Se tiraron dos extranjeros a mi mujer en la playa

Este verano nos fuimos de veraneo toda la familia, incluidos mis cuñados con sus mujeres e hijos, a un pueblo de Almería. En este pueblo existe una de las playas nudistas más famosas de España. Íbamos dispuestos a pasar una gran semana de vacaciones. Antes de continuar deciros que somos un matrimonio de 45 años, mi mujer es rubia 1,70, un gran culazo y tetas grandes y algo caídas de sus embarazos.

Al llegar a la playa hizo algo que nunca había hecho, top less. Se quitó la parte de arriba del biquini y al rato ya estaba tan a gusto como si lo hubiese hecho toda la vida, despreocupada de miradas y disfrutando de la libertad de no llevar sujetador. El primer día nos bañamos todos juntos y como siempre hemos hecho ella y yo nos fuimos a dar un largo paseo por la playa. Nos adentramos en la zona nudista en la cual todos iban desnudos, aunque había alguno como nosotros que llevábamos bañador, en el caso de mi mujer solo la parte de abajo. No dejaba de ser curioso los cuerpos que allí se veían que no eran ni mucho menos excitantes, así lo íbamos comentando ella y yo. Cuando llevábamos sobre 15 minutos caminando, de frente a nosotros venían paseando dos hombres impresionantes, alrededor de 1,80 de estatura uno rubio y otro mulato y totalmente depilados. Me fijé y mi mujer se quedó disimuladamente mirándolos, la verdad que yo también miré por como estaban de cuidados los tíos. Ellos miraron a mi mujer y comentaron algo al pasar pero en idioma alemán creí entender. Cuando nos cansamos de caminar nos dimos la vuelta y nos volvimos a cruzar con ellos, volviendo a cruzarse miradas y comentarios. Le dije a mi mujer "están tremendos eh!!" a lo que ella respondió "impresionantes.

Esa noche después de cenar hicimos el amor y en mitad del polvo yo le susurré a la oreja..

Te acuerdas de los tíos de la playa?

Si me acuerdo estaban buenísimos.

Yo noté que el hecho de recordárselos mojó su coño de manera espectacular. Tuvo un orgasmo bestial como hacia mucho tiempo que no tenía.

Al día siguiente más sesión de playa y al ratito me dijo: "Vamos a dar una vuelta?" yo le contesté no me apetece ahora, a lo cual se apuntó una de mis cuñadas y se marcharon las dos. Cuando regresó le pregunté que tal, contestándome que muy bien. Le pregunté si había visto a los dos extranjeros y me contestó escuetamente que si.

Al acabar de cenar tomamos todos juntos unas copas en la terraza del hotel, nos despedimos de mis cuñados y subimos a nuestra habitación, al llegar me dijo:

Parece que no tengo sueño, te vienes a dar una vuelta por la playa?

Estoy muy cansado, pero vete tu y cuando te canses vuelves ok?

De acuerdo cariño, me voy a dar un paseo.

Iba vestida con una camiseta floja sin sujetador y con la parte de abajo del biquini.

En cuanto salió de la habitación, y movido por el morbo, me puse un bañador, camiseta y chanclas y la seguí en la oscuridad a cierta distancia sin que ella pudiese verme.

Se metió en la arena de la playa y se fue paseando por la orilla. A lo lejos se divisaba una pequeña hoguera con gente alrededor. Ella siguió paseando y yo detrás en la oscuridad. Al llegar a la altura de la hoguera, los que estaban allí le dijeron algo y ella se paró a conversar, yo no distinguía quienes eran ni de que hablaban. Aprovechando la existencia de unas barcas en la arena me acerqué y me quedé escondido detrás, estaba como a 20 metros de ellos, ya los distinguí eran los dos extranjeros que estaban con una guitarra y bebiendo. Hablaban un poco español con alguna dificultad. Comentaban acerca de la buena temperatura que hacía y la invitaron a tomar algo. Ella dijo que no, que se la hacía tarde a lo que ellos insistieron y dijeron que todavía era temprano. Ella se acercó se sentó y le sirvieron una bebida. Seguían hablando y tocando la guitarra a la vez que cantaban. Le volvieron a echar otra copa y siguieron bebiendo.

Después de una hora se quitaron los bañadores y le dijeron que se iban a dar un baño invitándola a ella a seguirles. Lo dudó un instante y aceptó. Uno de ellos le ayudó a quitarse la camiseta y ella se quitó la parte de abajo del biquini. Se metieron los 3 en el agua e iniciaron juegos y chapoteos, desde donde yo estaba escondido no se veía nada más. Al rato salieron del agua hacia la manta y las toallas que tenían en la arena y se secaron. Cuando ella estaba secándose se acercó por detrás el rubio se pegó a su espalda y empezó a besarle el cuello a la vez que le metía mano por las tetas, bajando su mano hacía su coño y empezando una suave masturbación, ella giró la cabeza y se fundió en un profundo beso con el. El mulato observaba la escena a la vez que estiraba la manta. Después de este calentamiento la tumbaron en la manta boca arriba poniéndose el rubio a comerle el coño mientras el mulato le metía su impresionante polla en la boca. Ella gemía como una loca, yo tenía miedo a que alguien más pudiese orilla en la playa. A estas alturas yo tenía la polla en mi mano y comenzaba a masturbarme con la calentura de aquella escena. El rubio dejó de comerle el coño y según estaba ella boca arriba le separó las piernas y la penetró lentamente hasta el fondo, ella no paraba de gemir y retorcerse de placer con las embestidas de aquel hombre. El mulato sacó una cámara y se puso ha hacerles fotos a los dos follando. Al rato cogió la mochila que tenían y sacó un bote de algún tipo de crema. El rubio se separó de ella cogiendo el mulato a mi mujer, la puso a 4 patas y untó crema de aquel bote en su culazo. De manera muy suave empezó a meterle la polla en el culo, cuando la tuvo toda metida comenzó a follarle el culo de manera salvaje. Yo había perdido la cuenta de los orgasmos que ella llevaba disfrutados hasta ese momento. A la vez el rubio estaba delante de ella tumbado obligándole a comerle su herramienta mientras su compañero le follaba el culazo. El rubio se tumbó y le hizo indicaciones para que ella se sentara encima de su rabo. Ella se sentó mirando hacia el, este aprovechaba la postura para comerle las tetas que caían encima de su cara a la vez que la besaba en los morros dándole toda su lengua. Estando en esa postura, el mulato volvió a untar su culo y le metió la polla a la vez que el rubio follaba su coño. Sus gritos de placer se oían en toda la playa. Así estuvieron follando un rato hasta que los dos dejaron de follarla, la tumbaron boca arriba, y uno a cada lado de ella comenzaron a masturbarse. Se corrieron prácticamente a la vez encima de su cara y regando sus tetazas. Ella pasaba el dedo por su leche extendiéndola por sus pezones y llevándoselo a la boca, cogía sus pollas que estaban chorreando y se las metía en la boca para tragarse sus ultimas gotas de leche dejándoselas completamente secas.

Al acabar se volvió a meter en el agua, para quitarse todo aquel semen. Ellos mientras tanto festejaban haberse tirado a mi hembra a la vez que revisaban las fotos de la cámara. Cuando salió del agua se secó se puso la braguita del biquini y la camiseta floja que llevaba, se despidieron de ella con unos amplios morreos. En ese momento yo aproveché para marcharme a toda prisa para la habitación y meterme en la cama haciéndome el dormido. Al llegar quiso que follasemos y yo le dije: "Que cachonda vienes?" CONTINUARA……….