Secretos y familia 3
Jaime me conto que había hecho algo con un nuevo compañero de la secundaria en los días pase con mi abuela, me dijo que me contaría en la tarde, así que después de la secundaria avise a mi mama que me quedaría con Jaime en su casa.
SECRETOS Y FAMILIA 3
JAIME Y SEBASTIAN
Sebastián. unos meses después de haber cumplido los doce años, estaba en la secundaria me hablo mi padre para decirme que mi abuelo murió y que pasaría mi tía por mi para que me fuera al rancho, mi madre no se pudo oponer ya que se trataba de mi abuelo y más que abuelo a la persona que siempre vi como mi padre, cuando llegue al rancho fue los días más tristes pues sentí que había perdido a mi padre y no a mi abuelo, me quede unos días ahí con mi abuela para que no se sintiera triste pero por desgracia tenía que volver con mi mama, de regreso con mi mama y mis amigo más que nada Jaime, la relación entre Jaime y yo era más que de amigos pues teníamos nuestras aventuras juntos al igual que cada vez que estaba en el rancho busque a Alejandro pero no se dio nada solo jugábamos, los días que pasaba en el rancho pasaba más tiempo con mi abuela que con mis amigos, un día Jaime me conto que había hecho algo con un nuevo compañero de la secundaria en los días pase con mi abuela, me dijo que me contaría en la tarde, así que después de la secundaria avise a mi mama que me quedaría con Jaime en su casa, y como siempre Jaime estaba solo en su casa,
- Sebastián; y que fue lo que paso que me mandaste mensaje quiero que me cuentes;
- Jaime; ¿si sabes quién es Enrique, el de segunda verdad?
- Sebastián; si lo conozco, es que se junta con las niñas que pasan peinándose todo el día. -contesto con tono aburrido
- Jaime; si ese. Dicen que le gusta la verga y que uno de tercero se lo está cogiendo. – Jaime sonreía con malicia.
- Sebastián; si también se eso que le gusta que le metan la verga, pero a que va todo esto si son cosas que yo ya sabia
- Jaime; si, pero lo que no sabes es que hace unos días yo le metí la verga a ese morro y sabes se siente bien chido, -seguía con una mirada de lujuria y una sonrisa de satisfacción
- Sebastián; ¿pero no le dolió cuando se la metiste?
- Jaime; no le dolía decía que le gustaba pues que el de tercero se la mete seguido.
- Sebastián; ¿entonces te gusto? –Sebastián le pregunto en tono serio y algo molesto a Jaime
- Jaime; si me gusto, pero yo quiero hacerlo contigo quiero metértela a ti - le sonrió a su amigo
- Sebastián; si, pero ya ves cómo me duele y no me animo me da miedo mejor sigamos como hasta ahorita te la mamo y te masturbas con mis piernas.
- Jaime; está bien, pero prométeme que lo intentaremos ¿este fin de semana te iras a con tu papa?
- Sebastián; lo prometo, si me iré el viernes quiero estar con mi abuela.
- Jaime; eta bien pero que no te la meta ese Alejandro quiero ser el primero que te la meta va
- Sebastián; está bien te lo prometo.
El viernes llego mi papa por mí nos fuimos al rancho, ya sábado me fui después del comer a buscar a mis amigos, Alejandro y Rolando los hijos de José, pero no estaban solo encontré a José que acababa de salir del bañarse, salude a José pero me sentía algo incomodo, pues, José se sacudía el cabello con una mano mientras que con la otra se masajea la entre pierna, solo llevaba puesto un short deportivo dejando a la vista su cuerpo esvelto con un pecho lleno de vellos oscuros enroscados pegados a su pecho, aún se veían con algunas gotas de agua entre su piel y sus vellos, por su cuerpo esvelto se le marcaban los músculos de su cuerpo, su abdomen marcado por y peco con musculo firmes, su rostro labios delgados ojos grandes un bigote recortado sin nada de barba, piernas largas delgadas pero firmes llenas de vellos, sin dejar de verlo le pregunte por sus hijos, me dijo que no estaban que habían salido al pueblo por algunas cosas,
- Sebastián; bueno José luego vengo ya que ellos estén aquí. - Quise retirarme pues me sentía incomodo ero ates de que saliera de la casa José me detuvo.
- José; espera Sebastián ellos no tardan en llegar mientras esperas vamos a platicar ven toma asiento.
José me invito a sentarme y esperar a sus hijos, acepté a esperar me senté en una silla cercan a mí, y luego me dijo - ven Sebastián siéntate seca de mi así podremos hablar más cómodos aquí en el sofá. sentía algo de miedo pues muy pocas veces había conversado con José, más que nada por ver como estaba pues casi semi desnudo me ponía nervioso, aun así me acerque a donde estaba él, me senté a su lado, luego José tomo mi mano y comenzó a preguntarme sobre la amistad entre sus hijos y yo, cuando me di cuenta él tenía mi mano bajo la suya, mientras sobaba su pene con mi mano guiada por la él, me empecé a calentar y mi pene se empezó a poner erecto.
Me di cuenta de que estaba haciendo algo que no debería hacer me puse de pie pero José no soltó mi mano, me jalo y me dijo vente aquí no pasa nada no te vayas aun, me coloco sobre su entrepierna y empezó a frotar mis nalgas en su verga, me dijo que los domingos él estaba solo cuando su esposa e hijos se Iban a misa y que le gustaría que yo lo visitara, esos días que se sentía solo, comencé a sentir su verga dura tallando mis nalgas y me estaba poniendo muy cliente, cuando se escucharon las voces de la esposa de José y sus hijos que se acercaban, me quite de su entre piernas acomode mi pene para que no se notara que lo tenía parado, Sali al encuentro de mis amigos mientras José se metió a su habitación.
Estuve con Rolando y Alejandro un buen tiempo después me regrese a casa, estuve con mi abuela que pasa triste y últimamente enferma, creo que es por tristeza pues se la pasa sola, cene y después me di un baños me fui a dormir, la el domingo por la mañana después de desayunar mi abuela se preparó para ir a misa, me quede solo pensando en lo que me había dicho José así que me decidí a ir a buscarlo a su casa, llegue a la casa de José, y como había dicho estaba solo, al igual que el día anterior medio desnudo esta vez solo traía puesto unos bóxer, le salude y el me extendió la mano, yo le estreche la mano el me jalo a donde estaba el y de inmediato me puso de espaldas en su entrepierna, comenzó a frotar mis nalgas en su verga, su verga no era muy gruesa pero de unos diecisiete centímetros recta, liza, sin muchas venas, una cabeza rosada, puntiaguda, la base de su pene más ancha que el resto de pene, que ya estaba dura, de pronto José bajo mis pantalones junto con mis calzoncillos, sentí su húmeda verga desnuda pegando contra mis nalgas entre medio de ellas y la movía de abajo arriba me estaba excitando pero de repente me la apunto en mu culo y la intento meter pero me dolió muchísimos pues le dio algo fuerte, de inmediato me separe, pues no aguantaba el dolor que sentía.
Me pidió que lo intentáramos de nuevo pero yo estaba con lágrimas en mis ojos y el dolor persistía sentía un ardor combinado con calambre en la puerta de mi ano, subí mi ropa y Sali corriendo de ese lugar antes de que pasara algo más, además el miedo que me dio seguir de esa manera, varios pensamientos grotescos y absurdos pasaron por mi mente y como podría explícaselo a mi papa, llegue a la casa mi abuela estaba esperándome para ayudarla con sus animales, ayude a mi abuela me di un baño y cuando llego mi papa nos fuimos a casa con mi mama.
Llegar a casa de mi mama era todo un remolino, cuando todo me iba bien mas esta ves que José me había hecho llorar de dolor y además de sangrar me sentía mal pues todo lo que había pasado, durante esa semana, estuve evitando a jime ya que no quería que tuviéramos sexo estaba asustado por lo pasado con José, pero al estar solo me dio la oportunidad de explorarme un día que mi mama y mis hermanos salieron de casa además que Sergio no estaba, me empecé a masturbar y ya en mi calentura, fui a la cocina tome una pequeña zanahoria me puse en cuatro patas y llene de saliva la zanahoria la fui tallando en mi culo despacio me estaba excitando mucho, cuando me di cuenta que estaba ahí Sergio me incorpore de inmediato subí mi ropa me quede callado pero él no;
- Sergio; valla esto es lo que necesitaba para deshacerme de ti, maldito mocoso desviado, con esto si te vas a largar de la casa para siempre,
- Sebastián; no te pongas tan contento cerdo que puedo comprar tu silencio
- Sergio; jajajaja no me hagas reír mocoso estúpido ¿que puedes tener tú que me puedas hacer que me calle? O acaso ¿vas a pedirle dinero a tu papa para mantenerme callado?
- Sebastián; te aseguro que lo que tengo te hará que guardes silencio.
- Sergio; solo espero que llegue tu mama para poder disfrutar cuando vea que te vas de aquí
Me metí a mi habitación y antes que nada le mande mensajes a Sergio, en el cual le mande los videos y las fotos, cuando las vio en poco tiempo estaba en la puerta de mi habitación con la cara roja de ir y me pregunto;
- Sergio; qué diablos crees que haces con esto quién diablos te la mando, como fue que tienes eso en tus manos te voy a poner una paliza que no olvidaras. – Sergio apuño sus manos los ojos parecía que se le saldrían de sus orbitas de lo molesto que estaba.
- Sebastián; nadie me las paso yo las tome, un domingo que mientras mí mama estaba en la iglesia, mientras tú te divertías con l vecina en la cama, si tú me llegas a pegar te las veras con mi papa no sabrás ni cómo te llamas eso lo sabes,
- Sergio; está bien no le diré nada a tu mama, pero dame el celular para borrar todo eso.
Le pase el celular a Sergio para que borrara las fotos y los videos, Sergio agarro mi celular busco los videos y las fotos después de que las borro estrello mi celular contra el piso,
- Sergio; así ya no tendrás con que amenazarme con nada ya no tienes nada contra mí,
- Sebastián; ¿qué te pasa maldito cerdo porque quebraste mi celular? Además, no estés tan sonriente me crees que soy tan tonto para no tener un respaldo, ¿y sabes dónde está?
- Sergio; ¿un respaldo? No es posible.
- Sebastián; así es lo tengo en la computadora de mi papa.
Sergio se sorprendió cuando le dije que tenía los videos y las fotos guardadas en la computadora de mi papa, cuando llego mi mama le dijo que lo del celular había sido un accidente obvio mi mama le creyó a él y a mí me dijo que eso me pasaba por ser tan descuidado.
EN EL RANCHO DE RAÚL
- Raúl; Manuel te vas hoy con José los espero en la loma para empezar no te entretengas en el pueblo quiero terminar temprano,
- Manuel; si está bien ¿él ya sabe lo que vamos a traer verdad?
- Raúl; si ya lo sabe no se entretengan quiero que sea de rápido, te traes algo para tomar después de que terminemos
- Manuel; ¿cerveza?
- Raúl; si, lo que quieran
Raúl. ese día trabajamos como siempre todo el día, los hijos de José trajeron la comida, ya después de comer se quedaron los dos hijos de José, ya como a las tres de la tarde que estábamos por terminar Manuel y José comenzaron a tomar, pasaron algunas horas ya entrados los dos se encontraban muy tomados, yo no suelo tomar desde hace tiempo así que solo los estaba acompañando, entre las pláticas se hizo tarde cuando llegaron los dos hijos de José y saludaron como siempre, el mayor Alejandro que es mi ahijado me saludo después a mi hermano Manuel y se fue a sentar a un lado de su padre José, José lo tomo de la cintura y le dio un beso en la mejilla, eso me pareció mucha muestra de amor ya que nunca he acostumbrado hacer eso con ninguno de los dos que tengo, después de un rato de estar abrazando a su hijo José lo sentó en sus piernas, José ya estaba considerablemente ebrio
Cuando me puse de pie para desentumirme e ir a mear vi como José acariciaba las nalgas a su hijo por debajo de su ropa, me impresione al ver lo que estaba haciendo José, así que me retire un poco me fui a la camioneta, no quería estar ahí, de repente escuche a José que me llamaba: - compadre ¿dónde está? venga aquí su hermano ya se durmió. lo ignore por un momento después de un rato me decidí a ir a ver como estaban, cuál fue mi sorpresa que vi como Alejandro estaba mamándole la verga a su papa, me quede callado pensando, no me asustaba eso más bien pensé en Sebastián, eso me hizo que me sintiera muy molesto de solo pensar si este hijo de puta ase eso con su hijo también lo puede hacer con el mío, aclare la garganta se quitaron de hacer eso y le dije a José que me llevaría a Manuel que al día siguiente lo vería, le hable a mi hermano lo cague a peso hasta la camioneta, ya no me regrese a despedirme pues sentía que si veía una vez mas no me aguantaría y hasta lo golpearía pues en mi mente tenía la imagen de mi hijo y José y no la de José y su hijo.
Al día siguiente le marcaba a mi hijo a su número, pero nunca me contesto, me sentía enojado con todo mundo le grite a Manuel, a todos, luego fui al pueblo trae material y contrate a un albañil le pedí que tapara la puerta del cuarto de Sebastián y abriera una por mi cuarto, así lo hizo el albañil, intente todos los días hablar con mi hijo, pero era imposible comunicarme con él.
- Manuel; ¿qué es lo que te pasa? andas de un humor de la chingada
- Raúl; no estoy para tus pendejadas vale, ve a trabajar y ya luego hablamos, si estoy de humor
El día se hizo muy largo tratando de comunicarme con mi hijo, sin tener nada de resultados dejándole mensajes y llamadas y nada de señas de Sebastián, generalmente le hablo un día o dos antes de ir por él, pero esta vez me urgía hablar con él, al no tener noticias de él me traía de un humor de perro rabioso e insoportable.
- Elena; ya deja de preocuparte de seguro Sebastián está bien, de lo contrario ya te habría llamado, ten un poco de calma
- Manuel; ¿todo esto es por Sebas?
- Raúl: vale se llama Sebastián. y si es por él, no me ha contestado el teléfono desde hace días,
- Manuel; ¿pero si le toca venir hasta la semana que entra o no?
- Raúl; ¿no viste lo que paso el otro día que te emborrachaste con José?
- Manuel; no me quede dormido hasta que desperté ya estaba aquí
- Raúl; bien te cogen a ti y ni cuenta te das.
- Elena; que paso con esa boca que no están en una cantina soy su madre no su mujerzuela, mejor será que me valla a acostar, Raúl si estas preocupado puedes hablarle a Raquel.
- Raúl; disculpa mama, no quiero hablarle a de estar ocupada manteniendo a ese hijo de puta.
- Elena; ¿Raúl? Que no estás en una cantina enséñate a respetar tu casa, me retiro estoy muy cansada
- Raúl; buenas noches mama
- Manuel; buenas noches mama
- Elena; hasta mañana hijos, y ya tranquilo Raúl,
- Raúl; si mama gracias
- Manuel; que fue lo que paso ese día yo me quede dormido solo cuando me trajiste a casa ya es lo que recuerdo
- Raúl; pues que José puso a su hijo a que le mamara la verga cuando tu estabas dormido,
- Manuel; eso no es nuevo, cada que toma y aun cuando no lo hace el morro se la mama, de hecho, en el río varias veces le ha metido la verga a Alejandro, una vez José se la metió y el morro me la empezó a agarrar a mi hasta le dio unas manaditas a mi verga, ¿no sabias que le gustan los hombres?
- Raúl; ¿y por qué nunca me lo habías dicho? Y ¿si José le hace lo mismo a mi hijo?
- Manuel; mira Raúl te voy a decir una cosa que me conto el hijo de José, pero no la tomes contra mí ni contra de él, a Sebastián le mamo l verga varias veces el hijo de José, y el domingo estuvo solo en la casa de José, pero solo se eso es lo que me dijo el morro,
- Raúl; ¿y por qué no me lo habías dicho todo esto antes? ¿Si no veo lo que paso ese día no me lo hubieras dicho aun?
- Manuel; ¿si te lo hubiera contado antes me habrías creído? No te lo dije ya que esperaba el momento oportuno para que me creyeras, de lo contrario me habrías mandado a la verga,
- Raúl; pues si la edad si, ¿te llevas bien con el hijo de José?
- Manuel; no solo ese día me conto, mientras lo deje que me agarrara la verga.
- Raúl; ¿puedes investigar si José le hizo algo a mi hijo?
- Manuel; ¿y si José si le hizo algo a tu hijo que le vas a hacer a José?
- Raúl; lo mato al hijo de su perra madre.
- Manuel; pero no sabes si a tu hijo lo han obligado o fue por su propi voluntad, si es que paso algo, que la verdad lo dudo que haya pasado algo.
- Raúl; como que tú sabes mucho me haces dudar además sin mujer y te encierras con el ingeniero, ten más cuidado con el ingeniero, has tus cosas, pero ten cuidado. Y ¿por qué crees que no ha pasado ya algo?
- Manuel; se le notaria a tu hijo de todas maneras deja ver que pasa y si averiguo algo ya te aviso. Y otra cosa que le importa a la gente donde meta mi verga.
La noche fue algo larga ya que no sabía cómo hacer para contactar mi hijo pensé en ir a verlo pero sé que me ganaría el coraje y mejor decidí esperar a que pasara la semana, y ver si el hacía por comunicarse con migo el jueves por la mañana me llamo mi hermana que vendría a casa a ver a mi mama, así que le pedí que de pasada llegara por Sebastián así no me movería yo y no explotaría ahí, mi hermana me dijo que pasaría por él, ya solo esperaba la llamada de Sebastián. El viernes por la mañana recibí la llamada de mi hijo Sebastián que me preguntaba a qué hora pasaría por él.
- Raúl; hola, hijo mira esta semana pasara tu tía por ti yo te espero aquí en la casa, que le paso a tu celular he estado queriéndote hablar estos días y no me has contestado ¿qué paso?
- Sebastián; fue un accidente se quebró mi celular y mi mama no me quería prestar el de ella hasta el día de hoy
- Raúl; está bien ya veremos qué hacer para que estemos comunicados te veo al rato aquí en el rancho, quiero arreglar algo entre tu y yo.
Sebastián: escuchar decir a mi papa esa frase final no era nada bueno, el miedo me invadió, pero es mejor enfrentar a mi papa que evadirlo por duro que sea. Ya en la tarde después de clases mi tía llego por mi nos pusimos de camino al rancho, viajando en junta de mi tía su esposo sus dos hijas y su hijo, solo se escuchaban hablar mis primas pues no les paraba la boca de hablar y estar mandando mensajes de testo, cuando llegamos al rancho corrí a saludar a mi abuela como de costumbre después subí a mi habitación a dejar mis cosas, pero me di cuenta que la puerta que daba a mi cuarto ya no estaba, desapareció, baje y le pregunte a mi abuela, cuando me respondió la sangre se me helo, se me olvido mi niño espera a que llegue tu papa él te enseñara la entrada a tu habitación.
Esto lo hizo hace días, ya sabes que siempre tiene su cuarto bajo llave, estuve el resto de la tarde esperando sentado en la sala solo escucha la conversación de mi abuela mi tía y su esposo, paso la tarde cuando escuche que había llegado mi papa y mi tío, entraron a la sala mi papa y mi tío saludaron a todos, mi papa se puso frente a mí se me quedo viendo fijamente a los ojos, no le pude sostener la mirara así que baje mi mirada.
- Raúl; ¿cómo estas, Sebastián?
- Sebastián; bi, bien todo bien.
- Raúl; que bueno que todo bien, vamos te mostrare la entrada de tu habitación,
Mi papa se despidió de todos me ordeno que lo siguiera fue tras de él como un perro regañado siguiendo a su amo, pues no sabía lo que me esperaba, llegando a la puerta de su habitación la abrió me dijo que entrara aun en su habitación estaba una puerta donde antes había una pequeña mesa, me dijo ahí es tu nueva entrada pero es la misma habitación, solo cambie el lugar de entrada, deja tus cosa y regresas aquí. Deje mis cosas y regrese a donde estaba mi papa l verlo ahí frente a mi dé pie se veía más intimidante imponente su mirada fría y penetrante sentía como me veía con esos ojos fríos.
- Raúl; sé que no me debo de meter en tus cosas, pero hoy vamos a ver dos asuntos que se resolverán de ya, donde estabas el domingo que tu abuela fue a misa, ¿dónde estabas tú?
- Sebastián; ha, no papa, he yo.
- Raúl; esa no es una respuesta más te vale que respondas lo que te estoy preguntando.
- Sebastián; comencé a tartamudear y ponerme nervioso me quedé callado y no le respondía a mi papa solo empecé a sollozar,
- Raúl; vamos Sebastián que estoy esperando que me respondas,
- Sebastián; e es esta-va en casa de Alejandro.
- Raúl; quien estaba en la casa de José
- Sebastián; na nada-mas, José y yo.
- Raúl; primero no quiero volverte a ver en esa casa ya no vas a ir nunca a esa casa ni acercarte a José cuando este solo, si algún día te veo en esa casa o con José te sacare de rastra, te voy a dar con lo que me encuentre, la otra:
Sin previo aviso saco una cuarta y me dio un cuartazo eche un grito y antes de que terminara de gritar me dio un segundo cuartazo, aun no recuperaba el aliento del segundo cuartazo cuando me da otro hecho un grito con llanto, ya cuando estaba a punto de darme otro cuartazo cuando entro mi abuela:
- Elena; ya basta Raúl ya es suficiente déjalo ya.
- Raúl; está bien mama.
- Elena; ya Sebastián vamos a cenar tranquilízate y vamos
- Sebastián; gracias abuela, pero no tengo hambre,
- Raúl; si no tienes hambre, para darte otros tres quizás así te sale hambre,
- Elena; ya fue suficiente Raúl, Sebastián no estoy a favor de los golpes y sé que tu papa es impulsivo y no se sabe controlar, pero esta vez si te pego fue por algo por lo que hiciste mal, vamos a cenar y trata de hablar con tu papa que no se den estas cosas.
- Sebastián; gracias abuela ahorita bajo a cenar.
- Raúl; ahora bajamos mama. Vamos Sebastián a cenar ya después hablaremos de esto.
Bajamos a cenar, y si algo tengo es que a pesar de todo siempre he respetado a mi papa, mi abuelo mi abuela y mi tío mis tías, pero ese día después de la paliza que me dio mi papa no me sentía de humor como para aguantar las bromas de nadie, cuando estábamos cenando todos en silencio hasta que mi tío rompió el silencio.
- Manuel; valla Sebas, hoy no te fue muy bien verdad
- Sebastián; puedes cerrar la boca y dejarme en paz,
- Elena; Sebastián no le faltes al respeto a tu tío.
- Raúl; Sebastián más vale que te calles y no respondas así a tu tío. También tu Manuel deja de portarte así.
- Manuel; está bien lo dejare en paz ya, al niño chillón.
Mi papa me pidió que terminara de cenar y me fuera a dormir él se fue a su habitación, cuando termine de cenar me despedí de todos, le di un beso de buenas noches a mi abuela, y subí a mi habitación cuando llegue escuche que mi papa se estaba dando un baño entre a mi habitación prepare mi ropa para darme un baño, Sali para ir a bañarme al baño de afuera cuando mi papa me dijo; - báñate en este ya estamos aquí no hay necesidad de que te bañes afuera teniendo este baño, solo tendremos que turnarnos. Me di un baño Sali y entre a mi habitación en silencio, me puse mi ropa para dormir cuando de repente mi papa llamo a la puerta.
- Raúl; ¿Sebastián puedo entrar?
- Sebastián; si pasa
- Raúl; quizás se me paso la mano al pegarte, pero de verdad lo hago por tu bien, y no quiero que salgas de la casa estos días pues es algo así como un castigo, el domingo iremos al pueblo para comprarte un celular nuevo, no me lo tomes a mal, pero es que me preocupo por ti de acuerdo.
- Sebastián; está bien papa no pasa nada, ya paso y ahora quisiera dormir.
- Raúl; está bien, buenas noches, hasta mañana.
Esa noche no fue muy cómoda ya que aun sentía el dolor de los cuartazos que me dio mi papa, el día sábado y domingo pasaron sin novedad, mi papa me compro un nuevo celular algo más moderno al que ya tenía, el miedo a que mi papa se enterara de mis preferencia me hizo que me mantuviera al margen de la situación y evitar cualquier cosa o persona relacionada con el sexo, el lunes por la mañana me levante temprano o más bien mi papa me levanto para ir a ayudarle a poner unos postes, cargaron la camioneta de mi papa con los postes la de mi tío con la herramienta, se fueron en la camioneta de mi papa, Abel el esposo de mi tía, José, Alejandro su hijo y mi papa, en la camioneta de mi tío nos fuimos y él yo, llegamos al donde íbamos a poner los postes , bajamos algunos postes y la herramienta, trabajamos en grupos haciendo posos para poner los postes, mi papa y José, Abel y Alejandro y mi tío y yo. Ya como a las once de la mañana mi papa mando a mi tío Abel por unos refrescos, y Alejandro se quiso ir por que se sentía mal así que se fueron en la camioneta de mi tío Manuel por los refrescos, solo nos quedamos mi tío Manuel, mi papa, José y yo.