¿Se considera violación?

~Hoy desperté con ganas de que me pierdas el miedo~

~Hoy desperté con ganas de que me pierdas el miedo~

Te llamaré diciendo que quiero verte, siendo tu amiga no me negarás el derecho de saludarte. Lo primero que tengo que declararte, es que tengo una sería y única intención: Viólame.

Cuando llegues verás todas las luces de mi casa apagadas, toca el timbre. Abriré desnuda y sin darte tiempo de nada, me colgaré de tu cuello para besarte lo más fuerte que la succión de mi boca me lo permita; mi lengua húmeda entrará en tu boca y quiero que me respondas.

Sé que me apartarás y distinguiendo mi silueta en la oscuridad te sentirás asustado, sentirás de inmediato tu espalda golpear la pared, mientras mi cuerpo desnudo lo aprisiona.

Te gusto, lo sabes. Viólame. Hazme tuya por la fuerza mientras finjo que me opongo.

Los papeles cambiarán; sentiré una de tus manos aprisionando mis muñecas contra la pared, por encima de mi cabeza, mientras con la otra, tapas mi boca. Necesito sentir tu boca abusando de mi cuerpo.

Oblígame a subir a la habitación, quítate el cinturón para amarrar mis manos a la cama. Sujétame el rostro con tu mano, brusco y fuerte dime que no grite, al tiempo une tu boca a la mía y muérdeme los labios. Necesito sentir la presión fúrica de tus manos contra mis pechos.

Deshazte de tu ropa mientras sigo fingiendo el miedo, sepárame los muslos, levanta mi cadera y no te olvides de tapar mi boca con tu mano.

Ábrete paso entre mis glúteos.  Sin prepararme, sin delicadeza… Entra en un lugar prohibido, hazlo profundo. Morderé tu mano para no gritar por el placer de sentirte irrumpiendo mi ano, piensa que no me gusta… Así, sígueme violando.

Levanta mis muslos, sostenlos con ambas manos y al fin deja mi boca libre para gritar, para morderme los labios.

Quiero verte así: Sudando, temblando de excitación, gimiendo roncamente de placer, obligándome a mirarte a los ojos, para no poder fantasear con nadie más que no seas tú.

Marca con tus dedos toda mi piel. Acércate a mi oído y con tu voz grave susúrrame “Eres mía”, porque quiero serlo. Déjame sentirte así; embistiéndome duro, rápido, profundo y muy fuerte.

Intentaré expulsarte de mi cuerpo, sé que el juego te gustará; entonces empuja hacía dentro… Lastímame, no me importa porque lo merezco.

Gritaré entre gemidos ¡No más! ¡Te rogaré que te detengas!, entonces búrlate en mi cara, ignora mi súplica; grítame obscenidades excitantes al oído ¡Gime más fuerte! ¡Hazlo más rápido!

Cállame en un beso, muérdeme los labios, rectifica que soy tuya.

¿Se considera violación si pongo todo de mi parte?... No me importa si es así, prefiero que me violes a que me ignores diariamente, prefiero que me violes a morirme de deseo cada noche en la soledad de mi cama.

Me asomo a la ventana y te veo bajar de tu auto, sé que no me violaras pero… ¿Puedo pedirte al menos que abuses sexualmente de mi?

Suena el timbre.