Sé que no eres mía y que nunca lo serás.
Su boca ahí abajo. Sabia como hacerlo. Su lengua endemoniada me mataba a suspiros. Mis manos aferradas a la sábana. Por Dios!!! Esta mujer es un torbellino
SÉ QUE NO ERES MÍA Y QUE NUNCA LO SERÁS.
Su boca ahí abajo. Sabia como hacerlo. Su lengua endemoniada me mataba a suspiros. Mis manos aferradas a la sábana. Por Dios!!! Esta mujer es un torbellino. Nunca está cansada si de hacer el amor se trata. Sus dedos mágicos juegan a explorar todo en mi, suben y bajan, entran y salen, rasguñan, acarician, no se quedan quietos.
Ya estoy a punto de explotar, siento como el placer invade mis sentidos. Mi cabeza empieza a girar, las olas de un bravo mar me atrapan. Una nebulosa me ha tomado por completo. su lengua castiga mi clítoris acercándome peligrosamente al abismo. Muevo mis caderas para intensificar el roce y ella empieza la succión. Lo chupa, lo lame, mete - saca, me descontrola, estoy transpirando, siento que mis mejillas arden, mi cuerpo está en llamas, mi corazón a punto de estallar en mi pecho y ella ahí... entre mis piernas.
No tengo el valor de abrir los ojos. No quiero verla marcharse una vez más. El huracán del orgasmo llega rompiendo todo a su paso, mis manos se aferran a su cabellera intensificando el efecto. Ella se prende a mi sexo como una sanguijuela. Le gusta mis jugos. Los lame y lame con total desesperación. Escucho sus gemidos de excitación mientras se los va tragando. Somos dos gatas en celos. Tengo ganas de llorar... Ganas de matarla... Ganas de... Más! Quiero más! Ella siempre me deja así... Deseándola cada vez más. Soy su esclava. Su adoradora. Su mujercita. Para y por ella soy todo, absolutamente todo lo que le plazca.
Ya no recuerdo donde ni como nos conocimos, solo sé que mi cuerpo y mi alma la necesitan. Que las noches de la semana son eterna esperándola. Que mi refugio en el alcohol es el ritual que me lleva a encontrarla. Que los domingos por la tarde no existen, ni existo desde que te fuiste la primera vez. Que si te cruzo un lunes por la mañana, sin querer, en alguna acera... No nos conocemos. Que los martes adoro su caminar pero detesto a quien te hace compañía. Los miércoles te veo aún más sexy, con esos pantalones grises entallados y el pelo recién lavado. Que los jueves son un pesar... No quiero verte ni pensar. Los viernes una añoranza y los sábados hasta encontrarte... Te tengo que buscar!
Hago de mi refugio el alcohol y te empiezo a esperar, sé que en cualquier momento vas a llegar. Las copas y las compañías van y vienen. No hago nada, solo me dedico a esperar y beber... Beber y esperar... Y beber... Beber mucho. No me interesa nada, ni hombres, ni mujeres... Solo te quiero a ti... Solo me importas tú. La espera me hace desesperar ya no sé si es mucha o no, solo sé que cuando te siento a mi lado y siento el encuentro de nuestra piel no veo el tiempo pasar...Mi cuerpo te reconoce, mi alma, vida y corazón en ese momento te pertenecen.
Tu mano se adueña de mi nuca y lentamente va serpenteando por mi espalda hasta llegar a mi cintura. Tu cuerpo se aprieta al mío. Tus labios derraman besos por mi espesa cabellera. Siento tus dedos recorrer mi rostro buscando mi boca. Saco mi lengua y los recibo con hambre, los chupo con avidez como si de un manjar se tratara. Siento tus gemidos en mi oreja. Tu pubis embistiendo despacito mis nalgas. Sé que estás tan húmeda como yo. Sé que no aguantarás hasta tenerme en la cama. Tu boca castiga con ardor mi cuello, yo gimo bajito... sé que te gusta. Tu mano inquieta empieza a jugar en mi ombligo... Me estas matando!
Me tomas de la cintura... me levanta en brazos... ella es mi héroe. Acerca su boca a la mía y besa. Un beso suave en los labios. Yo sonrío y ella me mira con su mirada retadora. Me embelesa, me tiene boba y en su brazos. Mi corazón galopa desbocado. No veo la hora de tenerla desnudita sobre mi cama. Amo su mirada perversa cuando me va desvistiendo. Como dibuja con sus dedos el contorno de mi cuerpo. La forma en que besa mis rincones. Como me hace temblar en cada suspiro. Como castiga mi cuerpo cada vez que pido más. Como me lleva al cielo y como me hace desesperar.
La noche es corta. Odio la claridad. Un nuevo día empieza. Intento retardarlo pero sé que al abrir los ojos ...nuevamente te macharas. Te observo dormir...tienes marcas de mis dientes y uñas en todos lados. Levanto despacito la sabana que te cubre y me deleito con el paisaje. Esa espalda con esos lunares es tan perfecta, esas nalgas tan redonditas y apetecible, esas piernas que son un camino a la perdición... todo en ti es perfecto. Duermes como un Ángel. Las apariencias engañan... eres un diablillo ... un diablillo molesto y aprovechador. Sonrío al verte sonreír. Me estabas observando. Juegas con tus pestañas y yo me acerco a devorar tus labios.
Tus manos acomodan mi cabello y te acercas más... Me está provocando. Mis manos se meten por debajo y empiezo a acariciar sus pechos. Se acomoda sobre mi y nos besamos dulcemente como dos enamorados. Acomoda sus piernas entre las mías y sonríe. Con ella es imposible... O está haciendo el amor conmigo o no está. Pero eso no me importa... Con tal de retenerla un momento más yo me presto a sus juegos.
Me besa con desespero, sus ojos se posaron en el reloj de pared... Sabe que se tiene que ir. Yo estoy consciente de eso. Siento la humedad de su sexo. Mis manos aprietan su cintura. No hay palabras que decir y las dos sabemos que lo que se diga no cambiará el porqué de las cosas. Hacer el amor ahora, en este mismo instante es la prioridad. Satisfacer un poco la necesidad que tenemos una de la otra. Te acomodas entre mis piernas aprietas tu sexo contra el mío. Amo esa cara de lujuria. Te excita cuando me tienes así. Empezamos el movimiento... Sincronizamos... Yo te beso...Tú te mueves. No aguantas... Dos de tus dedos van a parar entre ambos sexos... Te masturbas... Me masturbas. Gimes y sueltas palabras sin sentido. Te escucho... No te entiendo... estoy disfrutando tu roce. Intensificas de a ratos los toques y yo casi estoy llegando. Me acaba de morder los labios y sus gemidos son casi gritos. Creo que también estás igual. La lluvia de estrella invade mi visual y te veo a ti... estás traspirada, tus mejillas color manzana y esos pelos todos mojados terminando sobre mí, atino a abrir los brazos y traerte junto a mi... Siento nuestros corazones a mil golpeando en nuestro pecho. Nos quedamos así hasta tranquilizarnos.
Te miro desde donde estoy, me acerco y te beso la nariz... tu sonríes y me abrazas fuerte. Te tienes que ir. Sé que no eres mía y que nunca lo serás.
Capricornio7