Secreto

No es un gran relato solo un buen recuerdo. La amante cruza la puerta entre sus besos. Las manos del que esperaba dejan de hacerlo y se deslizan con lujuria y ternura por su cuerpo. El saludo ha sido sin palabras, el no necesitaba hablar, necesitaba sentirla.

Secreto

La amante cruza la puerta entre sus besos. Las manos del que esperaba dejan de hacerlo y se deslizan con lujuria y ternura por su cuerpo. El saludo ha sido sin palabras, el no necesitaba hablar, necesitaba sentirla. Toman un respiro, cruzan mas palabras, intentan encontrar en el teléfono alguna compañía que haga de dique a sus pasiones.

Y ella acaba en sus brazos, recorren la casa extraña. Sus ojos la devoran, sus manos la ansían. Sobre la nueva cama empieza el casi olvidado juego de mostrar su desnudez.

-Sigues vestido. –Es su ritual queja.

-Te debo una promesa. Arrodíllate en la cama.

Los besos y caricias la convencen. La cuerda emerge de la mesita y cruza sus hombros. Las manos sobre la cabeza, se unen en la nuca.

-Mi "Geisha". –Murmura el con obteniendo placer de su ahora indefensa boca.

Le ofrece un premio. Y le pide una cantidad.

-Cuantos puedas.

La tumba sin librarla de sus ataduras. Su lengua y sus caricias abren la puerta y sus dedos no dudan en traspasar el umbral. Cuatro a derecha cuatro a izquierda. Mientras ella se afana por devolver el éxtasis que obtiene.

El placer la sobrepasa le ruega que pare. El impone el precio de su boca. Ella, envuelta en otra oleada de placer, acepta. Comienza cobrar la recompensa cuando la puerta del apartamento se abre.

Los tutores han llegado. Las ataduras se resisten, la ropa se coloca apresuradamente, y el interior queda desnudo. La cama deshecha sirve de excusa. Y en la cocina ella confiesa:

-Que morbo.

El se gira hacia la cerrada ventana, empuja la puerta mientras se oye la actividad en el otro extremo de la vivienda. Abre sus pantalones

-Hazlo.

Y ella, con sonrisa lujuriosa, se arrodilla a sus pies.

-Podría acabar.

-Te atreves?

Su boca recoge cualquier indicio. Sus cuerpos, desnudos bajo la superficial capa salen por la puerta. Mientras se despiden con otro secreto compartido.

-ADIOS!!!