Sebastian, nuestro primer encuentro
Conocí a un adolescente por internet y nuestro primer encuentro fue intenso.
Wow! Así quiero comenzar a contarles cómo anoche, tuve una gran experiencia con un joven de 21 años, fue realmente un wow!. Me ha dado por chatear y regalar mis fotos en ropa interior, especialmente a jovenes entre 18 y 22 años, me excita mucho saber que estos jóvenes llenos de deseo sexual, se calientas con una mujer mayor (38) jejejje. Bueno, así conocí a Sebastian, un chico puertorriqueño de 19 años, con quien comenzamos ha chatear hace algunos días, recuerdo que el me escribo un simple “hola” y me envío un link con una foto, su pene, un inmenso miembro de 25 cm según lo que el decía y la verdad es que en la foto se veía bien grande, grueso.
Comenzamos a conversar, a coquetear, era muy interesante, ya siempre mantuvimos un tono de coqueteo, sensual, pero no grotesco, esa noche, me fui acostar súper exitada, me abrase a mi marido, quien dormía profundamente, y sutilmente acaricié mi cuerpo contra el, hasta que me dormí, imaginando, a este joven, rosando mi cuerpo.
Al día siguiente, hice mi día de costumbre, pero ya en la tarde me entraron las ganas de chatear un rato y ver que otras sensaciones podía experimentar. Llegue a casa me tome unas fotos, en ropa interior, y se las envié a Sebastian, con el texto “que me harías en esta posición cariño?”, Sebastian se demoro en responder quizás un poco más de una hora, a las 21:30 que me llego un texto, compense a leerlo disimuladamente en el living, frente a mi esposo, y wow! Este muchacho, de verdad conseguía ponerme a mil, mientras leía me imaginaba cómo Sebastian, me quitaba las pantaletas, y pasaba sus manos morenas y grandes por mis piernas, me tuve que aguantar y no comenzar a tocarme ahí mismo. Lo único que quería era responder y que mi esposo se fuera a dormir, para yo chatear tranquila. A las 23:00 al fin mi esposo me dijo que se iba a la habitación. Para esa altura, yo tenia mi entrepiernas completamente mojada, mis pechos duros, labios hinchados y Sebastian, me estaba preguntando si me estaba masturbando, yo le decía que aún estaba con mi esposo, pero moría de ganas de ir a buscar mi vibrador y metérmelo por completo. Mi marido me da un beso y se va al segundo piso, yo creo que aún no estaba acostado, cuando yo venía saliendo del baño, con mi vibrador negro, the big boss , de camino al living, con el vibrador entre mis manos.
Les prometo que imaginaba el pene de Sebastian, le pasé la lengua, me lo metí bien adentro en la boca, estaba tan caliente que hasta sabor a Verga le encontré. Big boss, es un vibrador grande, 25 cm aprox, que me regaló mi esposo hace un año, lo usamos bastante, pero siempre como masajeado externo. Llegue al living, baje un poco el volumen de la televisión, para estar atenta por si alguien viene. Deje el vibrador a mi lado, y le envié la ultima foto a Sebastian, una que me había tomado mi esposo hace unas semanas, con un colaless blanco, que me queda un poco apretado para usarlo en el día día, pero según mi marido, se me ve increíble a la hora de hacer el amor, a mi marido le encanta el encaje del colales, y lamer/besar mi clitoris por sobre ese encaje, mientras me acaricia las piernas y glúteos. Le envié la foto a Sebastian, “ahora estoy sola corazón”, acto seguido, un segundo text “bueno casi sola”. Envié el mensaje y mientras Sebastian escribía, tome una foto del dildo en mi mano, “pensemos que es tu verga. Cómo le lo harías?” Le pregunté. Deje el teléfono al lado, esperando anciosa, mientras pasaba mi mano por mis piernas, y mi Big boss, comenzaba a ganar terreno sobre mis pantalones, acercándose tímido a mi vagina. De pronto suena el mensaje, ............ un audio, maravilloso pensé!!!
“Estoy frente de ti, tú sentada en tu sillón, me acerco, me inclino, para besar tus labios carnosos, tu lengua me busca, guió tus besos por mi cuello, tus manos acarician mis glúteos, tu boca tímida pero deseosa, pasa besando cerca de mi Verga. Te cojo de las manos y te levanto, te traigo frente a mi.” Estaba casi recostada sobre el sillón, escuchando el audio de mi macho, con una mano rosando mis pechos, y con la otra agarrando firme la verga de Sebastian (mi dildo), mientras lo chupo y besos, y me lo paso por la boca, la cara. Me sentí muy puta, pero a la vez muy feliz de estar así de caliente.
“Te cojo de la cintura, y meto mis manos bajo tu blusa, de desabrocho tu sostén, y con mis dedos cojo tus pesones, parados duros. Te calientas mucho, abres tu boca, te meto mi lengua, tu mano comienza a meterse en mi pantalón, desesperada por coger mí verga. Te ayudo y bajo un poco mi pantalón. Tu me bajas el bóxer del lado de mis glúteos, y me agarras el trasero, mientras refriegas tu cuerpo a mi pene. Quieres que te culee?” Me deja la pregunta, yo no sabía si seguir masturbandome o ir donde mi marido y que me la metiera. Decidí seguir por mi cuenta. “Quiero sentir tu inmensa verga, quiero que me roses, que me la metas.” Respondi, en un audio susurrante, con voz entre cortada.
Mientras Sebastian, me respondía. No aguante y me monte sobre el posa brazo del sillón, y compense un movimiento rodando mi entrepiernas contra el sillón de cuero, ya sentía que hasta mi buzo de láicra estaba medio mojado, estuve así unos minutos con movimiento para delaté y atrás, algunos en círculo, imaginando y sintiendo el vergon de Sebastian recorrer mi cuerpo. De pronto veo, a mi big boss, y no lo pensé dos veces, lo coji, me lo metí en la boca, dos, tres mamadas, sin sacarlo de mi boca baje de un tirón mi buzo con calzones y todo, el aroma a mi sexo inundó mis pensamientos, estaba completamente mojada, parada al lado del sillon, levante mi cola, y me acomode el glande de Sebastian, entro la cabeza, sentí una desesperacion en mi pecho, mi estomago, lo prendi, clic, clic, clic, subí su intensidad al punto que me dio miedo que mi marido escuchara, el motor funcionando a toda máquina, me comencé a sentar decididamente sobre esa verga de 25 cm, me la metí completa, primera vez que tenía este vibrador dentro mío, prima vez que me culiaba algo tan grande, clic, el último clic, el vibrador completo dentro mío, con mis calzones y pantalones mitad de pierna, el vibrador era una cosa terrible, sumbava, y de pronto como que se retorncia dentoe mío, y yo me retorcía sobre el, me estaba llevando muy lejos, se me escapaban inmensos gemidos a ratoS, sabía que no debía, pero, no me importaba nada, era una vagina y debía ser completamente culiada, cerré mis ojos, y sentí como una fuerza me invadía desde los pies, agarre fuerza en mis piernas y comencé un movimiento desesperado sobre la verga de Sebastian, una combinación de círculos, va y ve, sentadas y de repente estocadas, “culeame culeame culeame”,susurraba, parecía que el dildo no sería lo suficientemente fuerte para mi deseo, jadeando, con los ojos cerrados y diciendo palabrotas como una puta, de pronto sentí que me abrazaron fuerte, decidido.
Mierda mi marido.!!!! No dijo ni una palabra, yo levante mi trasero del sillón, no sé si de caliente, para disimular o simplemente Nose porque, pero rápidamente sentí el cuerpo de mi esposo, ente mis piernas, y una estocada profunda del dildo, luego otra, que maravilloso, mi esposo estaba controlando la verga de Sebastian y me la estaba clavando hasta el fondo, caí sobre David, mi marido, vibrando, en cuatro patas, con mi calzón en la rodilla, mis sostenes sueltos. David se acomodó debajo mio, se metió uno de mis pechos en su boca y me comenzó a dar Durón con el vibrador, que locura, sentía cómo mis fluidos choreaban, me encantaban las mamadas que me estaba dando David e imaginar que Sebastian me estaba clavando la cola, esos pensamientos en cosa de segundos llevaron toda mi energía a mi vagina, para sentir los últimos espasmos de la verga de Sebastian, mientras me retorcía entre gemidos sobre mi esposo, quien me decía puta, puta, eres una gran puta