Secretos de una esclava (1: la búsqueda)
Yo lo quise, ahora debo esforzarme por ser buena esclava.
SECRETOS DE UNA ESCLAVA
PARTE I LA BUSQUEDA
Mi búsqueda a los 23 años, es conseguir un AMO, que me discipline y que haga conmigo lo que le venga en ganas.
Soy delgada de 1,63 , cabello rubio natural, ojos azules, tez blanca y mis medidas son 89-60-90.
Tal el anuncio que publique en Aldea Sado. y en diario local. .Recibí muchos mail ofreciendo capacidad y experiencia.
De todos elegí uno, cercano a mi casa. Lo llame por teléfono y después de conversar largamente con el, me cito a su domicilio.
El día fijado y hora toque el timbre de su casa, atendiéndome un persona femenina de unos 60 años
Pregunte por el Sr Jorge , de parte de Emilia. Me hizo entrar y esperar. Mientras yo miraba todo lo que podía.
Apareció el Sr., 35 años, alto, morocho, ojos negro y mirada penetrante, que me produjo un poco de temor.
Venia acompañado por la mujer que me recibió y dos grandes perros gran danés que me causaban temor.
Yo no soy muy perrera, por eso mi temor.
Se presento y espero mi contestación, cuando recibí un golpe con una varilla que me doblo.
CELIA. ( se llamaba así la mujer):de rodillas ante tu AMO perra.
Quede de rodilla hasta que el quiso, me ordeno levantarme diciendo
AMO. Bienvenida Emilia a tu nuevo mundo. del Sado. Estarás 10 días a cargo de Celia, quien me informara de tus progresos. Ahora levántate y desnúdate toda. Sentí otro varillazo.
CELIA: La vista baja perra, no puedes mirar el rostro de tu AMO., sin su permiso.
Baje la vista y me desnude toda.
CELIA: ponte esta ropa
Me tiro en la cara un trapo de arpillera que cubría desde mis hombros hasta casi mis tobillos, mostrando de mi cuerpo solo mi cara, mi cuello y mis manos. El vestido era áspero y molestaba
Volví a ponerme de rodilla y Celia me coloco un collar blanco
AMO ( tomando mi blusa y mi jean, se los dio a Celia y tomando mi sujetador y tanga
Dijo) un perra como vos no puede usar ropa fina y menos de seda, quemándolas delante mió.
Pego media vuelta y se alejo, seguido de sus dos gran danés.
Celia puso una cadena en mi collar y me llevo caminando en cuatro patas.
Pasamos a una habitación donde había otros esclavos y ne presento a ellos. Eran tres mujeres y dos hombre, todos con collar y nombre. El mió no tenía ninguna chapita y debía responder al nombre de perra Los collares de los demás eran de distinto color, de acuerdo a la experiencia.
Celia me llevo a un lugar con todas jaulas, en las cuales no podía estar de pie . Siempre en cuatro patas. Me hizo entrar en una de ellas. ME puso una mordaza, pues no se podía hablar con nadie. Previo a la mordaza me hizo beber agua de un reciente que había en mi jaula .Con el calor que hacia y el agua estaba caliente. Quise tomar con mis manos y otro varillazo, esta vez en la espalda diciéndome, solo lengua. El recipiente de comida estaba vació.
Cuando vio que estaba acomodada n mi jaula, apago las luces y salio. Quede sumida en una total oscuridad, sintiendo a veces ruidos de roedores-
Espero sus críticas para mejorar
continuara