¿se parece a tu fantasía?
Vive como tuya propia .... la fantasía que le conté a una amiga.
"Fantasía" .... bonita palabra.
Como nos hemos dicho por teléfono, las connotaciones lingüísticas que se pueden dar a esa palabra hace que haya un gran abanico de posibilidades que encajan con esa expresión.
Pero bueno, yo voy a intentar ceñirme a algo que ... cuando lo pienso, lo sueño, o sencillamente lo imagino, se produzca en mi mente y en mi cuerpo unas reacciones sumamente satisfactorias.
Como estoy en el trabajo no sé si me podré concentrar todo lo que desearía, pero estoy seguro de que lo entenderás y no me lo tendrás en cuenta.
Como te digo, mis fantasías son muchas, algunas ya se han realizado, pero no me canso de soñar con ellas, con esas nuevas sensaciones, aunque antes ya se hayan hecho realidad.
Supongo que ya te imaginas que todas esas fantasías (o al menos el 99.9% de ellas) están relacionadas con temas sexuales. Estas preparada para leerlas? .....
Seguro??
No te arrepentirás?????
Piensa que pueden herir tus sentimientos y tu moralidad!!!!!!
Bueno, si has leído hasta aquí quiere decir que sí, que tienes la firme intención de conocer algunas de esas fantasías. Pues aquí la tienes ......
En muchas ocasiones siento deseos, deseos muy fuertes, deseos que hacen que mi cuerpo experimente ciertos cambios solo de pensarlo (ya sabes que clase de cambios, tienen que ver con la mitad del cuerpo, donde hay una parte muy sensible que crece, y crece, hasta que el deseo se convierte en obsesión) .... y esa reacción porque?
Pues porque pienso en cosas como por ejemplo en estar en un avión, en un viaje largo, transoceánico, en esos en los que has de pasar 15 horas contentándote con reclinar un poco la cabeza y ya está, o con dar algún que otro paseo para estirar las piernas y para ver quien ha sido el pasajero que ha tenido la suerte de sentarse al lado de esa belleza a la que le echaste el ojo en la sala de embarque. Um, qué afortunado!!!!
Pues bien, en uno de esos paseos por el avión, estando ya en pleno vuelo, y notando como el aburrimiento se va apoderando de mi, resulta que cruzo la mirada con una mujer. En esas décimas de segundos en la que nuestras miradas se rozan (porque es como si con la mirada estuviéramos irradiando algo sólido, algo palpable, ese algo que se traduce en una palabra ... deseo), pues bien, en esas décimas de segundos, ella y yo, creo que a la misma vez, sentimos que nuestros cuerpos y mentes han dado un vuelco, un vuelco que indica de manera inequívoca que los dos deseamos lo mismo.
Empieza a partir de ese momento el juego de las miradas, todo empieza siendo muy discreto, sin que nadie del alrededor se dé cuenta. Después de varios minutos intercambiando esas cómplices miraditas, ella decide levantarse y yo noto como el corazón se me acelera, pienso que ella por fin se ha decidido a dar un paso adelante.
Viene hacia mí, sí, viene hacia donde yo estoy!!!!!!! Pero de manera muy disimulada pasa a mi lado sin decirme nada, pero haciendo que sus ojos se posen en los míos, haciendo que nuestros brazos se rocen muy levemente, pero roce suficiente .... como para conseguir que mis pelos se ericen al notar ese contacto físico.
Yo espero unos segundos y entonces voy tras ella como si de un toro que va al degüello se tratara.
Nos vamos a la parte de atrás del avión, que siempre es la que esta menos habitada. Allí ella se hace la encontradiza, no quiere ser la primera en lanzarse, pero sí, cuando me voy acercando me mira a los ojos y me aguanta la mirada. (Ummmm, y eso me encanta, cara a cara, ojos contra ojos, ufffff, me gusta, me gusta mucho).
Cuando estoy a su lado, sus primeras palabras son: "Por fin, ..., me encanta mirar, pero necesitaba algo más".
Empezamos hablando de cosas más o menos normales, pero los dos tenemos muy claro qué es lo que va a pasar a continuación. Así que después de intercambiar algunas palabras, hacemos que nuestras manos se rocen, de manera disimulada, no queremos dar de qué hablar (por el momento). Decidimos que sería mejor entrar en uno de los lavabos, nos aseguramos de que no hay nadie que nos mire y entramos.
En ese momento hay una mezcla de sentimientos contrapuestos que aun hacen subir más la temperatura.
Por un lado deseo poseerla de manera salvaje, deseo tenerla entre mis brazos, deseo sentir sus labios, su cuerpo, .... quiero penetrarla con fuerza. Quiero oírla gemir, balbucear, pedirme con desespero que no pare de penetrarla, que continúe sin parar hasta el final, hasta hacerla llegar a la locura ......
Pero, por otro lado, cuando entro con ella en el baño, la miro y me parece que tiene una cara angelical, un rostro que me inspira ternura, que desarrolla en mi interior una sensación de dulzura que hace que desee tratarla como si de cristal de bohemia se tratara.
Al final, y tras volvernos a mirar a los ojos mutuamente, mis labios son dirigidos por una fuerza superior a mi, hacia sus ojos, le beso los párpados y siento la imperiosa necesidad de acariciar su cuerpo levemente.
Mientras beso sus mejillas, mis dedos rozan muy suavemente sus brazos desnudos. El tacto de su piel es realmente suave, es como la mismísima porcelana, la única diferencia es que .... su piel transmite esa sensación de calor que hace que mi cuerpo se erice.
Los besos y las caricias mutuas van surtiendo efecto de tal manera, que empiezo a bajar mis labios por su cuello, rozo con ellos su nuca, ...., siento el sonido de sus leves gemidos cada vez que mis labios y mi lengua acarician su piel. Ella esta con los ojos cerrados, disfrutando de cada instante, de cada nueva sensación, de cada uno de mis movimientos ....
Tras largo rato haciéndola sentir en el séptimo cielo sólo con la actuación de mis manos y mi boca en su cuello y en su cara, ella decide que es el momento de ofrecerme todo aquello que tiene reservado para mi. Me separa de su cuerpo con la máxima delicadeza, me mira fijamente a los ojos, en ellos se aprecia sin lugar a dudas los efectos de un primer orgasmo, silencioso, pausado, saboreado .... y deseado.
Roza con uno de sus dedos mi nariz, de arriba abajo, los pasa dulcemente por mis labios, y entonces .... dirige sus manos a su blusa ... empieza a desabotonarla sin prisas, muy despacio, haciendo que mi cuerpo y mi mente estallen en una sinfonía de placeres y sensaciones que son indescriptibles. Cuando lleva tres botones desabrochados, ..., para, ..., me mira y con su mirada me invita a besar su pecho. Su piel se me antoja suave y tersa .... beso su cuello y bajo con mi lengua por la parte central de su pecho ..... su aroma es embriagador. Ella mientras tanto acaricia mi pelo, lo mece, lo enrosca ......
Mis besos en su pecho se van haciendo más frecuentes .... ahora soy yo quien toma la iniciativa de seguir desabrochando su camisa, dejando sus pechos al descubierto, notando como sus pezones y las aureolas que los envuelven han claudicado ante el trato que mis labios y mis caricias han dado a su cuerpo.
Beso su cuerpo, no puedo parar, necesito sentir su aroma mientras la beso, noto como brota desde lo más profundo de su ser esa "esencia" del deseo, noto como se ha destapado en ella el frasco de la pasión.
Cuando mis trémulas manos llegan a sus muslos hay algo que me llama mucho la atención .... es como si la temperatura en esa zona de su cuerpo hubiera sufrido un cambio térmico muy drástico. El interior de sus muslos está caliente, muy caliente, es la misma sensación que uno experimenta cuando está frente a una chimenea y se acerca un poco a ella y de repente nota como en el aire se aprecia un calor intenso, .. , eso es lo que me sucede cuando llego a su entrepierna, el calor se hace intenso y se me antoja denso a la misma vez. Acaricio su sexo por encima de su ropa interior, y el calor y la humedad son intensos, las secuelas de ese primer orgasmo son palpables.
Mis dedos se abren hueco por esa zona, notando el vello recortado a conciencia, dejando solamente un rastro en la parte superior. Mi deseo va en aumento cada segundo que pasa. Juego con sus labios vaginales, noto la hinchazón de su clítoris que se distingue claramente entre ellos. Esa humedad me vuelve loco. Siento la necesidad apremiante de que mi boca bordee la silueta de su cuerpo hasta llegar a esa zona que tantas alegrías y placer me va a proporcionar. Mis besos y caricias bucales se hacen intensas, ella apoya sus piernas sobre mis hombros mientras yo disfruto del sabor de su néctar. El mejor regalo para un buen amante es tener la "Esencia" del placer en su boca, saborear todos esos flujos que son la prueba más evidente de que el placer esta siendo desbordante.
Los efectos de mi largo cunningulis no se hacen esperar, así que entre gemidos entrecortados, puedo escuchar sus palabras, más bien sus suplicas, de seguir, seguir, de que no pare, de que siga sometiéndole a ese placer inaudito ..... todas esas expresiones hacen que en mi mente solo haya un objetivo en ese momento ..... hacerla "correr", sí, que experimente un nuevo orgasmo que todavía sea más placentero que el anterior. Me lo he propuesto y lo conseguiré!!! Arrecio las embestidas de mi lengua sobre su sexo, pongo todos mis sentidos en cumplir mi objetivo ......... y de manera claramente perceptible por mi, y quizá también para algunos de los viajeros que a lo mejor hay afuera, ella se vuelve a correr, esta vez destilando una gran cantidad de flujo que hace que toda mi cara quede empapada con él.
Ella parece exhausta, han sido dos orgasmos muy seguidos. Pero yo no estoy dispuesto a que su placer se quede ahí, sólo en eso. Mi interés, mi necesidad, mi propósito es hacerla gozar de tal manera que JAMÁS olvide que una vez, en un avión, disfrutó del placer del sexo como nunca antes lo había hecho, y como quizá jamás lo volverá a hacer. Esa es mi intención, lo conseguiré? Quien sabe!! El caso es que yo me voy a esmerar en mi trabajo.
Al cabo de unos instantes, en los que no paro de besarla, de hacer que su placer se mezcle en su boca y en la mía, dejo que ella se relaje un poco y vuelva a cobrar vida.
Es entonces cuando ella pide su protagonismo. No son necesarias las palabras, con las miradas nos basta. La verdad es que si lo pienso un poco, las palabras que nos hemos cruzado desde que nos conocemos han sido muy pocas, las suficientes para entender cada uno lo que deseaba del otro.
El caso es que es ella ahora la que empieza desnudarme a mi. Lo hace con elegancia, con consideración, pero también con determinación, sabiendo lo que hace y porqué lo hace. Se nota que tiene deseos de ver qué hay ahí debajo, qué es lo que va a poder sentir un poco más tarde en su interior. Su forma de desnudarme es sumamente sensual, hace que cada movimiento suyo sea una invitación a la lujuria.
Cuando baja la cremallera de mis pantalones acaricia mi pene sobre mi ropa interior, me mira a los ojos ... y sonríe, como queriendo decir ... "uffff, no sabes lo que te espera". Besa mi sexo por encima de los bóxer, se lo pasa a lo largo de toda su cara, vuelve a besarlo, dice que se nota caliente, que se nota caliente ella, y que se nota caliente mi sexo. Lo sé, está a punto de estallar, lucha tenazmente por salir de su prisión, por respirar aire, por ser libre, por entrar en esa cueva húmeda de su boca, por notar esa pericia en las artes amatorias, por sentir esos labios húmedos rodeando el glande. Y ella, que entiende ese lenguaje no verbal, actúa con determinación. Una vez liberado, ella lo acaricia con su rostro, ahora es ella la que siente el calor de mi cuerpo. Lo besa dulcemente, es como si lo acariciara con sus labios y su lengua. Yo la miro desde arriba, veo como su cabeza de forma arrítmica se mueve en esa zona. Parecen movimientos inconexos en ese momento, pero son precisamente esa clase de movimientos los que ahora necesito, no saber para dónde va a ir su legua, no saber dónde se van a posar sus labios. No puedo hacer otra cosa que inclinar la cabeza hacia arriba y pensar: "lo estaré soñando? Es esto simplemente un sueño?" Pero no!, No es un sueño! Es la realidad, estoy con ella, sí, con esa preciosidad de mujer en un avión, abarrotado de gente .... y HACIENDO EL AMOR.
Sus movimientos con la cabeza van tomando un cariz más ordenado, un aire más metódico, es como si su cabeza hubiera sido disciplinada por ella misma y hubiera llegado a la conclusión de que era hora de dejar de jugar y de que se tenía que poner manos a la obra. Yo no sé qué es mejor, la verdad es que la sensación que estaba experimentando era verdaderamente placentera, pero me parece que lo que se abre ante mí no va a serlo menos. Su felación se hace intensa, se desarrolla por todo mi pene, desde la base hasta la punta de mi glande, en movimientos constantes, repetitivos, movimientos que ejercen presión sobre mi pene y que le hacen brincar de felicidad.
Sus manos nos paran de masajear mis testículos, mi trasero, etc....
Nuestras miradas se cruzan en diferentes ocasiones estando en esa posición. Ver como me mira, como pide mi aprobación por el trabajo que esta realizando ... me pone a mil.
Su ritmo se vuelve frenético, mi placer me desborda, el séptimo cielo se ha quedado muy lejos de dónde yo estoy en esos momentos, debo sobrepasar ya el decimoquinto cielo.
Siento unas ganas locas de poseerla, así que la invito con mis manos a subir, a que volvamos a dejar que nuestras lenguas se entrelacen en un beso apasionado y lujurioso.
La apoyo contra el lavamanos, sus piernas rodean mi cintura y ..... suavemente ..... muy suavemente .... la penetración se hace efectiva.
Primero sólo paso mi glande por sus labios desprovistos de vello, pero es como si esos labios absorbieran mi pene porque en un abrir y cerrar de ojos mi glande se ha visto enterrado en esa gruta del placer. Las sensaciones que experimentamos los dos en esos momentos son indescriptibles.
La penetración va tomando forma, llevamos mucho rato con esa penetración, nuestros cuerpos sudorosos se funden como si fueran uno solo. Con el paso de los minutos los movimientos se han ido acelerando. Han llegado al punto de que la manera de hacer el amor ahora es ... salvaje. Ahora sí que es completamente seguro que las personas que haya en 10 metros a la redonda saben que está pasando algo. Ahora sí que tienen la certeza de que hay dos personas que están disfrutando de un viaje en avión memorable, de algo que jamás podrán olvidar. Las personas de alrededor ahora seguro que sienten una envidia terrible por saber lo que está pasando en ese cuarto de baño y no ser ellos los que están disfrutándolo. Ella y yo lo sabemos, sabemos que se nos escucha en medio avión, y qué? Qué pasa? No vamos a desperdiciar la oportunidad de disfrutar de nuestros cuerpos al máximo solo por guardar las apariencias.
Sus orgasmos han sido constantes a lo largo de la extenuante penetración. Creo que ni ella misma podría decir cuantos ha tenido, la verdad es que tampoco se trata de llevar la cuenta, pero de lo que sí esta segura ella, y estoy seguro yo, es de que el placer ha superado con creces las expectativas más optimistas.
El final se presenta apoteósico ......
Cuando nuestros cuerpos sudados parecen estar al borde del abismo, de ese estado en el que la inconsciencia es la dueña, ...., yo no puedo aguantar más, mis últimas embestidas son terribles, frenéticas, con una fuerza descomunal, son la conclusión lógica de todo ese placer derrochado a lo largo de todo ese tiempo.
Mi corrida es descomunal, su orgasmo no se queda atrás. Los borbotones de semen salen con una energía enorme, el placer nos invade a los dos de tal manera que ella, tras sentir los primeros chorros de semen en lo más profundo de su vagina, se baja para sentirlos ahora en su cara, en su pelo, en su boca .....
Yo me he quedado paralizado, sin fuerzas, me he quedado vacío, sin energías, casi no me sostengo de pie. Ella sigue limpiando hasta la última gota de mi semen con su boca. Sube por mi pecho, por mi cuello, ..., hasta que nos besamos de manera profunda y nos transmitimos todo lo que hemos experimentando el uno con el otro.
Descansamos un ratito y ahora sí hablamos. ............
Espero que te guste mi fantasía .... y si además consigo que tu cuerpo experimente cierto cosquilleo ... ummmm, entonces ya no te puedes imaginar cómo me sentiré ......
Te vienes en avión conmigo???????