Secreto Familiar

El viaje a la hacienda.

Sigue la historia de mi querido primito:

Luis y yo seguíamos teniendo nuestros encuentros, la verdad es que era una maravilla y el hecho de saber que estábamos viviendo algo prohibido le agregaba un toque de picante especial.

Cada vez que mi madre trabajaba él venía a mi casa y se repetía la misma historia.

Cierto día mis tíos nos invitaron a su hacienda a pasar el fin de semana. Mi madre no podía ir ya que ese fin de semana tenía que trabajar, pero me dejó ir a mí ya que sabía que estaría con gente de confianza.

El viernes por la mañana mis tíos pasaron por mí y a eso de las 8am ya estábamos rumbo a la hacienda. Yo iba en el asiento trasero de la camioneta sentada junto a mi primo, iba en el centro, y a mi lado izquierdo estaba sentada la hermana de mi primo llamada Ángela. El camino hacia nuestro destino era largo, debíamos recorrer más de 3 horas para llegar por lo que opté por llevar conmigo una almohada y una manta para dormir mientras íbamos en carretera.

Coloqué la almohada en mi espalda, extendí la manta y cubrí todo mi cuerpo con ella y me dispuse a dormir. No tenía ni 5 minutos de haber cerrado los ojos cuando Luis me da unos golpecitos en el hombro y me dice:

-¿Puedes compartir la manta conmigo? Es que tengo algo de frío –

-Yo: ¿Para esto me despiertas? La hubieras tomado y ya, es suficientemente grande para los 2 –

Le extendí la manta, él se arropo y yo intenté dormir de nuevo. Cuando estaba a punto de conciliar el sueño siento la mano de mi primo en mi pierna. Me sobresalté un poco ya que estaba un poco dormida y ese roce me despertó de repente.

Yo vestía un short de jean a medio muslo y un blusón ancho ya que quería estar cómoda. Debido a esta vestimenta a mi primo se le facilitaban mucho las cosas.

Quité su mano de mi pierna por temor a que alguien pudiera ver algo por encima de la manta. A Luis no le importó y la volvió a colocar. Le di un codazo en las costillas y le lancé una mirada asesina, me miró a los ojos y se echó a reír. Se acercó a mi oído y me susurró:

-Tranquila prima, nadie se dará cuenta. Mamá está dormida, papá no despega los ojos de la carretera, y Ángela… Bueno Ángela no importa, ella me debe uno que otro favor y si dice algo yo también reveló su secreto, y créeme que no le conviene para nada. –

-Yo: ¿De qué secreto hablas? –

-Esa es una larga historia que te contaré en su momento –

Y dicho esto volvió a colocar su mano sobre mi pierna pero esta vez un poco más arriba, comenzó a moverla de arriba hacia abajo. Este simple roce, por increíble que parezca, ya me estaba calentando debido a que el riesgos de ser descubiertos era alto. Luego subió su mano y la coloco en mi coño haciendo presión para tocarlo por encima del short, presionaba fuertemente y restregaba su mano provocándome uno que otro gemido que se quedaba ahogado ya que no podía ser escuchada.  Me encantaba lo que hacía, peor necesitaba sentir su mano en contacto directamente con mi coño. Aparté su mano, me desabotoné el short y lo baje junto a mi tanga a la altura de mis rodillas. Luis me miró a los ojos, se mordió los labios y se dedicó a seguir con su labor. Este gesto me provocó lanzarme encima de él y besarlo pero, ¡Maldita sea!, no podía hacerlo así que simplemente me concentré en disfrutar de lo que su mano hacía.

Allá abajo había una fiesta, sus dedos se movían con toda la libertad del mundo, subían y bajaban de una forma exquisitamente lenta y haciéndome desear más y más con cada roce. Mi respiración era agitada, tuve que tomar la almohada de mi espalda y morderla porque ya no podía contener mis gemidos. Luis comenzó a introducir su dedo índice lentamente en mi coño, lo metía y lo sacaba completamente y lo volvía a meter. Yo comenzaba a mover mis caderas acompasando los movimientos de sus dedos. Metió otro dedo y repitió los mismos movimientos, mi excitación estaba a tope. Finalmente introdujo otro dedo y aumento el ritmo, los metía y sacaba rápidamente. Tuve que colocar la almohada sobre mis piernas para que no se viera el movimiento de sus manos.

Era enloquecedor, yo no hacía más que retorcerme de placer en mi asiento. Sentí la necesidad de tener su pene en mi boca, ya no me importaba si nos descubrían, solo quería tenerlo en mi boca. Ángela nos había facilitado las cosas ya que me volteé a verla y noté que estaba dormida.

Desabroche su pantalón y por encima de su bóxer se lo saqué, comencé a pajearlo rápidamente tratando de alcanzar el mismo ritmo de sus dedos en mi coño. Disimuladamente metí mi cabeza bajo la manta y comencé a mamarselo a un ritmo que yo no sabía que podía alcanzar. Gracias a Dios mi tío decidió colocar música y le subió todo el volumen, por lo menos podíamos desahogarnos gimiendo. Luis incremento notablemente el ritmo de sus dedos, yo no podía aguantar más, sentí un escalofrío en todo el cuerpo y me corrí en sus dedos. Mientras que me corría me aferre más a su pene y lo metía todo en mi boca, Luis se colocó la almohada en su cara tapándola de la vista de su padre para que no notara sus gestos de placer. Me tomó del pelo y ahora era él el que marcaba el ritmo, comenzó a mover sus caderas hacia arriba. Ya no era yo mamandoselo, era el cogiéndome por la boca.

Comencé a sentir los espasmos de su cuerpo seguido de su abundante corrida, fueron 4 chorros de semen que llegaron a mi garganta y tome encantada.

Luego de esto volví a subir mi cabeza y la saqué de debajo de la manta y subí mi short. Luis también hizo lo mismo, yo recosté mi cabeza en su hombro y me quede dormida.

Desperté cuando ya habíamos llegado a la hacienda, todos bajamos de la camioneta y Luis, Ángela y yo nos dirigimos a la habitación. Dejamos nuestras cosas en las camas y salimos enseguida a meternos en la piscina. Ángela se acercó hasta a mí y me susurro al oído:

-Gran espectáculo que me ofrecieron en la camioneta de camino hacia acá, que puta saliste primita –

- Ángela, yo… - No me dio tiempo de responder, se alejó de mi guiñándome un ojo y sonriendo pícaramente.

Este relato es un poco parecido al otro, para los que no lo han leído aquí les dejo el link http://www.todorelatos.com/relato/85659/ ,  pero la historia pronto dará un giro inesperado…

Espero que les guste, y gracias por leerlo.