Secretos de una nena de clóset ... primera parte
Revelando mi secreto a una amiga por fin conozco lo placentero que puede ser un dildo
Durante muchos años envidié a mis amigas (aún lo hago) cuando íbamos a los antros (discotecas) de la Ciudad de México. Verlas utilizar sus puti vestidos (que apenas cubrían sus nalgas) enseñando las tetas y acompañadas de unos tacones de punta que hacían resaltar más sus nalgas me daba mucha envidia y me hacía soñar que algún día podía ser una de esas chicas en puti vestido para verme putirica.
Recuerdo sentir mucha más envidia de ellas en nuestros viajes a Cocoyoc o Acapulco (clima cálido en ambos sitios) durante los fines de semana o algún finde largo. Esto era porque la mayoría eran delgadas y estaban buenas por lo que usaban bikinis muy coquetos y, recuerdo que, lo que más envidiaba era verlas en ese proceso de transformación para ir por la noche al antro con esos puti vestidos a enseñar el bronceado (y los calzones) a aquel hombre que supiera conquistarlas. Claro que esto me sirvió para ver lo que hacen las chicas y hacerlo cuando estuviera yo en ese proceso de transformación, me sirvió para aprender esos movimientos para provocar hombres y, como era de clóset, pues tomaba algunas de sus prendas usadas con su aroma. Me excitaba usar sus tangas manchadas fantaseando con que el hombre que abriera mis piernas sabría que huelo a mujer.
Tendría ya unos
28 años
y la cantidad de
ropa de mujer
que poseía se desbordaba por mis cajones: tangas de Victoria's Secrets de todos los colores que podrían imaginar y
que llevaba a diario debajo de mi ropa de chico (las tenía que lavar a escondidas), brasieres de todos los colores, medias al muslo, ligueros de varios colores, corsets, vestidos de gala, puti vestidos, leggings, blusas escotadas (obvio), mini faldas, etc.
A esa edad me iba más de fiesta y una colega del trabajo salía mucho conmigo, sabía que yo le atraía pero yo buscaba otras experiencias (hombres) y nadie lo sabía. Durante unos 4 meses nos íbamos de fiesta y siempre terminaba tirándome indirectas que ignoraba sutilmente y no porque ella no fuera atractiva (muy bajita, piel canela, tetona, nalgona, delgada y carácter alegre) sino porque yo buscaba divertirme de otra manera.
Un fin Sábado de Octubre me invitó a una fiesta fuera de la Ciudad de México y yo sabía que ese mismo finde mis padres no estarían en casa, quería aprovechar la oportunidad de transformarme en mujercita ya que tenía mucho de no hacerlo, por lo que rechacé la invitación.
Ese Sábado me coloqué cuanta ropa tenía y me tomé fotos de a montones como nunca había tomado, tengo fotos con cada una de las tangas que utilicé ese día. Ya transformada siempre me excitó mucho el hecho de abrir la puerta para caminar por la calle sintiéndome libre y, de algún modo, buscaba que alguien más que mi espejo me viera transformada en la señorita que amaba ser.
Había un chico (no he escrito aún de él pero saben por ahí que lo haré) del cual me sentía atraída a pesar de no haberlo visto jamás en fotografía, nuestra comunicación era por el ya extinto MSN o por email pero me escribía de una manera tan sensual que me importaba poco cómo fuera físicamente porque me tenía ganada (eso será historia de otro relato). Era ya de noche y llevaba puesto: peluca rizada larga, tanguita de encaje verde con negro, brasier de push up negro, una mini falda negra, blusa verde escotada y me maquillé como pude para verme linda porque en teoría éste chico vendría a mi casa.
A pesar de no conocerlo quería verlo y ver qué pasaba pero estaba nerviosa, de pronto suena el celular y yo toda emocionada respondo pensando que era él pero era mi amiga:
- Hola! Estás seguro que no puedes venir ni un ratito?
- Me encantaría pero no puedo en verdad, me siento un poco mal y prefiero guardarme.
<> * Hmm bueno, el lunes te cuento qué tal se puso. Te perdiste del vestido que me compré, es un Guess corto y escotado color negro. * Bueno, luego me lo enseñas y me dices dónde lo compraste?
<> * Y para qué quieres saber dónde lo compré?
<> * Si verdad? Nada, pásatela bien que luego me cuentas.
Colgamos y seguí con mi sesión de fotografías, una video llamada (ya les contaré), música, baile, y videos hasta que por fin terminé sentada frente a la computadora escuchando música y tocándome hasta vaciar mi excitación: me habían dejado plantada, vestida y alborotada. Inserté la
SD Card
de la cámara en la laptop del trabajo cambiando el nombre de la carpeta a Daniela y olvidé sacarla sin darme cuenta que no lo había hecho: grave error!
El lunes dejé mi laptop del trabajo en la oficina, yo me había tomado un par de días libres, y mi amiga necesitaba usarla porque yo tenía información que necesitaba urgentemente por lo que le di el usuario y
password
para que la sacara. Ese mismo día me llama por teléfono y me dice:
- Hola! Ya saqué la información, mil gracias.
<> * De nada, cuando necesites algo me avisas. * Oye, una duda, quién es Daniela?
<
<> * Hmmm! No, seguro que no conoces a otra Daniela?
<> * Ni idea de quién me hablas, sólo conozco a la que te digo. * Mañana nos podemos tomar un café? Quisiera platicar contigo algo. * Claro, dime donde y listo! <>
Al colgar corrí como loca a buscar mi cámara y noté que la
SD Card
no estaba: la había dejado en la laptop del trabajo y la habían visto. No dormí esa noche del nervio!
Acordamos vernos en un Starbucks, al terminar su horario de trabajo, en la Colonia Condesa. Lllegué un poco antes para encontrar un lugar lo más escondido y alejado de la gente posible para evitar que la conversación se escuchara (paranóica). Al cabo de unos 10 minutos llegó, nos saludamos normal y al sentarse me dijo:
- Mira, no quiero juzgarte ni nada, tú sabrás qué y por qué lo haces pero me sorprendió mucho ver fotografías tuyas vestido de mujer. Se te ven unas chichis (tetas) más grandes que las mías y eso que yo las tengo grandes. Posas demasiado sensual como si quisieras que te cojan y honestamente me quedé en shock.
<> * Lamento mucho que hayas visto esas fotografías, no es algo que me gustaría que supieran en el trabajo o la gente cercana a mi ya que no estoy listo para dar un siguiente paso. Es más, no sé si lo haré y, por ahora no está dentro de mis top 5 prioridades. * Ahora entiendo por qué no querías venir a la fiesta, vi la hora de las fotos y fue cuando te llamé. Estabas mirándote al espejo y hablando conmigo. Me siento tonta porque me compré un vestido pensando en ti y tú tenías un vestido pensando en no sé quien.
<> * En verdad lo lamento mucho y me apena lo que te diré pero creo que puedo hacer de mi vida lo que quiera. Lamento en verdad si te lastimó lo que viste y puedo entender cómo te sientes pero no es algo que tenga confianza en contar a medio mundo. No somos novios y siempre he dejado claro que busco otras cosas, ahora sabes qué podría ser. * No te preocupes, no te juzgo, te entiendo porque tengo muchos amigos gays y de mí nadie sabrá lo que haces. Es cosa tuya y tienes mi amistad!
<>
Obvio no hubo amistad! Lo cual creo que era lo mejor para ella y para mí que me sentía mal de que supiera mi secreto. Dejé de trabajar para esa empresa y comencé a trabajar en otra cercana al Ángel de la Independencia en Av. Reforma. Entre el cambio de trabajo, saber que alguien sabía mi secreto y acababa de cumplir
29 años
me tenía estresada y paranóica.
¿Recuerdan a Ale? ¿La amiga que se sentía atraída por mí pero que salía con un amigo mío? Bueno pues, después de aquella noche de bar hacía ya unos 4 años en Polanco donde me dijo que se sentía atraída por mí, comenzó a ser más directa cada que nos veíamos y que tenía unas copitas encima. Éramos iguales porque Ale y Daniela (ella no lo sabía) después de 2 copitas se puti transformaban jajaja.
Ale era, para quienes no la recuerdan, así: bajita, de caracter alegre, noble, piernas bien torneadas, tetas muy pequeñas, una cadera y nalgas que envidiaba a montones porque llamaban mucho la atención de los hombres. Con el paso de los años nos volvimos
besties
a pesar de que no nos viéramos tanto, digamos que yo confiaba ciegamente en ella y visceversa. A pesar de no llevar una relación tan estrecha con su novio, más por cuestiones laborales que por otra cosa, ella y yo nos seguíamos escribiendo y hablando muy seguido, tanto que mi colega estaba celoso de mí pero no me lo decía sino era Ale quien me lo comentaba y no le dejaba que saliéramos juntos porque temía que algo pasara entre nosotros. Con ella podía hablar de todo y era super abierta conmigo en todo, me daba muchos consejos para conseguir una chica y yo "escuchaba". Al final terminó con el colega porque no hubo química sexual, según lo que me dijo.
En alguna de nuestras tantas pláticas por teléfono (recuerdo perfecto que era un Viernes por la noche) comenzó a contarme que el novio que tenía en ese entonces
no la buscaba mucho para tener sexo (ella era muy caliente) por lo que esto les traía problemas y me comenzó a contar la situación:
- Pues hoy no nos vimos porque ya estoy harta, pasamos tiempo juntos y él no más no me toca. Me compro lencería, tangas, mini faldas, juego con él y lo provoco pero prefiere jugar X-Box o ver el futbol y hasta me dice que luego. Ya me harté!
- Ay Ale! Ignóralo o déjalo, no mereces alguien así porque eres hermosa y sensual.
- Y tú cómo sabes?
<> * Ay bueno pues tú me lo has dicho eh! Además siempre que vamos de fiesta te pones muy sexy y los hombres te voltean a ver. Con esa cadera y las nalgotas que tienes amiga puedes tener a quien quieras.
<> * Pues si pero no tengo al hombre que quiero, no más no se deja. * Ay si Ale, déjalo y vete de fiesta con tus amigas y diviértete.
<
<>
Tú por qué no saliste con la chica ésta con la que te vas de fiesta? Ya son novios? * No Ale, no somos ni seremos. * Por qué? Se divierten, es guapa, divertida, se ve buena onda. * Hmmm! Un día te contaré jajajaja. Ay bueno pero a ver, siempre puedes recurrir a una buena mano amiga, o no?
<> * De hecho si! Y quieres saber algo? Me gusta mucho masturbarme, coloco un poco de música romántica, apago las luces, coloco velas, me coloco en la cama boca arriba y comienzo tocando mis labios por encima de mi tanga mientras acaricio suavemente mis pezones.
Estaba sin palabras después de lo que escuché porque me excité demasiado, y no por imaginármela sino, porque me veía a mí haciéndolo. Mis masturbaciones se habían vuelto algo parecidas desde los 25 ya que me gustaba tocarme la "vagina" al tiempo que me tocaba con la mano izquierda el pezón derecho porq
ue así veía a las actríces porno hacerlo.
- Después que ya estoy un poco calientita y humectada comienzo a meterme los dedos poco a poquito y comienzo a jugar con el ritmo de la música, ingreso el dildo que tengo y juego con las velocidades hasta alcanzar el clímax. La velocidad es muy importante para alcanzarlo, empezar despacito y terminar rápido hace que me venga y moje muchísimo mi mano y las sábanas. Además dicen que me huele rico porque hay otras que no huelen rico.
Seguía sin palabras, porque quería intentarlo así como ella, cuando de repente me dice:
- Y te confieso que lo he hecho pensando en ti, en que tú me tocas y me coges durísimo después de calentarme.
- Ay Ale, no te creo eso último eh!
<> * Un día te lo voy a comprobar, ya verás! (me lo comprobó) Y bueno, tú qué haces? Qué miras? Cómo te tocas? Cuéntame.
<> * Ay pues ya sabes cómo son los hombres? O sea, vemos una mujer, se nos para, jalamos y ya, o sea cero romántico como tú.
<>
Cambiamos de tema porque creo que sintió que le daba vueltas al tema y al cabo de un rato colgamos sin más, aunque la plática me había dejado muy cachonda y quería probar sus métodos. Analicé todo lo que tenía en mi armario para Daniela y me di cuenta de que hacía falta algo escencial en el clóset de toda mujercita:
un dildo!
¿Cómo elegir el dildo adecuado?
Había visto los que se insertaban las actríces porno y había de todo. Simplemente no sabía cómo elegirlo así que después del trabajo pasé a una Sex Shop en la Zona Rosa un Viernes por la noche y, entrando con un poco de miedo de que alguien me reconociera por estar cerca del trabajo, comencé a mirar sin tocar hasta que un chico se acercó:
- Hola! En qué te puedo ayudar?
<> * Hola! Estoy buscado un dildo, tienes alguna recomendación? * Hmm! Pues depende para qué lo quieran tu novia y tú? Hay anillos, pequeños, vaginales, anales, etc.
<
<> * Ay que no te dé pena, aquí vienen muchos por sus cosas así que tranquilo.
<
Dentro de lo que me mostró vi uno que me enamoró: tenía testículos, ancho, poco más grande que el promedio, vibraba, era contra agua, color claro y se le notaban las venitas.
- Hmm! Éste me puede servir?
<> * Lo veo un poco grande y puede dolerte si no estás acostumbrado, lo acompañaría con un lubricante anal. * Me los llevo junto con unos condones!
<>
Quería un dildo por dos cosas: quería irme entrenando para que cuando viera a mi enamorado de MSN / email estuviera lista y porque así lo había sugerido mi amiga Ale. Contaba los días para que mis padres salieran de viaje nuevamente y poder estrenar mi juguetito, no pasó mucho tiempo para ello.
Una semana después tuve casa sola nuevamente y aproveché para vestirme sensualmente, durante semanas había acordado verme con mi enamorado en casa por lo que tenía todo tipo de lencería para complacerlo (ya les contaré). La única diferencia fue que tenía un juguete nuevo y quería comérmelo. Abrí mi juguete cual niña abre una barbie y lo dejé sobre la cama para jugar con él antes de mi cita de esa noche. Me duché para oler a niña, me coloqué una tanga negra de encaje, un brasier negro, baby doll negro transparente, me maquillé lo mejor que pude, lipstick rojo, me alacié el cabello, me coloqué perfume, liguero negro, medias al muslo y mis tacones. Me tomé muchas fotos, me sentía sensual! Había abierto una botella de vino que me ayudó a relajarme y soltarme más.
Sabiendo que me habían plantado (detalles en otro relato) me dirigí a la habitación para "jugar" un rato siguiendo el ritual de Ale: apagué la luz, encendí las velas con aroma a rosas que había comprado y coloqué música relajante.
Tumbada en la cama y con los ojos cerrados comencé a acariciarme suavemente por encima de la tanga con la mano derecha, despacio para sentir la suavidad del encaje de mi ropa. Luego comencé a tocar con mi mano izquierda mi teta derecha hasta llegar a mi pezón, imaginaba que estaba lista para que alguien me hiciera el amor. La música ayudaba bastante para relajarme pero yo quería más, estaba excitada.
Cogí el dildo y comencé con darle unos besos imaginando que eran de un hombre extranjero, esa verga no la había visto en México. Saqué un condón y lo coloqué con la boca, tenía tiempo de experimentar y perfeccionar mis habilidades. Abrí el lubricante anal (primera vez que lo usaba) y me coloqué un poco haciendo a un lado mi tanga, tenía los ojos cerrados y sentía que era la secretaría de un empresario exitoso. Coloqué más lubricante en la verga de mi "empresario" para que no me doliera tanto. Poco a poco comencé a introducirlo y me dolía mucho, no estaba lista para semejante paquete. Cogí la botella de vino para servime más, di un trago a mi copa y mirándome al espejo me dije toda valiente:
- Tú puedes Daniela! No que muy puta?
Cambié la música a Shakira, porque me gusta mucho, y mi cuerpo se relajó aún más. Llenando de lubricante a "mi empresario" y mi entrada, me tumbé nuevamente en la cama y, al ritmo de "Las de la Intuición", comencé introducir la verga de "mi empresario" poco a poco, lo que ya había entrado no dolía pero aún faltaba más. Con la mano derecha poco a poco iba introduciéndolo y sentía muy rico, estaba mordiéndome los labios por una combación de placer-dolor que sentía y me erizaba la piel. Tenía los ojos cerrados y no dejaba de imaginar que un hombre: guapo, atlético, maduro, cabello corto y barba recién rasurada, me tenía ahí tumbada penetrándome léntamente.
Al cabo de 30 segundos quería metérmelo más pero los testículos de "mi empresario" no lo permitían: la tenía hasta adentro. Ahí estaba yo tu
mbada en la cama boca arriba, maquillada provocativamente utilizando lencería de encaje negro, con las piernas en posición de misionero y con "mi empresario" dentro de mí. C
ontinué tocándome por encima de la tanga y el pezón derecho, mi piel se erizaba aún más.
Me movía lentamente porque no quería "hacerlo venir" y lo estaba disfrutando muchísimo. Quería intensidad así que coloqué la velocidad 1 para que comenzara a vibrar y
OMG
! Jamás había experimentado algo tan rico (bueno sí pero ya se me había olvidado jajajaja) y comencé a mover la cadera más y más. Estaba con la hormona desatada, quería más!
Sin sacarme el dildo cambié de posición colocándome de rodillas y frente al espejo para verme montada en "mi empresario", recordé la tarde que estuve con mi amado Francisco y comencé a moverme más y más de atrás hacia adelante por lo que aumenté la velocidad del vibrador al #2. Ahí estaba yo frente al espejo mirando una mujer sexy tocándose el pezón derecho mientras comenzaba a gemir y decir: <
Me movía como si tuviera a un hombre debajo de mí, quería que supiera que mi cadera se sabe mover, que las niñas de clóset somos muy complacientes, muy golosas, quería que me nalguearan y aumenté la velocidad a la #3 pensando en Francisco.
Comencé a gemir y gritar como niña al ritmo de "Rabiosa" de Shakira pidiendo más y más, estaba muy excitada y tenía ambas manos en mis pezones mientras gritaba como loca:
<
Recuerdo perfecto que durante el coro de la canción cuando Shakira dice: <
Normalmente me cambiaba a mi ropa de chico después de explotar de placer cuando me vestía de mujercita, sin embargo en ésta ocasión no quería hacerlo.
Permanecí así vestida con mi tanguita negra, liguero, medias, baby doll y maquillada toda la noche. Me paseaba por toda la casa feliz de ser mujer y no me quité el maquillaje porque quería dormir así, quería despertar sabiendo que tuve una noche loca con "mi empresario" (que en realidad era un dildo de 15 x 5cm). Durante todo el año pasé haciendo ese ritual cada vez que me quedaba sola, estaba al borde de la locura porque necesitaba ya de un hombre y simplemente me dejaban plantada una y otra vez.
El 28 de diciembre se celebra el día de los Santos Inocentes en México, desconozco si en más países igual, y se caracteriza por hacer "bromas" a la gente "irreales". Esa noche recuerdo haber ido de fiesta con unos amigos y al volver a casa, otra vez sola, me puse a jugar con mi dildo hasta correrme. Al despertar al siguiente día creo que aún tenía efectos del alcohol (estoy segura) y, valiéndome un poco todo, cogí el teléfono para llamarle a Ale.
- Hola Ale! Cómo estás?
- Bien y tú? Qué milagro? Ayer supe que te fuiste de fiesta y te llamé para vernos pero no entraba a tu teléfono, todo bien?
- Si Ale, solo que .... <>
- Qué cosa? Dime, estás bien?
- Si, muy bien! Mira Ale, me gusta mucho vestirme de mujer desde hace años y siento mucho la necesidad de estar con un hombre que me ha plantado muchas veces y quiero que me aconsejes qué hacer. <>
- Estás loco! jajaja Ayer fue 28 de Diciembre así que no te salió la broma. <>
- No Ale! Lo digo muy en serio y, como sabía que no me creerías, te he enviado una foto como prueba de ello. <>
- No lo puedo creer! Te ves increíblemente bien, cómo le haces para tener esas chichotas eh? <>
- No estás enojada?
<
> - Enojada? Por qué? Si antes me gustabas ahora me gustas más porque soy super cachonda y siempre quise acostarme con una mujer, contigo puedo cumplir ambas cosas.
- Ay Ale! No lo sé, la verdad es que siempre pienso en hombres y no pienso en mujeres. De hecho ya que sabes esto me gustaría que nos fuéramos de compras como niñas y luego irnos de fiesta.
- Claro que haremos eso pero primero me tienes que contar todos los detalles, o sea, no sabía que eras gay y mira que una amiga mía que te conoce me dijo que ella creía que eras gay y no le creía.
- Pues vele diciendo que tenía razón, jajajajaja!
Pasamos cerca de 2 horas platicando y fue super bonito porque al fin alguien, que realmente me conocía, sabía de Daniela y todas las locuras que había hecho. Le conté desde cómo empezó todo, de mis primeras veces en todas las cosas (beso, virginidad, compras, etc.), los hombres de mi vida, lo que hacía, y al final de todo me dijo:
- Estás bien loca pero me encantas!!!
Estaba feliz porque se refería a mí como mujer y no como niño, simplemente era lo mejor que me había sucedido ese año que estaba por terminar. Finalmente me aconsejó qué hacer con éste hombre que me dejaba plantada y resultaron sus tips, jajaja. Sé que si eres chica de closet como yo sabrás la felicidad que se siente el que alguien sepa de tu lado femenino. En mi caso la confianza para hacer más cosas se cuadriplicó y sólo pensaba en por qué no lo había hecho antes.
Ir de compras con Ale fue maravilloso, fue un sueño en verdad hecho realidad, claro que el precio de ello me costó "caro" pero me trajo una nueva aventura y que jamás pensé que podría llevar a cabo ... esperen la segunda parte!