Secretos del oceano
Pasa toda nuestra vida o solo los mejores momentos ante nuestros ojos cuando el final esta cerca.
Capítulo II
Pecado Original.
Cuando cayó al agua automáticamente sintió que se ahogaba, la corriente del barco lo atrapo y lo sumergió en las profundidades del océano, intento nadar, pero no tenía fuerzas, se sintió perdido, la falta de aire comenzaba a sumergirlo en la inconsciencia, se supo perdido y dejo de luchar, su ultimo pensamiento fue un recuerdo, tenia dieciséis años y el novio de su hermana, de 18 años le estaba sobando la polla, él se sentía bien, le gustaba Marcos, era un muchacho fuerte y guapo, de pelo castaño y ojos cafés, en realidad no muy alto, pero a su edad Marcos le parecía todo un hombre. Marcos había llegado a su casa buscando a su hermana, pero ella había salido con su madre y su padre a la capital, para comprar su vestido de graduación. Marcos quiso marcharse, pero él le pidió que no le dejase solo, a lo que él acepto, el chaval le caía bien, además era muy guapo, se quedo en su casa, y se pusieron a ver televisión, en un momento dado al estar cambiando la infinidad de canales apareció una escena de una película en la que dos hombres se estaban dando un beso, Marcos la detuvo instintivamente y se quedo contemplando la escena. Cuando el beso termino Marcos reacciono y se dio cuenta donde estaba entonces volteo para encontrarse la inocente mirada verde del hermano de su novia.
-T e gusto- había preguntado.
-No sé de qué me hablas, solo me distraje- respondió Marcos.
-Ah, lo siento, es solo que parecía que la estabas viendo.- el chaval clavo sus ojos en los de Marcos. Aunque si la hubieras estado viendo no importa, a mi si me gusto.
Marcos no lo podía creer, el niñato acababa de decirle que una escena homosexual le había gustado; le miro, pero con ojos diferentes, con ojos de deseo. Se dio cuenta de que el muchacho le mantenía la mirada. A sus 16 años no era nada despreciable, tenía un cuerpo esbelto, bastante esbelto para ser francos; pero sus facciones eran las de un niño que se está volviendo hombre, de cara delicada y rasgos un poco femeninos su cuñadito era un espécimen digno de admirarse. Marcos estaba absorto ante esta contemplación así que no percibió que el adolescente había comenzado a moverse lenta pero decididamente hacia él, cuando Marcos salió de su estupor se encontró con que el espacio entre ellos era casi nulo, inexistente. Las miradas se encontraron , en una estaba la búsqueda de un permiso la del otro reflejaba la lucha interna a la que estaba siendo sometida la conciencia; mientras esta batalla se libraba en el interior de Marcos el niño se armo de valor y en un impulso acerco sus labios al objeto de su deseo. Marcos se quedo frio no sabía come reaccionar, no quería dejarse dominar por la pasión así que alejo un poco la cabeza. Pero el precoz adolescente estaba siendo llevado por las hormonas, hormonas mismas que comenzaban a actuar y embobar los sentidos de Marcos.
-Esto no está bien, soy el novio de tu hermana.- argumento Marcos, mas en un intento por controlarse a él que por controlar al niño. Pero este solo dijo ajam, y volvió a acercar sus labios a los de Marcos. Aunque Marcos no quería corresponder su cuerpo se lo exigía, pero pudo mas su sentido común así que volvió a romper el contacto.
-No debemos hacerlo, tu familia puede llegar en cualquier momento.- Otro humm y de nuevo al ataque, Marcos ya no tenía casi nada de voluntad, la poca que le quedaba desaparecía rápidamente, ya tenía agitada la respiración y sus labios comenzaron a moverse. Pero recupero fuerzas y expuso el último de sus argumentos.
-Esto es incorrecto, eres demasiado chico además que dirán de nosotros.- Marcos intentaba controlarse, ahora era él el que quería besar al adolescente, pero en su interior sabía que había hecho lo correcto.
-Por mí que den misa, y ahora por favor bésame como quieres y como debes de hacerlo.- Y los labios de Marcos sintieron de nuevo el calor del otro hombre, Marcos ya no pudo mas, rodeo con sus manos el cuerpo del niño, lo tomo en brazos y lo sentó sobre sus piernas, los cuerpos se amoldaban perfectamente el uno al otro, la boca de Marcos siguiendo la instrucción y el deseo había comenzado a corresponder el beso, lo había hacho de manera salvaje liberando la tensión y el esfuerzo contenidos durante la lucha contra los principios, la boca del joven se abrió y Marcos instintivamente abrió la suya, sintió su lengua y la del adolescente luchar, conocerse, sentirse. Era tersa y suave además de que tenía un sabor dulce, Marcos comenzó a acariciar el cuerpo de su joven amante por debajo de la ropa, acerco su cuerpo aun mas y en un arrebato de pasión le quito la camisa, pero entonces el pudor le recordó los prejuicios y rompió el contacto mientras horrorizado se daba cuenta de lo que ocurría. El muchacho sintió esta nueva duda y no dispuesto a renunciar a su nuevo juguete se acero al cuerpo de Marcos y en un susurro le dijo:- sin remordimientos, sin límites y sin pensarlo, lo deseo y tú también, solo siéntelo y déjate llevar, lo quiero.- Dicho esto puso su mano sobre el órgano de Marcos, que había perdido un poco su erección pero las palabras y el tacto devolvieron la sangre a donde debía de estar. Marcos sonrió para sí y un último pensamiento coherente fue formulado por su cerebro "el niño me sedujo, Dios es un pequeño monstruo" después se sumergió en un mar de deseo y pasión, se dejo llevar por el pecado de la carne. Acerco su boca al cuello del muchacho y cual vampiro sediento de sangre comenzó a comerse ese cuello a besos, mientras que con sus manos comenzó a acariciar ese redondo culo que muchas veces había soñado con penetrar. El niño solo gemía y gemía de placer, Marcos sabía que su experiencia era sin duda su mejor arma así que sabría utilizarla al igual que el muchacho había utilizado su "inocencia" Marcos sintió como su amante comenzaba a desabotonar la camisa, luego sintió sus manos acariciar su piel. Alzó un poco la cabeza para saborear el momento y en ese instante una bestia se lanzo al ataque; con una maestría inusual comió uno y luego otro de sus pezones, los mordía, los lamia y mientras con su boca atendía a uno sus manos masajeaban el otro, sintió el camino de besos hacia su cuello, pasando por su axila, sus hombros y luego como se comían de manera sensual su oreja.
Marcos emitía ligeros sonidos que revelaban lo bien que la estaba pasando, no podía creer que el hermano pequeño de su novia lo estuviese llevando a los limites del placer, no supo en qué momento había acabado desnudo, pero ahora estaba disfrutando de una de las mejores mamadas de su vida, ninguna mujer sería capaz de hacerlo igual, los besos desde los huevos hasta la cima del capullo, el pequeño juego en la cabeza de introducir su lengua por su ojo, la manera excitante en que jugaba con su polla como si esta fuese un caramelo, u un chupetín. Además de que el jovencito parecía estar en el séptimo cielo, volcado en cuerpo y alma en darle placer, Marcos estaba por acabar no aguantaría mucho y así le aviso a su amante. El joven paro de golpe y acerco su cara a la de Marcos, en la mirada verde se veía un fuego desconocido- Follame- fue la palabra que salió de sus labios una verdadera orden y por extraño que fuera Marcos obedeció y volteo el cuerpo del muchacho para con sus manos abrir su culo y comenzar a penetrarlo con su lengua, algo en Marcos le obligaba a querer cumplir la voluntad del adolescente al pie de la letra, estaba seguro que de haberlo pedido en ese instante Marcos habría sido capaz incluso de matar. Puso su alma en la labor que realizaba y cuando ya lo sintió preparado se separo y acerco la cabeza de su arma, comenzó a introducirla despacio, pero no se detuvo en ningún momento, sabía que ese ano era virgen y por lo tanto lo estaba disfrutando, pero también le dolía ver la cara de dolor del jovencito, finalmente logro que entrara toda, con un ultimo empujón que arrebato un grito de algo entre dolor y placer a su amante. Marcos se mantuvo quieto por unos momentos permitiendo al cuerpo del muchacho adaptarse a su intruso, después inicio un lento movimiento, la saco casi toda lentamente, y cuando ya estaba solo la cabeza dentro la introdujo toda de golpe, el grito esta vez fue de puro placer, Marcos siguió esta táctica arrancando alaridos, gemidos gritos del más puro éxtasis. Finalmente no aguanto más y se enterró hasta el fondo de su niño, para eyacular como nunca lo había hecho, de manera profusa y copiosa, temblaba de puro placer y en su mano descansaba la semilla de ese con quien había llegado al cielo, de mala gana separo el contacto entre ambos y luego tomo al jovencito en brazos, le llevo entre besos, caricias y sonrisas al baño, le baño y limpio como si fuese un dios y finalmente lo seco con extrema delicadeza con una de las toallas, luego lo tomo en brazos y lo llevo a la cama, donde lo recostó en su pecho y disfruto del resto de la noche con él.