Sebastian y Ruben (1)

Una historia de sexo caliente, es la primera vez me gustaria tener comentarios para mejorar.

Mi nombre es Sebastián y a pesar de que los cambios de ciudad para mi eran comunes por la actividad de mi familia esta vez era diferente, a mis 17 años llegar a la capital de mi país a un nuevo instituto y a conocer nuevos amigos, algo me decía que las cosas iban a tomar un rumbo diferente.

Hace mucho tiempo que algo pasaba en mi, a pesar de que siempre he tenido novia, los chicos me llamaban la atención y soñaba con tocarlos y que me tocaran pero nunca me había animado a dar el paso inicial.

El día que llegue al nuevo instituto todo me pareció muy grande y muy diferente a los demás institutos que hasta ahora conocía. Entre a la mi salón de clase y salude a todos y busque un sitio libre, divise toda la clase y observe a todos los chicos y chicas que habían a mi alrededor y la verdad que me parecieron un grupo bastante genial, todos me sonreían y me saludaban de una manera cordial, todo iba bien hasta que vi entrar un chico, de piel canela, como de un 1,78 Mts, ojos color miel pero su mirada era algo muy especial, se le veía atlético y un andar muy jovial. Saludo a todos con una amplia sonrisa y se me quedo mirando un momento que me pareció eterno, era el chico mas guapo que había visto en mi vida, sin quitarme la mirada se dirigió a mi y mi corazón se me iba a salir, se acerco y estirando la mano me dijo:

Hola, tu debes ser el chico nuevo, soy Rubén, bienvenido.

Gracias, soy Sebastián, conteste con el cuerpo temblando.

Se sentó a mi lado y me presento a los compañeros que nos rodeaban, era muy popular y yo no sabía como hacer para disimular lo que sentía por ese chico.

La primera semana paso sin grandes novedades, yo estaba feliz cada día al ir al instituto porque me encontraba con el y cada día que pasaba nos hacíamos mas amigos. Pero todo cambio cuando llego el fin de semana, a la salida cuando estábamos a punto de despedirnos en la puerta:

Sebas, que haces el fin de semana (Rubén)

La verdad que no tengo nada planeado, conteste

Yo me voy a pasar el fin de semana a mi casa de Solymar (era un balneario cercano a la capital), mis padres y yo pasamos allí y nos regresamos el domingo por la noche.

Yo no daba crédito a lo que me estaba ocurriendo, pasar un fin de semana con el chico mas guapo del instituto y todo el fin de semana con el ni lo dude.

Claro, aviso a mis padres y con mucho gusto, conteste.

Después de darle mi dirección quedamos que me pasaba a buscar el sábado muy temprano.

La noche se mi hizo eterna y a pesar que me pasarían a buscar como a las 9 de la mañana yo desde la 7 ya estaba listo con todo preparado para no hacerlos demorar.

Tras una breve presentación de sus padres con los míos e intercambio de teléfono por cualquier emergencia partimos en su mercedes de 6 pasajeros, lo que demostraba que ese fin de semana no podía salir nada mal.

Después de 1 hora de viaje llegamos a su casa, que era muy grande, nos fuimos a su cuarto decorado muy moderno con una cama de dos plazas al centro y con todo lo que uno se puede pedir para pasar un fin de semana genial, dejamos las cosas, y nos fuimos a recorrer los alrededores.

Te gusta jugar al Frontón ,pregunto Rubén

Si, me gusta un montón conteste sin decirle que era mi deporte favorito.

Me condujo a una cancha cerrada que estaba en su jardín posterior y nos pusimos a jugar, la verdad que el no lo hacia nada mal. Después de un rato nos dio mucho calor y Rubén se saco la sudadera dejando al descubierto un cuerpo fibroso de color canela con unos pectorales y brazos muy bien formados, yo al ver eso me sentí excitado e hice lo mismo:

Que buen cuerpo compadre, se ve que vas al gimnasio , dijo Rubén

No mucho, conteste sin darle mucha importancia a su comentario.

Yo estaba muy excitado con el juego y trataba de tocarlo lo mas posible tomando como excusa el partido.

Había pasado un buen rato cuando nuestro juego fue interrumpido por el padre, con malas noticias, resulta que había ocurrido algo en el negocio y tenia que volver a la ciudad y no sabia si podía volver, sentí que el mundo se me venia abajo, el mejor fin de semana de mi vida estropeado por la gente grande. Rubén se me adelanto y salio con su padre para afuera dejándome solo en la cancha, al cabo de 5 minutos volvió con una sonrisa extraña.

Amigo mío, mis padres se van para la ciudad y regresaran mañana a buscarnos por la noche, si es que te quieres quedar aun, dijo Rubén.

Claro que me quiero quedar, no tengo ningunas ganas de irme de aquí, conteste sin dudarlo.

Rubén salio de la cancha y después de despedir a sus padres volvió a buscarme.

Vamos a comer y luego seguimos.

Comimos entre risas y juegos y volvimos a la cancha, todo iba genial hasta que nos dieron la 5 de la tarde y ya no podíamos mas.

Sebas, yo ya no doy mas, vamos al sauna un rato y luego nos metemos a la casa a ver una película, comento Rubén

Ok, vamos, conteste siguiendo a Rubén en dirección del sauna.

Sentí como mi cuerpo vibraba, pensando en que vería a su amigo desnudo, y a su vez me preocupe por si no podría disimular cuanto me gustaba y excitaba.

Rubén se ducho primero y se metió al sauna, yo me duche me amarre bien la toalla a mi cintura y entre. Cuando entre no podía creer lo que estaba viendo, Rubén estaba tendido sobre la tarima de madera totalmente desnudo, con su piel húmeda por el sudor, estaba mas sensual que nunca y no pude disimular al verle ese tremendo miembro como de uno 20 cm semi-flácido y de un ancho descomunal, no pude hacer nada para detener la tremenda erección que tuve. El estaba acostado con los ojos cubiertos por unos protectores oculares que imagine que no le permitían ver con claridad.

Acuéstate aquí y disfruta Sebas, estamos un rato para sudar y de ahí nos vamos, dijo Rubén.

Sin darle tiempo a que me viera en ese estado me tumbe en la tarima a su lado sin quitarme la toalla para disimular, tenia miedo que se sintiera incomodo por mi estado de excitación.

Quitate la toalla para estar mas cómodo, dijo Rubén.

Estoy bien así, no te preocupes conteste intentando no darle importancia

No tiene nada de malo una erección , exclamo Rubén sin moverse

Yo me sentí avergonzado, el se había dado cuenta y no sabia que decir

Tanto te gusto? Pregunto Rubén

Yo parecía idiota no sabia que contestar, me sentía abrumado, abochornado sin entender la situación, nunca había pasado por una situación similar.

Es que no me vas a decir nada, Sebas? Volvió a preguntar.

Pensé por un momento decirle que hacia tiempo que estaba sin novia y que no tenia sexo hace tiempo y todas esas chorradas que dicen los heterosexuales para aumentar su hombría pero decidí que no, tome aire profundamente, y conteste

La verdad que si, no se como lo vas a tomar, pero ya que lo preguntas, si me gustas mucho Rubén, conteste con temor a su respuesta

Tu, también me gustas mucho desde el día que te vi, dijo Rubén sacándose los protectores

Yo gire para mirarlo y el estaba se había girado y casi sobre mi pude verle con todo aquel pedazo duro que daba hasta miedo.

Sin dudarlo se incorporo y me quito la toalla dejando mi miembro duro al descubierto, lo cogió entre sus manos y lo metió todo dentro de su boca y comenzó con unas embestidas que parecía que se comería toda mi polla, sentí como lamía mi glande y como su lengua acariciaba mis huevos. Sin poder creer que esto me estaba pasando a mi y sin dudarlo busque su enorme polla y me la puse en la boca, era tan grande que apenas podía chuparla sin hacerle daño, me sentía en las nubes tocando y acariciando a Rubén el chico mas guapo de mi clase y viendo como el disfrutaba con cada embestida mía y con mi polla en su boca. Nos unimos en caricias y besos, y no dejamos de mamarnos nuestras pollas hasta que sentí que me venia y quise sacarla de su boca pero el cuando sintió que la erupción llegaba se aferro a mi polla hasta la garganta y descargué todo un chorro de leche en su boca y sentí como lo saboreaba, indudablemente eso lo excito tanto que su polla se puso dura y comenzó a descargar toda su leche caliente en mi boca, al principio me dio un poco de asco pero luego me gusto y lo saboree con ganas y chupe su polla hasta que dejo de latir y sentí como su cuerpo descansaba sobre el mío.

Fue el primer polvo con un hombre y me había sentido genial y solo pensaba en seguir acariciando a mi amante.

Luego de unos minutos nos recuperamos nos dimos un tierno beso y Rubén me invito a entrar a su casa a ducharnos y dormir un rato.

Continuara