Se acerca la Semana Santa en Sevilla
Ella salía de casa vestida para la ocasión, Semana Santa Sevillana, mujeres preciosas y hombres elegantes. Vestido azulado, con generoso escote y preciosas piernas subidas a unos zapatos de infarto, melena suelta moldeada por el viento, ojos y labios pintados, una mujer perfectamente arreglada, con
Ella salía de casa vestida para la ocasión, Semana Santa Sevillana, mujeres preciosas y hombres elegantes.
Vestido azulado, con generoso escote y preciosas piernas subidas a unos zapatos de infarto, melena suelta moldeada por el viento, ojos y labios pintados, una mujer perfectamente arreglada, con mimo, exquisitamente vestida para la ocasión. Una mujer más de las miles que salen con sus mejores galas del brazo de sus novios o maridos.
Pero Sandra solo era una mujer más a primera vista, a primera pasada, pero bajo su vestido, bajo su mirada esconde un calor que desde hace algún tiempo es insoportable, le quema y llena sus madrugadas de lujuria, acariciándose a solas, pensando en qué y cómo podría pasar para que aquella lujuria que recorre cada poro de su piel se convirtiera en realidad.
Desde hace algunos días Sandra se pasaba correos con un desconocido al que había leído algún que otro relato y se había masturbado hasta quedar extasiada, lo que allí leía le parecía muy fuerte pero no podía evitar llevarse la mano a la entrepierna nada más comenzar la lectura.
Después de varios correos donde comenzaron a conocerse y plasmar sus inquietudes en temas relativos al sexo, decidió dar un paso mas y tener un encuentro casualmente organizado.
Sandra me dijo que el domingo de Ramos saldría con su marido y algunos amigos a ver algunas de las procesiones del centro de la cuidad y le propuse realizar algo morboso, quizá inofensivo pero altamente lujurioso que pudiera ir metiéndola de lleno en mi bolsillo, su marido, un tipo aburrido y bebedor, a penas la quería a su lado para lucirla pero desde hacía algunos meses no la tocaba.
Decidimos citarnos en una céntrica plaza, concretamente en un bar conocido, ella ya me había advertido como iría vestida y el color de la chaqueta de su marido, chaqueta especial por cierto, casi imposible de no ver, la idea era vernos en la distancia, observarnos y si pudiéramos en algún momento de despiste del marido cruzar algunas palabras, solo le había pedido una cosa, que no llevase bragas ni tanga, que tuviera el coño al aire para mí. Así que esa mujer esbelta y espectacular con ganas de jugar iría preparada para todo o para nada, eso lo habíamos dejado al azar, al momento, a la aventura, quizá fuese una noche llena de morbo, pasión y sexo o quizá solo una de deseo y ganas.
Llegué al sitio acordado a la hora prevista, y lo primero que vi fue a chaqueta de su marido, como ella me dijo llamativa hasta casi deslumbrar, estaba con varios amigos y sus mujeres. Entonces la vi, mirando a cada lado de la calle buscándome, llena de excitación por el momento. Cruzamos nuestra mirada, me quité las gafas de sol y sus ojos se clavaron e mi, ya me había visto, se mordió el labio inferior y asintió con la cabeza, como diciéndome "ya se quién eres" o "soy yo la putita que a estado toda la semana tocándose pensando en este momento"
Me acerque donde estaban, directo a ella, decidido con paso firme, mirándola de arriba abajo, ella se asustó desvió la mirada y se acercó a su marido agarrándole del brazo, me puse a su lado y pedí una cerveza, podía olerla, casi tocarla. Mientras tomaba mi cerveza la observaba de cerca, ella cada poco giraba la cabeza para mirarme y siempre se encontraba con mis ojos clavándose en los suyos. Su marido no paraba de hablar, reír y beber sin parar, y sin darse cuenta de que en ese preciso instante la mujer de su lado, su mujer, estaba lubricando para otro hombre. Cada momento que pasaba, el estaba más bebido y ella mas excitada, ya casi no se cortaba en mirarme y poner ojitos de cordera deseosa de una buena follada, le miraba el culo, cosa preciosa que quería follarme sin reparos, metido en estos pensamientos la gente comenzó a agolparse, llegaba el paso y todos o casi todos quería pillar buen sitio para verlo y digo casi todos porque mi intención era bien distinta.
El marido, futuro cornudo, corrió con sus amigos a la bulla y cogió a Sandra del brazo para llevarla con él, me puse tras ellos con intenciones bien concretas, pero el marido colocó a Sandra delante de él, mierda pensé!!! Era un momento de lujo para empezar a intimar...
Sandra miró a su espalda y tras su marido vio como me acercaba cada vez más a ellos y el resto de gente se agolpaba a nuestras espaldas haciendo que nuestros cuerpos se juntasen mas, Sandra que vio mis intenciones perfectamente fue dejándose descolgar para pasar de estar delante a estar tras su marido, el comenzó a andar a través del gentío y me pegué bien cerca de ella, pegando mi polla contra su culo.
Sandra seguía andando despacio pero cada vez hacía los parones, mas fuertes para notar mi polla, por fin llegamos al centro de la bulla, con el paso frente a nosotros, el cornudo, su mujer y yo tras ella, le agarre la cintura trayéndola hacia mi polla y ella pícara comenzó a mover el culo el círculos pero no miraba atrás, no quería que su cornudo marido se diese cuenta
.
Deslicé mi mano bajo su vestido y llegue hasta tu desnudo culo, lo abrí y metí un dedo en su coño, mojadisimo. Sandra estabas muy perra ya, lo sabes y te gustó aquel magreo cerquita del cabrón de tu marido.
Acariciándole el coño le susurre:
- Eres una puta calientapollas, has venido sin bragas a que te toque el coño delante de tu marido.
Ella solo movía el culo en círculos buscando una penetración más profunda pero no me decía nada, su marido absorto seguía mirando el paso con emoción mientras con mi mano acariciaba el precioso coño de su mujercita, deseosa de ser tratada como una puta.
Cuando el paso se alejaba y la gente empezada a dispersarse Sandra se giro y me dio un pequeño papel, me guiñó un ojo y salió tras su marido y amigos, contenta, ilusionada y moviendo el culo como una perra.
Abrí el papel y había escrita una dirección del centro de Sevilla, con un "nos vemos allí en media hora". Así que sabiendo cómo podría encontrarme la ciudad esa noche me dirigí hacia allí con ganas, no sabía que me iba a encontrar pero ya me había puesto duro de pensarlo.
Cuando llegue al portal no me encontré a nadie, así que decidí esperar unos minutos, al cabo de un par de ellos vi como Sandra se acercaba con otra mujer, menos atractiva pero no me hubiera importado pasármela por la piedra, me quede expectante ella me miró y me guiñó un ojo, a acercarse me dijo:
- Hombre Oscar, cuánto tiempo
Se acercó a mí y me dio dos besos, me presentó a su amiga y a su vez le dijo que fuera subiendo que en cuanto me saludara subiría también a cambiarse los zapatos por manoletinas. Su amiga obediente pero con cara mosca, accedió al portal y subió dejando la puerta en manos de Sandra, una vez solos...
Estas cachonda putita?
Ummm mucho me has puesto a 100 en el paso, eres un cerdo
-Y tú una puta, dime porque me has citado aquí?
- Pasa y te cuento
Accedimos al portal con un patio, ella me cogió de la mano y me llevo a un cuarto que parecía destinado a los aperos del portero
-Tenemos cinco minutos antes de que suba a casa de mi amiga y no sospeche nada, me dijo acariciándome el pecho.
No le dije ni una palabra, le agarré del pelo, le sujeté bien la cabeza y le metí mi lengua que recibió con gusto chupándola como una perrita
Así que eres una puta como bien me decías en tus correos verdad?
Si, si que lo soy y mas hoy que me he dejado meter mano en una procesión.
Date la vuelta y pon las manos en la pared, le dije mientras sacaba mi cinto del pantalón
Voy a darte lo tuyo por putita...
A Sandra le brillaban los ojos por la excitación, obediente se dio la vuelta.
-Súbete el vestido.
Cosa que hizo con ambas manos, dejó su redondo culo al aire, su respiración se aceleraba y cerró los ojos pegando su mejilla a la pared.
Plaff, primer cintazo, suave, lo justo para que sintiese la humillación de ser azotada
- Esto por puta y salir sin bragas
Plaff, segundo cintazo, ella gemía, disfrutaba con la situación, vaya si lo disfrutaste Sandrita
- Esto por chupapollas y dejarte tocar el coño en público delante de tu marido
Plaff, tercer cintazo, se mordía los labios como una posesa y movía el culo
- Esto porque te vas a comer mi polla
plaff, cuarto y último cintazo, estaba desquiciada, la lujuria le salía por los poros.
- Y esto por dejar que te folle mientras el cornudo de tu marido reza.
Le metí dos dedos en el coño en esa misma postura, la muy zorra disfrutaba con la situación estaba empapada.
-¿Así que esto te gusta verdad puta, que te azote antes de follarte la boca?
Ummm nunca había sentido nada así
Pues ahora en cuclillas ante mi polla!
Sandra se dio la vuelta me miro con cara de zorra y se agacho hasta mi polla, le dije que ella misma me la sacara y se la metiera entera en la boca, cosa que hizo sumisamente.
-Mírame con mi polla en tu boca, ¿te gusta cómo te trato?
Muggchggo
Las putas educadas no hablan con la boca llena, le di una pequeña bofetada y comencé a follarle la boca, al cabo de un minuto se la saque y le indique que se pusiera en la misma postura en que la había azotado, me puse un condón y se la metí de un golpe, la muy zorra comenzó a aullar corriéndose como una perra, la cogí del pelo con una mano y con la otra de la cadera y comencé a follarla con fuerza, no paraba de correrse, como se nos escapaba el tiempo, se la saque y le dije.
-Ahora me voy a correr perrita así que meneate como saben las putas como tu, ella lo movía como una zorra, te gustó verdad Sandrita?
Me corrí como un animal!
En cuclillas otra vez y límpiame la polla
Pero que cabrón guarro eres
Y tú una puta
Empezó a lamer los restos de semen mientras le hacia un nudo al condón, cuando me la dejó del todo limpia le di la goma llena
Toma, un recuerdo para el cornudo de tu marido. Me miró asombrada
Ahora cuando vuelvas con tu amiga quiero que no te laves los dientes pero quiero que lleves mi sabor toda la noche.
-Uff que cabrón eres y con esto? Qué hago? Me dijo señalando al condón.
- Hazle un yogur al cornudo de tu marido
- Jajaj pero que cerdo eres
- Nos veremos de nuevo putita, le di un beso en la mejilla y me fui del cuarto
Espere en cerca del portal, quería ver cómo salía con su amiga, a los segundo aparecieron las dos, Sandra miraba a un lado y a otro de la calle buscándome seguramente, finalmente cruzamos las miradas y me dedicó una sonrisa estupenda.
Seguro que nos volvemos a ver, verdad Sandra?
Sugerencias, comentarios.... por favor, bienvenidos!
eleganteymisterioso@hotmail.com