Secretos de alcoba con la abuela

Tras un breve contacto, llega el momento de ir a dormir, el momento de disfrutar, el momento para que un joven nieto y su abuela recuerden...Continuación

Tras quitar las maletas de encima de la cama y coger mi pijama, mi abuela subió al dormitorio donde la esperaba un joven; sorprendido, impaciente, salido, excitado, una mezcla en su interior que hacían comerme las uñas. Apareció por la oscuridad del pasillo, encendió la luz de su habitación y sacó otro camisón de su antiguo armario y girándose...

-Mira como me pusiste el camisón, todo perdido - Comentó con su mirada clavándose en mi y con sus manos ensanchando el camisón para ver la que le había liado su joven nieto...

-Perdona yaya, pero lo sentí maravilloso - Repliqué deseoso de que la yaya lo hubiera disfrutado al igual que yo en ese viejo desván de de su casa instantes antes...

-No, si ha estado bien - Dijo estirando un poco más la sabana para ir introduciéndose en la cama, continuó...

-Nunca, vamos que yo recuerde, he visto una corrida así. - Terminando acomodándose a mi lado en la cama, arropando a su nieto para terminar haciendo ella lo mismo.

-Yaya yo... - Intentaba decir muy avergonzado, a lo que mi abuela sin dejarme terminar...

-¿¿Yo qué??, que ocurre - Me cortó al ver que no podía acabar, hasta que incorporándome sobre su cama y apoyando mi codo sobre la almohada, ascendiendo mi mirada desde su pies para encontrar sus preciosos ojos verdes...

-Que quiero repetir yaya - Respondí armándome de valor y mirándola fijamente. Mi abuela dio un pequeño salto en la cama, se sentó sobre el borde la cama y sin decir nada empezó a subirse su viejo camisón dejando al aire un hermoso culo arrugado y caído pero que estaba para darle. Se volvió a sentar, con su peludo coño rozando las sabanas, se introdujo en la cama dejando a mi vista sus pechos caídos con unos pezones apetecibles, fue hacercándose a mi deslizando su brazo por mi hombro, dejando caer su mano en mi nuca y acercar mi cabeza sobre sus viejos y caídos pechos pero a la vez que deliciosos....

Pasamos minutos con nuestros cuerpos pegados sobre ese antiguo colchón(Que a saber lo que había vivido), con un brazo pasando por detrás de mi cabeza, descansando en mi hombro para terminar posando su mano sobre mi pecho y con sus dedos acariciando el borde de mi pequeño pezón. Por el contrario, su joven nieto pasaba un brazo por su pelleja y abultada barriga con mi dedo indice siguiendo la circuferencia de su imperfecto ombligo. La temperatura no tardó en ir en aumento, cuando me di cuenta mi dedo indice comenzó un pausado ascenso en línea recta que se pauso levemente entre sus caídos pechos para con la palma de mi mano agarrar a la yaya su pecho derecho y finalizando con un fino pellizco con mi indice y pulgar.

-Buuuffff.... - Suspiró contrayendo su cuerpo, cerrando los ojos y agarrando fuerte mi pecho con su mano.

Mis dedos empezaron a jugar y toquetear el pezón de mi abuela finalizando el movimiento estirando mi palma sobre su pecho para cogérselo e iniciar un suave apretón, dejarlo caer y volver a empezar otra vez . Cada vez que lo hacia la yaya retorcía su cuerpo cada vez más y más, fruto de la excitación que le estaba provocando su nieto, ascendió su mano hasta mi rostro y con brusco movimiento giró mi cuello y sus carnosos labios buscaron los míos, dándonos un apasionado beso, introduciendo mi lengua hasta lo más fondo de su boca. Empecé a incorporándome como podía al lado de mi abuela, mi mente morbosa pronto mandó una orden a mi mano y volviendo a deslizar las puntas de mis uñas sobre su barriga, llegando ya con las yemas de mi dedos para pasarlos por la pelambrera que tenía la yaya. Mi dedo pulgar no tardó en restregarse sobre su vagina para abrirse a su paso para empezar acariciar la entrada a lo más profundo de su cueva, pero sin llegar a introducirlo, lo volvía a subir buscando su clítoris y empezar a masajeárselo. Al paso de unos segundos, con el dedo pulgar entretenido y lubricando la vagina de la yaya, el índice tras una leve pasada por la entrada de su cueva para posteriormente introducirselo. Mi abuela al sentir como mi dedo llegó a lo más a dentro de ella, contrajo bruscamente su cuerpo, y con su mirada perdiéndose en el techo....

-Ahhhhh...... - Salió suavemente de entre sus labios y no dejando escapar de entre sus manos la sabana, contraía su cuerpo cada vez que entraba y salía de su vagina mi dedo...

-¿Te gusta yaya? - Pregunté muy excitado con mi mirada viendo como entraba mi dedo empezando a mojarse y lubricando la vagina de mi abuela...

-Siii...Si - Susurraba deslizando un brazo para acariciar mi pierna con su mano y poco a poco llegar a pasar a acariciar mis huevos, los de su joven nieto con un rabo que iba cogiendo forma.

La yaya empezó a pellizcámerlos suavemente con sus dedos; cuando no cogía uno, lo hacia con otro o incluso me pellizaba los dos a la vez, haciendo que recorriera por mi cuerpo escalofríos y dejando mi pene bien tieso, se notaba la mano veterana de mi abuela.

-Esto se va poniendo interesante... - Me dijo en voz baja y excitada, mirando mi pene lo rodeó con sus dedos, pulgar e indice y empezó unos movimientos que eran increíbles. Sus dedos subían, lo máximo que podían, y volvía a bajar hasta mis huevos haciendo que mi cuerpo se estirara y mi dedo aumentara de velocidad en su rica vagina, provocando que la yaya se retorciera más en su cama...

-Bufff...yaya, esto es la hostia - Le dije parando ambos por unos instantes la placentera masturbación que abuela y nieto se estaban dando....

Se incorporó quedando ambos arrodillados uno delante del otro y mirándonos con unas miradas ardientes provocadas por una rica masturbación que nos estábamos dando, extendió sus brazos por mis hombros y me deje caer sobre la cama. Con la yaya encima, empece a basarla nuevamente pero esta vez alocadamente intentando comerme la boca de mi abuela, deslice mis manos por su espalda para terminar agarrando fuerte su hermoso culo y cogiendo fuerte sus glúteos para abrírselo y posteriormente pasar los dedos de ambas manos sobre toda su derretida vagina...

-¿Se la quieres meter a tu yaya, cariño? - Me preguntó susurrandome con el lóbulo de mi oreja derecha entre sus dientes y descendiendo su mano izquierda entre nuestros cuerpos desnudos para llegar finalmente a mi pene, la sostuvo con sus dedos y empezó un recorrido por toda su vagina...

-Metéla ya, yaya - Contesté estremeciendo mi cuerpo debajo de el maduro cuerpo de mi abuela, comencé a presionar con mi pene su vagina haciendo intento de buscar la rica entrada al interior de mi abuela...

-Es..per..a...espera - Replicó como pudo, con mi pene restregando con gran fuerza toda su vagina, para con un simple acomodamiento de pene con sus dos dedos y dejándose caer sobre mi, la abuela se introdujo mi pene hasta lo más adentro de ella....

-Aaahhhhhh - Dejó un leve aspaviento casi sin voz en el cálido ambiente que habíamos creado entre las cuatro paredes de su antigua alcoba...

Mis manos pronto la agarraron fuerte de su caído y arrugado culo empezando a penetrarla con fuerza. La yaya flexionó sus rodillas y abrió sus carnosas piernas, posó sus manos sobre mi pecho e incorporándose sobre mi empezó con su lubricada vagina a tragarse mi pene erecto, llegando a lo más hondo de ella cada vez que se dejaba caer sobre su nieto. Una auténtica follada por parte de una veterana a un joven que estaba a punto de explotar....

-Ya..ya yaya...me corro - Confesé en un momento a mi abuela, subiendo mis manos de su culazo a su cintura para apartarla aún lado de la cama...

-¿Se corre mi nene? - Preguntó muy caliente hacercándose a mi para empezar a pasarme su rasposa lengua sobre mi pecho y descendiendo sobre mi cuerpo, besó mi ombligo, llegando donde la esperaba el rabo de su nieto bien erecto y apunto de reventar...

Su mano se deslizo sobre mi cintura para terminar cogiendo el pene de su nieto,con un suave movimiento de cuello dirigió sus hermosos labios a mi lubricado pene, mezclado con los jugos de su vagina, se lo metió poco a poco en la boca hasta llegar a tragárselo casi por completo. Finalmente soltó su mano de mi pene y empezó a “follarme” con su boca, la yaya se la tragaba como una auténtica experta, sin sujetar mi rabo con sus manos, pues solo le bastaba su boca para hacer terminar a su joven nieto. Deslicé mis manos a su canoso cabello, dejando que mis manos hicieran el mismo recorrido que la cabeza de mi abuela, hasta que un bruto movimiento con mis caderas le introduje todo mi rabo mientras mis manos presionaban su cabeza sobre mi pene..

Al ver que no podía respirar me dio unos golpecitos en la barriga para que echara hacia atrás, cosa que hice para acto seguido volver a introdúcirsela otra vez hasta el fondo....

-Buufff... - Suspiré contrayendo mi cuerpo sobre su cama a la vez que un chorro de mi leche hacia que llenara a la abuela y le provocasen unas pequeñas arcadas....

-Aarrrgg...aarrrgg.... - Salían de su boca a la vez que la leche de su nieto caía sobres sus labios y pequeñas gotas se perdían en sus rodillas o sabanas..

-Yaya, ha sido increíble!! - Exclamé intentado recuperar el aire y quedándome exhausto por la follada que me había dado en aquella vieja cama mi abuela...

-Casi me ahogas, bruto!!! - Exclamó mi abuela pasando sus dedos por el perfil de su labio inferior para limpiarse la corrida que su nieto le había dado y acomodándose en su la dado de la cama

-¿Qué quieres, yaya con semejante follada y comida de rabo? - Pregunté excusándome por lo buena que era mi abuela en la cama conmigo y esperando que ella también le estuviera gustando...

-Jajajaja...tu tampoco has estado mal... - Contestó con una risa picarona acomodándose el cabello y a continuación hacer lo mismo con su antigua cama...

-Pues tendremos que repetir para que este mejor. - Repliqué firmemente acomodándome al lado de la yaya y quedar los dos tumbados uno al lado del otro agotados...

-Jajajajaja... - Nuestras risas juguetonas inundaron de fondo su habitación mientras se acercaba a mi, deslizando mi brazo sobre su cuello para que descansara la cabeza de yaya en mi hombro y su mano buscando mi pecho para posteriormente acariciarlo con sus uñas..

Estuvimos hablando durante unos largos minutos, abrazados como dos enamorados que liberaron sus cuerpos aquella noche, hasta que mis ojos empezaban a cerrarse poco a poco acariciando con mis dedos su pelo. Mi abuela parecía estar a gusto, no tardó en bostezar y dándome un beso en mi pecho...

-Buenas noches cielo - Dijo buscando la postura perfecta a mi lado y abrazándome fuerte para estar bien pegada a mi cuerpo desnudo...

-Buenas noches yaya - Contesté deslizando mi mano por su espalda y con mis dedos empezar acariciarla, haciéndole unas cosquillitas que le recorrían el cuerpo y erizaba su delicada piel...

Pasamos toda la noche con nuestros cuerpos desnudos pegados el uno con el otro, buscando el calentar nuestros cuerpos a pesar de taparnos una antigua y lisa sabana. Por la mañana al despertar para tomar el desayuno, mi abuela me despertó con mi rabo entre sus manos, meneando mi pene suavemente de arriba a bajo....

-Despierta dormilón - Susurró mirándome a los ojos que poco a poco se iban abriendo para terminar de ver como mi abuela se introducía mi pene...

-Que tenemos que desayunar - Terminó de añadir cuando se la sacó de entre sus carnosos labios, se puso de pie y fue en busca de su viejo camisón...

-Por lo visto tu ya has empezado - Contesté recomponiendome y bostezando sobre su cama para posteriormente buscar también ropa para bajar a desayunar con la familia...

-Buenos días... - Contestó la yaya con una voz quinceañera mientras salía de su cuarto con una pequeña sonrisa en su rostro y mirándome de reojo...

-Bueno días yaya - Pude contestar antes de que saliera de su habitación y mi abuela se perdiera escaleras abajo moviendo ricamente su hermoso culo....Continuará...

PepeVLC