Secretaria docil
Algo increible que me pasó.
SECRETARIA DOCIL En la entrevista estaba muy nerviosa, me vesti con mi mejor traje
Me llamo Anna, y tengo 19 años. Soy secretaria y lo que les voy a relatar ocurrió el año pasado. Llevaba varios meses buscando empleo y por fin estaba todo listo para entrar a trabajar en una importante empresa de seguros. Era un sueño hecho realidad. El día de la última entrevista estaba bastante nerviosa. Me vestí con el mejor traje de chaqueta que tenía, uno azul oscuro, de falda recta justo hasta las rodillas, medias beige, blusa sedosa azul clarita y zapatos azules con tacón, pero nada exagerados. La entrevista era con el director de departamento, Sr. López, un señor de unos 45 años, de apariencia no excesivamente seria (a veces tenemos esa imagen en la cabeza respecto a un jefe en una empresa de seguros), pelo canoso, algo rechonchete. Me pasó el contrato para que lo leyera detenidamente, así como un anexo con las "Normas y Reglas" generales de la empresa. El contrato estaba correcto y en el Anexo estaban incluidas esas cláusulas especiales tales como disponibilidad para viajar, dedicación, etc... También estaba incluido las normas para el vestuario; "Las empleadas tienen que vestir siempre con traje de chaqueta, o bien, vestidos de una pieza o falda y blusa conjuntada, nunca excesivamente llamativos. Las faldas no podrán ser excesivamente cortas. Siempre deben vestir medias o pantymedias. Los zapatos o sandalias no podrán tener tacón extremadamente alto. No son admisibles deportivas o botas." La verdad es que era un código bastante conservador.. podríamos decir.. y lo único llamativo era lo de las medias... pero era algo que ya había oído de otras empresas. Una vez releído todo, miré al Sr López y le dije que lo veía todo correcto. - ¿Has leído el Anexo? ¿Alguna duda? - No, ninguno. - Bien, llegado a este punto, te tengo que decir que hay dos puestos vacantes a los que puedes optar. Secretaria del departamento, uniéndote al equipo de secretarias ya existente e integrándote en las tareas del mismo. O bien, Secretaria del director del departamento, es decir, mi secretaria. Este puesto es algo más duro, o complicado, pero también tiene un plus en el sueldo. Yo estaba alucinanda... Secretaria de Dirección... Me temblaban las manos y todo.. - Estaría encantada de poder trabajar directamente con usted. - Bueno, tengo que decirte que tengo un requisito.. y no me entiendas mal.. no quiero que pienses que hay nada más de lo que hay - Dígame, si puedo cubrirlo estaré encantada - Sí puedes, lo que no sé es si verás normal cubrirlo... Sin más, mi secretaria no tiene que tener problemas en mostrarme sus piernas, sentada en la silla, o bien en el sofá... - Pero, Sr López, eso es... - Espera, yo nunca te voy a poner una mano encima... no quiero que pienses que te pido permiso para acosarte... Sólo es eso, y que no tengas reparo en que yo las mire, desde detrás de mi mesa... sin tocarte. Me quedé realmente descompuesta, no me lo esperaba evidentemente. Lo pensé detenidamente, de hecho él me dejó sola en el despacho unos minutos para hacerlo... El salario era fenomenal.. encima el plus... y los que pesa en el currículo un puesto de secretaria de dirección.. Por.. mostrar las piernas??? si ya lo hago con la falda... Que demonio!!!! Acepté. Empecé a trabajar allí, para el Sr López y la verdad es que en las 2 primeras semanas no detecté nada especial... Mi jefe me miraba cuando entraba en su despacho y me sentaba en la silla.. pero tampoco de una forma exagerada... Había tenido otros jefes más descarados... o al menos eso pensaba yo. Pasadas esas dos semanas, una tarde, me llamó mi jefe a su despacho. Ese día vestía una falda azul clarita con algo de vuelo justo por encima de las rodillas, una blusa blanca entallada, con un pañuelo azul claro en el cuello, pantymedias blancas y zapatos también blancos cerrados. Comprendí enseguida que algo había cambiado... la silla, en lugar de estar al lado de la mesa del Sr Director, estaba en el centro de la estancia, a poco menos de 2 metros de la mesa. El Sr. Lopez sentado al otro lado de la mesa. Me senté, con el bloc para anotar encima de mis muslos. - Bueno, Anna, no apoyes el bloc.. levántalo bien, seguro que no tienes problemas para tomar las notas con el bloc levantado, verdad? - No, Sr. Lopez...- Lo levanté y lo puse justo enfrente de mi cara... así casi no podía ver a mi jefe.. - Por favor Anna, toma nota... - Y empezó a redactarme una carta - Anna, podrías cruzar las piernas, por favor? - se interrumpió, yo aparté el cuaderno de mi cara y le miré. - Claro. Crucé las piernas... Al hacerlo la falda se desplazó, dejando la mitad de mis muslos a la vista. Volvió al dictado y yo volví a colocarme el cuaderno en la cara... Desde su posición, podía ver perfectamente mi pierna derecha, que estaba sobre la izquierda, con el muslo casi al descubierto, la rodilla doblada y toda la pantorrilla, hasta llegar al tobillo y el zapato... Yo movía nerviosa un poco la pierna... - La verdad es que esas medias blancas realzan maravillosamente tus piernas, lo sabes, verdad? - Muchas gracias - balbuceé, y al hablar retire el cuaderno y vi que mi jefe estaba sentado en su silla, con las mano bajo la mesa y, sin lugar a dudas, tocándose. Volví a cubrirme la cara con el cuaderno... estuvo con el dictado durante unos 15 minutos mas... su voz cada vez era mas delatora... y terminó la carta abruptamente.. seguramente por que ya no podía seguir hablando... - Puedes marcharte, Anna.. Muchas gracias - Hasta mañana... - Su cara estaba sudorosa.. estaba inclinado hacia delante... no sé si había terminado "su trabajo" pero la excitación que denotaba su cara era tremenda. Una vez en casa.. medité sobre lo ocurrido.. y me di cuenta que no me había sentido excesivamente incómoda. Pasaron otras 2 semanas y todo siguió más menos como ese día. Otro día, mi jefe me llamó a su despacho... Recuerdo que ese día me había puesto un traje de chaqueta marrón oscuro, de falda no demasiado ajustada, la chaqueta la dejé en mi silla, un jersey color crema de cuello alto, sin mangas y un poco ceñido, unas medias color marrón más claro que el traje, de las que se quedan sujetas en el muslo y unos zapatos marrones con una hebilla en el tobillo. Como hasta entonces, me pidió que cruzara las piernas e incluso me pidió que hechar la falda un poco más atrás... quedaba al descubierto hasta la banda de encaje de la media... Me dictaba alguna cosa y yo la anotaba como siempre en mi cuaderno... Entonces me dijo : - Por favor, Anna, te importa quitarte el zapato... me gustaría ver tu pie descalzo. -per,.. no, claro, Sr. López E inclinándome hacia delante me desabroché la hebilla del zapato y me lo quité... iba a dejarlo en el suelo a mi lado pero él me dijo : - No, por favor, déjalo aquí encima de la mesa Para hacerlo, tuve que levantarme y caminar hasta la mesa.. notaba la moqueta bajo la suela de mi pie descalzo... y al acercarme.. no pude evitar ver que mi jefe tenía los pantalones completamente desabrochados.... Retiré la mirada, dejé el zapato y volví a sentarme... Mi jefe no quitaba los ojos de mí, de mis piernas, de mis pies... ahora si notaba el descaro y la excitación en sus ojos... y me gustaba. Volví a sentarme, echando la falda bien hacia atrás... cruzando las piernas y moviendo el pie en círculos mientras seguía anotando cosas. De reojo ví que mi jefe cogió el zapato y lo estaba acariciando.. pasaba los dedos por la punta del mismo, por el empeine, recorría el tacón... y luego los pasaba por dentro del zapato,,, - Se nota el calor de todo el día de trabajo - Lo siento... Le dije poniéndome un poco colorada - No lo sientas... eso es delicioso y diciendo esto se llevó el zapato a la nariz y aspiró con pasión dentro del mismo Lo que te digo.. tus pies tienen un olor delicioso. Todo esto lo hacía con una sola mano porque la otra estaba bajo la mesa y yo sabía perfectamente lo que estaba haciendo por el movimiento del brazo. Yo estaba excitada por ver como estaba mi jefe, y, me puse de pie, apoyé el pie descalzo en la silla, y sin dejar de mirar a mi jefe, acaricié mi pierna desde el muslo... despacio.. por todo el muslo... notando la suavidad de la media... hasta llegar a la rodilla... Mi jefe seguía con la nariz dentro del zapato y los movimientos de su brazo eran cada vez más rápidos y ostentosos... - Te importa si me acerco un poco para ver mejor esas deliciosas piernas? Si no quieres, no hay ningún problema - Acérquese si quiere me sorprendí a mí misma diciendo Él se levantó de su silla, con mi zapato en una mano... y los pantalones y los calzoncillos por los tobillos... me quedé un poco "pillada".. El se puso delante de la mesa, justo en frente de mí, se apoyó en la misma y me dijo que siguiera mientras con una mano me mostraba como se masturbaba y la otra llevaba mi zapato esta vez a su boca para pasar su lengua por todo su interior... Yo volví a acariciarme el muslo lo más sensual que supe.. para pasar a la rodilla y después bajar por la pantorrilla... todo esto sin quitar la mirada de mi jefe.. que tenía el miembro casi listo para explotar... empezó a acariciarse el miembro con el zapato.. a meterlo dentro del mismo.. a tocarse con el tacón en sus testículos... Yo estaba notando mi humedad en mis bragas... Empezé a acariciarme el pie.. a meter los dedos de las manos entre los dedos de los pies, a meter la media entre ellos... Mi jefe no pudo más y terminó corriéndose... emitiendo un resoplido a la vez... me quedé de piedra al ver que estaba descargando toda su leche con su polla dentro de mi zapato... Cuando terminó completamente de correrse... - Lo siento Anna.. no te había pedido permiso para hacer esto.. pero es que no he podido evitarlo... Y me devolvió el zapato... se volvió a su silla - Gracias.. Por favor termina la carta y envíala por valija cuanto antes Yo no sabía que hacer... estaba claro que me estaba diciendo que saliera... y no podía salir descalza.. así que metí mi pie dentro del zapato... La sensación fue... explosiva... noté como mi vagina segregaba fluidos al notar como la media se empapaba de la leche caliente que había dejado mi jefe... Al calzármelo entero notaba lo pringoso y el calorcito por todo el pie... - Por supuesto, Sr. López, Hasta luego. Salí del despacho, dejé el bloc y me fui directamente al baño... no a limpiarme el pie y el zapato... sino a masturbarme lo más silenciosamente que pude.. hasta que no llegué a casa 3 horas después no me quité las medias y me limpié todo. Cada vez me excitaba más todo esto... a la mañana siguiente, a última hora de la tarde, me llamó de nuevo mi jefe.. Entré y me senté en la silla. - Por favor Anna, siéntate mejor en el sofá. Así lo hice, me senté en el sofá que estaba a un lado del despacho. Él sacó algo del cajón de su mesa, se levantó, cogió la mesa y la acercó al sofá, quedándose a un metro escaso Mira Anna, para compensar lo de ayer, tengo esto para ti. No lo consideres un regalo.. sino una compensación... Me dio lo que había sacado del cajón... abrí en envoltorio y eran unas pantymedias... yo me sorprendí bastante y no supe decir nada Por favor, ábrelas y, si no te importe, póntelas... aquí, delante de mí. Yo ese día me había puesto una falda larga de tablas de color blanco y una blusa gris perla sedosa. También llevaba unas pantymedias negras muy finas y unas sandalias negras con un poco de tacón y bastante abierta. Notando el calor en mis mejillas y la excitación que volvía a invadirme, afirmé con la cabeza... Estando sentada en el sofá, me levanté la parte baja de la falda, dejándola sobre mis muslos, mostrando mis rodillas y las pantorrillas... Me incliné para desabrochar la hebilla de las sandalias... me descalcé, dejándolas a un lado... Metiendo las manos por debajo de la falda, me bajé las medias que llevaba, despacio... me gustaba como me miraba mi jefe... poco a poco iba apareciendo la blancura de mis piernas.. los muslos, las rodillas... hasta que me las quité del todo. Las iba a dejar también en el suelo pero el Sr. López me pidió que se las diera... Ya se le notaba bajo el pantalón que le estaba gustando mi "trabajo". Cogí las pantymedias que me había dado... eran preciosas, de color marrón, brillantes, muy finas, con unas flores bordadas a los lados... Enrrollé el pie derecho y metí la punta dentro de la media... miré a mi jefe.. estaba absorto observando mis movimientos, frotando en la entrepierna de su pantalón con una mano una de las partes de las medias que llevaba.. y con la otra mano llevando la otra a su cara para olerlas.... Empecé a deslizar la media por el pie,,, recreándome en ajustarla bien... el Sr. López no esperó mas, se desabrochó el pantalón y lo dejó caer hasta sus tobillos... Enrolló uno de los pies de las medias que me había quitado en su miembro ya bastante erecto y seguía oliendo el otro de los pies... Seguí deslizando el nylon... poco a poco lo hice subir por la pantorrilla derecha... la blancura de mi piel desaparecía y se cubría con el brillante marrón... acariciaba y fijaba una y otra vez la media... Su masturbación era lenta ... quería disfrutar todo lo posible.. se le notaba. Llevé el nylon de la media hasta la rodilla... entonces bajé ese pie al suelo y crucé la otra pierna... enrollé el nylon de es pie y le fui introduciendo poco a poco... todo el pie cubierto... luego el tobillo.. la palma de mi mano pasaba una y otra vez por el nylon... No dejaba de mirar al Sr. López... a él y a su polla.. dentro de mis medias negras... ya se veían las primeras gotas de semen humedeciéndola... Por otra parte.. se había metido la puntera de la media del otro pie en la boca y la saboreaba con pasión. Fui subiendo la media hasta la rodilla. Entonces me puse de pie.. me levanté la falda completamente... dejando a la vista las braguitas beige que llevaba... Mi jefe creo que no se lo esperaba... y fui subiendo las medias por lo muslos ... hasta la cintura... estirándola bien.. para quedara bien ceñida ... pasando mi mano derecha por toda mi entrepierna para ajustarla mas... Mi jefe estaba casi babeando... su polla estaba enorme.. no dejaba de mirar mis manos acariciándome los muslos.. la entrepierna... Entonces le quité las medias negras que estaba usando, me senté en el sofá y empecé a meterme en la boca la parte que había estado cubriendo su polla.. estaba bastante humedecida.. las medias y yo!! Estiré las piernas y puse mis pies encima de su miembro.. tocándolo con los dedos... presionándolo con las plantas... El empezó a suspirar ... notaba su polla dura, caliente entre mis plantas... el no sabia a donde mirar.. si a su entrepierna.. con su polla entre mis dos pies cubiertos por el nylon.. o a mi cara, para ver como chupaba y olía mis medias... No pudo aguantar mucho más... su leche empezó a derramarse empapando el nylon de mis pies.. por la planta.. entre los dedos.. en el empeine... El calor de su leche en mis pies hizo que yo tuviera un orgasmo lento... notando como mis fluidos venían despacio. El no dejaba de restregarla entre mis plantas... aún habiendo terminado ya... No quería dejarlo... Yo le miraba... Entonces cogió las sandalias y me las puso despacio... imaginaos la imagen de ambos pies empapados y pringosos por su semen... casi completamente al aire con esas sandalias... El las miraba y sonreía... - Gracias Anna... Finaliza la carta mañana, vale? - Claro, Sr. López... Hasta mañana. Autor: Anna Karina