Secretos encontrados 1

Tuve un problema con mi e-mail, rehice la cuenta, y modifique un poco los relatos y los vuelvo a enviar. Lara y Juan son dos hermanos, cuyo destino está unido desde que nacieron.

-¡¡¡¡Enana!!! Sal ya del baño, que me estoy meando y no puedo mas..

-Cállate idiota, ¿No ves que me estoy acabando de arreglar?

Todas las mañanas eran iguales, mi hermano y yo discutíamos por el baño mientras mi madre en la cocina nos preparaba el desayuno. Mi hermano y yo somos mellizos, por lo que siempre hemos tenido que aguantarnos y soportarnos, y aunque hace años que no compartimos habitación, aún tenemos que compartir baño.

Los dos somos bastante parecidos somos morenos y nuestros ojos son de color marrón verdoso muy bonito (o eso dice la gente), la diferencia está en que él es bastante más alto que yo unos 30 cm. Está bastante fibrado porque juega al baloncesto con el instituto y además hace natación, yo soy como muchos me definen todo curvas, muchas tetas y mucho culo, pero vamos no he oído ninguna queja negativa al respecto por ahora.

-Por fin sales del baño, joder, ya me dirás algún día qué coño haces porque no es normal el tiempo que te pegas ahí dentro metida, ¿No será que por las mañanas te das una alegría?- me dijo intentando picarme, el es así siempre estamos de pullitas.

-¿Qué? ¿Tú estás tonto o qué?, anda entra, y date prisa que llegamos tarde… -El se metió en el baño por fin pero antes de cerrar la puerta me volvió a llamar -¡¡¡Enana!!!

-¿Qué quieres ahora?- me gire super molesta.

-Aun no has respondido a mi pregunta… ¿no me digas que la pequeña de la casa ya se toca y todo?

-Primero pequeña por 3 minutos apenas, segundo si me toco o no, no es asunto tuyo, y tercero cree el ladrón que todos son de su condición.- Y con esto me dirigí a la cocina.

Llegamos al instituto por los pelos, y el día paso entre clases de geografía, historia, inglés… hasta el ansiado descanso, el recreo.

-Bufff Lara no veas que bueno se está poniendo tu hermano ¿No?, entre los musculitos del baloncesto y ese culo de la natación…

-Tía, que es mi hermano…-le dije molesta

-Ya, ya, pero míratelo bien, como un hombre y no como tu hermano, ¿No me negaras que tu madre es una pastelera de cojones? Hacer semejante bombón no tiene precio… buffff tengo calor solo de imaginármelo sin ropa.

-Anda tía cállate ya quieres, lo que me parece a mí es que tu lo que tienes ganas es de follar y es ver a un tío y se te caen las bragas- mi amiga es una tía genial, pero en cuanto a tíos se refiere… es un poco loba.

-Habló la gatita que como aun es virgen…

-¿Te puedes callar?- le dije apurada mirando a todos los lados por si alguien la había oído- no es que me avergüence pero joder no tiene que enterarse todo el mundo ¿Vale?

La única que sabía que no había perdido la virginidad con Jorge era mi mejor amiga Sonia. La verdad que la historia de Jorge conmigo parecía de novela, empezamos a salir a los 15 cuando por fin nos vimos con ganas de intentar algo más, Jorge no conseguía ponerse duro, y bueno mi inexperiencia quizás tampoco ayudaba mucho, pero después de la tercera vez sin conseguirlo se me echó a llorar, y me dijo que se había dado cuenta que le molaban los tíos, que me quería mucho pero que no podía. Después de aquello aguantamos cinco meses más, en una relación ficticia, yo sería su tapadera con todo el colegio si él decía que lo habíamos hecho. Después de aquello Jorge y yo seguimos tan inseparables como siempre y la gente no sabe aun la verdad, de hecho no entienden como dos personas que se quieren tanto pueden dejar la relación y ser tan amigos, lo que no saben es que nos queremos tanto y nos parecemos tanto que hasta nos gustan las mismas personas, sobre todo en lo referente al sexo.

El timbré sonó y nos dirigimos de vuelta a las clases, me senté al lado de Jorge para la clase de historia del arte.

-Tía ¿A que no sabes qué?- me pregunto muy emocionado.

-Mmmmm no, ¿Qué?

  • Ayer conocí a un tío por el chat…- Jorge es un amor y su principal problema es que tiende a confiar en todo el mundo sin pensar en el peligro que eso supone.

-Jorge, cariño te he dicho que no te fíes de esos sitios, que no sabes quién está al otro lado.

-Ya por eso he pensando en ti, “Mama”- me dijo como si hablase con una persona 30 años mayor.

-¿En mi?- le dije esceptica

-Sí, mira escucha, tú me acompañas, hemos quedado en el centro comercial, si el tío es un cardo hacemos ver que nos hemos encontrado allí y con una excusa me salvas, si por el contrario esta bueno pues te pasas el día por ahí comprándote cositas, yo me lo paso bien y nos volvemos juntos, ¿Qué te parece?

-Que cada día estas más loco, y si no fuese así no podría ni soportarte jejeje y que te quiero mucho así que si, iré, pero más te vale que sea un bombón ¿me oyes? Porque como después tenga que oírte una sola queja…

-Señora, si, señora -Me dejo mientras hacia el saludo militar.

Jorge era el sueño de cualquier tía, alto, rubio, ojos azules un joven Brad Pitt español, además con esa melenita… reconozcámoslo hacían de él un autentico Adonis, me dolió saber que era gay pero sé que jamás hubiese podido darle lo que él buscaba y realmente necesitaba y sé que soy la mujer que más quiere después de su madre, y eso como mínimo compensaba todo lo demás, se que él junto con mi hermano harían lo que fuese si en un momento dado yo lo pasaba mal.

Así paso la mañana hasta el mediodía en el que volvíamos a casa y hasta el día siguiente nada, bueno nada no, porque estábamos al borde de la selectividad y bueno teníamos muchísimos exámenes, trabajos… en fin, mucha presión, quizás demasiada.

-Bueno Juan ya sabes…- pude escuchar de refilón como hablaba Sonia con mi hermano.

¿Qué narices estaba haciendo Sonia con mi hermano? ¿Y qué coño es lo que sabe? De repente y en el aparcamiento sin que nadie lo esperara se dieron un santo morreo delante de todo el instituto, es verdad que Sonia no era conocida por su recato, pero joder, ese magreo debía estar hasta penado por la ley. Empezaron a besarse como si no existiese nada más, ella sentada en la moto de mi hermano mientras lo rodeaba con sus piernas, y él con sus manos debajo de su camiseta.

-Creo que ya vale, que os está mirando todo el mundo por Dios…- les dije cuando llegamos hasta ellos.

-¿No me digas que la niña esta celosa?- dijo mi hermano, como de costumbre tratando de hacerme cabrear.

-Tú eres idiota, y tú – refiriéndome a Sonia- baja de la puta moto que me quiero ir a casa, tenemos que comer y estudiar si queremos pasar los exámenes.

-Vamos Lara, que prácticamente somos cuñadas…-dijo Sonia aun agarrada a la cintura de mi hermano.

-Bah déjala, debe ser que esta mañana no ha sido de las mejores…

-Podéis hacer el favor de iros a la mierda los dos, en tortuga a poder ser, paraqué lo podáis hacer poco a poco…

-Vamos Lara no te pongas así, venga ya me voy… hasta luego guapo- dijo Sonia separando sus piernas de la cintura de mi hermano y bajando de la moto.

-No tranquila, quédate y si quieres te lo follas, cuidado no te pegue nada, está mal que yo lo diga pero ya sabes que se folla a todo lo que se menea, y quién sabe si no habrá pillado algo por ahí.

-Enana, no me tientes, que se me están empezando a hinchar los cojones…

-Pensé que de eso  era precisamente de lo que se había encargado Sonia…

Y con esta frase los deje a los dos allí y me dirigí hacia el autobús escolar, hasta que sentí una mano agarrándome fuertemente del brazo.

-No seas niñata y sube a la moto, ahora.

-Que te crees tú eso, me voy en urbano a casa, así puedes llevarte a Sonia y acabáis lo que habéis empezado, que no hay que echarle mucha imaginación para saber cómo acabara, si quieres te dejo una gomita, aun me debe quedar alguna ya sabes… es que no me gustaría ser tita tan pronto- le dije con una sonrisa irónica.

-¿Y con qué piensas pagar el urbano, eh listilla?- me respondió el de la misma manera y como por arte de magia Jorge llego hasta donde estábamos nosotros.

-Yo se lo pagare, así os dais tiempo a calmaros ¿No creéis?

-Como no… el príncipe azul al rescate, pero ¿Tú no tienes vida? ¿Qué pasa vais a volver a intentarlo o qué?- respondió soltándome por fin del brazo.

-Si lo volvemos a intentar no es cosa tuya me oyes- le dije muy cabreada- haz el favor de irte con Sonia a hacer lo que te de la real gana, que yo me iré con Jorge.

-En casa hablamos- me dijo, aunque no sonó como un aviso sino como una amenaza.

-En casa nada, esta conversación se acaba aquí.

Después de esto Juan se fue hasta la moto morreo a Sonia, se montaron y salieron cagando ostias del aparcamiento, mientras Jorge y yo nos dirigimos al bus podíamos oír como se alejaba la moto

-Lara ¿Estás bien?- me pregunto Jorge muy preocupado.

-Claro. Le dije muy seca.

-Te gusta tu hermano- soltó de repente

  • ¿Eso que es una pregunta? ¿Estás loco?

-Lara… no era una pregunta, mira cariño nos conocemos, jamás te pusiste así conmigo, ni jamás te había visto tan histérica y celosa.

-Eso es porque son mi hermano y mi mejor amiga y…y no estoy celosa.

-Lara que soy yo, no me jodas, el amigo gay encubierto ¿Recuerdas?, se que no es natural, pero…

-Ni peros ni poyas me oyes, no es lo que crees y punto, fin de la conversación.

-Lara no puedes dejar a los demás con las palabras en la boca para salirte con la tuya, de verdad es una costumbre que saca de quicio a cualquiera.

-¿Quieres que pasado mañana te acompañe no? Pues cierra la maldita boca de una vez- Esta conversación me estaba poniendo cada vez más nerviosa.

El camino hasta casa se hizo eterno, Jorge antes de despedirnos me dio un beso y un abrazo, sabía que no estaba bien y era su manera de consolarme, sabía que todo lo que dijese me lo tomaría a mal y la mejor manera de mostrarme su apoyo era esta.

Cuando llegue a casa justo al ir a poner la llave en la cerradura la puerta se abrió de golpe, dejándome cara de lela y con las llaves de la mano.

-Vaya con la Enana, monta una escenita, y después encuentra el consuelo en Jorgito, quien imaginaria que los tortolitos volverían, si hubiera sabido…

-Mira Juan te pido disculpas por lo del aparcamiento, no era mi intención pero me pillasteis en un renuncio, es mi mejor amiga y tu mi hermano, si estáis saliendo genial y si no, pues no se, espero que no os hagáis daño, dile a mama que no tengo hambre, me voy a la habitación a estudiar un poco.

Diciéndole esto y dejándole con la palabra en la boca me fui a mi habitación, estaba muy cansada y sin darme cuenta me quede dormida, me despertó el sonido del whatsapp, era un mensaje de Sonia.

-“Tía, ¿estás enfadada? Espero que no ¿mañana nos vemos vale?”

-“No estoy enfadada, pero podías haberme dicho lo tuyo con mi hermano, que pensé que había confianza? De ahí los comentarios en el recreo?”

-“Pues si, tía, lo siento, llevábamos una semana liadillos y  sé que te lo teníamos que haber dicho, pero no sabíamos como…”

-“No pasa nada, ¿mañana hablamos vale?”

De repente me llamaron a la puerta de la habitación, ¿Qué narices le pasaba al mundo?

-¿Enana?- genial pensé suspirando, el que faltaba

-Anda pasa

-Joder, me habías asustado, ¿Te encuentras bien? No bajas a comer, pareces ausente…

-Sí, necesitaba dormir, eso es todo, los exámenes, los trabajos y mil historias en mi cabeza últimamente no me dejan descansar ni ver las cosas con perspectiva.

-Siento lo que dije antes de Jorge y tu… - me dijo con cara de cordero degollado- Se que no es de mi incumbencia pero no quiero volver a verte sufrir por un amor que se ve que no va a surgir.

-No pasa nada, no te preocupes. Además lo del amor lo sé Jorge y yo somos también mayorcitos y sabemos que no habrá nada más allá de la amistad.

-Ok, Mamá se ha ido ¿Quieres que te caliente la comida?

-No, no tengo hambre.

-Deberías comer…

-Lo sé pero un día es un día, no tengo hambre.

-Está bien, ¿te apetece estudiar conmigo geografía?, se te da mejor que a mí, y así me ayudas un poco.

-Pero que cara más dura tienes…

-Y bonita, ¿Te crees que ser tan guapo no es un trabajo? Las nenas se me rifan, las tengo que ir apartando, tantas babas algún día me harán resbalar.

-Jajajaja mas quisieras…- le dije tirándole una cojín que cogió al vuelo- además ahora solo te tiene que importar una nena, mira Sonia es mi amiga no quiero que os hagáis daño, os conozco a los dos y bueno…

-Lo mío con Sonia no es nada ¿Entendido enana? Y no quiero que pienses en nuestra relación ni nada por el estilo.

-Si

Al final todo quedo en nada, estuvimos estudiando toda la tarde, hablando también un poco de Sonia y Jorge y de los exámenes y el instituto en general.

Cuando me fui a la cama solo tenía ganas de dormir pero de repente me tocaron a la puerta de la habitación.

-Enana ¿Puedo pasar?

-Si claro, entra.

Juan para dormir solo llevaba unos pantalones viejos de chándal, los de esa semana eran grises, la verdad es que tenía un cuerpazo. La verdad es que desde hacía varios meses me sentía atraída por él, había sucedido sin darme cuenta, un dia era mi hermano y al otro no podía ni mirarlo porque sentía que mi cuerpo reaccionaba solo con su presencia, a veces solo con su olor. Eso es algo que nadie sabía, ni siquiera lo había escrito en mi diario por si alguien lo leía, me daba muchísima vergüenza, eso era incesto, por Dios, no estaba bien, pero cuanto más lo miraba…

-¿Qué quieres Juan? Tengo sueño, y me gustaría dormir de una vez.

-Era para comentarte que mañana no iremos en la moto al instituto, creo que lo mejor será ir en el urbano.

-¿Hola? ¿Qué le pasa a la moto? –le pregunté extrañada

-Veras… después de nuestra pelea, pues he dejado a Sonia en su casa y bueno… como estaba tan enfadado no me he dado cuenta y me he chocado

-¿Qué te has chocado?- de repente no podía estar sentada en la cama.

Me levante como un resorte, empecé a tocarle por todas partes buscando moratones, rasguños, no se algún indicio de que estaba mal, que se había hecho daño. Dios mio lo que podía haber pasado…

-Enana para –me dijo-para de verdad, que no me ha pasado nada, bueno si, que la moto no va muy bien y mañana tendré que llevarla al taller, y me costara un pico, ya sabes que a los papas no les gusta gastar dinero en esas cosas.

-Joder me habías asustado- le dije mientras me resbalaban dos lágrimas por las mejillas.

-Hey, no, no, no, ni se te ocurra llorar ¿eh?, que no ha pasado nada, solo la moto ¿Vale?

-Ya pero… -le dije muy nerviosa, mirándole aun por todos los lados.

-Pero nada, ven aquí

De repente me abrazo, me encontré con la cara pegada a su pecho y rodeada por sus brazos, se estaba tan bien ahí, esto era lo más cerca del cielo que se podía estar eso seguro… y sin pensarlo de mi boca salieron las palabras que pensé que nunca me atrevería a decir.

-Duerme conmigo Juan

-¿Qué?

-Que duermas conmigo, como cuando éramos pequeños, por favor.

-Pero si no cabemos ahí.

-Por favor….

-Está bien…- cedió finalmente- pero si me siento incomodo, o me matas a patadas me piro.

-Vale –le dije sonriendo mientras él me devolvía la sonrisa.

-Por una sonrisa de esas uno sería capaz de matar lo sabes ¿verdad Enana?

-Algo me habían comentado.

-¿No pensarás dormir así?

-Es mi pijama…-mi pijama consistía en una camiseta de tirantes corta y pantalones cortos.

-Joder Lara, que vale que somos hermanos pero soy un hombre, ten compasión de mí.

-Y yo soy mujer, venga no seas tonto y metete en la cama.

-Pero…

-Sin peros a la cama, ya

-Está bien señorita…

Nos metimos los dos en la cama, es verdad que estábamos un poco apretados pero me encantaba esa sensación, los dos abrazados, mientras me quedaba dormida me pareció oír murmurar a mi hermano pero no lo entendí muy bien.

Pipipi pipipi pipipi

-Mmmm que cojon…

-El despertador espera que lo apago.

-¿Joder qué hora es?

  • Las 7

-¿Las 7?, ahora entiendo que siempre pille el baño ocupado…- me dijo mientras se desperezaba- Creo que hacía días, años que no dormía tan bien, es cómodo que seas tan blandita, sobre todo cierta parte de tu anatomía…

-Anda calla que soy tu hermana-  le dije riendome

-Ahora mismo no lo eres, es más –y abrazándome más fuerte me dijo junto al oído -¿Lo notas?- me dijo ajustándome a su cuerpo, no cabía un alfiler entre nuestros cuerpos, de pegados que estaban.

Joder estaba duro, muy duro… y sin darme cuenta paso lo que durante tanto tiempo soñé con que pasara, me beso, dios como besaba… mientras me acariciaba y me acercaba mas a él, su lengua se introducía en mi boca, me obligaba a reaccionar, a besarle, y yo estaba más que encantada… mientras me besaba se echó hacia atrás en la cama y se puso entre mis piernas mientras me besaba y mordía mis labios lo notaba duro encima de mí, y aunque la ropa nos separaba yo empecé a notar cómo me empezaba a mojar. Puede que fuese virgen pero ya me había masturbado varias veces, y sabia que me está excitando, tenia los pezones duros, como piedras, el empezó a acariciarlos por encima de la camiseta y dejo mis labios para besarme la cara, las mejillas, hasta las orejas… empezó a acelerar los movimientos de sus caderas, cada vez estaba más caliente, necesitaba más…

-Despierta- me decía entre besos

-¿Qué?- le dije entre jadeos

-Despierta, Enana –seguía diciendome

De repente me desperté, abrazada a la almohada…

-Te has dormido, va vístete tenemos que irnos- me dijo mi hermano que estaba de pie al lado de la cama, mirándome de manera extraña

-Pero…

-Dios que tonta te levantas por las mañanas…

-¿Pero tú no estabas aquí durmiendo?

-¿Estas de guasa? No hay quien duerma contigo, y menos en un sitio tan pequeño no paras de moverte, me tiraste dos veces de la cama, al final me fui aburrido de tener que pelear contigo y más si siempre ganabas tu.

-Ahmmm, vale dame tiempo que me visto y nos vamos

-Pero date prisa

De repente Lara se dio cuenta de que estaba abrazada a la almohada, de la misma manera que la abrazaba cuando tenía sueños húmedos, y se sonrojo. Cuando acabo de ducharse y de desayunar se reunió con su hermano.

-Ya estoy, ¿nos vamos?

-Podrías darte esa prisa en el baño siempre.

-Sí, pero entonces no te haría enfadar…

-Entonces reconoces que te tocas ¿eh?- le dijo Juan tratando de volver al tema que había dejado el día anterior.

-Pues si –contesto ella, dejando boquiabierto a su hermano- me corro todas las mañanas, no veas que gusto me da, debajo del agua calentita, masturbarme de manera tan placentera, deberías probarlo, hace que el día comience de mejor manera.

Lo mejor fue la cara de Juan, su cuerpo se puso rígido y su mirada se hizo más intensa, ya era hora de que fuese él el que se quedara con la boca abierta.

-Dios la Enana ha crecido definitivamente- dijo Juan, y la idea era volverlo loco.

Continuará...

Espero vuestros comentarios y valoraciones, tuve un problema con el e-mail y tuve que dar de baja esto y volver a enviarlo todo de nuevo, muchas gracias.