Secretos Revelados
(Parte III de Marlenne) Se dió la oportunidad de que mi cuñada conociera la verdad.
SECRETOS REVELADOS
Se dio la oportunidad de que mi cuñada conociera la verdad.
La situación en casa dista mucho de mejorar, ahora mi esposa estaba despidiéndose en el aeropuerto, su hermana, que tiempo atrás acababa de visitar en otra ciudad le pedía regresar para los preparativos de... ¡su tercer boda!, ella como saben organiza este tipo de eventos y salía dejando atrás sus obligaciones.
Te llamo para que vengas por mi al regreso.
Esta bién, aunque no tengo idea cuando "tendré el placer".
Yo te llamo, bye, están anunciando el vuelo.
De regreso a casa pensaba que este viaje duraría, por lo menos, una semana, así que busqué a Marlenne para darle la noticia, su celular estaba apagado por lo que me dirigí a su casa encontrando solo a Karla, su madre.
Hola, como estás?, ya se fue tu esposita?
Si, vengo del aeropuerto, tu como estás?
Bién, pasa, te tomas un café?
Si gracias, y tus hijos?, y Alberto?
Marly y Beto tiene unos minutos que se fueron al cine, Alberto... ya sabes, en "sus negocios"
Esa era la clave para decirme que en ese momento creía estar siendo engañada por su marido que, para rematar se salió después de tomarse algunas copas, Karla llevaba puesto un traje sastre azul claro con pantalón pegadito que dejaba ver un bikini de encaje muy sexy, la blusa era delgada y pude confirmar que el bra era idéntico, sus tetas se balanceaban sensualmente, con sus movimientos no pude evitar la erección por lo que procuré sentarme en forma estratégica para disimular, estábamos en la cocina tomando el café y platicando de cosas comunes cuando recordé la idea que traía en mente días antes.
A veces pienso como sería si Jessy estuviera en casa como tú.
Te prometo hablar con ella, aunque sabes que es muy especial.
Si gracias, me estoy acostumbrando a estar solo pero a veces las tentaciones...
Como cuales?
Si me prometes...
Claro, tenemos toda la confianza, no es asi?
Bien, tu sabes, uno como hombre difícilmente queda satisfecho con lo mismo que ustedes.
No me digas que ya...
No sé como lo tomes...
Quiero decir, ya le "pusiste el cuerno" a Jessy?
Tu que harías?
Bueno, es diferente en el caso de una mujer...
Si pero que harías?, engañarías a Alberto?
Lo he pensado seriamente pero... no lo creo.
Había llegado la hora de que ella supiera todo, tendría por lo menos una semana para convencerla de que no le dijera nada a Jessy.
Sabes como es tu hermana, de que se dedica a sus cosas...
No te justifico pero te entiendo, Alberto es así, además tu sabes que el anda por ahí...
Sin meterme en tus cosas, el contigo...
A veces, prefiere lo de la calle, no se que tal esté pero aquí es muy poco, no me importa puedo entretenerme en otras cosas.
O con otros...
Como?
Con Carlos, por ejemplo.
Que tiene que ver él?
Dímelo tú.
Se quedó pálida, no pudo articular palabra durante unos instantes, cuando lo hizo...
Sabes que tu secreto estará bien guardado cuñadito pero tienes que prometerme...
Claro que también lo haré, yo mismo estaría en una gran bronca de saberse esto.
Creo que no te entiendo...
Como crees que supe, veo que te dejas llevar sin darte cuenta con quién estás.
Se quedó pensando un momento y a propósito la dejé hacerlo, cuando de repente.
Quieres decir que tu fuiste... en la fiesta de mis papás... No puede ser!, por que?
Ni yo lo se!, siempre me he sentido atraído, no lo voy a negar, la oportunidad se dio y...
Con razón aseguras que no habrá revelaciones...
A ninguno de los dos nos conviene, estás de acuerdo?
Que pensarás ahora, bueno, desde entonces!
Lo mismo que ahora tú, que los dos estamos relegados y buscamos nuestra propia salida.
Pero entre tu y yo, Jessy y Alberto no...
Claro, y creo que Jessy no lo hace pero tampoco se preocupa por sus obligaciones.
Dirías que es mejor que quede todo entre familia?
Esto nadie lo planeó y menos que fuéramos familia.
Me preocupa ahora como verte de hoy en adelante.
Karla, no exageres!, solo guardamos nuestro secreto y punto.
Esto no volverá a suceder.
Por que no?
Por que... Por que no es correcto!.
Me acerqué a ella y la tomé por la cintura, ella tomó mi mano y trató de retirarla sin conseguirlo, me acerqué a besarla y primero hizo un leve intento de evitarlo, después abrió los labios y se dejó llevar, mi mano ya tocaba su culo y mi erección ya no podía ocultarse, así que restregué mi falo en su pucha que ahora se acercaba y trataba de estar siempre en contacto.
Ya no, va a vernos la sirvienta!
Vamos a tu habitación.
La tomé de la mano y nos dirigimos a su recámara, apenas cruzamos la puerta y ya estaba retirando su saco y abriendo su blusa para devorar esas tetas excelentes ella se encargó de liberarme y lanzarse directamente a devorar mi miembro entre tanto yo me aplicaba a preparar un sesenta y nueve quitando su pantalón y bikini, ella se encontraba ya bastante húmeda y más aún después de sentirme entre sus piernas, aproveché e inserté un dedo en su culo, pareció no darse cuenta pués nunca se negó, por el contrario, pasado un tiempo comenzó a apretarlo y a moverse muy sensualmente, cuando fueron dos los dedos insertados nada cambió, ella no me sacó un segundo de su boca, después se puso frente a mi para montarse era estupendo sentir la humedad de una venida tras otra de parte de ella, era estupenda devorando todo mi falo, sus movimientos no dejaban lugar a dudas de que su esposo era un imbécil, que manera de coger de mi cuñada!, sin necesidad de decirlo, parecía adivinar mi deseo y cambiábamos posición casi en forma telepática, cuando estábamos en posición de "perrito", sacó debajo de una almohada un dildo que me pidió ensartarle en el trasero, lo hice de inmediato y ella correspondió con movimientos exquisitos, jalaba sus tetas en forma a veces fuerte a petición de ella, me aclaró que podía eyacular cuando quisiera pues estaba operada, aproveché para pedirle que me dejará sodomizarla y terminar ahí, aceptó abriéndose el culo para que la entrada fuera sin trabajo alguno, el resultado fue una venida placentera y sin quejas de dolor de parte de ella, todo esto en medio de fuertes movimientos.
El ver ese cuerpo tan bien cuidado aún a base de cirugía me provocó una nueva erección, así que sin decirle más la volví a ensartar para repetir varias posiciones antes de ponerla en posición de "perrito" pero con la cabeza recostada y así, totalmente empinada penetrarla hasta el fondo y depositar mi semen lo más profundo que pude.
Tiempo después nos encontrábamos en la cocina platicando justo cuando Marly y su hermano aparecían en casa, Marlenne me vió y guiñándome el ojo se tomó una teta para que notara la erección que le produjo verme en su casa e imaginar que estaba ahí para coger con ella, agradecí que no se diera cuenta de lo que su madre y yo habíamos hecho pués, si Karla ahora me pertenecía no sería su hija quién echara todo a perder.
Desde entonces seguimos viéndonos pués me comentó que amaba a su esposo pero ni lo hacía como ahora nosotros y sobre todo el buscaba cada vez más sexo en otra parte, no sabemos si está bién o mal, lo que es cierto es que así nos gusta, además, si su esposo no la atiende como sucede conmigo es lógico pensar que buscará siempre quién cumpla sus deseos.
Marlenne no sospecha nada, igual que Karla de su hija, es fácil hacerlo con una u otra pues siempre buscan la manera de que nadie se entere de esta relación abiertamente clandestina pero muy placentera.
Continúa en EL REGALO DE MARLENNE