Secretos encontrados 2
Lara y Juan continuan con sus rifirafes hasta que la visita al centro comercial supone un acontecimiento inesperado.
No sé porque le había dicho a Juan que me masturbaba por las mañanas, pero me apetecía picarle un poco aunque la cara que puso fue bastante épica.
-¿Te masturbas todas las mañanas?-me pregunto muy sorprendido. Tenía la misma cara que esos dibujos animados en la que los ojos parece que se les salen de las orbitas.
-Por favor, que era broma… además mueve el culo que perdemos el autobús. –le dije para que empezáramos a movernos.
-Entonces ¿Si no lo haces porque dices que si?- me pregunto extrañado.
-Dios… que simples sois los tíos, no voy a contestar más preguntas de índole personal.
Al final conseguí que Juan se moviera, y después de coger todo para ir al instituto, nos dirigimos a la parada del bus.
Mientras esperábamos Juan seguía muy callado, creo que aun le estaba dando vueltas a lo de antes y aunque bueno es cierto que no es un tío al que las palabras le sobre tampoco es normal ese silencio.
-Oye ¿Te pasa algo? –le pregunte
-No, mira ahí llega el autobús, ¿Estará el príncipe dentro o no?- me dijo quitándole hierro al asunto.
-Quieres dejar de meterte con él, no te ha hecho nada. Y si, la verdad que en más de un aspecto más os gustaría pareceros a todos un poco más a él- menos en el aspecto de la sexualidad, pero eso obviamente lo pensé no se lo dije.
-¿Yo, parecerme a ricitos de oro? Jajajaja ni de coña, además yo no sería tan tonto de dejar escapar a una tía como tú.
-Eso lo dices porque eres mi hermano, y te recuerdo con no me dejo escapar, lo dejamos de mutuo acuerdo, y seguimos siendo muy amigos.
-Demasiados buenos amigos.- dijo en un susurro
-¿Qué quieres decir?
Pero no contesto porque justo en ese momento el autobús abrió las puertas y había que subir, dentro estaba todo prácticamente lleno, vi a Jorge al final del todo y a su lado habían dos huecos libres así que pensé que sería buena idea ponernos allí con él, y eso hice, me dirigí donde estaba Jorge seguida de mi hermano.
-¿No nos iremos a sentar con él?- me dijo con cara de pocos amigos.
-Pero a ti que narices te pasa hoy, ¿Quieres ir de pie? Por mi genial, pero yo me siento con él, te guste o no.
-Debe ser por el sueño que he interrumpido esta mañana, ¿Sabes que murmuras en sueños?
Perno no pude preguntarle nada más, porque llegamos a la altura de los asientos y nos sentamos, y esa conversación no me apetecía mantenerla con mi amigo Jorge delante aunque obviamente mis ideas y las de Juan eran completamente diferentes.
-Buenos días, oh príncipe azul.
-¿Quieres parar?- le dije a mi hermano mientras le daba un codazo.
-No te preocupes Lara, lo que le pasa a Blancanieves es que por lo visto Sonia ayer no le dio un pedacito de su manzana…
-Ojjj por favor, si vais a estar si todo el viajecito, niños, me levanto y me busco otro asiento.
-Nahhh no te preocupes hermanita, aquí ricitos de oro tiene envidia porque él hace mucho que no come.
-Eso es porque la última vez que comí lo hice hasta hartarme, tu hermana es más de lo que uno podría…
De repente y sin apenas darme tiempo a reaccionar Juan se levanto de la silla directo a Jorge, pero yo estaba en medio así que el puñetazo no acabó en la cara de Jorge que se aparto sino en la mía. Yo enseguida lleve mi mano a la boca porque así parecía que el dolor era menor aunque daba igual porque dolía de todas maneras.
-Joder Juan… - le dije cabreada
-Enana ¿Estás bien?
-No, dios como duele
-Bufff- me dijo Jorge- A ver déjame que te vea
-Si alguien la va a ver soy yo, gilipollas. – Dijo Juan, apartando a Jorge.
-Basta los dos. Estoy harta de esto, empezad a trataros bien o juro que la que empezara a repartir ostias seré yo, y creedme que no serán como las de misa estas os dolerán bastante. - Y justo cuando levante la cara los dos se me quedaron mirando pasmados
-¿Qué pasa? ¿Me han salido cuernos? No me miréis así que no me ayuda.
-Dios mío Blancanieves, te has lucido…- dijo Jorge pasándome un pañuelo
-Enana…
-No pasa nada, solo es el labio nada más.
-Ahora mismo nos vamos a urgencias- me dijo mi hermano.
-De eso nada tenemos examen de geografía recuerdas.
-Pues despídete porque nos vamos, coge tus cosas en la siguiente nos bajamos y esperamos el que va para el ambulatorio.
-Que no.
-Lara haz caso a tu hermano. Te tienen que mirar el labio, cada vez está más hinchado, creo que te lo ha partido.
-Que va, casi no me duele.
-¿Ah no?- entonces mi hermano se acerco y me lo toco con los dedos
-¡¡¡Joder!!!
-¿No decías que no dolía?- me dijo mi hermano irónico.
-Y no me duele si no me lo aprietan, ¿pero qué haces?
No me dio tiempo a decirle nada más, me cogió y cogió nuestras cosas y nos bajamos en esa parada.
-Podías haberme dejado despedirme de Jorge ¿no?
-Que le den, por su culpa te he pegado.
-No, es por culpa tuya que no se qué cojones te pasa esta mañana, pero de qué narices vas, ¿De superman o qué?
-Es que estaba diciendo…
-¿Qué?, ¿Qué nos acostábamos?, por favor Juan, ¿Qué creías que hacíamos cuando quedábamos? ¿Jugar al dómino, unos dados y un parchís?- la verdad que eso era casi casi lo que hacíamos pero él no tenía porque saberlo.
-Pero no me hace ni puta gracia, que eres mi hermana, no tendría que decir esas cosas.
-Empezaste tú con el maldito mote.
-¿Por qué siempre lo defiendes?
-Porque tu siempre lo atacas, venga vamos al médico ¿No es por eso por lo que nos hemos bajado del bus? pues venga.
En silencio nos dirigimos al ambulatorio, la verdad que cada vez me dolía mas el labio, pero no estaba lejos así que en unos diez minutos estábamos allí, nos dirigimos a urgencias. La verdad nos atendieron bastante deprisa, me miraron el labio me dijeron que tuviese cuidado me pusieron una especie de tirita y un analgésico para el dolor. Por fin llegamos al instituto, y tras contar lo ocurrido, más o menos, nos dejaron hacer el examen de geografía.
-Bufff tía tienes la cara que parece un mapa.- me dijo Sonia nada mas verme.
-Gracias Sonia tu siempre animando al personal.
-¿Pero qué ha pasado?
-Nada, un accidente.
-Mira por ahí viene tu príncipe.- me dijo viendo que se acercaba Jorge
-¿Podéis dejar de llamarlo así? ¿Desde cuándo tú lo llamas así?
-Es tu hermano que me lo ha pegado.
-Ya… pues creo que ya vale -le dije malhumorada
En esto que Jorge por fin llegaba donde estábamos nosotras.
-Hey Lara ¿Cómo va el labio?
-Bien, al menos puedo hablar, aunque eso si me duele un poco…
-¿Crees que mañana me podrás acompañar…?
-Por supuesto que si cariño- le dije intentando sonreír- intenta detenerme.
-Gracias, ¿Sabes que te quiero, verdad?- me dijo dándome un beso en la mejilla
-Y yo a ti- le dije mientras se alejaba
-Vaya, vaya pero ¿No lo habíais dejado?
-Sonia… por favor… déjame en paz, ya tengo suficiente con el pesado de mi casa.
-Vale, vale…
El resto de la mañana se me hizo eterno, entre el dolor de cabeza en general, y las preguntas de Sonia acerca de Jorge y yo… pensé que ese día no acababa nunca pero por fin el timbré sonó dando por concluido el día.
Mientras esperábamos el urbano los cuatro juntos, Juan abrazado a su nueva novia, mi mejor amiga Sonia, Jorge y yo, Sonia soltó la bomba.
-Bueno tortolitos ¿Dónde vais mañana?-la cara de mi hermano al escuchar eso fue un poema
-Sonia, cierra el pico, no deberías hablar de lo que no conoces.
-Sabes Sonia, no deberías meterte en conversaciones ajenas, pero ya que hablas, Lara y yo nos vamos mañana al centro comercial –dijo Jorge.
-Lara mañana no va a ningún lado- dijo mi hermano
-¿Perdona? No tengo que pedirte permiso a ti, y papá y mamá ya me lo han dado así que no hay más que hablar.
-¿Y qué vais a hacer tu y el princi… esto eh Jorge en el centro comercial?
-Follar en los probadores, es que nunca lo he probado y me da morbo –normalmente cuando me interrogaban de esa manera salía mi lado borde.
Sonia se quedo con la boca abierta, Jorge se empezó a reír como si hubiese contado el mejor chiste de la tierra y Juan… bueno su cara era un poema, y una trágico por lo que podía ver.
-Lara he dicho que no vas y no vas y fin de la conversación. -Dijo mi hermano
-Mira chulo playa, si a tu novia le mola el rollo yo Tarzán tú Jane, genial, pero a mí no y tú no vas a decirme que tengo que hacer.
Juan se separo de Sonia se acerco a mí, me agarro de los brazos y con su nariz pegada a la mía me dijo:
-Ya veremos, Anana, ya veremos…
Nunca lo había visto así, resoplaba por la nariz y sus ojos miraban los míos, sus pupilas estaban dilatadas, y nuestros cuerpos estaban pegados mis brazos estaban sujetos por sus manos.
-Creo que lo mejor será clamarnos todos un poco- Dijo Juan tratando de separarnos y calmando el ambiente- mira Lara, obviamente si mañana te encuentras mal no quiero que vayamos, Juan suéltala que no es tonta, y sabes que si se encuentra mal no irá.
Finalmente Juan me soltó, justamente cuando llegaba el autobús, Juan y Sonia se sentaron en los asientos delante de nosotros y en cuento el bus se puso en marcha, empezaron a tocarse igual o peor que el día anterior en los aparcamientos.
-Por Dios, podéis parar hay niños delante.
-Vamos hermanita, no seas así, mañana tu y el amigo os daréis una fiesta privada en los probadores así que…
-La diferencia está en que los probadores son individuales, y no nos verá nadie…
-Muy sencillo Enana, si no quieres ver, no mires
Después de esto siguieron con su particular magreo mientras Jorge y yo, detrás de ellos hablamos de cómo nos reuniríamos en la estación, cogeríamos billetes…
Por fin llegamos a nuestra parada me despedí de Jorge y me baje sin esperar a Juan.
-Enana, espérame, ¡¡¡Enana!!!
-Uy, perdón pensé que la sesión de besos y magreos no había acabado, os deje para que empezarais el segundo acto, lo que pasa con esas funciones es que al final se hacen repetitivas…
-¿Estas celosa?
-No, estoy mareada
-¿Aun te duele la cabeza?
-No, lo que me pasa es que me dais asco
-¿Perdona?
-Si ya sabes, asco, repugnancia, repulsión, aversión, empacho, hastío…
-Ya sé que significa la palabra asco
-Entonces ¿por qué preguntas?
-Creo que lo que te pasa es que estas celosa
-¿Celosa de quien?
-De Sonia y de mi, la verdad ahora que lo pienso ¿Hace cuanto no te besan?
-¿Y a ti que te importa?
-Más de lo que crees Enana…
Y con eso me dejo en la puerta de casa, mientras el entraba la mar de contento saludando a nuestra madre, haciendo como si no hubiese pasado nada.
A mi madre no se le escapó el detalle de mi labio, le conté lo mismo que le había dicho a Sonia, no quería que castigasen a Juan por algo que hizo sin intención al menos sin intención de hacerme daño a mí.
-Lara me ha dicho tu hermano que mañana vais con Jorge al centro comercial.
-Sí, bueno, ya os lo comenté.
-Comentaste que ibas al centro comercial pero no con quien, mira hija no sé si ir con tu ex novio…
-Mamá, no empieces ¿quieres?, nos queremos como, no sé como hermanos supongo, no hay nada más, de verdad, solo vamos a pasar el día
-Está bien, pero creo que tu hermano debería acompañaros.
-¿Qué?, el no puede venir.
-¿Por qué no?
-Eso hermanita ¿Por qué no?- dijo mientras entraba en la cocina
-Porque… porque…
-Vamos Lara si vais todos en plan amigos ¿Qué más da que vaya?
-Mamá, no se llevan bien, tendría que separarlos cada dos por tres, no me apetece pasar así un día de compras.
-Vamos Enana, prometo portarme muy bien.
-Bueno Lara decidido, o te llevas a tu hermano también o no vas.
-¿Pero qué coño os pasa?
-Lara esa boca.
-No esa boca no, mamá, no quiero que venga, que se vaya con su nueva novia, porque sabes tiene una nueva… bueno una de tantas, ¿Se lo cuentas tu, o lo hago yo hermanito?
En ese mismo instante la sonrisa de Juan se le borro de la cara, ya era hora estaba harta de su buena cara, me ponía histérica, odiaba cuando ponía la cara de superioridad, esa que normalmente llevaba.
-Mamá, estoy saliendo con Sonia- dijo mi hermano con semblante serio.
-Eso es fantástico- dijo mi madre
-Espera ¿Fantástico?, ¿si yo salgo con Jorge, bueno salir, si soy su amiga está mal pero si el sale con una cada día y en este caso es Sonia mi mejor amiga es fantástico? ¿Esto qué es el mundo al revés?
-Lara, conocemos a Sonia de toda la vida sus padres son nuestros amigos hasta tu eres amiga suya desde siempre, es una buena chica…
-Si… buenísima, tócate los huevos…
-Lara, la boca. Por Dios pareces un camionero.
-Mamá, Sonia en lo único que es buena es en… bah déjalo es igual, sabéis que haced lo que os dé la gana, que tiene que venir que venga, que se quiere traer a la novia, que se la traiga, porque está visto que aquí la única que tiene que hacer lo que se le diga soy yo.
-Hija que dramática cuando quieres.
-Ni dramática, ni dramática, por Dios mamá que tengo 17 casi 18 años, los mismos que tu otro hijo, y el es un macho si sale con cien pero yo si salgo con alguien en plan amigos, alguien que conocéis desde hace años está mal… se me ha quitado el hambre me voy a estudiar.
Me pase todo el día en la habitación, ni siquiera mi padre me animo cuando vino, y eso que me hizo bromas sobre el labio, pero nada… De pronto me llego un whatsapp
-“Lara, my friend, mañana me ha dicho tu hermano que nos vamos todos de compras ¿no?”
-“Eso parece”
-“Ostras que bien, veras Jorge se va a morir cuando se entere jijiji”
Dios Jorge, aun no se lo había dicho no sabía cómo decírselo en fin…
-“Jorge, amore, tenemos problemas”
-“¿Qué tipo de problemas”
-“Se han apuntado Juan y Sonia, de hecho no me dejan ir si no vienen ellos”
-“No estarás hablando de mañana…”
“Siii, lo siento mucho, de verdad, lo he intentado todo pero…”
“Mira no pasa nada, tengo una idea, vamos todos y justo a la hora que he quedado digo que me ha llamado mi primo que estudia allí y que hemos quedado en la cafetería que serán un par de horas nada más”
-“Como se te ha ocurrido eso”
-“Mira…”
-“Vaya un liante estas hecho… pero me vale, TQ”
-“Y yo a ti”
La mañana siguiente amaneció nublada, como yo, me dolía un poco el labio aunque la hinchazón casi había desaparecido, aunque eso si la herida no pintaba muy bien, así que decidí darme una ducha caliente, entre en el baño, me quite el pijama, regule la temperatura de la ducha y me metí debajo del chorro. De repente la puerta se abrió…
-Enana has termina…
-Joder Juan, la gente llama a las puertas -le dije mientras intentaba taparme.
De repente ahí estaba yo desnuda, tratando de taparme debajo del chorro de la ducha, y mi hermano acababa de entrar solo con el pantalón del pijama, nos quedamos quietos sin saber que hacer o que decir de repente mi hermano dijo:
-Bueno ya puestos…- y empezó a desvestirse, bueno a quitarse lo poco que llevaba yo me había quedado de piedra, no sabía qué hacer seguía debajo de la ducha mientras él se quitaba los pantalones y los calzoncillos, dios mío, era perfecto, estaba realmente muy fibrado, y no me extraña que tuviera tantas parejas con eso entre las piernas…
-Pero… pero… ¿Se puede saber que haces?
-Enana, voy a ducharme, hazme sitio, y cierra la boca, parece que no hayas visto a un hombre desnudo en tu vida.
-¿Pero se te ha ido la olla o qué?
-Sera que no hemos compartido duchas…
-Sí, cuando teníamos 4 años.
-Pues ahora es lo mismo pero más grandecitos
-Que no, vete, además sigo enfadada…
De repente me cogió de los brazos y los separo de mi cuerpo, dejándome igual de expuesta que lo estaba el.
-Vaya, por fin, igualdad de condiciones. Enana, no sabía que había ese cuerpazo debajo de la ropa… lo intuía pero…
-Dios que vergüenza…como nos pille mamá.
-Nah mamá se ha ido con papá a comprar temprano, creo que quieren aprovechar la casa cuando no estemos… ya sabes
-Anda calla…, ¿Y ahora qué?
-Pues ahora nos duchamos…
-Pero…
-A ver primero el jabón…
Cogió el jabón del pelo y empezó a esparcirlo por mi pelo, después me lo enjabonó suavemente, para mi aquello era el infierno, estar tan cerca de él y no poder acariciarle o tocarle, mientras el me enjabonaba el pelo… decidí que lo mejor era actuar como lo hacia él, así que cuando acabo, cogí el jabón y se lo puse a él, para hacerlo me tuve que acercar mucho porque él es más alto que yo, estábamos casi pegados, mientras le enjabonaba como estaba medio agachado para no perder el equilibrio puso sus manos en mi cadera, de repente me miro a los ojos y me dijo:
-No sabes cuánto tiempo hacia que no disfrutaba de un baño… -Y me dedico esa sonrisa que hace que se me derrita el corazón, esa que solo me hace a mí, esa que hace que sus ojos se iluminen.
Cuando acabe de enjabonarle tocaba el cuerpo y antes de darme cuenta se echó jabón en las manos y me empezó a recorrer el cuerpo, mis pezones se tensaron al notar sus manos en mis hombros, lentamente las manos fueron bajando entre mis tetas, mi estomago… mi respiración empezó a acelerarse, y de repente me acaricio los pechos, primero por el borde y después pellizcando mis pezones…
-¿Te gusta Enana?- me pregunto con voz ronca, y yo no supe que contestas, así que hice justo lo que estaba haciendo el, puse jabón en mis manos y lo empecé a acariciar, lentamente, estaba depilado, así que empecé a enjabonar su pecho, y después sus abdominales, estaba dura, todo él estaba duro.
Estuvimos acariciándonos por todos lados, era el mejor baño de mi vida, el estaba duro y yo súper mojada
-Enana, abre las piernas, confía en mí.
Y de repente empezó a acariciar mis ingles, mientras me daba besos en el cuello, poco a poco acercándose a mis labios.
De repente dudo, y me lance yo, jamás había probado unos labios más dulces, es verdad que no había besado a muchos chicos pero me parecieron los mejores besos que jamás me habían dado. En consideración de mi pobre labio, el beso fue lento, pero sus manos, sus manos eran ávidas, buscaban mi sexo y por fin lo encontraron
-Enana, estas mojada, solo para mi ¿Verdad?
-Si- le dije entre gemido y gemido. Solo para ti, siempre has sido tu
Aquello lo volvió loco, cogió mi mano y la puso sobre su pene, mientras me acariciaba el clítoris, yo me quede quieta no sabía bien que hacer, mis experiencias con Jorge no habían salido nada bien y no estaba segura que tenía que hacer, así que lo único que se me ocurrió fue imitar los movimientos que él hacía en mi clítoris, seguir el mismo ritmo, de repente introdujo un dedo dentro de mi
-Dios mío, Juan… -le dije susurrante
-¿Te gusta?... ¿Si quieres paro?
-Como pares ahora te mato – Le dije entre jadeos.
Y sin importarme el labio, decidí que el siguiente beso no quería que fuese dulce, y mientras me comía su boca literalmente ambos aceleramos los movimientos, cada vez más deprisa, ahora eran dos los dedos que tenia dentro de mí…
-Eres tan estrecha… ¿Lara…?- había duda en su voz.
Yo sabía que pregunta era la que le rondaba en la cabeza pero no quería contestar, así que acelere los movimientos de mi mano y mientras con una subía y bajaba, con la otra empecé a acariciarle los huevos, ahora incluso estaba más duro y mientras me daba otro beso y enterraba sus dedos dentro de mí, mientras yo empecé a correrme el me acompaño a mí, los dos nos corrimos a la vez.
Después sin saber que decir, nos acabamos de aclarar, y salimos de la ducha antes de irnos cada uno a su cuarto a vestirnos envueltos en las toallas, Juan me cogió, me abrazo por detrás y nos puso frente al espejo, sentía tanta vergüenza era incapaz de mirarnos en el espejo, ¡Que habíamos hecho!, éramos hermanos…
-Lara, míranos por favor- me dijo susurrándome en el oído
-Se nos ha ido la olla, esto no es normal, no tenia que…
-Schhh, míranos y dime ¿Que ves?
-Pues nos veo a nosotros, juntos…
-¿Sabes que veo yo?, una pareja, chico y chica, que se quieren, y que por desgracia son hermanos
-Juan- le dije desbrazándome y mirándole a los ojos- Te quiero muchísimo, pero esto no ha debido suceder, esto está mal.
Cuando fui a irme de allí, a mi habitación antes de cruzar la puerta me preguntó
-Lara ¿Realmente perdiste la virginidad con Jorge o es un bulo? Porque cariño, por más que quieras no tienes mucha experiencia y con Jorge…
No le deje terminar, me moría de la vergüenza con todo lo que había pasado con lo que eso implicaba y fui corriendo a mi habitación y cerré la puerta con pestillo, justo cuando Juan me alcanzaba. Me quede apoyada en ella mientras Juan fuera me gritaba.
-¡¡Enana, dentro de un rato tendrás que salir, recuerda nuestra excursión, no podrás huir de mi eternamente cerrando puertas, tenemos una conversación pendiente, no puedes dejarme fuera de tu vida, nunca podrás!! ¿Me oyes Enana?
Continuará...
Espero vuestros comentarios y valoraciones. =)