Sauna

Deseaba tanto comerme un rabo que salí de casa y me fui directamente a una sauna.

Deseaba tanto comerme un rabo que salí de casa y me fui directamente a una sauna, una vez llegue me desnude y con la toalla en la mano entre y me deje llevar por la humedad y el olor a rabo que llegaba por todos los lados, un hombre mayor paso a mi lado y con mirada lasciva me miro el rabo y se lamió los labios, mi respuesta fue en modo sigue mirando pero no cataras nada de esto, deje la toalla en un colgador y me metí en la sauna húmeda, cerrando la puerta a mi espalda el calor me dio de golpe en la cara y la falta de aire me agobio, a punto estuve de darme la vuelta y salirme cuando una mano agarro mi pene y con delicadeza me bajo el prepucio, solté un suspiro y decidí mirar quien me tocaba, era un chaval mas joven que yo, su mirada me taladro el cráneo y con sonrisa picara me estiro del rabo para llevarme a un sitio mejor que no fuera en toda la puerta.

El pasillo estaba atiborrado de gente magreándose o unicamente masturbándose viendo lo que había alrededor, el olor a rabo me estaba poniendo muy bruto, aun con mi pene en su mano paro y agachándose se coloco frente a mi y metió mi rabo en su boca.

  • Ya tenia yo ganas de probar esta maravilla, sabe deliciosa Jorge.
  • ¿Como sabes?, ahhhh.- las palabras se me quedaron en los huevos.

Ni idea de quien podía ser, pero me daba igual, la mamaba genial, no soy un portento pero tengo un buen físico y de cara no estoy mal, pero de rabo voy sobrado, no mide mas de 18 cm pero lo que es el paquete y que es bastante gorda, llama bastante la atención, recuerdo la primera mamada que me hicieron que el chaval casi se desencaja la mandíbula y no es mentira, lo prometo.

El chaval continuaba mamando y comiéndome los huevos de una manera asombrosa, note como unas manos me tocaban el culo y hasta que no vi su cara no le deje seguir.

  • ¿Puedo correrme en tu culo?
  • Sin meterla sin problema.
  • Claro eso quería.

El hombre se coloco tras de mi y con su rabo bien tieso lo comenzó a pasar por mis nalgas, lo metió entre mis muslos y como si me follara en cosa de menos de un minuto se estaba corriendo en mi culo, tras restregarse bien por todo se agacho y relamió su semen y aprovecho para lamerme el ano, cosa que agradecí.

  • Gracias.
  • A ti.
  • La próxima si te veo y te apetece me gustaría que me follaras bien duro.
  • Jorge.
  • Raúl, encantado.
  • Te veré pronto, un beso.
  • Ciao.

Esas cosas solo pasan en una sauna gay, mientras tanto me seguían comiendo el rabo que cada vez tenia mas duro, se la saco de la boca y poniéndose delante miá a cuatro patas y habiéndome puesto un condón con la boca me pidió que le follara, sin pensármelo y con tremendo culo peludo delante la metí hasta que note mi pubis contra su ano, pego un chillido al cual siguió un gemido de placer, agarre sus caderas y con fuerza me lo folle mientras a mi alrededor se acercaban algunos tíos a ponerle la polla en la boca o ha pedirme si les dejaba follárselo, yo continué a lo mio y mientras el se comía dos buenos rabos yo me descargue dentro de el, pero aun no había echo lo que había salido de casa deseando, me retire el condón y buscando esas dos pollas tan bonitas me amarre como si de un pilón se tratara y mame como un cabrón hasta que ambos se corrieron en mi boca.

  • Una coca cola por favor.
  • Ahora mismo.
  • Gracias.

Sentado en la barra de la sauna me trague de un trago la bebida.

  • Otra, por favor.
  • ¿Quieres un vaso de agua también?
  • Te lo agradecería.
  • Salís de la sauna deshidratados, jajaja.
  • Entre el vapor y chupar rabo, ¿veras de todo?
  • Si, desde alguno que se ha ido cagando hasta el vestuario, hasta algún que otro bobo con el rabo tan tieso que se lo tuvieron que llevar al hospital.
  • ¡No jodas¡
  • Te vi al entrar en el vestuario, habrá cola para ese rabo.
  • Bueno tampoco te creas.
  • Por que no puedo salir de la barra en hora de servicio que sino te dejaba preñarme.
  • Bueno algún día saldrás de ahí, ¿no?
  • Eso espero, ya tienes cargado esto en la pulsera, cuando salgas se la das y te dice lo que debas.
  • Gracias, ¿hasta que...?
  • Hasta la una.
  • Vaya, un poco tarde, otro día sera. Ciao.
  • Ciao bello.

No me hubiera importado follármelo allí mismo la verdad, iba con un slip de esos abiertos por detrás y unos tirantes enganchados a ellos, en varias ocasiones se coloco de espaldas a mi y se agacho para recoger supuestamente algo y me dejo ver un ano que madre miá que ano.

En cosa de una hora ya me había follado a uno, mamado dos pollas y me habían comido el rabo, y sin olvidar la lefada en el culo y una relamida curiosa a mi ano, me perdí bajo la ducha de nuevo y deje el agua caer y con un poco de jabón me lave bien el ojete y el rabo, abrí los ojos y un tipo frente a mi me miraba y se magreaba el rabo, le hice con la mano un gesto para que se acercara.

  • Hola.
  • Hola.
  • ¿Te apetece ir a una cabina?
  • Busco versatilidad.
  • Y yo.

Debía ser unos años mayor que yo, de cuerpo muy delgado pero con un rabo y unos huevos que les llegaban casi hasta las rodillas, debía ser sudamericano por el acento y por el color de piel tostada tan bonito, encontró una cabina libre y entramos.

  • Tienes un color de piel muy bonito.
  • Gracias. Me gusta tu piercing.
  • Me vuelve loco que se lo coman y tiren de el cuando me follan.
  • Esta bien saberlo, a mi que me coman bien el rabo y me tiren de los huevos y al follarme también.

Ya venia empalmado todo el camino pero ahora la polla me palpitaba animadamente, solo de pensar en esos huevos me puse mas a cien, me agache y me metí el rabo hasta tocar labio con pubis y con una mano estruje sus huevos y con la otra agarre bien fuerte su culo, el hombre echo un grito ahogado y buscando algún apoyo se acerco a la camilla y se sujeto, yo seguía en cuclillas y mamando, me la saque de la boca y mientras le pajeaba con mucha saliva con la otra mano jugué con sus huevos y me los lleve a la boca.

Recuerdo cuando era pequeño, debía tener unos diez años, estaba con un amigo en la bañera de mi casa y estábamos jugando con algún muñeco de la época, yo ya de pequeño tenia manía de llevarme las cosas a la boca y ese día no se como termine con los huevos de mi amigo en la boca mientras el chillaba de dolor, si mal no recuerdo me pego o algo y al levantarse de la bañera aproveche la cercanía y las ganas de comerme unos huevos y allí fui, la cosa se arreglo por que recuerdo que tras varios años me follo un día en los aseos de un pub y tras follarme y correrse en mi boca me golpeo con el rabo en la cara y me dijo:

  • ¡Esto por el mordisco en los huevos¡

Yo en ese momento no recordé nada, drogado y borracho, pero al tiempo entre risas lo recordamos y nos meábamos de risa.

A veces cuando me como un rabo me da por pensar en cosas que no tienen nada que ver con lo que estoy haciendo y otras me centro tanto que noto como mis huevos están a punto de explotar, y esta era una de las segundas, con mi boca metida en su culo y con sus huevos en mi frente, me levante y agarrando el bote de lubricante empape bien todo y de una metida entro, no le di tiempo a reaccionar, en cosa de unos segundos mi rabo entraba y salia de el animadamente y tiraba de sus huevos con todas mis fuerzas, era increíble como se podían estirar, y no entendía como me podía poner algo como aquello, le metí varias embestidas y de pronto comenzó a salir lefa de su rabo que no era ni medio normal, parecía una meada pero de lefa, su cara era un poema de placer y el mio de verle eyacular de aquella manera me puso tanto que le retorcí los huevos y le embestí tan fuerte que note como la lefa llenaba el condón.

  • Joder nene, hacia tiempo que no me corría así.
  • ¿De normal tiras tanta lefa?
  • Tiro mucha pero no tanta como ahora.
  • Me ha puesto muy cerdo verte correr así.
  • No se si me correré así hoy de nuevo, también era la primera, pero si te apetece una paja conjunta me encantaría correrme con tu rabo gordo junto al mio.

Le mire y le sonreí, saque mi rabo de su culo y deje sus piernas caer de la colchoneta, me acerque y junte nuestros rabos, rebañe toda la lefa que caía por su cuerpo y masajee nuestros rabos hasta que de nuevo se pusieron duros.

  • Me encanta pajearme así con otro.
  • No pares por favor.

Y así tras una lefada increíble me deleite tranquilamente a pajearnos y llegando al orgasmo juntos, y no se corrió tanto pero bastante si.

Continuara.