariana para decir que saldría a comprar algunas cosas para la comida y la cena, para esperar a mi papa con una buena cena, cuando salió de la casa mi tío me pidió que me recostar en su pierna, para aprovechar el tiempo que estábamos solos, me recosté en el sofá y mi cabeza en las pierna de mi tío y un cojín, el empezó a acariciar mi cara y mi pelo con delicadeza.
- Manuel; ¿por qué quieres cambiar mi apariencia?
- Sebastián; quiero que te veas guapo, tal como eres que todos te vean,
- Manuel; ¿y si alguien se enamora de mí?
- Sebastián; pues no se depende de ti si le haces caso o no, o si te gusta, ¿te gustaría juntarte con un hombre?
- Manuel; no lo sé la verdad que nunca lo he pensado además me da miedo lo que diga la gente, no sé si podría vivir con eso, y ¿tu?
- Sebastián; no se si podría tampoco lo he pensado, estoy más concentrado en cómo decirle a mi papa que me gustan los hombres.
- Manuel; ¿cuándo le digas a tu papa que te gustan los hombres le dirás con los que has estado?
- Sebastián; no creo que sea necesario que le diga con quien he estado.
- Manuel; y si te pregunta ¿qué le dirás?
- Sebastián; creo que le podre ocultar algunos detalles y nombres, no sería la primera vez que le miento.
- Manuel; ¿sebas has besado hombres?
- Sebastián; si a mi amigo Jaime varias veces
- Manuel; ¿te gusto, se siente bien besar a un hombre?
- Sebastián; pues no sabría decirte ya que ambos no sabíamos besar, y si me gusto es un plus en el sexo.
- Manuel; ¿quiere que lo intentemos tu y yo? Para ver si me gusta o no.
- Sebastián; si tú quieres si me gustaría tienes unos labios bonitos bajo ese bigote.
Sebastián. Mi tío acercó sus labios a los míos me dio u pequeño beso, luego me pidió que me sentara sobre sus piernas así que me senté sobre sus piernas me volvió a besar pero esta vez con un poco más de pasión, estuvimos un rato besándonos y acariciándonos uno al otro, cuando escuchamos que llego Mariana, nos separamos quedando sentados de la misma manera que cuando ella se fue, cuando ella se fue a la cocina mi tío me dijo que subiéramos a su habitación, subimos cuando estuvimos en el cuarto él se quitó toda su ropa me pudio que también yo lo hiciera, quedamos desnudos nos besamos y acariciamos me abrazo por detrás sentía su verga rosar mi trasero, se la mame u rato después volvimos a besarnos, continuamos tocándonos, hasta que de pronto Marina nos llamó para que bajáramos a comer nos vestimos y fuimos a comer, de regreso cada quien se fue a su habitación, me bañe me vestí me recosté un rato no podía creer aun lo que estaba pasando.
Manuel. Era la primera vez que besaba a un hombre y me gusto hacerlo, quería más de esos besos, así que le mande un mensaje a Sebastián pidiéndole que viniera a mi habitación, llego a la puerta de mi habitación me pidió permiso para entrar, fui a abrirle la puerta y cuando entro lo abrase y comencé a besarlo, acariciarlo metí mis manos bajo su pantalón acariciando aquellas hermosas nalgas, nos quitamos las camisas estábamos entre besos y caricias, a Raúl lo esperábamos que llegara a eso de las ocho de la noche así que no había prisas, pero no fue así cuando estábamos ya muy excitados escuchamos a Raúl llamar a Sebastián, Sebastián se puso descolorido asustado.
- Manuel; oye sebas tranquilo. Vístete rápido tu papa vine para acá
- Sebastián; ¿qué vamos a hacer, Si mi papa nos encuentra?
- Raúl; Sebastián ¿dónde estás? – la voz de Raúl se escuchaba algo molesta ya no era tranquila o relajada.
- Manuel; Raúl aquí está en mi habitación. Tranquilo sebas yo me hago cargo, ve a mi computadora y préndela. – ambos ya estaban vestidos y Manuel se veía tranquilo.
- Raúl; ¿qué hace Sebastián aquí?
- Manuel; le pedí que viniera a ver mi computadora no entiendo unas cosas y quiero que me ayude, pero si lo ocupas que venga después a verla.
- Raúl; no está bien que termine y valla a verme. Sebastián te espero en mi habitación.
- Sebastián; si está bien ahorita voy.
- Raúl; si no te apresures termina con eso. ¿Manuel arreglaron sus diferencias?
- Manuel; si ya estamos bien ya somos buenos amigos de nuevo.
- Raúl; que bueno que se arreglaron las cosas entre ustedes.
- Sebastián; ¿crees que se haya dado cuenta mi papa?
- Manuel; si se hubiera dado cuenta ahora estaríamos peleando entre nosotros. Tu tranquilo invéntale algo de la computadora si te pregunta vamos a esperar un poco y te vas,
- Sebastián; estoy asustado nervioso.
- Manuel; tranquilo tu papa pude darse cuenta tranquilízate.
- Sebastián; si está bien, voy a ver para que me quiere mi papa,
- Manuel; está bien y calmado no pasa nada no se dio cuenta.
- Sebastián; ¿papa puedo entrar?
- Raúl; si adelante Sebastián.
- Sebastián; ¿cómo te fue? Pensé que llegarías más tarde.
- Raúl; todo bien nada más que al final ya estaba enfadado así que mejor me vine antes, solo que quise darte una sorpresa,
- Sebastián; pues valla que, si me la diste, te esperaba más tarde.
- Raúl; jajaja no yo, si no eso. Raúl señalo a la cama donde estaba una computadora portátil.
- Sebastián; valla que bonita esta, ¿es para mí?
- Raúl; claro que es para ti. Pero si no te gusta, la regreso.
- Sebastián; me encanta esta padrísima Gracias papa.
- Raúl; de nada te hará falta cuando entres a clases.
- Sebastián; ¿ya tengo edad o ya confías en mí?
- Raúl; no estoy seguro de ninguna de las dos, pero ya tienes edad para manejar ciertas cosas así que es el momento en unos meses ya tendrás dieciséis años así que ya no eres un niño.
- Sebastián; gracias papa
Sebastián. Quise abrasar a mi papa, pero él no está acostumbrado a eso así que solo me limite a agradecerle.
- Manuel; oye Raúl siempre te iras esta semana a lo que tenías pendientes con el contador y el licenciado o ¿quieres que valla yo?
- Raúl; si tengo que ir el jueves tengo que estar allá, ¿por qué preguntas?
- Manuel; pues porque si querías que fuera yo para irme un día antes así me da más tiempo y me regreso temprano
- Raúl; pues le voy a hablar al licenciado si se ocupa que firme algo voy yo si no te vas tu.
- Manuel; está bien, así me iría el miércoles no me gusta manejar en la madrugada es más peligroso va uno todo desvelado, mejor llego a un hotel duermo bien y ya me regreso el jueves en la tarde.
Sebastián. Pensé en decirle que si me toca ir a mi invitaría a Sebastián que viera a su mama, ese sería el pretexto para pasar una noche de amor con él, pero me quede callado ya que si va Raúl le pedirá a Sebastián que lo acompañe, el martes por la mañana mientras desayunábamos Raúl me dio una excelente noticia.
- Raúl; le hable al licenciado me dijo que tengo que firmarle unos papeles. Y creo que tomare tu consejo, me voy a ir mañana después de comida para agilizar los trámites y me regreso el jueves en la tarde.
- Manuel; pues si además que no te arriesgas a irte desvelado en la madrugada
- Raúl; así para que te encargues de todo aquí. Tu Sebastián aes lo de siempre, y mucho cuidado con andar haciendo cosas que no he.
- Sebastián; si está bien papa ya me hare cargo de mis deberes.
- Raúl; Manuel te encargo te ocupes de Sebastián que no ande de vago.
- Manuel; no te preocupes yo me encargo de él.
- Raúl; más te vale que no se pongan los dos a andar de pendejos, corriendo por todos lugares.
Manuel. Ese día fui al pueblo en busca de algunas cosas para prepararme cuando estuviéramos solos Sebastián y yo, regresé a casa antes de la cena ya cuando estábamos cenando Raúl me dio las indicaciones para el jueves.
- Raúl: quiero que estés al pendiente de todos para que no se hagan pendejos échale un ojo a Ramón últimamente no hace nada.
- Manuel; si está bien no te preocupes, ¿oye Raúl si sabes que se va a casar la hija del primo Oscar? Ayer lo encontré en el pueblo y me dijo que se va a casar para que fuéramos,
- Raúl; si me dijo hace días que va a venir Mónica y su novio a invitarnos,
- Manuel; ¿vamos a ir a la boda?
- Raúl; pues tenemos que ir, aunque sea un rato, o ¿no quieres ir?
- Manuel; pues me da vergüenza ya ves cómo se nos quedan viendo, el único presentable es Sebastián.
- Sebastián; ya te dije tío déjate que te corte el pelo y la barba, también a ti papa te corto el pelo y recorto la barba, y nos vamos de traje, ¿qué dicen?
- Raúl; experimenta con tu tío si me gusta me dejo que me lo cortes y eso de usar traje no iré de mezclilla y camisa vaquera.
- Sebastián; ¿y si yo les compro la ropa?
- Manuel; por mi está bien dejare a Sebas que experimente conmigo.
- Raúl; si me gusta como se ve Manuel, dejo que me lo cortes a mí, de mi ropa encárgate de comprarla Sebastián.
- Sebastián; ¿es un trato papa, tío?
- Raúl; si
- Manuel; si
- Raúl; ya Sebastián termina y te vienes a dormir.
- Sebastián; si ya voy
Sebastián. Entre mi tío y había miradas de complicidad pues cada momento que teníamos la oportunidad nos besamos y acariciamos, esa noche antes de irme a mi habitación nos dimos varios besos y cuando estábamos solos en el pasillo escuche que mi papa se estaba bañando le di unas mamadas a mi tío, él me decía que ya quería que fuera suyo cuando escuche que la regadera paro saque la verga de mi tío de la boca, y entre a la habitación, le di las buenas noches a mi papa y me fui a dormir, ya a punto de quedarme dormido recibí un mensaje de mi tío: estoy feliz porque sé que mañana se la mejor noche para los dos descansa sebas.
Al día siguiente mi papa después de comida se fue a la ciudad, mi tío aun no llegaba a casa mi papa le dejó realizando algunas cosas en el campo, pero yo estaba ansioso y nervioso a la vez, me di un baño para relajarme cuando Sali de bañarme escuche que mi tío que recién estaba llegando a casa, subió y toco la puerta de la habitación de mi papa,
- Manuel; Sebastián ya llegué ¿estás aquí?
- Sebastián; si aquí estoy de abrir
- Manuel; le pedí a la cocinera que prepare temprano la cena voy a darme un baño y te veo en la cena ya que se valla mariana tu y yo nos entregaremos uno al otro, seré tuyo y tú serás mío
- Sebastián; es lo que he estado esperando desde hace mucho tiempo. – Sebastián se acostó en su cama a esperar que Mariana sirviera la cena después de un rato escucho a mariana llamarlos
- Mariana; joven Sebastián, Sr. Manuel la cena ya está.
- Manuel; si ahora bajo.
- Sebastián; gracias, Mariana ya bajo. – bajaron los dos a cenar y cuando terminaron se pusieron a ver la tv un rato en lo que mariana terminaba en la cocina
- Mariana; Sr. Manuel ya terminé en la cocina, ¿se les ofrece algo más?
- Manuel; no mariana ya es todo muchas gracias, hasta mañana.
- Mariana; entonces me retiro Sr. Buenas noches, joven Sebastián buenas noches.
- Sebastián; buenas noches, Mariana hasta mañana que descanses.
- Manuel; que te valla bien Mariana. Sebas sube a mi cuarto en lo que yo cierro con llave todo.
- Sebastián; está bien te espero arriba. – Manuel taro un poco en subir y Sebastián se ponía más nervioso con cada minuto que pasaba.
- Manuel; ¿ya estas preparado?
- Sebastián; más bien nervioso
- Manuel; ¿Por qué nervioso?
- Sebastián; tengo miedo a que me duela demasiado, que no pueda aguantar.
- Manuel; por eso no te preocupes yo te voy a cuidar, y en el momento que quieras parar, pararemos pues no quiero lastimarte y que te lleve una mala experiencia.
- Sebastián; el día que me diste los cuartazos, no fuiste nada cariñoso.
- Manuel; te los di con amor jaja.
- Sebastián; está bien creo que hoy será muy diferente
- Manuel; ya verás que sí, quiero que hoy disfrutemos los dos, y yo te voy a desvestir a ti, y cuando lo haga quiero que te acuestes en mi cama para verte desnudo, después tú me vas a desvestir a mi como yo lo hare contigo, después disfrutaremos los dos.
Sebastián. Mi tío se acercó a mi despacio acaricio mi cara paso su dedo por mis labio deslizo su mano asta mi pecho, fue besando mi cuello, boca y orejas mientras desabotonaba mi camisa lentamente, mi cuerpo temblaba y mi reparación se agitaba, deslizo mi camisa hasta que quedo tirada en el piso, fue recorriendo mi pecho con sus dedos después con sus labios besándome en cada parte de mi peco y abdomen, me tomo con ambas manos de la cintura mientras seguía besando mis costillas y abdomen lento con calma tomándose su tiempo, desabrocho mi cinturón luego mi pantalón si dejar de besar mi cuerpo, sentía un cosquilleo que recorría todo mi cuerpo, comencé a respirar y temblar más y tocar mi cuerpo con algo de deseo, me dio la media vuelta, con sus manos ásperas fue bajado mi pantalón y besando mis nalgas, en ese momento yo suspire y me estremecí y solté un gemido, pero mi tío no se detuvo continuo besándome y dando pequeñas mordidas en mis nalgas que me hacía temblar de excitación, retiro toda mi ropa, se puso de pie y me dio un beso apasionado y me dijo ahora sube a la cama.
Se me quedo viendo por un momento luego me dijo ahora desvísteme a mi como yo te desvestí a ti pero en lugar de besar mis nalgas besa mi verga, me arrodille en la cama el se colocó frente a mí y lo empecé a besar después fui quitando cada botón de su camisa, la deslice que callera al piso, bese su peco y abdomen velludos sus pectorales firmes y duros, me agace para desabrochar su cinturón y pantalón, en eso me di cuenta de que no traía ropa interior baje su pantalón, bese su hermosa y gran verga, cupe un poco la cabeza sus huevos lento cuando lo vi el acariciaba su pelo su barba y pezones con los ojos cerrados suspirando, quite su ropa por completo me puse a mamarle su verga y él se masajeaba los pezones y relamía sus labios, después de varios minutos de estársela mamando, me dijo ponte en la cama boca abajo, me acosté boca abajo él se colocó detrás de mí, u me comenzó a mamar el culo, eso era algo nuevo para mi me aferre a las sabanas me comencé a retorcer de placer un cosquilleo recorría mi cuerpo quería que parara pero a la vez que no lo hiciera, empecé a gemir de una forma que jamás lo había hecho apretaba mis nalgas sentía que en ese momento eyacularía, le pedí a mi tío que parara para no venirme, escuche que me dijo relájate déjate llevar quiero que lo disfrutes, me beso de nuevo, bajo de la cama fue a buscar algo entre sus cosas, regreso con un frasco en la mano, me dijo es lubricante para que sea más fácil todo, yo seguía boca abajo, tomo una almohada y la coloco debajo de mi pelvis, - solo relájate Sebastián no pasara nada, te voy a dilatar para que entre con facilidad.
Coloco lubricante en su verga y en mi ano, pensé que me dilataría metiéndome uno de sus dedos, pero no fue así froto su verga sobre mi raja y poco a poco fue deteniéndose en mi ano haciendo presión como si quisiera meterla, me daba pequeñas envestidas en mi ano pero sin meterla tallaba su verga y presionaba lento y despacio, - abre tus piernas sebas, las abrí como compas sin hacerme daño, el siguió dilatándome por un rato cuando de pronto, sentí que la presión para que su verga entrara fue más constante, pero aprete mi culo, - relájate Sebastián no te va a doler, me calme y el continuo despacio puso más lubricante de repente entro un poco yo gemí con algo de dolor pero él se detuvo me pregunto.
- Manuel; ¿estás bien?
- Sebastián; si, algo de dolor, pero bien.
- Manuel; ya te entro la cabecita ¿quieres que sigamos?
- Sebastián; si vamos a continuar igual despacio, ahhh métela más, pero despacio, ahhh ufff ohh ahí espera tío me dolió fuuu ahhh
- Manuel; ¿quieres que la saque o solo dejo de moverme?
- Sebastián; espera un rato que se me pase
Sebastián. Mi tío se detuvo espere un rato que se pasara el dolor, pero él seguía besándome, el dolor era algo fuerte, pero comenzó a ceder, cuando desapareció le pedí a mi tío que siguiera solo la movía lento como si dibujara un círculo, me dijo - ya tienes la mitad adentro ¿seguimos? Métela toda, se movió lento despacio había dolor, pero era mínimo cuando sentí como su pelvis choco contra mis nalgas.
- Manuel; ya la tienes todas adentro sebas te ¿gusta cómo se siente?
- Sebastián; no me la saques nunca
Sebastián. mi tío me beso y se movía lentamente despacio, me la saco toda y la volvió a meter ya no dolía tanto se cada vez se movía más y más mi culo se acostumbró a sus movimientos y permitía que me diera más rápido, luego me empecé a mover yo también, luego si sacarla de mí, me dio la vuelta quedando frente a frente me beso y se movía con ritmo y velocidad, los movimientos más rápidos hicieron que mi pene comenzara a eyacular sin tocarme, termine y al ver eso mi tío me dio más fuerte que antes y cuando sentí como se venía dentro de mí solo escuchaba como gemía y suspiraba a la vez que empujaba más su verga, tomo mi pie y lo paso a un lado para que quedáramos de cucharita sin sacar su verga de mí, suspiro y beso mi cuello se quedó en silencio aun con su verga incrustada en mi culo, ya cuando estaba flácida se salió de mi culo. Cuando vi que se tallaba la cara y dijo;
- Manuel; oh diablos no puede ser, a maldita sea ¿estás bien Sebastián?
- Sebastián; si estoy bien ¿qué paso?
- Manuel; creo que te hice sangrar, ve al baño a revisarte me dices si estas sangrando, oh diablos, discúlpame por favor perdóname
- Sebastián; ¿es mucho lo que sangre?
- Manuel; ve mi verga,
- Sebastián; es malo eso tío – Sebastián se espantó al ver como la verga de su tío tenía mancas de sangre y semen.
- Manuel; quiero que vallas al baño y te fijes si te está saliendo más, no sé si sea normal o no, perdóname, Sebastián
- Sebastián; está bien tío deja revisarme.
- Manuel; ¿qué paso, estas bien sigues sangrando?
- Sebastián; no ya no me está saliendo, solo manche un par de papeles, pero estoy bien.
- Manuel; quiero que duermas aquí y si te sientes mal dime para llevarte a con un doctor
- Sebastián; estoy bien tío no pasa nada.
Esa noche estuve al pendiente de Sebastián que no siguiera sangrando y constantemente lo revisaba que no estuviera sangrando, más de dos ocasiones desperté a Sebastián y solo le decía que estaba preocupado por su salud, al día siguiente desperté y quise saber cómo estaba Sebastián así que lo desperté para preguntarle.
- Manuel; buenos días, sebas ¿cómo estas te sientes bien?
- Sebastián; buenos días todo bien solo con una sensación extraña pero rico.
- Manuel; ¿te gusto?
- Sebastián; si me ha encantado todo fue muy rico lo disfrute al máximo en mi primera vez fue muy bonito.
- Manuel; me alegra que te haya gustado, pero también me preocupe un poco cuando te vi sangrar.
- Sebastián; no pasó nada ya estoy bien además valió la pena, me ha gustado mucho y quisiera que se repita
- Manuel; por el momento pararemos eso de las penetraciones no quiero latinarte.
- Sebastián; pero no me lastimas tío quiero volver a hacerlo, o ¿tú no quieres?
- Manuel; claro que quiero volver a hacerlo, pero no quiero lastimarte debemos esperar unos días que estés bien, y poder disfrutar de nuevo.
- Sebastián; eta bien, pero la verdad es que me gustó mucho.
Sebastián. Después del desayuno mi tío se fue a hacer su trabajo yo el mío, a la hora de la comida llego mi tío comimos y después para reposar nos fuimos a reposar la comida en su habitación obviamente besarnos y acariciarnos, luego fue a terminar sus asuntos yo me quede viendo tv cuando llego mi tío me pidió que subiéramos a su cuarto subimos y nos metimos a bañar, ya en el baño empezamos a besarnos y se la mame después me abrazo por detrás, yo quería que me penetrara pero el no quiso por temor a lastimarme, así que solo ubo esos mamadas de verga y de culo me hacía emir esta vez me mamo el culo hasta que me hizo venirme luego se la mame a el asta que igual se vino en mi pecho, terminamos de ducharnos, nos recostamos en su cama ambos desnudos, nos dieron las cinco de la tarde acostados cuando me acorde que en cualquier momento llegaría mi papa me puse de pie me puse mi ropa y Sali de la habitación de mi tío sin decirle nada pues él estaba dormido, después de casi media hora llego mi papa.
- Raúl; ¿hola cómo les fue en mi ausencia, y tu tío donde esta?
- Sebastián; todo bien, mi tío creo que está en su habitación
- Mariana; buenas noches, señor Raúl, joven, ya está la cena ¿el señor Manuel estará en su habitación?
- Raúl; Sebastián anda a decirle a tu tío que baje a cenar,
Sebastián. Llame a mi tío cenamos después fuimos a dormir, los días pasaron mi tío y yo aprovechamos cada momento que teníamos para estar solos y hacer el amor, las penetraciones se volvieron más constantes, ya el sábado por la tarde llego la sobrina de mi papa a invitarnos a su boda, el domingo fuimos a comer mi papa, mi tío, mi medio hermano y yo, donde mi papa me lo presento es dos años menor que yo pero fue muy agradable haberlo conocido, después de todo eso mi papa me dijo que le comprara la ropa para la boda, yo acepte el trato y el siguiente fin de semana visite a mi mama mi tío me llevo cuando veníamos de regreso aprovechamos para hacer el amor en el camino.