Se enamoran asi de repente las Mujercitas

Dos chicas se encuentran y se enamoran locamente, el deseo y el amor se confunden en un encuentro muy explosivo.

SE ENAMORAN ASÍ DE REPENTE LAS MUJERCITAS

Absorto contemplaba el objeto de sus deseos, un bello conjunto de calzón, sostén y portaligas de color blanco de encajes y bordados sutiles y glamorosos, que mantenía toda su atención y todos sus sentidos, en esa gran tienda por departamento donde se había comprado casi toda su ropita pues resultaba cómodo no tener que enfrentar miradas indiscretas y preguntas embarazosas, porque esas prendas tan lindas eran para el, y este era su gran secreto le gustaba mas bien le fascinaba vestirse de mujer, y cada tanto cuando sus deseos lo impulsaban y concurría a esa tienda y se compraba los objetos de sus deseos.

Ya tenia el jueguito que se compraría en sus manos cuando al voltear se tropezó con la mirada incisiva de una señora que tenia en sus manos otro juego igual de calzón, sostén y portaligas, sus miradas se encontraron y algo muy especial ocurrió entre ambos pues los dos a la ves comprendieron que eran iguales, con los mismos gusto y deseos, no mediaron palabras, pero al salir de la tienda la encontró muy glamorosa sentada en un café, se sintió impulsado, a hablar con ella y se dirigió resuelto hacia ella, se sentó al frente de ella, sus miradas se encontraron mucho mas cerca y con mucha mayor intensidad, y así continuaron en silencio un rato, seguían sin dejar de verse y contemplarse, ella le indico con un gesto que se acercara para hablarle y le contó queda al oído soy como tu, ando de mujercita, me llamo Gabriela, no me digas que tu no eres así y que te gusta vestirse de mujer aunque sea en tu casa, se encontró confesando sus aficiones y sus gustos por la ropa femenina fue un hablar atropellado pues ambas experiencias se hacían similares a medida que cada una contaba su historia, mi nombre femenino es Maria Cecilia, nada impedía que sus miradas fueran cada ves mas intensas y mas llenas de promesas entre ambas, se trataban como dos mujeres que era lo que a ambas fascinaba, paso el tiempo sin sentirlo fueron horas contándose y mirándose, compartiendo sus vidas y sus deseos podían confesarse sin temor era una sensación liberadora, cuando por fin salieron a la calle la noche las envolvió, no podían separase y por acuerdo mutuo se dirigieron a la casa de Gabriela, mas cercana y que les permitiría la deseada intimidad, tan pronto como llegaron se besaron con pasión, y como un fogonazo la atracción instantánea y completa las sacudió a ambas, y las mejillas se sonrojaron completamente y los ojos se les cubrieron de lagrimas, como una cosa mágica se sintieron de una ves enamoradas y atraídas llevadas como por un huracán, se sentaron juntas y de inmediato retomaron la misma conversación del café, se miraban a los ojos y se decían te quiero mucho eres mi vida, sin casi palabras se dijeron todo se prometieron amor y entrega mutua, una corriente eléctrica las mantenía tomadas de la mano y mirándose a los ojos con pasión y deseo, se sentían ya enamoradas.

Tomadas de la mano, sonrientes y enamoradas decidieron vestirse de mujeres mientras se besaron con pasión y sus manos recorrían sus cuerpo como locas, sus boca se entregaron al deseo, sus lenguas penetraban cada rincón y las manos buscaban sus partes mas intimas, el flechazo había dado en un blanco doble las dos se sentían enamoradas y deseadas.

A duras penas se separaron para que cada una se vistiera según sus gustos con las ropas que Gabriela, tenia pues le gustaba mucho comprarse las y tenia un buen surtido que sirvió para la ocasión, al encontrase se rieron pues las dos escogieron minifaldas rojas y blusas blancas, diferían los modelos y los zapatos, y accesorios usados, las pelucas eran rubia y la otra morena, se miraron cuando la transformación estuvo completa con maquillaje incluido, aros collares y pulseras, le pusieron broche a los atuendos, se veían francamente preciosas según las palabras de cada una, y ahora ya todas unas mujeres se besaron con mas pasión y con mayor deseo, sienten que la sangre fluía con fuerza por todos sus cuerpos, no podían separase para nada se buscaban las bocas se miraban con ternura, y la tensión fue en aumento por lo que llego el momento de ir hacia la cuarto para estar juntas como querían.

Las ropas volaban en todas direcciones tan pronto como llegaron a lo que seria su nidito de amor, Gabriela tomo de la mano a Maria Cecilia y la condujo ya ambas desnudas a su cama toda adornada con flores de un suave color rosado, muy lindo y femenino, con flores en el velador y una foto de ella de cuerpo entero donde se muestra tal cual es: una mujer bella, sensual y coqueta, se tienden en la cama y sus bocas se buscan con pasión se entregan al deseo, las lenguas van de una boca a la otras buscando y acariciando todo, se acarician los cuerpos desnudos y se toman todos y cada uno de los rincones que las enardecen, las manos se toman los culitos ardientes y se mueven para sentir las caricias de las manos deseadas, se levantan para ser mejor penetradas, y luego, luego una sola explosión se desencadena y las dos gritan y se revuelcan de placer, dichosas se miran y se besan se agradecen mutuamente, ser satisfecha por la otra, sus besos les trasmiten todo el amor y el deseo que las quema, pues a pesar de que las dos han terminado y expulsado todo el semen de que son portadoras, aun les quedan mas ganas, que poco a poco los besos van excitando sus cuerpos femeninos y ahora desean ser penetradas, ser mujercitas en toda la extensión de la palabra entregar su culito ansioso al pene rico de su compañera, la mas ansiosa es Maria Cecilia será la primera en ser poseída por Gabriela, cuyo pene hinchado y abultado por el deseo que se agolpa en el quiere y desea penetrar el rosado y apretadito culito de Maria Cecilia, se preparan para el combate con la debida lubricación la cabeza va entrando de a poquito a poco en el culito ansioso de Maria Cecilia que a pesar del dolorcito se prepara para gozar cuando todo el pene este dentro de ella, lo que ocurre muy rapidito pues por los esfuerzos de ambas una empujando y la otra recibiendo ya esta todito metido y ambas se mueven buscando el placer mas intenso, las dos se sientes dichosas en dar y recibir placer y ahora mas intensamente que antes se produce la explosión de semen en el culito de Maria Cecilia que lo recibe dichosa y ella a su ves en las manos de Gabriela deja todo el suyo inundándolas, abandonadas una en brazos de otra quedan ambas contentas y satisfechas y Maria Cecilia besa suavemente el pelito de Gabriela que adormilada queda en sus brazos de mujer pues se siente toda una mujer, ahora es la mujer de Gabriela, dormitan un rato y las suaves caricias de Maria Cecilia en la cara y pelo de Gabriela las van despertando y preparando para el momento en que recuperadas intercambien papeles y sea el culito de Gabriela el que reciba el pene de Maria Cecilia, poco a poco se vuelven a besar y a acariciar, y van anunciando que se acerca el momento de que el culito ansioso de Gabriela reciba toda el empuje y la virilidad de Maria Cecilia.

El pene de esta va recuperando lentamente su dimensiones totales hinchado, por la sangre enardecida adquiere a los ojos de Gabriela unas proporciones muy placenteras para ella, se besan, se acarician las tetitas y van preparando la penetración, Gabriela pide ansiosa metemelo todito mi linda Maria Cecilia, se ponen en pose y el culito dilatado y lubricado de Gabriela va recibiendo la cabeza y luego y pronto todo las dimensiones del pene de Maria Cecilia, y se mueven ahora en círculos , Gabriela empujando su colita para atrás y Maria Cecilia su pene para adelante están fundidas en un abrazo frenético y los movimientos hacen dar aullidos de placer a Gabriela que mueve su colita muy contenta de estar penetrada por Maria Cecilia desde ahora su amor y dueña, unos chorros de semen inundan el culito de Gabriela que se desploma en la cama de gusto y de satisfacción ha gozado como nunca pues tampoco elle tenia mucha experiencia con un pene en el culito aunque de siempre deseaba ser penetrada y gozada como lo fue hoy, es que con Maria Cecilia todo es tan rico es como una estadía en el cielo pero con los pies sobre la tierra, poquito a poco el pene de Maria Cecilia va saliendo del culito satisfecho y así quedan las dos abrazadas satisfechas y muy bien servidas se sienten las dos todas una mujeres y así se juran amor eterno, se juran que serán una para la otra y ese juramento tiene como sostén el amor explosivo que ha surgido entre las dos y que las unió tan rápida y perfectamente, se abrazan y se quedan así abrazaditas, satisfechas y plenas ya entregadas y solo pensando que son muy afortunadas al haberse encontrado.

La mañana las encuentra abrazadas, desnudas y con un poco de frió por lo que ambas se unen mas para recibir y dar calor, se besan suave y tiernamente como unas niñitas buenas, es que así se sienten una en brazos de la otra, se miran con ternura y se acarician las caritas que muestran rasgos de la noche pasada, se encuentra tan bonitas y se dicen al oído te quiero mi Maria Cecilia te amo mi Gabriela, somos muy afortunadas en amarnos y vuelven a jurarse amor y entrega, serán fieles y vivirán la una para la otra.

Con solo sus ropitas intimas, es decir en calzones y sostenes se preparan el desayuno para las dos con continuas caricias y besos, se regalan cosas, tonterías y se comportan como dos chicas enamoradas, unas tacitas de te, jugo de naranja, pan integral, mermeladas y otras cositas mas se llevan a la cama para tomarlo juntas y recordar con risas y caricias la noche pasada que tantas cosas ricas le dejaron a las niñas, que se ríen y miran con ternura y deseo, este va surgiendo poco a poco la cercanía las atrae, la desnudes las provoca, se cuentan su vidas y sus anhelos que donde estaban que no se juntaron antes, que de siempre las dos anhelaban una relación tan linda y plena, que era como si sus vidas a partir de ahora se transformarían porque podrían ser mujeres todo el tiempo pues ambas se ayudarían a ser y parecer, mujeres de verdad, verdad, se cuentas de sus amores de sus gustos y descubren fascinadas que son las dos una para la otra ahora con palabras en la noche lo descubrieron con el deseo, se miran y ríen sin motivo se dan la comida en la boquita y vuelven a reír contentas y satisfechas, felices y dichosas, están enamoradas y se les nota en las caras y en los cuerpos que han adquirido como cosa de magia una tersura nueva una tersura y suavidad muy femenina y eso les provoca una nueva explosión de risa, se regalan besos y caricias y la pasión la envuelve pero se juran que terminaran de comer antes de cualquier cosa, los minutos transcurren sin prisa les parece que siempre han estado juntas y que ya no podrán vivir separadas ni un instante, no entiende como pudieron vivir antes del encuentro, antes des ser una de la otra y de ser no una pareja sino una unidad Gabriela-Maria Cecilia o Maria Cecilia-Gabriela, vuelven a jurarse amor eterno y a no permitir que nada las separe ni las enoje cada noche se acostaran juntas con la mas lindas ropitas de dormir femeninas y las dos se arreglaran, se maquillaran juntas compartiendo todos sus cosméticos y sus ropitas que ambas aportaran a la pareja que ahora nace, sus faldas, vestidos, zapatos, pelucas, ropita intima, pañuelos y demás, para verse cada día mas bonitas, que es su gran anhelo ser mujeres lindas y deseadas para que cada una este orgullosa de la otra y que cuando en la calle les digan piropos, se digan, esa es mi mujer y esa es mi novia y esa es mi amada, y esa es mía y solo mía.