Secretos de una esclava (6)

esta es VI parte, por probles no pude agregar VI parte el anillado

SECRETOS DE UNA ESCLAVA

VI –PARTE- EL ANILLADO

Regresamos a la casa. El chofer abrió la puerta y Salí camine hacia la casa del AMO. Apenas empecé a caminar apareció Sultán detrás mió, siguiéndome gruñendo. Trate de apurar el paso, pues realmente les tengo mucho miedo a los perros, en especial a este.

Toque timbre y salio el AMO

AMO. Todo bien perra ¿

Yo. Si mi AMO, aca me dio un sobre para UD, acá lo tiene AMO

AMO .Mientras yo reviso el contenido, sácate todo y vuelve a ser lo que eres, una esclava. Y ponte en sumisión.

YO: si mi AMO

Me desnude toda y me puse en sumisión, esperando las ordenes del AMO.

AMO: Acá dice que eres una puta increíble, que has estado magnifica y estas muy bien. Que hiciste todo lo que pedía y me envía por tu trabajo un cheque de u/s 600—Supongo habrás cumplido en no tener orgasmos con el.

YO: no mi AMO todo bien fingido como buena puta

AMO: bien sentare aca y quiero te masturbes delante mio .Puede te deje terminar,

Comencé a masturbarme delante del AMO, tocándome y pellizcando con una mano, mientras la otra manoseaba mi cueva. Esperaba que el AMO me dejara acabar. Mi temperatura subía.

De repente comencé a acabar: ayay, siiii mmmm mmmm . Una vez que había acabado me hizo chupar mis propios dedos y saborearlos.

Luego el AMO me hizo poner igual que la noche anterior y me follo de nuevo por mi ya gastado ano. Por supuesto luego tuve que limpiar su pene con mi boca.

Me envió a dormir unas horas, hasta que Celia me llamo.

CELIA: vamos perra que tenemos trabajo

Enseguida me levante me puse la arpillera y salimos, Me llevo a la misma sala, donde antes estaba el medico. Me ordeno desnudarme y subir a la camilla boca arriba. Ato mis brazo y piernas al costado de la camilla. Yo estaba intrigada, creyendo que aparecería el medico, pero no, apareció un señor corpulento que portaba un pequeño maletín, similar a los que llevan papeles o dinero. Lo abrió mirando al lado contrario donde yo estaba. En ese momento entro el AMO y dirigiéndose al hombre le pregunto.

AMO: Hola, todo preparado ya

HOMBRE: Si , acá esta todo, de acuerdo a lo solicitado.

Dicho esto, me pusieron una mordaza, yo ya desconfiaba

El hombre saco una cajita pequeña que contenía, no distinguía bien, como unas alianzas. Saco algunas herramientas.

El hombre jugueteo con mi izquierdo, apretándolo, estirándolo y soltando. Saco una aguja gruesa y empezó perforar mi pezón por la base .Después de unos minutos pudo perforarlo y la argolla por el agujero y cerro automáticamente.

Mi rostro era un mar de lágrimas y quería mirar y no podía.

Luego hizo lo mismo con el otro pezón. Una vez terminado, esa parte, el AMO inspecciono, dando su aprobación. Llorando me bajaron de la camilla, siempre con la mordaza y esposaron mis manos a mi espalda, para evitar que toqueteo. Me pararon delante de un espejo, para que me viera. Estaba horrible con esas argollas en mis pezones. Me llevaron a la jaula y me dejaron allí.

A dos o tres horas me dieron calmantes para el dolor.

continuara